viernes, enero 29, 2010

Prepárate Jesse

Es curioso lo que suele pasar cuando alguien tiene el éxito repentino como le ha sucedido a Eli Paperboy Reed. Por cierto, yo creo que merecidísimo. Que sí, que sí, que es un refrito e muchas cosas ¡y qué? Pero además es un refrito bueno y lo hace muy bien. Ahora parece instaurada la corriente de criticar a Eli. Y lo hace la misma gente que hace seis meses lo encumbraban como un Dios. Ahora es más “in” decir que es una copia, que sí que lo es, y que no ofrece nada original. Pues perdonen pero mi amado Bob Dylan tampoco ofrece nada muy original desde hace meses pero a mí me encanta y lo disfruto. De hecho Dylan ya ni siquiera se preocupa de hacer refritos sino que la mayoría de veces copia descaradamente. Y si me piden pruebas las tendrán. Per a mí me da igual porque se abstraerme de eso y disfrutarlo. De hecho lo disfruto más que nunca. Porque lo conozco más ¿Soy por decir esto menos dylanita? Pues yo creo que no. De hecho pienso que incluso lo soy más. Me encanta Together Through Life de principio a fin con sus aromas fronterizos pero ahí hay algo más que homenajes en muchos casos. Y vuelvo a remitirme a las palabras de Keith Richards, como otras veces. “No es copiar, es saber copiar y saber a quien copias”. Correcto. Chapeu.

Pero volviendo al tema Eli. No estoy de acuerdo. Eli es un calco de Sam Cooke, por ejemplo. Sí. Pero ¿puedo ver a Sam Cooke en el 2010? ¿A que no? Pues veo a Eli y lo disfruto a tope. Lo bueno es que los mismos que critican a Eli ensalzan otros proyectos asegurando que tienen más personalidad y son más originales pero ¿sben lo que yo pienso? Que si pudieran hacer lo que hace Eli lo harían pero resulta que no pueden. No les sale. Se quedan a medias. Aunque lo intentan también.

¿Y por qué toda esta disertación? Pues toda la culpa la tiene Jesse Dee, un chaval de Boston, como Eli y al que se compara al “chico de los periódicos”. Tiene narices, como me decía el otro día Jorge Ortega que ahora Eli sea una referencia para comparar a otro músico y no Sam Cooke o Otis Redding. Efecto cascada lo llamaría yo. Pues Jesee Dee ha publicado su primer disco Bittersweet Lotes y muchos se han apresurado a decir que copia a Eli. Ya estamos liados otra vez. A ver si nos aclaramos. Yo cuando hice el disco de los Chinaski quería que sonara a country (J.J no te rías) cosa que no conseguí pero era mi objetivo. Pues probablemente Jesse Dee ha querido que el disco suene a la Stax y a Sam Cooke y en buena medida lo ha conseguido ¿es eso un delito? Si lo es que lo metan en la cárcel porque lo ha hecho y muy bien ¿Qué sigue la línea de Eli? ¿Y qué problema hay? Que manía, es que no lo entiendo ¿Se disfrutan sus canciones? Sí. Pues abstraigámonos del resto leche. Ojalá yo fuera capaz de que mi disco pareciera un calco del de Eli. Pero no soy capaz. Cosas de la incompetencia. Eso sí, Jesse ya puede irse preparando porque la crítica le va a dar. Estoy seguro. Tiene menos empaque que Eli. Le falta algo. Aunque a mí el disco, igualmente, me encanta.

Sonando: Over and Over Again de Jesse Dee

jueves, enero 28, 2010

Ruptura amorosa, discazo al canto

Ando enganchadito al End Times de Eels. No podía ser de otra manera porque el disco es fantástico. Y lo es, curiosamente, y entre otras cosas por su temática. Hace algunos días Joserra Rodrigo en su blog nos ponía sobre la pista. Este es el Blood On The Tracks de Mark Oliver Everett. Definición acertada como pocas. Y concisa. De esas que me gustan porque te deja claro lo que te vas a encontrar. Un disco hecho desde el dolor. Desde el tormento por una relación que se acaba, en el caso de Mr. E, con un tormentoso divorcio.

Pero no es este el único caso conocido en el que un disco alcanza cotas de calidad enormes desde el dolor de una ruptura. De hecho el catacrack sentimental suele ser un acicate importante y se ha convertido en el elemento motivador de varios discazos en la historia del rock. Así, a bote pronto, y dejando de lado los nombrados Blood on the Tracks de Dylan y End Times de Eels me vienen a la mente varios. Lucinda Williams hizo el espectacular West motivada por la muerte de su madre pero también por la reciente ruptura con su pareja. Marvin Gaye compuso las canciones de Here My Dear con bastante mala leche pensando en “darle lo que se merecía” a su ex Anne Gordy. Ryan Adams compuso su debut, Heartbreaker tras romper con su novia de siempre. Gregg Dulli y sus Afghan Whigs se sacaron de la manga Gentleman marcado por la mirada atrás de Dulli a sus amores perdidos. Sea Change es el resultado de que a Beck le rompieran el corazón. Y Honestidad Brutal debe la mayor parte de sus canciones a que Andrés Calamaro y su novia lo dejaran correr. Son sólo algunos ejemplos. Pero creo que bastante ilustrativos. Así que ya saben ¿Quieren hacer un gran disco? Rompan con su pareja. El éxito está casi garantizado. Por cierto ¿les he dicho que el disco nuevo de los Chinaski es muy, muy malo? Cosas del amor.

Sonando: In My Younger Days de Eels

miércoles, enero 27, 2010

Vuelve el hombre de negro

Se acerca el 23 F y no, me importa un pimiento que sea el aniversario del intento de golpe de estado de Tejero. No es eso lo que hace importante ese día este año 2010. Este año ese es el día en que se publicará el sexto volumen de las American Recordings de Johnny Cash. Ain't No Grave. Con foto de Johnny niño en la portada. Los rumores, eso sí, apuntan a que el lanzamiento se retrasará hasta el 26 de febrero para hacerlo coincidir con el día del cumpleaños de Johnny. Hubiera hecho 78 años.

