viernes, junio 29, 2012

Wilco & Billy Bragg - California Stars


Siempre me ha encantado esta canción. Desde la primera vez que la oí. Forma parte del primer volumen de Mermaid Avenue. Reeditado hace tan sólo unas semanas junto al segundo y el interesantísimo documental Man In The Sand. Ya saben. Proyecto en el que Wilco y Billy Bragg acababan las canciones que Woody Guthrie había dejado a medias. Por encargo de su hija Norah. Algo que no le hizo demasiada gracia a Bob Dylan que en Crónicas asegura que él era el destinatario de ese plan y que de no haber sido por Arlo Guthrie, que no quiso entregarle los escritos de Woody, así hubiera sido.

En todo caso, «California Stars» es en mi opinión una de las joyas del paquete. Por algo Wilco siguen tocándola en la actualidad. Compuesta a medias por Jeff Tweddy y el fallecido Jay Bennet se construye sobre una melodía sencilla y embriagadora, y una letra aún más simple aunque, quizá por eso, tremendamente cercana. Es de esas canciones que no me canso de escuchar nunca, y que demuestran que, muchas veces, en la sencillez está el secreto de la mejor música.

Sonando: California Stars de Wilco & Billy Bragg

jueves, junio 28, 2012

168


Soy amante de las listas de reproducción del iPOD. Me sirven y mucho para encontrar lo que quiero/necesito en cada momento. Ya saben los habituales que mi trabajo me permite pasar muchas horas oyendo música. Y andamos metidos en una vorágine de curo infernal. Lo bueno de eso son esas decenas de canciones que van cayendo, una detrás de otra. A veces opto por el random. Ya saben, que el pequeño aparatejo me haga de radio y me vaya sorprendiendo. Otras opto por carpetas como Blues, Soul, Girls Voices, Fronterizo o Best Songs, en la que recojo aquellas canciones que me pegan un subidón. Como «Happy» de los Stones, «Steve Earle» de Lydia Loveless o «The Deed And The Dollar» de Shooter Jennings. Ayer, en vista de las horas y horas que iba a estar con los auriculares en mis orejas decidí probar una nueva opción. Siempre llevo otra lista de reproducción a la que llamo simplemente “Últimos Añadidos”. Creo que no es necesario explicar lo que incluye. Decidí ponerla desde el primero hasta el último de sus temas en orden. Es decir, escuchar todos los discos que incluye una vez uno detrás de otro. Lo adivinaron. 168 canciones.

Empieza la cosa con Corey Branan y su reciente Mutt. Muy buen disco de rock americano arriesgado con unas dosis de experimentación que me gustan mucho. Especialmente acertado el tema «Snowman» que me engancha. Yo sigo dale que te pedo a las teclas mientras llegan Beachwood Sparks y The Tamished Gold. E stambién rock americano pero entendido de manera completamente distinta. Ecos pop. Harmonías vocales. Y también algo de experimentación, aunque con un espíritu diferente. Me duelen las manos y el cuello. Me estiro mientras suenan los compases del nuevo disco de The Dimestore Junkies. Esto es más poderoso. Las guitarras retumban. Sí, sí, también es rock americano pero tiene algo que lo tira hacia el rock más pesado excepto en sus pasajes más acústicos. Bebo agua y me levanto. Dejo los cascos. Miro a un lado y a otro de la oficina. Ya saben, parar los cinco minutos de rigor para que la cabeza no me duela más de lo que me duele. Seguimos. Arliss Nancy y Simples Machines sí que es Americana pura. Pero bien bonita, trabajada y con grandes canciones. Redondito. Llegan The Blasters con Fun At Saturday Night. Homenaje al bueno de Phil Alvin que anda bien chungo. Rock and roll festivo. Es un cambio de tercio aunque regresamos a los parámetros anteriores con Drew Holcomb & The Neighbors que empieza su disco con una versión del «Don’t think twice» de Dylan.  Luego el «Learning To Fly» de Petty. Un disco fresco y tranquilo. El Come See Me de Little Boy Story es otra cosa. Pura adrenalina. Rock & Roll salvaje para despertarme del muermazo de curro poco antes de comer.  Pausa y a zampar. Luego seguimos.

