viernes, junio 30, 2017

Little Steven, subiéndose a las barbas del jefe



Ya estamos acostumbrados, por desgracia, a que los nuevos discos que surgen en el ámbito del rock norteamericano adelanten sin rubor los trabajos de un Bruce Springsteen que un día fue un artista en estudio igual de imbatible que en directo, y del que llevamos demasiado tiempo esperando un álbum grande. Lo que ya no es tan habitual es que sus propios compañeros en la E Street Band lo hagan y eso es lo que sucede con el nuevo disco de Little Steven. Además, lo hace con un álbum valiente, arriesgado incluso. Porque el amigo Van Zandt no se conforma con facturar ese rock de toda la vida que lleva décadas tocando al lado de su jefe sino que, en una evolución de sus anteriores - e inferiores a este- discos, deja caer toda esa música que semanalmente demuestra en su recomendadísimo programa de radio que forma parte de su manera de entender de qué va esto. Llámese rock clásico, como ese «I Don’t Want to Go Home» que se ha cansado de interpretar al lado de Southside Johnny o el propio Springsteen, doo-wop como el que aporta «The City Weeps Tonight», blues de Chicago en ese «The Blues Is My Business» tomado prestado a la eterna Etta James o incluso Blaxploitation puro como «Down and Out in Nueva York», cuya versión original a cargo de James Brown se incluía en la película de género Black Caesar. Así logra un disco comprometido con su propia esencia. Con el alma que transmite su guitarra y su forma de interpretar. Logrando que las neuronas del oyente se conecten para recorrer las doce canciones que integran un trabajo magnífico. Como debe ser.

Publicado en www.ruta66.es

Sonando: The City Weeps Tonight de Little Steven

miércoles, junio 28, 2017

Y Joe Pernice se metió a escritor

No son pocos los que comparan esta novela de Joe Pernice (sí, sí, el de los Pernice Brothers) con “Alta fidelidad” de Nick Hornby o el más reciente “En busca de los discos perdidos” de Eric Spitnagel. De hecho, el propio Hornby se ha encargado de asegurar que siente envidia por el talento que hay en esta novela, declaración a todas luces condescendiente. Aunque si él lo dice, algo habrá. Eso sí, servidor no acaba de ver las comparaciones tan claras, más allá de que en la novela de Pernice haya referencias musicales. Y es que los textos de Hornby o Spinagel, sobre todo este, tienen en los discos prácticamente un personaje más. Su influencia, su protagonismo, es vital para entender la historia. En la obra de Pernice no. Ni siquiera podemos considerarlos secundarios y no pasan de la mera anécdota.

Dicho esto, y concentrándonos en “Esta canción me recuerda a mí”, lo cierto es que nos encontramos ante una buena novela costumbrista. Una historia melancólica de amor y desamor que juega a la perfección con los demonios internos que todos tenemos a la hora de encarar decisiones importantes en nuestra vida. Partiendo de las desventuras de un músico fracasado que se separa apenas en el mismo momento de casarse, Pernice analiza su psique a través de pequeños detalles que permiten al lector ir conociendo al personaje y, en muchas ocasiones, incluso identificarse con él. Si a eso le añades cierta cercanía en la prosa de Pernice, la cosa se convierte en un volumen más que recomendable.