El disco promete y mucho. Al lorito con las versiones que incluye porque vuelven a poner la carne de gallina. «Redemption Day» de Sheryl Crow, «For The Good Times» de Kris Kristofferson, « Can't Help But Wonder Where I'm Bound» de Tom Paxton y, sobre todo para mí, «A Satisfied Mind», la canción que Bob Dylan eligió como primer single de su denostado injustamente disco Saved, compuesta originalmente por Joe Red Hayes y Jack Rhodes. El que con estos datos no sienta un cosquilleo interior intenso ya se lo puede hacer mirar. La pena, eso sí, es que Rick Rubin asegura que estas serán las últimas grabaciones que se ublicarán porque ya no le queda nada más de todo lo que hizo con Cash. Finito.

Pero no está mal. 6 discos independientes y la caja Unhearted con 4 no son una mala cosecha. Teniendo en cuenta que Rubin y Cash tomaron contacto por primera vez en 1993 y que el hombre de negro nos dejaba en 2003 salen a disco por año. Mejor dicho, a discazo por año. Y este no será menos. No me cabe la menor duda.

Sonando: Hurt de Johnny Cash

martes, enero 26, 2010

Un hombre en la luna

El viernes vi, por fin, Moon. Varias eran las personas que me habían recomendado la película pero cuando Andreu Cunill también lo hizo a lo largo del concierto de Bottle Rockets, el jueves, pensé que este fin de semana tenía que encontrar el momento. Así lo hice y doy fe que mereció la pena. De hecho la crítica parece opinar como yo porque el año pasado se llevó varios premios en el festival de Sitges. Mejor película, mejor actor, mejor guión y mejor diseño de producción. No está mal ¿no?

"Esta fascinante alucinación te va atrapando y te golpea fuerte. Moon es una potente provocación que se apoya en ideas en lugar de trucos de ordenador para resultar excitante”. (Peter Travers: Rolling Stone)

La cosa, claro está, es ciencia ficción. Pero no hablamos de marcianitos y guerras de naves espaciales. Aquí hay mucho más. La película “mosquea”. Da que pensar. Te atrapa. De hecho está ambientada en un futuro relativa y teóricamente cercano. El hombre tiene una base en la luna en la que tiene destinado un único astronauta (un espectacular Sam Rockwell que lo borda) al que después de tres años de destino le llega el momento de regresar a la tierra con su familia. Moon provoca. Te enerva y te hace cavilar. Su atmósfera te carga, te pesa y casi te olvidas de que estás viendo una película de ciencia ficción por la ausencia, casi absoluta, de efectos especiales. Te mantiene intrigado a pesar de descubrir “su gran secreto” a media película. Sufres y disfrutas ¿qué más se puede pedir? Su presencia en las listas de mejores películas del año pasado no me sorprende en absoluto. Vale la pena.

Sonando: Man On The Moon de R.E.M.

lunes, enero 25, 2010

La iglesia del centro de la ciudad

Apenas llevamos unos días del nuevo año y ya tengo uno de mis candidatos a disco de 2010. De hecho lo era incluso antes de escucharlo. Sus primeros acordes no sirvieron más que para aumentar mi excitación. Y al final de la primera escucha una sonrisa recorría mi rostro ante la satisfacción del que no se ha equivocado. No era difícil. Carne en el asador había. Y con los ingredientes que se complementaba el plato era difícil que la cosa saliera mal. Por un lado la deliciosa y exquisita Patty Griffin. Por otro lado la producción del grandísimo Buddy Miller. Un repertorio marcado por el gospel y la música tradicional espiritual y, finalmente, el lugar de grabación ¿qué mejor lugar que grabar este disco en una iglesia? Pues ahí lo tienes. Grabado en la Downtown Presbyterian Church de Nashville.

El resultado se llama Downtown Church y es simplemente maravilloso. A todo eso se le suman unas colaboraciones espectaculares del nunca bien reconocido Raoul Malo, de Shawn Colvin y de la omnipresente Emmylou Harris. Buenos temas propios y excelentes versiones de clásicos con un objetivo: el nirvana espiritual. Canciones religiosas, alabanzas al señor y, sobre todo, la esplendorosa y profunda voz de una Patty Griffin que canta mejor que nunca con su acento del sur. Yo, de momento, me quedo con ese temón llamado «Virgen de Guadalupe». Ya saben, fronterizo que es uno.

Sonando: Virgen de Guadalupe de Patty Griffin

viernes, enero 22, 2010

Crazy Heart ¿banda sonora del año?

"El nota" tiene nueva película. Claro, hablo de Jeff Bridges, el inolvidable “Nota” de El Gran Lebowski. Crazy Hearts se llama la cosa y, como suele ser habitual, no tiene fecha de estreno en España a pesar de que aseguran que Bridges ha bordado el papel de su vida. Y este no es otro que el de Bad Blake, un olvidado cantante y compositor de country al que le encargan que haga una canción que se convierta en un éxito de un cantante de moda interpretado por Colin Farrell. Bridges ya ha ganado el Globo de Oro por el papel y se postula como favorito para los Oscar.

¿Y la banda sonora? Pues muy destacable. Y lo es por las grandes interpretaciones de los mismos Bridges o Farrell y por la inclusión del grandísimo Ryan Bingham del que ya hemos hablado por aquí. De hecho Bingham también ha ganado el Globo de Oro y opta al Oscar por la canción central de la película, «The Weary King» producida por T Bone Burnett. Pero es que además de ellos, la banda sonora incluye a Buck Owens, Lightnin Hopkins, Waylon Jennings, Townes Van Zand o Lucinda Williams. Casi nada ¿no? ¿La banda sonora del año? Ya veremos porque es muy pronto pero por ahí andará.

Sonando: Hold On You de Jeff Bridges

PS: Por cierto, buen bolo ayer de los Bottle Rockets ¡y por fin coincidí con Sanfreebird!

jueves, enero 21, 2010

Veto sonoro

Cuando voy a un concierto, como hoy haré en el caso de los Bottle Rockets, hago lo que podríamos llamar un veto sonoro al grupo en cuestión. Es decir, durante ese día no escucho nada de ese grupo. Prefiero dejar la expectación para el momento del concierto. Así todo se me hace más extasíatico. Todo es más impredecible. Puede que haya pasado semanas con el grupo de marras en mi iPOD o en el equipo de alta fidelidad pero al llegar eso día, no puedo. No quiero.

