Como muchos sabéis, formo parte del staff de Producciones Acaraperro, uno de esos proyectos locos en los que tanto em gusta implicarme. La verdad es que estoy muy contento de poder anunciar un acuerdo con Izar & Star para iniciar una serie de conciertos en Barcelona que me ilusionan mucho. Este es el comunicado:
El 7 de abril de 2011 tiene lugar el primer concierto del ciclo Izar
& Star, con la intención de mostrar la riqueza, diversidad y alto
nivel del pop-rock hecho en Euskal Herria, a través de una selección de
grupos de reconocido prestigio que junto a su propio repertorio,
interpretarán a un destacado disco, artista o género de proyección
universal, a modo de regalo especial para el público local.
Así, por las salas Arteria Campos Eliseos, Cupula Aretoa y Kafe Antzokia de Bilbao pasan nombres como los de Cápsula,
Santi Delgado & The Runaway Lovers, Soulbreaker Company, Sonic
Trash, Mikel Erentxun, We Are Standard, The Fakeband o The Allnighters para interpretar discos de artistas como Lou Reed, Bob Dylan, Neil Young, Dr.Feelgood, Tom Petty, The Clash, Burning o The Beatles,
entre otros muchos. El proyecto acaba de llegar a su concierto número
50 y se ha consolidado como una de las grandes iniciativas musicales de
Euskal Herria.
Producciones Acaraperro, con la colaboración directa de Izar &
Star, recoge el guante y traslada el ciclo a Catalunya manteniendo el
mismo espíritu y la misma idea, pero adoptando el nombre de Cara a
Caraperro. Partiendo de la colaboración de las salas Rocksound y Koitton
Club, a las que se irán sumando otras de forma progresiva, a partir del
mes de febrero de 2014 se iniciarán una serie de conciertos en la
ciudad de Barcelona en los que diversos músicos interpretarán uno de sus
discos favoritos de manera íntegra, antes de afrontar su propio
repertorio. Una ocasión única para ver en directo discos de muchos
nuestros artistas favoritos.
Sonando: Cumbia de donde de Calexico
jueves, enero 29, 2015
miércoles, enero 28, 2015
The Soul Jacket, el algodón no engaña
Si en 2012 apabullaban con
su debut, Wood Mama, y en 2013
confirmaban lo apuntado con el mini LP Gunpowder
Valley, los vigueses The Soul Jacket han acabado por romper la baraja con
su último larga duración, Black Cotton
Limited.
Pocos peros pueden
ponerse a esta grabación, realizada en los estudios Guitar Town de Hendrik
Röver y no voy a perder el tiempo en rebuscarlos teniendo tantas cosas buenas
que decir de 15 canciones (los chicos pasan de hacer esos discos de 8 canciones
que parecen estar tan de moda) que los sitúan a la cabeza del rock patrio,
aunque lo suyo merecería más repercusión fuera de nuestras fronteras.
Juntos desde el 2003, su
batería Mauro Comesaña comentaba a la revista digital Vigo Última Hora que «este
disco está marcado por los buenos –y malos- ratos pasados durante esos dos años
de gira que sucedieron a la salida de Wood Mama y la música que escuchamos
durante esos largos viajes en furgoneta. El nuevo álbum tiene momentos ácidos y
humeantes, melodías taberneras de borrachera, o ese inevitable toque de
Southern Soul que destila siempre la voz de Toño». Una definición acertada
realmente de lo que se puede encontrar en este nuevo trabajo. La siempre
espectacular voz de Toño López no pierde relevancia ante una mayor atención
hacia la instrumentación y la banda da la sensación de crecer a pasos
agigantados con cada una de sus canciones. Por algo han estado un año y medio
dándoles forma, sin prisas, cuidándolas, trabajándolas. En un trabajo casi
artesanal que muchos consideran ajeno a la inmediatez del rock pero que discos
como este demuestran cuan equivocados están.
Desde el inicio con
“People” en el que la voz, siempre la voz, da paso a un espléndido tema que
dentro de su espíritu sureño conserva el groove de Nueva Orleans, pasando por
ese “Moonshine whiskye rye” que lleva a los Grateful Dead más hippies, la larga
y atmosférica “The fisherman & The silver key” que evidentemente parece
firmada por Chris Robinson en sus aventuras en solitario, ese espléndido trío
de canciones llamadas “Brothers” que juega a ser una mini ópera de rock sureño
o la funky “The boxer”, dedicada al boxeador local Pedro Ferradas que consiguió
el hit de mantener doce veces el cinturón del Mundo Hispano del peso pluma,
todo parece estar concienzudamente en su sitio. Quizá por eso el disco suena
tan y tan bien, y es tan y tan bueno ¿Más claro? Búsquenlo y no busquen nada
mejor para que les devuelvan el dinero: no lo van a encontrar.