Publicado en www.mondosonoro.com

Sonando: Muddy Waters de The Deslondes

lunes, junio 26, 2017

Si Chris Issak no es Dios, poco le falta




“Yo no sé lo que es la clase, pero eso…es clase”. Frase de nuestro querido amigo y músico-adicto Lluis Beltran. Un hombre que ha visto más conciertos que el 95% de los mortales y que sigue siendo capaz de darse cuenta cuando algo es especial. Y la actuación de Chris Isaak en el Azkena Rock Festival lo fue. Por eso el bueno de Lluis pronunció esa frase casi sin darse cuenta de que estaba definiendo a la perfección el segundo paso del de Stockton por el escenario de Mendizabala. Un Isaak que sigue llenando el escenario con una actitud que solo visten los elegidos. “Soy el mejor y lo sabes”, parece decir desde esa mirada casi infantil que derrite al que se enfrenta a ella. No entraré en guerras sobre si el suyo fue mejor o peor concierto que el de John Fogerty. Me da igual quien reinó en este Azkena. De hecho, el amigo Lluis (una vez más), me dio una nueva lección en el tren de vuelta a casa. “Me gustaron mucho los dos, y The Cult ¿importa cuál fuera mejor?”. Pues no, Lluis, poco importa. Solo quedó claro que el de Isaak fue uno de los momentos cumbres del festival y eso es innegable.

Vestido con uno de esos trajes azul eléctrico,  lleno de lentejuelas, y que solo pueden quedarle bien a él, Chris Isaak demostró en Mendizabala que puede plantare en medio de un festival cargado de electricidad, y con menos velocidad que en su anterior visita seguir marcando terreno. Da igual si lo hace con clásicos suyos como «Two Hearts», «Blue Hotel», la coreada «Wicked Game», «Somebody’s Crying» y «San Francisco Days» o con versiones, no por conocidas, menos disfrutables como «Pretty Woman» o ese «Ring of Fire», en su repertorio desde que la grabara en ese homenaje a Sun Records que fue Beyond the Sun (2011). Lo bordó con «La Tumba será el Final», esa ranchera original de Los Invasores de Nuevo León que ha tocado todo quisqui - aunque pocos con tanta elegancia -, nos hizo un guiño con «Blue Spanish Sky» y sorprendió con una versión del «I’ll Go Crazy» de James Brown.

Chris Isaak repitió en el Azkena y como en 2010 mereció salir a hombros. No tuvo que lidiar, como entonces, con la lluvia. De hecho venía con parte del partido ganando de antemano porque flotaba en el ambiente la expectativa de gran concierto, pero a veces eso es incluso más difícil de superar que el que se espere poco de ti. Casi 18.000 almas pensaban que Chris Isaak bordaría su actuación. Y lo hizo. Soltando esos falsetes tan suyos como el que pasa por delante de un micrófono y como quien no quiere la cosa pensara “voy a cantar un rato”. Aparentemente sin esfuerzo. Alzando la ceja al respetable. Guiñando su ojo izquierdo. Mutándose en crooner micro en mano para derretir corazones. Sintiéndose siempre arropado por una banda que, y probablemente ahí resida una parte importante de su éxito, lleva treinta años haciéndolo. Inconmensurable. Fantástico. Inmejorable. Soberano. Irrepetible. Imponderable. Superior. Inhumano. Dios.

Publicado en www.ruta66.es

Sonando: Two Hearts de Chris Isaak

domingo, junio 25, 2017

Conciertos 26/06-02/07: Kris Kristofferson, Dan Baird, CJ Ramone, Los Soberanos…



Semana post Azkena. En teoría toca descansar para recuperar pulsaciones, pero el calendario de conciertos no da tregua. Ya descansaremos más adelante.

Lunes 26 de junio. Nada menos que Kris Kristofferson inaugura la semana y en un marco precioso, como son los Jardines de Pedralbes. Un mito y su guitarra. Uno de los mejores escritores de canciones de la historia a unos pocos metros de ti. Imprescindible.

Miércoles 28 de junio. Dan Baird en el Rocksound. No se puede decir más. Otro mito para los que amamos el rock and roll grasiento en nuestro garito favorito. Como para perdérselo.

Jueves 29 de junio. ¿Y qué me dicen de tener un Ramone en el escenario del Rocksound también? Pues es lo que hará CJ Ramone, cuyo presente es bastante más digno, por ejemplo, que el de Marky. Además, su último disco me encanta.

Viernes 30 de junio. En mis tiempos mozos lo pasé genial con los Soberanos encima de un escenario. Ahora no tocan mucho por lo que hay que aprovechar las pocas veces en que se dignan a subirse a las tablas. Esta vez lo harán en el Magic.

Sonando: Cemetery Train de Dan Baird