Recuerdo cuando nos desplazamos Andy Tornado & woman, Rakel y yo a Ámsterdam para ver a los Crowes. Andy se pasó todo el vuelo con el Warpaint a toda hostia. Mientras yo, al lado, leía y escuchaba el Unsung de Slaid Cleaves que además ejerce un efecto sedante en mí que me va muy bien para volar. Eran dos maneras de encarar el concierto totalmente opuestas. De hecho él se pasó el resto del día en Ámsterdam oyendo el disco en cuanto tenía la mínima ocasión. Y yo en otras cosas. Creándome a mí mismo expectación. Me gusta que sea así.

Tampoco soy de los que se mete toda la discografía de una banda en vena justo antes del bolo. Considero que no merece la pena. Lo que tengas que haber hecho tiene que haberse hecho antes del concierto. Luego ya no estás a tiempo. No vas a disfrutarlo igual, como fan. No vas a saberte todas las canciones. No vas a sacarles el alma. Eso sí, queda la posibilidad de disfrutarlo como descubridor de algo nuevo y esa sensación también es tremenda. Llegar, no saber muy bien lo que te vas a encontrar y salir en una nube es otra posibilidad, nada desdeñable. Lo que no me va es el término medio. Extremista que es uno.

Sonando: Pots and Pants de Ray Willie Hubbard

miércoles, enero 20, 2010

Que vienen los Bottle Rockets

Definitivamente Lean Forward es mi disco favorito de los Bottle Rockets, exceptuando Songs of Sahm. Pero aquel era un compendio de versiones del gran Doug Sahm por lo cual quizá sería más acertado decir que Lean Forward es el disco que más me gusta de los Bottle Rockets con canciones de los Bottle Rockets. Por eso estuvo, como no, en la lista de mis discos favoritos del año pasado Me gustan mucho Brand New Year o 24 Hours a Day, las que muchos consideran sus obras cumbre, pero yo me quedo con este Lean Forward. Una obra de madurez. De banda que sabe lo que hace y como hacerlo bien. Y además lleno de excelentes canciones. Que es algo de lo que muchos discos carecen ¡No hay que olvidar las canciones por favor! «The Way It Used to Be», «Open Your Eyes» o «The Long Way» son claros ejemplos de canciones de buen rock and roll americano. El disco es más equilibrado, más completo y presenta, creo yo, menos altibajos que todos sus anteriores discos. Es su noveno disco en estudio y eso, claro está se nota y mucho.

Y mañana llegan a Barcelona para presentarlo. Lo jodido es que, mucho me temo, volveré a encontrarme una sala con el aforo por la mitad y la gente de siempre. Y eso siempre es una pena. Sobre todo para la banda porque se resiente. Es inevitable no hacerlo. Pocos son capaces de superar la ausencia de público. Y espero equivocarme pero dudo que lo haga. Aunque en el último bolo de Dan Baird tampoco esperaba una gran respuesta y la 2 estaba a reventar. Veremos mañana. El menda irá con la mejor actitud y dispuesto a pasar una buena noche de rock and roll rodeado de amigos. Mal plan no es, no.

Sonando: Solitaire de Bottle Rockets

martes, enero 19, 2010

El fabuloso mundo de Bunny Town

Si June ha de elegir unos dibujos animados favoritos ya los tiene. No es que tenga mucha variedad para hacer su elección porqué Mamá Rachel y yo no le dejamos ver la tele mucho. Es demasiado pequeña. Eso sí, como elemento de distracción a la hora de la papilla de la tarde nos ha ido genial. Su padre, fiel a la intención de servilismo que todo buen padre ha de tener, en mayor o menor medida, hacia sus vástagos se ha hecho con episodios de diversas series además de compaginarlos con las cosas que voy grabando de Canal Disney. Pero estoy seguro de que si June pudiera opinar abiertamente (de hecho, ahora que lo pienso puede y lo hace) se quedaría con Bunnytown. Y no me extraña porque hasta yo me quedo flipado con los conejitos de marras.

Bunnytown es una serie con nacionalidad compartida, canadiense y norteamericana, de los hermanos Rudman y Todd Hannert que empezó a emitirse en sus países de origen en 2007. Muestra como ven la vida de las personas unos conejitos la mar de simpáticos. Pero ¡ay! es que hay algo en la serie que hace que a June le llame tremendamente la atención y que un servidor se hinche como un pavo al pensarlo. Y es que los conejitos son unos rockeros del copón y están todo el día cantando, cosa que hace que a mi niña le flipen. Canciones hechas especialmente para la serie y que, por una vez, ya que esto no suele ser habitual en las series destinadas a niños, son buenas canciones. Además, sus madrigueras están decoradas al estilo de los años 70. Por eso en los conejitos cabe de todo. Desde canciones que suenan a los Who a temas que parecen de los Bee Gees.

El mundo de los conejitos es enorme. Hay conejitos papás, conejitos que vana clase, estrellas del rock, conejitos suicidas (sí, sí, como en el cómic para adultos) aunque con cuidado, conejitos egoístas, conejitos buenos….Además, parece ser que la serie estimula varias áreas de conocimiento que deben desarrollar los niños: la coordinación de movimientos, la expresión de los sentimientos, las relaciones sociales y el conocimiento intelectual. También trabajan con nociones académicas básicas comunes a muchas series infantiles como los números, las formas o algunas palabras siempre de una forma divertida que les haga reír mientras aprenden.

Rakel fue la descubridora de la serie pero desde este momento me declaro fan absoluto de ella. A pesar de lo que pueda parecer no abundan series tan buenas en televisión para los niños.

Sonando: Bunnytown de la Bunny Band

lunes, enero 18, 2010

Fin de semana de fira

Fin de semana marcado por la Fira del Disc en las Cotxeres de Sants. Ideal para perder el tiempo, sin rubor, entre cubetas y cubetas de vinilos. Trillados muchos pero también con cositas muy interesantes.