Reseña publicada en la web de Efe Eme.
Sonando: People de The Soul Jacket
martes, enero 27, 2015
TV Smith "se borra"
A más de uno sorprendió la
inclusión del último disco de TV Smith entre mis favoritos de 2014, y la verdad
es que no entiendo el por qué. Siempre he sido fan de TV. Bueno, siempre no. Lo
conocí en los 90, cuando servidor tocaba en Tipos de Interés, y gracias a la
pericia y la iniciativa de Jonathan Vidal (aka BB Quatro), amigo y compañero de
banda, llegamos a compartir algún show puntual. A partir de ese momento me hice
fan de TV. Conseguí los discos de los Adverts y seguí su carrera en solitario,
cuyos últimos años tienen por cierto a BB como fiel escudero.
Por todo esto, me atrevo
a decir que este I Delete es el mejor disco que TV ha grabado nunca en su
carrera en solitario. Acusado en muchas ocasiones de suavizarse en exceso
cuando se mete en un estudio, cosa que no discutiré porque me encanta, TV se muestra inspirado en
al composición y su banda acertada en la interpretación. Aquí se mueve por un
montón de terrenos estilísticos y lo hace con solvencia. «Home Town» me
recuerda a los Kinks más americanos, «Festival of Fools» es puro Adverts, «I
Delete» parece una versión de un tema perdido por Elvis Costello y «Replay»
pasaría por una canción de la primera época de Bruce Springsteen mezclado con el
power-pop de The Beat. Razones de sobras para convertirlo en uno de los
plásticos del año pasado ¿o no?
Sonando: Replay de TV Smith
lunes, enero 26, 2015
Chencho Fernández, más vale tarde que nunca
Descubro a Chencho Fernández en las páginas de la edición de
este mes de Ruta 66. Firma la reseña Emilio Rodríguez Cascajosa, y eso ya me
pica la curiosidad. Por si eso fuera poco, en la crítica hay referencias a
Dylan, Lou Reed, Dean Wareham, Burning, Calamaro y Johnny Thunders. Así que me
largo al Bandcamp del tipo y me escucho este Dadá estuvo aquí. No una vez, sino
unas cuantas seguidas. Mi buena estrella hace que al día siguiente me vaya a la
redacción de una de las revistas en las que colaboro y me encuentre el disco en
la pila de descartados. Pa’la saca.
Chencho no es un recién llegado. Lleva en esto de la música
desde los noventa, con bandas como Sick Buzos, Las Muñecas de la Calle Feria o
Lavadora. También ha firmado discos como Mistral, pero esta es la primera
referencia firmada con su nombre. Lo hace con un disco que refleja de manera
magistral los paisajes urbanos, la cotidianidad, pero con un sabor callejero
que engancha. Y mucho. Además enfoca su lírica desde la desesperanza y el
desencanto, ganándote por esa atracción que en todos los amantes del rock
tienen los perdedores. Sin que tengan nada que ver en lo musical, su propuesta emocional
me recuerda a la de nuestro querido y añorado Willy DeVille, reflejando su poesía
urbana en una colección de sonidos variados y heterogéneos. Para no dejarlo
escapar, vamos.
Sonando: El rayo está
a punto de caer de Chencho Fernández
viernes, enero 23, 2015
BB sin sed, el que tuvo...
La noticia se extendió como la pólvora. Esta Ruta iniciaba los fastos
de celebración de su 30 aniversario con una reunificación histórica: la
de la banda de Sabadell BB Sin Sed que hizo las delicias de muchos a
finales de los ochenta y principios de los noventa.
Eso provocó que las entradas se agotaran en pocos días y la Sala Rocksound presentara un aspecto excelente. Solo faltó que los muy notables Autos Detroit caldearan el ambiente para crear el caldo de cultivo perfecto para lo que pintaba ser una gran noche. Y lo fue. Decir que por la banda no parece haber pasado el tiempo puede sonar a tópico. Pero los años que no se podían esconder en lo físico desparecían si cerrabas los oídos y te concentrabas en su música. Es más, me atrevería a decir que canciones como «Perder la Fe», «La Soga del Recuerdo», «Sed de Sed» o las coreadas «Saltos del Tiempo» y «Ases de Pic» sonaron frescas y actuales, muy actuales. Incluso mejor que cuando las recuperas en disco y sufren una producción mejorable.
