lunes, julio 31, 2017

Recomendaciones para agosto...y hasta septiembre



31 de julio y, como es habitual, último post hasta septiembre. Toca pillarse unas vacaciones y desintoxicarse un poco de todo para regresar con más fuerza. Y eso que esta bitácora es una vía de escape para mí en muchos sentidos. Pero a pesar de eso creo que un mes de descanso nos irá bien a todos. Eso sí, me voy con unas recomendaciones de discos que me han llegado el último mes (no que se publicaran el último mes). Álbumes que seguro van a estar conmigo este mes de agosto y que, quizá, también puedan estar con ustedes. Ahí van con mi deseo del mejor agosto posible para todos. Nos vemos a la vuelta.

Mark Lavengood - We’ve Come Along. Bluegrass sin inventos. Deld e toda la vida pero muy bien hecho. Se publica el 4 de septiembre.

Willie Watson – Folksinger Vol. 2. Hablamos largo y tendido por aquí del primer volumen del ex Old Crow Medicine Show. Este es otra maravilla de folk tradicional.

Ron Gallo - Heavy Meta. Puede ser un hype, no lo niego. Pero su rock entra bien, bien. Cargado de fuzz, jugueteando con el glam y el punk. No sé si tendrá recorrido pero de momento me gusta mucho.

Zephaniah Ohora with The 18 Wheelers - This Highway. Hace unos días hablaba de él por aquí. Country clásico, del de toda la vida, pero muy bien hecho. Y esa imagen…

Danny & The Champions of The World – Brilliant Light. Son tan Buenos, pero tanto. Los reyes del country-soul. Disco doble, casi nada.

Austin Hanks – Alabastard. Más country soul. Este más enérgico. Otro disco que cautiva desde la primera escucha.

Downtown Boys – Cost of Living. Uno de los últimos lanzamientos de Sub Pop. Punk mezclado con hardcore  un saxofón que quita el hipo. Además con himno incluido: «Somos chulas (no somos pendejas)».

David Rawlings – Poor David’s Almanack. Maravilloso, como siempre. De lo mejorcito que hoy se puede escuchar en cuanto a roots music.

Public Enemy - Nothing Is Quick In The Desert. Es Public Enemy, ya está. Ni más ni menos. Lo de siempre ¿algún problema?

Vallarna – Pimentón Puro. Ya he expresado por aquí lo que me gustó su adelanto, «ME voy por verte». El disco está a la altura. Folk castellano, dulzaineros y la Alcarria en el horizonte.

 Sonando:  Somos chulas (no somos pendejas) de Downtown Boys

viernes, julio 28, 2017

Senior i el Cor Brutal amb la síndrome Lomax – Valenciana Vol. 1

El proyecto de Senior i el Cor Brutal siempre me atrajo. Y eso que no soy un consumidor habitual de música en lenguas del estado que no sean el castellano. Me suele costar escuchar discos incluso en catalán, mi propia lengua. Manías aparte, eso de coger un estilo como el Americana, llevarlo a las orillas del Turia y convertirlo en Valenciana, se me hacía tan simpático como atractivo. Y ahora llega un nuevo trabajo del grupo que ya anunciaba el amigo Manel Celeiro allá por el mes de abril. Él decía que “en esta ocasión Senior y el Cor Brutal firman conjuntamente el disco junto al Síndrome Lomax. Nombre que agrupa a una larga serie de vocalistas invitados cuya presencia aporta una amplia variedad de registros vocales y una holgura de registros que redunda en beneficio de la grabación. Grabación que celebra la primera década de la formación. Estamos ante un disco de versiones, con las letras traducidas al catalán, en que quedan claros tanto los fundamentos musicales de la banda como la dirección a seguir tras esos diez años de trayectoria”. Dado que la definición es perfecta sobre lo que encontramos en este Valenciana Vol.1, no añadiremos nada y nos lanzaremos de lleno a la escucha del álbum.

La cosa se inicia con «Perdut en el Somni», revisión del «Lost in the Dream» de War on Drugs cantada por Artur Estrada, de Nueva Vulcano y con unos arreglos muy Television que le sientan realmente bien. «Soledat Il·lustrada» retoma el tema de Courtney Barnett para que Joan Pons de El Petit del Cal Eril lo haga suyo. «Maggie» de Cracker se convierte aquí en «Cari» con una Maria Arnal espléndida en tareas vocales. También sorprende Lluís Gavaldà en el clásico del country-soul, muy bien adaptado, por cierto, «That’s How I Got To Memphis» de Tom T.Hall. No me convence, eso sí, la revisión del «Ring of Fire» de Johnny Cash. El intento de convertirla en algo diferente con unas guitarras abrasivas es loable, pero, en mi opinión, no funciona. «El Vell i el Jove» es una versión del grupo brasileño Los Hermanos con Carlos Sanjosé de Sanjosex a las voces y unos arreglos electrónicos que tampoco convencen. «Nascut amb un So» de The New Pornographers con Núria Graham a la voz no destaca en exceso, mientras «Feliç Quan Plou» original de The Jesus and Mary Chain funciona mucho mejor, con el trabajo de Jaume Pla de Mazoni, i Judit Casado d’Eurotrash Girl. «Reina d’Anglaterra» revisa el tema de Grupo de Expertos Solynieve, con Manu Ferrón cantando su propia canción, algo que Micalet Landete define como “metacanción” en un experimento que no pasa de curioso. «Marta» es la la incursión en la canción del mismo nombre a cargo de los valencianos y David Carabén de Mishima, respetando al máximo el original. «Maybe So» de The Low Anthem se convierte aquí en «Potser Tingues Raó», quedando como una deliciosa canción de amor en la que brilla la voz de Clara Andrés. Y cierra la cosa un doble tributo a Devendra Banhart con «El cos es trenca / He sentir algú dir» con aromas a weird folk. Un destacable ejercicio con altos y bajos que, sin embargo, se disfruta notoriamente.