Ni cortos ni perezosos nos plantamos Alfred “Coco” Crespo, Luis Celeiro y un servidor dispuestos a demostrar, el viernes por la tarde, que los routiers somos capaces de saquear sin piedad cualquier feria de discos que se precie. Repusimos fuerzas a base de un buen bocata y unas bravas en una tasca de Sants y al lío. Rápidamente todo estaba en su sitio. Mientras Coco se deshacía entre singles de Suzi Quatro suplicándome que lo sacáramos de allí porque se iba a gastar todo el sueldo que acababa de cobrar en el primer stand, Luis sonreía con dos vinilos de Badfinger que llevaba tiempo buscando agenciados sin apenas pensárselo por un precio más que razonable. Y servidor emperrado en no gastarse más de 3 €uros por vinilo. Sí, sí. He dicho 3 €uros. Por ese precio me llevé No Free Lunch de Green On Red, Elvis Country (I’m 10000 years old) de Elvis Presley, of course, Bandido Rock de Joe King Carrasco & Las Coronas, Bluebird de Emmylou Harris y Low Budget de los Kinks. Y por 2 €uros, Standing On The Edge de Frankie Miller (así ya tengo toda su discografía en vinilo), So Far de Crosby, Stills, Nash & Young, Bring The Family de John Hiatt, Naked de Talking Heads, The Healer de John Lee Hooker, Night Owl y City to City de Gerry Rafferty (sí, sí el de los Stealers Wheel) y Murmur de R.E.M.. Todos en un perfecto estado tanto en lo que se refiere a la carpeta como en lo que respecta al vinilo. Ediciones originales. No reediciones. Y para más INRI, por un mísero €uro me llevé un single rarísimo de los Hindu Love Gods. Ya saben, los R.E.M. con Warren Zevon a la voz. Y por 50 céntimos cada uno un par de singles de Roger Daltrey, otro de The Cars, uno de Suzi Quatro, otro de JJ Cale y uno precioso de Minnie Riperton. Eso sí, cuando ya me iba caí. Una preciosa edición original del Gilded Palace of Sin de los Flying Burrito Brothers me miró. Y fue amor a primera vista. Sabía que mi regla de los 3 €uros se iba al carajo pero cuando esperaba un precio desorbitado oí como el vendedor me decía “te lo dejo por 10 €uros que te conozco de otros años. Tú el año pasado te llevaste el original del Revolver de los Beatles”. Espero que mi sonrisote le sirviera también como pago porque fue de las que hacen época. Además el disco está impecabilísimo. Perfecto. Parecía que lo acababan de desprecintar y el disco ¡es de 1969!¡Y cómo suena! Llámenme loco pero disfruté como un cosaco sólo de pensar lo que había conseguido y cuando se confirmo su sonido….La vida es bella….

Sonando: Sin City de Flying Burrito Brothers

viernes, enero 15, 2010

Se fue Jay

Trágica noticia la que corría ayer como un reguero de pólvora por Internet. Jay Reatard, uno de los músicos más prometedores de los últimos tiempos era encontrado muerto en su casa de Memphis la noche del 13 de enero. Primero parecían sólo rumores pero en horas la noticia estaba confirmada. Parece ser que Jay murió mientras dormía y aunque se barajan diversas hipótesis, las causas siguen siendo desconocidas.

Jimmy Lee Lindsey (su verdadero nombre) sólo tenía 29 años y era considerado por muchísima gente como uno de los grandes genios del power-pop, punk, garage, llámenlocomoquieran, actual. El año pasado lo tuvimos por el Primavera Sound para presentar su último y exitoso disco Watch Me Fall. Yo he de confesar que Reatard era una de mis asignaturas pendientes. Y lo era por la insistencia de mi buen amigo Roger Estrada, uno de los mejores periodistas musicales de este país, fan irredento de Jay. No me había metido en él a fondo. Y ahora no lo haré. Dejaré pasar un poco de tiempo. Cuando pasan estas cosas siempre lo hago. Llámenme quisquilloso pero no me apetece entrar en las corrientes rollo músico que muere, todo el mundo a escucharlo. Prefiero que pase el boom de su muerte y luego le haré caso a Roger. Nunca me ha fallado con una recomendación. Y esta vez no creo que tampoco lo haga. Lo dicho. Una lástima.

Sonando: It Ain’t Gonna Save Me de Jay Reatard

jueves, enero 14, 2010

Tararear

Tararear. Tr. Cantar entre dientes y sin articular palabras.

A todos nos pasa. Cientos de veces a lo largo de nuestra vida. A gente como yo más. Supongo. De golpe una canción se te mete en la cabeza y no paras. Todo el día dándole vueltas. A veces sólo a unas frases. A veces el estribillo. A veces sin ni siquiera saber qué cantas. Tarareas. Sólo tarareas. Y lo peor es cuando lo que se te mete en la mollera es una canción que no te gusta. Que no quieres que esté ahí. Pero no puedes evitarla ¿será señal de que te gusta aunque no quieras reconocerlo? Desconozco la respuesta pero creo que no. Más bien pienso que es un proceso mental en el que una melodía se te clava por un cúmulo de circunstancias. Te guste o no. En mi caso, esta vez, me gusta. Porque desde el martes no paro de darle vueltas ala versión de «Long Black Veil» que Rosanne Cash incluye en su reciente The List. Una canción que hizo famosa su padre y que, para la ocasión, cuenta con los excelentes e hipnóticos coros del gran Jeff Tweedy.

La canción dichosa la compuso en 1959 Danny Dill para que la cantara Lefty Frizzell. Pero pasó bastante desapercibida hasta que en 1965 el hombre de negro la incluyera en su Orange Blossom Special. Más tarde tuvo el honor de ser una de las canciones que Cash interpretó en su concierto en Folsom Prison. La historia del disco de Rosanne es de sobras conocida pero si no, ahí va un resumen. Resulta que con 18 años, papá Cash le da a su hija mayor un listado con las 100 canciones imprescindibles de la música americana. Y ahora Rosanne edita 12 de las canciones incluidas en esa lista en un enorme disco en el que además del nombrado Tweedy colaboran Elvis Costello y Rufus Wainwright. Ojito que los tres últimos discos de Rosanne me han gustado mucho. Y cuando digo mucho es mucho. Rules of travel (2003) y Black Cadillac (2006) ya me parecían trabajos enormes y éste no les va a la zaga. Buenas noticias.