La noche fue memorable, el concierto de los que se recuerdan y la sensación de que deben repetirlo unánime. Si se atrevieran a grabar otro disco ya sería la hostia. El que tuvo retuvo, e incluso más.
Reseña publicada en la web de Ruta 66
Sonando: La soga del recuerdo de BB sin Sed
Foto: Joan Soriano
Eso provocó que las entradas se agotaran en pocos días y la Sala Rocksound presentara un aspecto excelente. Solo faltó que los muy notables Autos Detroit caldearan el ambiente para crear el caldo de cultivo perfecto para lo que pintaba ser una gran noche. Y lo fue. Decir que por la banda no parece haber pasado el tiempo puede sonar a tópico. Pero los años que no se podían esconder en lo físico desparecían si cerrabas los oídos y te concentrabas en su música. Es más, me atrevería a decir que canciones como «Perder la Fe», «La Soga del Recuerdo», «Sed de Sed» o las coreadas «Saltos del Tiempo» y «Ases de Pic» sonaron frescas y actuales, muy actuales. Incluso mejor que cuando las recuperas en disco y sufren una producción mejorable.
La noche fue memorable, el concierto de los que se recuerdan y la sensación de que deben repetirlo unánime. Si se atrevieran a grabar otro disco ya sería la hostia. El que tuvo retuvo, e incluso más.
Reseña publicada en la web de Ruta 66
Sonando: La soga del recuerdo de BB sin Sed
Foto: Joan Soriano
miércoles, enero 21, 2015
Dave Grohl, un respeto
No me gustan los Foo Fighters. No entro en su música por más
que lo intente, pero respeto a Dave Grohl, eso sí. Al César lo que es del
César, y a Grohl hay que reconocerle su permanente lucha por situar al rock
donde se merece. Ya sea reivindicando el pasado musical de su país en todas sus
declaraciones, grabando documentales como Sound
City en el que se metía en las entrañas de los míticos estudios de Los
Ángeles o ahora con la espectacular serie para la HBO, Sonic Highways en la que, con la excusa de la grabación de los
temas del nuevo disco de los Foo Fighters, recorre la música de ocho ciudades
de los States: Austin, Chicago, Los Ángeles, Nashville, Nueva Orleans, Nueva
York, Seattle y Washington, D. C. Mi capítulo favorito, como no podía ser de
otra manera, es el dedicado a Nashville, protagonizado por Tony Joe White,
Dolly Parton, Steve Earle y Willie Nelson entre otros. Aunque todos son
absolutamente recomendables y demuestran que se puede estar cerca de un artista
aunque no te encaje su propuesta musical. Bravo Dave.
Sonando: Congregation
de Foo Fighters
martes, enero 20, 2015
Chris Smither, tributo ganado a pulso
Es indiscutible que a
nivel mediático la figura de Chris Smither no tiene el poder de la de otros songwriters de su quinta, pero también lo es, y si no es suficiente
con comprobar la lista de músicos que se agolpan en Link of Chain: A Songwriters Tribute To Chris
Smither para
homenajearlo, que eso supone una gran injusticia para su obra. Dave Alvin borda
la arenosa “Link of chain”, Bonnie
Raitt, para la que Smither ha compuesto un buen número de canciones a lo largo
de su carrera, enamora con “Love me like a man”, Peter Case demuestra una vez
más que es un grande con “Caveman” y Josh Ritter nos deja sin habla con
“Rosalie”. Pero además tenemos entre los participantes a otros grandes nombres
como Loudon Wainwright III, Mary Gauthier, Jorma Kaukonen o Tim O’Brien que
colaboran a que este tributo no sufra de la habitual irregularidad de este tipo
de lanzamientos. Justo lo que Smitter merecía.
Sonando: Caveman de Peter Case
lunes, enero 19, 2015
The Decemberists y la esclavitud del crítico
No es un caso grave, pero lo cierto es que con el
nuevo disco de The Decemberists he sufrido algo que se podría definir como “la esclavitud
del crítico respecto a sus palabras”. Me explico. Entregué, por motivos de cierre, la crítica de What a Terrible World, What a Beautiful World
el 1 de diciembre. Sí, sí, el día uno del pasado mes de diciembre. El disco
llevaba en mi poder tres o cuatro días y había optado por una escucha semi compulsiva
para poder cumplir con el objetivo de reseñarlo. Podemos decir que lo hice
siete u ocho veces. Con eso, me enfrenté a la hoja en blanco dispuesto a
plasmar sensaciones. Hoy, con la crítica ya publicada, cambiaría unas cuantas
de mis palabras, aunque no puedo hacerlo. Y no, no es que me arrepienta. Al final de
eso se trata, de describir lo que un disco te hace sentir en un determinado momento.