Sonando: Així he arribat a Memphis de Senior i el Cor Brutal amb la síndrome Lomax


jueves, julio 27, 2017

Watermelon Slim – Golden Boy



El señor sandía finita es un crack. Un hacha. Un músico de esos que desde la sombra convierte cada uno de sus discos en una maravillosa noticia para sus seguidores. Pocos pueden decir, como él, que han tocado con John Lee Hooker, Robert Cray, Champion Jack Dupree o Bonnie Raitt. Tampoco son muchos los que tras un lanzamiento inicial en 1973 (Merry Airbrakes) retoman su carrera en solitario 26 años después y logran reponerse al paso del tiempo. Fried Okra Jones, publicado en 1999, es para muchos el verdadero punto de partida de la carrera de Watermelon Slim, y es que tras él sí que han ido llegando discos de manera más o menos regular, el último de ellos el fantástico, cómo no, Golden Boy.

El duodécimo disco de este norteamericano, aunque afincado en Canadá, veterano de la guerra del Vietnam y licenciado en Historia, vuelve a llevarnos a todo aquello que nos atrae de la América profunda a través del blues del Delta y el country blues. El de Oklahoma es uno de esos músicos que lleva las historias grabadas a fuego en la piel, un hobo sentimental al que admiraba gente como Pete Seeger o Country Joe McDonald. Y es que su manera de explicar esas aventuras, muchas veces basadas en la propia experiencia, se beneficia de estar hablando de alguien con un coeficiente intelectual de 142. Un estudioso además de la historia americana y de su música ¿puede fallarnos con un disco? Parece que no, y lo confirma lanzamiento tras lanzamiento. Aquí es capaz de combinar cantos nativos en «Cry Wolf» con un coro a cappella en «Barrett’s Privateers», himno oficioso de Canadà que en su día compuso Stan Rogers. Todo mientras la presencia del nazismo en USA («WBCN»), su opinión sobre el presidente Kennedy («Dark Genius») o lo que le trasmiten las personas sin hogar («Mean Streets») se convierten en  algunos de los temas en unas canciones que funcionan de manera perfecta como un todo para construir uno de los mejores discos de blues de lo que llevamos de año. Bienhallado.

Sonando: Dark Genius de Watermelon Slim

miércoles, julio 26, 2017

Zephaniah Ohora with The 18 Wheelers - This Highway



El debut de Zephaniah Ohora lo ilustra una de esas portadas que atraen desde su primera visión. Ese tipo que parece una mezcla entre Willy Deville y Nick Cave, posa con su guitarra acústica, mirando a la cámara con actitud desafiante. Parece un álbum, desde esa presentación gráfica, con sesenta años de antigüedad, pero es un disco publicado este mismo año, eso sí, siguiendo el camino marcado Ernest Tubb, Ray Price y Marty Robbins.

Producido por Jim Campilongo, miembro de los Little Willies de Norah Jones y colaborador de Teddy Thomspon o Michael Shelley, en el álbum donde aparece acompañado por The 18 Wheelers, Ohora recrea de manera magistral el Bakersfield sound con unas pinceladas de Nashville sound, estilos que dominaron el country en los sesenta. Dulce y suave country & western, en líneas generales, con gran protagonismo de la pedal steel de Jon Graboff, el neoyorquino domina el género de manera abrumadora. Saca la vena honky tonk en «I Believe I’ve had Enough» y parece la reencarnación de Ray Price en «I Can’t Let Go (Even Though I Set You Free)» aunque nunca cayendo en la copia o en la parodia. Se nota el esfuerzo por reproducir un sonido y, sobre todo, una atmósfera, pero Zephaniah controla a la perfección la fina línea que separa el homenaje de la fotocopia. Y encima es capaz de escribir magníficas letras como «Way Down In My Soul» o la citada «I Can’t Let Go (Even Though I Set You Free)», una auténtica guía para cualquiera que quiera escribir un buen texto para una canción.

No es fácil hacerlo, pero creo que, por sorpresa, Zephaniah Ohora ha conseguido grabar un clásico del country de los sesenta en el siglo XXI. Y si no lo es, poco le falta.

Sonando: Take Your Love Out Of Town de Zephaniah Ohora & The 18 Wheelers