Sonando: Long Black Veil de Rosanne Cash

miércoles, enero 13, 2010

Un detective llamado Charlie Parker

Hace unos posts alguien me pedía consejo en los comentarios respecto a libros de novela negra. Vaya por delante que no soy un especialista en el género. Normalmente no suelo pasar de los clásicos: patricia Highsmith, Agatha Christie, Raymond Chandler…Precisamente este definía en su libro El arte de matar la novela negra como “la novela del mundo profesional del crimen”. Rebuscando por Internet es fácil encontrar los motivos de su nombre. Parece ser que las primeras novelas de este género fueron publicadas por la revista Black Mask en los States y de ahí su nombre.

Eso sí, a pesar de no ser un gran fan, estoy enganchado a una serie en concreto y, por lo tanto, a un autor. Se trata del irlandés John Connolly y sus novelas sobre el detective Charlie Parker (sí, sí, como el trompetista). Y la culpa la tiene mi buen amigo Quique González que es quien me recomendó que entrara en el mundo de Parker.

Curiosamente ahora estoy leyendo la primera novela de la serie, Todo lo que muere, publicada originalmente en 1999. Aunque me introduje en el personaje con Perfil Asesino, la tercera de la serie publicada en 2001. Charlie Parker reúne todos los atributos de todo buen protagonista de este tipo de novelas. Es un perdedor, un amargado, un tío decadente que intenta superar un hecho horrible que marca su vida: el asesinato de su mujer y su hija a manos de El Viajante. Y hasta ahí puedo leer. Compasión, salvación, valentía, moralidad….Todos elementos comunes a todas las novelas de la serie. Temas tratados en profundidad que consiguen, de manera irremediable, que acabes simpatizando, como no, con el ínclito Charlie Parker. Un tipo simpático dentro de su tristeza. Un cachondo valiente y cobarde a la vez. Un tío igual de mordaz que de pardillo. En definitiva, un héroe de novela negra. Si necesitan una recomendación sobre algo del estilo, ya saben. Su hombre es Charlie Parker.

Sonando: Man in Black de Johnny Cash

martes, enero 12, 2010

Un nombre, dos discos. Zach Williams.

Es curioso pero estoy enganchado a dos discos de dos tipos que se llaman igual y que no tienen nada que ver entre ellos. Zach Williams.

Por un lado está Story Time. Uno de esos discos que de haberme llegado antes también hubieran entrado en mi lista de lo mejor del 2009. Sólo diré una cosa para empezar y es que a este tipo lo comparan con Will Hoge y con Mike Farris. Nacido en Georgia vive actualmente en Brooklyn y este es su primer disco. Un trabajo sincero, lleno de emociones y con una capacidad para transmitir sensaciones apabullante. No canta tan bien como Farris aunque su timbre recuerda, a veces, al del ahora gospel-man. Además, igual que a él, su mujer lo metió en una especie de secta o iglesia de esas que tanto abundan en los States y parece que el tipo vio la luz. Sólo por ese inicio de disco con cuatro temas del calibre de «Names That Fell», «James», «Fears» (Otis Redding on my mind) y «Down To Blood» vale la pena ese abrazo a la fe. Dicho está.

Y el otro Zach Williams se hace acompañar por The Reformation y huele a los primeros Black Crowes igual que mi armario huele a fresa (cosas de regalarle a Raquel una deliciosamente olorosa pastilla de jabón). Influencias las evidentes: Allman Brothers Band, Los Crowes, Led Zeppelin, Lynyrd Skynyrd, Rolling Stones, Joe Cocker...Si no os parece suficiente...Además en marzo vienen de gira por nuestro país y los shows prometen ser memorables. Me lo ha confirmado un pajarito en forma de promotor, muy grande y con barba.

Ya saben. Nombre del día Zach Williams. Elijan el que mejor les vaya. O mejor, quédense con los dos. Que merecen mucho la pena ¿O ustedes son de los que eligen entre Beatles o Stones?

Sonando: Fears de Zach Williams

lunes, enero 11, 2010

Adiós Lhasa

El otro día hablaba de mujeres y hoy sigo por el mismo terreno pero motivado por una noticia triste, la desaparición de Lhasa de Sela. La cantante México-americana combinaba como nadie la música de raíces mexicanas con el rock y con el folk. Cuando nació sus padres tardaron cinco meses en ponerle un nombre porque no se decidían por ninguno. Finalmente escogieron el nombre de la capital del Tíbet porque su madre estaba leyendo en aquel momento Libro tibetano de la vida y la muerte. Pasó su infancia como una especie de nómada transitando las carreteras de México y California en un autobús que sus padres convirtieron en el hogar de cuatro niñas, tres tortugas, dos gatos y un loro. Sin lujos. Ni televisión, ni teléfono ni agua corriente.

Su último disco, llamado simplemente Lhasa se editó el año pasado. Como Rupa Marya, de la que hablaba hace unos cuantos posts, su base central se hallaba al principio en San Francisco aunque ella era nacida en Woodstock. Curiosamente muchos de los músicos situados en San Francisco acaban por meterse en terrenos de fusión con la música mexicana. Entiendo que la proximidad geográfica hace mucho pero creo que la idiosincrasia de la ciudad también tiene mucha culpa de ello.

Lhasa se trasladó a Montreal con 19 años. Y allí dio forma a su primer álbum. Se llamaba La Llorona y fue el mayor éxito comercial de su carrera. Hasta 400.000 copias llegó a vender de él. De padre escritor y madre fotógrafa, Lhasa parecía hacer confluir en su música lo transmitido genéticamente por sus progenitores. Era una perfecta escritora y descriptora de imágenes. Charlie Gillet llegó a decir de ella que si Nico y Leonard Cohen hubieran tenido una hija en los 70, esa sería Lhasa.

Además, Canadá le otorga la paz que no le da la ciudad californiana. Allí se interesa por el circo y empieza a trabajar en él junto a sus hermanas. Hizo de payaso,de funambulista y de acróbata. Eso le lleva a trasladarse a Marsella y conocer la Chanson francesa. Es en esa ciudad donde compone su segundo disco, The Living Road en el cual introduce el francés como lengua. Su fama tuvo un repentino empujón cuando una de sus canciones se vio incluida en la banda sonora de Los Soprano.