Pero eso no evita que haya hechos como que hoy no calificaría al disco como desconcertante
para sus fans, sino que optaría por decir que es un discazo, y punto. De todas
maneras, para eso están la blogosfera y las charlas en las barras de los bares ¿o
no?
“Cuatro años hemos tenido que esperar para tener
nuevas noticias discográficas, en lo que a grabaciones en estudio se refiere,
de la banda de Colin Meloy. Demasiado tiempo para generar expectativas y eso no
es bueno. Los que esperaban de esta séptima entrega de los de Portland otro Hazards of Love ya pueden bajarse de la
nube, y lo mismo sucederá ante los que esperen un nuevo The King is Dead. Porque en What
a Terrible World, What a Beautiful World el folk-rock progresivo del
primero y el pop-rock del segundo se quedan a medias ¿Es eso malo? No,
ciertamente, pero sí un poco desconcertante. Quizá por
eso aseguraba Meloy en una reciente entrevista para Rolling Stone que la banda
regresaba “con una nueva perspectiva”.
Un camino que intenta mezclar lo mejor de sus dos álbumes previos y que deja la
sensación de principio de algo, aunque no quede muy claro de qué. Y ese es el
peligro de esta nueva y notable (no hablamos de un mal disco ni por asomo)
entrega: que no dejará satisfecho a ninguno de los dos extremos en los que se
han situado sus fans. Aunque en el fondo nos debe dar igual. Meloy se sigue
mostrando como un espléndido compositor y un excelente cantante, y temas como
«Philomena», «Better Not Wake The Baby» o «Make You Better» siguen estando al
alcance de muy pocos”.
Reseña publicada en Ruta 66 de Enero de 2015.
Sonando: Philomena
de The Decemberists
jueves, enero 15, 2015
Las revistas de enero (2015)
Este mes de enero no me puedo quejar por la presencia de mis
textos en las revistas. Mondosonoro, con Nacho Vegas en portada, incluye en la
edición Catalunya mis entrevistas con Dani Gancho y Matt & The Peabody
Ducks, y en el apartado nacional y destacada mi crítica de la caja de rarezas
de Wilco y mi entrevista con Amparo
Sánchez que también se puede leer en web. Ruta 66 dedica su portada a Los
Enemigos y servidor aporta una de las entrevistas largas del número, la de LukeWinslow-King y otra más corta con el siempre interesante Paul Zinnard. Además
reseñas de los discos de Decemberists, Andrés Calamaro y DVDs de Billy Joe
Shaver y The Doors. En la web, durante el mes de diciembre se pudieron
encontrar con los álbumes de Idris
Elba, Jack
Kerowax, Gala
Cortés y Mike
Farris, y artículos de Kent
Finlay y Discos
Navideños. Finalmente Efe Eme publicó el segundo volumen de Cuadernos Efe
Eme con mi repaso a la carrera del gran Ted Hawkins, y en su web los discos de Hendrik
Röver, Bantastic
Fand, Óscar
Avendaño y Ray Boneville.
El mes que viene más.
Sonando: Nomad de
Henry Lee Schmidt
miércoles, enero 14, 2015
No me llamen coleccionista...llámenme acumulador
El otro día un buen amigo
me proponía un experimento curioso. La cosa salió cuando le dije que cada vez
tenía más claro que yo no era un coleccionista de música sino un acumulador. Un
completista de discografías. Me interesan más por el mismo precio tres discos
de Otis Gibbs, Gram Parsons y NRBQ que el concierto perdido que hizo fulanito
en su casa vete a saber cuándo. Por eso disfruto más en ferias de discos de segunda
mano que en aquellas destinadas al coleccionista avanzado.
La cosa es que la propuesta
de mi amigo fue que como prueba de nuestro afán acumulador (él sufre el mismo) hiciera
un ejercicio que él había hecho ya: calcular cuánto tiempo tardaría en escuchar
todos los discos de mi colección una vez contando que cada día escuchara 4
diferentes (algo a veces impensable). Incluyendo todos los días de la semana
claro. El hecho de tener mi discografía catalogada gracias a Yursoft, con la
duración de los discos incluida facilitó el freak experimento. El resultado es
que si empiezo hoy, 14 de enero de 2015 y escucho cuatro discos cada día sin
ningún tipo de descanso (y por supuesto sin comprar ninguno más), habré
escuchado toda mi discografía el 29 de abril del año 2018. Creo que no voy a
intentarlo.
Sonando: La Garçonne de Chencho Fernández
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