Increíble lo vivido el
sábado en Razzmatazz3 y Rocksound. Incluso me atrevería a decir que más lo
segundo que lo primero, incluso. Los que habíamos visto a Shawn James en su
visita el mes de marzo esperábamos con ansia la oportunidad de verlo con su
banda, The Shapeshifters. Y lo cierto es que no defraudó. Con un volumen
atronador, James elevó la rotundidad de sus temas mientras repasaba, casi de
manera íntegra The Gospel According to
Shawn James & The Shapeshifters, disco publicado en 2015 y que se
convirtió en eje vertebrador de la primera parte de la velada. Antes de acabar
con una espectacular y habitual versión de «John The Revelator» de un Son House
que James lucía en su camiseta, se anunciaba que los presentes podían disfrutar
de un mini set acústico en la vecina Rocksound apenas una hora después del
bolo.
La cosa hervía en
Rocksound. Solo nos quedaba la duda de si la garganta de James iba a aguantar
tras una hora y media de concierto aparentemente al límite. Nos equivocábamos. Porque
Shawn no parece tener límites en cuanto a capacidad vocal. El mini set se
convirtió en hora y cuarto de intensidad, aunque entendida de manera diferente
a su show previo. Solo por ver su espeluznante versión del «The Number of The
Beast» de Iron Maiden ya valía la pena haberse acercado al pequeño reducto “galo”
del Poble Nou. Pero es que el amigo Shawn James, acompañado de su espectacular
violinista, se marcaron un repertorio totalmente diferente respecto al que
habían hecho solo tres horas antes en eléctrico. Además, cantando como los
ángeles…o como un demonio. Absolutamente demoledor. Incluso prescindiendo del
micro hacia el final del show para demostrar que poco pueden igualarle en ese
formato. Insuperable.
Sonando: Delilah de Shawn James
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