Y el año pasado publicó su tercer y último disco. Cantado íntegramente en inglés. Cuando el cáncer ya hacía mella en su cuerpo. Murió sin saber prácticamente si al público le había gustado el 1 de enero de este 2010. Sólo tenía 37 años. Pues sí Lhasa. Nos gustó. Nos gustó mucho y eso hará que se te eche de menos.

Sonando: Rising de Lhasa de Sela

viernes, enero 08, 2010

Elvis está vivo

Elvis está vivo. Y no, no lo digo por la canción del gran Andrés Calamaro ni por los cientos de personas que aseguran haberlo visto comiendo hamburguesas, en el cine o en unos lavabos públicos. Elvis cumpliría hoy 75 años y su legado, su música está más viva que nunca. Era el rey, lo sigue siendo y siempre lo será. Pero no porque le otorgaran ese título sino porque lo demostraba cada vez que habría la boca para emitir una nota.

Es curiosa mi introducción en la música de Elvis. Fue con un casette de la banda sonora de Kissin Cousins. Tenía apenas 11 años. Mi abuela me llevó a Simago, grandes almacenes hoy desparecidos en Barcelona. Su objetivo comprar detergente y, de paso, regalarle una cinta de casette a su nieto favorito. Mi cabeza se debatía entre dos grandes opciones, La Orquesta Mondragón o un casette muy feo de ese Elvis Presley que mi padre ponía a veces en casa. Pinchaba un single con «Cryin In The Chapel» por una cara y «Joshua Fit The Battle» por otra. No me había llamado demasiado la atención. Pero allí estaba aquella cinta de casette de portada amarilla que le ganaba poco a poco terreno a Gurruchaga y compañía. Estos eran los que oía en la tele pero Elvis me atraía más. No sabría decir por qué, pero me decanté por aquella cinta. Al llegar a casa la puse en mi walkman. Debe ser uno de los peores discos de la historia musical de Elvis pero a mí me encantó. Especialmente su segunda canción «Smokey Mountain Boy», una especie de himno militar ¡Juas! Así que a la semana le pedí otra cinta a mi abuela y esta vez cayó en mis manos Golden Records. Ya no pude salir. Nunca olvidaré su orden por todas las veces que la oí. «Don’t Be Cruel», «That’s When You’re Heartaches Begin», «Teddy Bear», «Love Me Tender», «Treat Me Nice», «Anyway you want me» y «I Want You I Need You I Love You» en la cara A. «My Baby Left Me», «I was the one», «That’s allright», «Baby Let’s Play House», «Mistery Train» y «Blue Suede Shoes» en la B. Acojonante. Insuperable. Mi elvismanía se iniciaba para volverme completamente majareta. Ya sabía quien era el mejor cantante de rock and roll de la historia y no iba a olvidarlo. Porque además siempre vuelvo a él. Un día JF León me decía en unA zkena “si tuvieras que irte a un refugio nuclear con un disco de alguien ¿quién cogerías? ¿a Johnny Cash o a Bob Dylan?”. Mi respuesta fue inmediata. A Elvis, por supuesto. Y para ser concreto From Elvis In Memphis.

Elvis es Elvis. Nada más Habrá quien lo entienda y quien no. Soy capaz de disfrutar de Little Richard, Chuck Berry o Fats Domino como el que más. Quizá su rock and roll es más puro. Más salvaje. Pero Elvis es Elvis. Insisto. Ni siquiera se explicarlo. Sólo se todo lo que me hace sentir. Como me sigue emocionando oírlo después de 23 años de la compra de Kissin Cousins. Ah, y no lo olviden. Los que escuchan habitualmente Sentido Común ya lo saben: todos los caminos conducen a Elvis. Así reza el refrán.

Sonando: Smokey Mountain Boy de Elvis Presley

jueves, enero 07, 2010

Perdónala si no va a dormir a casa

Últimamente parece que las mujeres toman el poder y se lanzan en solitario. Bien qué hacen. Muchos los llaman el efecto Russian Red. Tiene cojones. Porque no seré yo quien critique a Lourdes y su proyecto. Ella hace lo que tiene que hacer y punto. Además lleva como escudero a mi buen amigo Charlie Bautista, que es un crack. Pero antes que Russian Red, Lídia Damunt o Alondra Bentley, por citar a algunas de las que están en boca de todos, ya había mujeres bregando ahí en el underground. Y hoy voy a hablar de una de ellas. No, no es Christina Rosenvinge. Aunque ella lleva más años que ninguna. Y tampoco es mi amada Maika Makovski. Recuerden. Cuando salga el nuevo disco de Maika Makovski y la crítica digan que se ha subido al carro de moda yo diré que ella estaba ahí antes. Ya lo avanzo. Pero mi post de hoy se centra en la figura de Ainara Legardon.

Esta señorita de Bilbao tiene un talento que le va desde la cabeza hasta el dedo gordo del pie. Y puede que incluso ni así le quepa en el cuerpo. Entre 1994 y 2003 estuvo liderando el grupo Onion pero por suerte para nuestros oídos decidió iniciar una carrera en solitario el año de su disolución y lo hizo con In The Mirror, un disco producido nada más y nada menos que por el Walkabouts Chris Eckman. Ya que aquí no nos dábamos cuenta de lo que teníamos vinieron de fuera a decírnoslo. Dos años después, en 2005 edita Each day A Lie, otro enorme disco que la reafirma como una de las grandes propuestas de este país. Rock y folk americano de la mano en una mujer con una tremenda personalidad. Y en 2009 editó su último disco, Forgive Me If I Don't Come Home To Sleep Tonight. Otra puñetera maravilla. Algunos se matarán por ver a Dawn Landes y ni siquiera se fijarán en el cartel que anuncie a Ainara en su ciudad. Spain is different. Pero esos mismos se perderán un discazo en el que su folk se vuelve más oscuro. Más íntimo. La música de Ainara fluye y se clava. Por eso, si no va a dormir a casa esta noche, ya sabes, perdónala.

Sonando: The Death Most Desired de Ainara Legardon

miércoles, enero 06, 2010

Los Reyes

Debo haber sido muy bueno este año porque entre los Reyes y Papá Noel me he llevado un montón de alegrías. Así, a bote pronto y que recuerde, un par de camisas de corte country. Con estilo. Y cantonas. Un cinturón no menos estiloso y una sudadera que me hacía mucha falta. Y, sobre todo, libros y discos ¡Cómo me conocen los reyes! Casi tanto como Rakel. Ains, el dilema de por cual empezar respecto a los libros. La primera opción, Todo lo que muere de John Connoly. He leído otros libros de las aventuras del detective Charlie Parker y me encantan. Novela negra de verdad. Pero este no lo había catado y es el primero de la historia. Ya me tocaba. La segunda opción Fragmentos de un cuaderno manchado en vino del maestro Bukowski. Lo último que se ha editado de él. Ganas de hincarle el diente. La tercera, la super bio de John Lennon, Crónicas, que acaba de publicar Anagrama. 800 páginas hablando de mi Beatle favorito junto a George. La cuarta, la bio también editada recientemente de Neil Young, Una leyenda desconocida. Aunque creo que el ganador será la quinta opción. Los Soprano Forever, antimanual de una serie de culto. Definitivamente empezaremos por ahí. De hoy no pasa.

Y en cuanto a música, muchas joyas. Dos Box-Set, la de los Kinks, Picture Book, que tenía pendiente hace tiempo y la de Big Star, Keep An Eye On The Sky, que es maravillosa. Y varios discos en formato vinilo, por supuesto. Nothing Gold Can't Stay de The Duke & The King, The Album de Wilco, Hombre Lobo de Eels, Cause I Sez So de los New York Dolls y Good Morning Charlie Darwin de The Low Anthem. Aquí no hay problema. Los iremos degustando con la calma. Como los buenos vinos.

Sonando: Thirteen de Big Star

martes, enero 05, 2010

Nobody sings Dylan like Dylan

Hoy me voy a embarrar. Hasta los tobillos. Porque llevo tiempo cargándome, desde aquí, el disco de Navidad del bardo de Duluth. Y hoy toca defender al viejo. Aunque sea en otro aspecto. Porque voy a hablar de Dylan como cantante. Sí, sí. He dicho como cantante. Porque cuando a principios de la década que acababa se empezaron a encontrar por Internet una serie de recopilatorios de covers de Dylan bajo el título Nobody Sings Dylan Like Dylan servidor pensaba ¡Cuánta verdad en un título! Y lo razonaré.

No, Dylan no tiene una buena voz. Nunca la he tenido y cada vez parece más claro que nunca la tendrá. Je,je. Pero es que ser un buen cantante, ay amigos, no es sólo cuestión de voz. De ser así, el mejor cantante de la historia sería, probablemente Camilo Sesto. Sí, sí, he dicho Camilo Sesto ¿Por qué? Pues porque, en sus años mozos, abarcaba un número de octavas inhumano y tenía más potencia que Freddie Mercury. Pero ¿a que no? ¡Claro que no joder! Jagger es un grandísimo cantante y va más corto de voz que los letristas de David Bisbal de ideas ¿Por qué? Porque te lo crees. Y ahí está una de las grandes cuestiones de esta historia. A Dylan te lo crees. Cuando mi buen amigo JF León me insiste que el «Mr. Tambourine Man» de los Byrds es superior al de Dylan yo siempre le digo “quizá, pero a Dylan me lo creo más”. Y esto no es cosa mía ¿eh? Porque yo puedo ser un cafre dylanita empeñado en defender lo indefendible. No se si conocerán la anécdota pero Sam Cooke (al que considero el mejor cantante de la historia) le decía a Bobby Womack la primera vez que oyó a Dylan que se fijara en ese cantante. Womack alucinaba. Si no tenía voz, si su timbre era más bien feo…Y el grandísimo Cooke le contestaba “tío para cantar ya no basta con una bonita voz. Este tío lo ha cambiado todo. Ahora, además hay que conseguir que la gente crea que dices la verdad”. Palabra del señor. Te alabamos, señor.

Y por último hay algo más. Y eso es en lo que Bob Dylan sigue siendo el mejor cantante de todos los tiempos. Todo el que haya intentado cantar una canción de Dylan lo entenderá. La cosa se llama fraseo. Venga, para que no se me vea el plumero cambiaré la sentencia anterior. Dylan es el mejor fraseador de la historia del rock.

Fraseo. Técnica al pronunciar una frase.

En eso Dylan es insuperable. Los acentos los pone donde requiere la canción. Juega con el lenguaje. Lo adapta a su gusto y te hiere si es necesario. Si no lo es te abraza. Te acurruca. O te dispara. Te pega. Añade a las excelentes letras de sus canciones la interpretación única que sólo él, como autor, puede darle. Encaja versos de quinientas sílabas en un estribillo para acto seguido dejarlo en apenas 10. Y lo hace como nadie. Porque tú lo intentas y el pimiento que te sale es considerable. Bono, que la mitad de cosas son de dudoso objetivo y de la otra mitad hablaremos otro día, lo definió como nadie en un artículo para la revista Rolling Stone. La voz se convierte en palabras (…).Dylan hizo con el canto lo que Brando hizo con la actuación. Liquidó el artificio para quedarse con el arte. Ambos tiraron abajo las reglas impuestas por las eminencias de sus oficios, derribaron la cuarta pared, se plantaron frente al público y le dijeron: "No te atrevas a pensar que estoy bromeando".

Sonando: Subterranean Homesick Blues de Bob Dylan

lunes, enero 04, 2010

Grateful Dead - Box of Rain

Ya he hablado repetidamente por aquí del efecto que tiene en June el American Beauty de Grateful Dead. Sedante. Relajante. Buen gusto que tiene mi bebé. Pero ese efecto se concentra, sobre todo, en una canción. «Box of Rain». El primer tema del disco. La canción que abre fuego a uno de los álbumes básicos para entender el rock del otro lado del Atlántico.

Compuesta poco antes de la publicación del disco, en 1970, fue escrita por Phil Lesh que es quien la canta en cuanto a su música y Robert Hunter en cuanto a letra. Sí, el mismo Robert Hunter que ha ayudado a Dylan en las letras de su último Together Through Life. Está escrita e interpretada en Sol y su compás es un 4 por 4. La leyenda cuenta que tras hacer la música, Lesh pidió a Hunter una canción que poderle cantar a su padre que, ingresado en una clínica de ancianos, se moría poco a poco a causa de un cáncer. De hecho Hunter concibió la canción en dos actos. Uno es este «Box of rain» y la otra es «Ripple», el tema que abre la segunda cara del mismo disco. Para hacerlas utilizó numerosas metáforas e incluso frases del dramaturgo griego Esquilo que vivió 500 años antes de Cristo y que es considerado junto a Sófocles y Eurípides uno de los padres de la tragedia como género literario. En la canción todo el ciclo vital es tratado mediante alegorías al agua entendiendo que esa “caja de lluvia” es el mundo en el que vivimos.

Los Dead interpretaron la canción en directo por primera vez en septiembre de 1970 y por última vez en 1995. Lo curioso es que a pesar de ser una gran canción apenas se conocen un par de versiones de músicos ajenos a los Dead. Quizá por la dificultad a mejorar una de esas canciones que roza la perfección. Dejemos que se llene la caja de lluvia.

Sonando: Box Of Rain de Grateful Dead

sábado, enero 02, 2010

Los olvidados 2 (la impaciencia Chinaski)

Mi impaciencia por publicar la lista es otro de los motivos que ha provocado esos inoportunos olvidos. O no. No lo se. PEro vamos por el apartado internacional. Too Cool To Be Forgotten. Por lo pronto deberían estar ahí:

Ben Kweller – Changing Horses

Precioso disco. Estaría muy arriba. Incluso entre los 25 primeros porque me encanta. Hasta su edición es increíble.

The Gourds – Haymaker

Me lo recordó un Anónimo. Mala memoria que tiene uno. Pero su disco es de muchos kilates.

David Hidalgo & Louie Perez – Unreleased Songs And Rare Recordings

Soy tonto del culo. De otra manera no puede explicarse que me olvide de uno de los discos del año. Entre los 10 primeros seguro.

Luther Dickinson & The Sons of Mudboy - Onward & Upward

Discazo aunque he tenido poco tiempo para asimilarlo. Con un poco más entraría seguro.

Izzy Stradlin – Smoke

El bueno de Izzy haciendo lo que sabe. ¿Memoria la mía? cada vez menos.

The Heavy - The House That Dirt Built

Llegué tarde a su escucha. Apenas llevo un par de días haciéndolo pero merecería un puesto entre los 50 del año. Rock, garage, soul & blues.

The Builders And The Butchers - Salvation Is A Deep Dark Well

El disco del mes de enero en el ruta. Los tenía controlados pero también los olvidé.

Bonnie Prince Billy – Beware

Bonito, bonito, bonito. Uno de mis discos de Folk del año.

No entraron por los pelos aunque estaban en mi lista de 75 discos del año:

Hazy Malaze – Connections

Matthew Sweet & Susana Hoffs – Under The Covers Vol. 2

Brian Setzer - Songs from Lonely Avenue

Lyle Lovett - Natural Forces

Phish – Joy

Monsters of Folk – Monsters of Folk

Micah P Hinson - All Dressed Up & Smelling of Strangers

Vic Chesnutt – At The Cut

Rickie Lee Jones – Balm In Gilead

John Fogerty – Blue Ridge Rangers Again

Eric Lindell – Gulf Coast highway

The Lonely H – Concrete Class

M.Ward – Hold Time

Pete Molinari – Today, Tomorrow and Forever

Bill Callahan – Sometimes I Wish We Were An Eagle

Richmond Fontaine – We Used To Think The Freeway Sounded Like A River

Lee Fields- My World

Y llegamos al terreno no entraron porque no lo veo. Porque no me gustan. O, simplemente, porque no. Ahí estarían Animal Collective (¡que plastas todos con estos moderniquis), Phoenix (tres cuartos de lo mismo), Sonic Youth (por pesados), Neko Case (lo siento pero me dejó frío), Them Crooked Cultures (no acabo de entrar yo. Demasiado poco protagonismo a Grohl), PJ Harvey & John Parish (mmmm, ni fu ni fa), Bruce Springsteen (me niego a meter un disco por una canción aunque sea espectacular), Iggy Pop (la ida de olla de Iggy para fans), Paterson Hood (casi, casi, por los pelos pero fuera) o Steve Earle (también rascadito).

Sonando: Too Cool To Be Forgotten de Lucinda Williams

viernes, enero 01, 2010

Los olvidados (el síndrome Rob Gordon)

Es inevitable. No se puede hacer una lista que se precie y luego no sentir ganas o, incluso, necesidad de cambiarla. A lo Rob Gordon. Y como no podía ser de otra manera es el caso de mi lista con lo mejor del año. En cuanto a nacional:

Antonio Arias – Multiverso

El líder de Largartija Nick en solitario. De haberme llegado antes probablemente estaría entre los 25 seleccionados. Eso sí, ni en este ni en el resto de casos diré a quien quitaría.

The Riffbackers – The Curtain Shop And Alterations

El ultimo proyecto del ex líder de Winnerys Fausto Martín. Me encantan. Como su banda anterior. Buenos, buenos, buenos. Lástima que cuando empecé a oírlos tenía la lista más que confeccionada. Estarían muy arriba.

Eureka Hot 4 – World Champions

Los descubro el último día del año por culpa de Manel Celeiro y ya me encantan. Eso me pasa por hacer las listas demasiado pronto.

L.A. – Heavenly Hell

Su primer disco no me decía mucho. A este no le había prestado atención hasta un comentario de djxesc pidiendo que lo hiciera. Vale la pena aunque no se si entraría en mis 25.

Sugar Mountain - Love Unique

Mira que olvidarme de mis gallegos favoritos….Javi y los suyos siguen haciendo muy buenos discos y este es uno de ellos.


Los recordé pero no entraron. Esta podría ser otra categoría. Y ahí estarían Alondra Bentley, Campillo, The Unfinished Sympathy, Mujeres, Lídia Damunt, Tokio Sex Destruction, Ultraplayback o Joe Crepúsculo. Eso sí. De haber sido más larga la lista ahí estarían. En cuanto a PAL, lo siento pero no he oído el disco con lo que quedan en terreno de nadie.

Mañana los olvidados terreno internacional.

Sonando: Los Olvidados de Sidonie