Abre la tarde el nuevo y sorprendente disco de The Outlaws. Y digo sorprendente porque It’s About Pride es realmente bueno y suena totalmente actual. Rock Sureño con mucha clase y temas lentos fantásticos como «Alex’s Songs». Puta Madre Brothers son otra buena banda para hacer ese click que vuelva a enchufarte. Australianos haciendo garaje chicano. It’s a long lon way to Meximotown es su último disco y es otra sobredosis de guitarras y voces distorsionadas a toda leche al son de ritmos maricahis. Truckstop Darlin nos regresan a la senda del rock americano. Es el que menos me gusta del lote y aprovecho para concentrarme en lo que tengo en la pantalla y que la música me haga de hilo musical. Langhorne Slim me saca de la situación con su nuevo The Way We Move. Un tipo afable al que tuve el placer de entrevistar y un auténtico crack. Y este e sotro disco fantástico lleno de blues, soul y country interpretado de manera magistral por un tipo que merece muchísimo más. He pasado ampliamente las 100 canciones cuando llego a Australia 1999, lo nuevo de Sloan. Nada nuevo en el horizonte. Los canadienses en concierto con su power-pop vitaminado me van que ni pintados para ir cambiando de estilo. Todd Snider y su homenaje a Jerry Jeff Walker, Time As We Know, me devuelven a ese estilo que me encanta. Snider es uno de los songwriters más interesantes de la actualidad y aquí se centra en su faceta de intérprete en otro muy buen disco. Las siete y media de la tarde. Hace hora y media que debería haber plegado. Así que recojo mis cosas y cuando suenan los primeros acordes del Shakedown de Hacienda me largo para casa. Será mi banda sonora en el autobús. Un disco casi bailable compuesto a medias con Dan Auerbach que no viene mal para acabar una dura jornada. Al llegar a casa, casi al entrar por la puerta, el último tema acaba. 168, en total. Ahí lo dejo.

Sonando: Veronica de Hacienda

miércoles, junio 27, 2012

Ryan Adams o la maldición de las box-set

Uno ¿por qué son tan caras las box-sets? Porque son cojonudas. Lo sé, lo sé. Porque su coste es superior. Lo sé también. Dos. Yo las quiero pero no llega la pasta para todas. Hace apenas unas semanas dejaba en una estantería una fantástica de 5 LPs de Dylan & The Hawks en Inglaterra. Sí, sí. Lo hice. La dejé allí por su prohibitivo precio. Tres. Ahora va el amigo Ryan Adams y se saca de la manga una caja de ¡15 LPs! Edición ultralimitada con 144 temas a los que se acompañan 74 temas en digital. Total, 218 canciones entre inéditas, directos y maquetas. La locura. Dicen que la cosa pesa seis kilos. Casi nada. Live After Deaf. Apunten. Yo voy a morderme las uñas.

Sonando: Friends de Ryan Adams


martes, junio 26, 2012

Por vida


Así firmaba Alejandro Escovedo uno de los cuatro discos que le llevé para que estampara su rúbrica en ellos el pasado jueves en la sala 2 de Apolo. Dado que sois muchos los que me habéis pedido en privado mi opinión sobre el concierto, ahí va. Exquisito. Soberbio. Pero.

Voy a ello. Escovedo es un músico espectacular. Mi buen amigo y compañero routier Sergio Rodríguez lo definía perfectamente antes del bolo. “Me gustan sus canciones. Me gusta como canta. Me gusta como toca la guitarra. Y me gustan sus discos”. Suscribo letra por letra esa declaración. No había posibilidad de fallo. Error 0. Escovedo iba a dar un gran concierto y lo hizo. Los temas de su reciente Big Station suenan más crudos en directo, y eso los hace mejores. Mucho mejores. Sus clásicos suenan a eso, a clásicos. Es lo que son y cada una de sus notas fluyen para convertirse en algo especial. Y sus versiones siempre son excelentes y acertadas. Para la ocasión cayeron «I wanna be your dog» de los Stooges, «Beast of bruden» de los Stones y «Like a hurricane» de Neil Young. Pero Vds. dirán ¿y el pero? El pero se lo llevaron dos cosas. Una el exceso de virtuosismo guitarrero de su actual acompañante, diferente al que trajo hace unos meses en acústico al Music Hall y que, en ocasiones, parecía empeñado en parecerse a Steve Vai. Y dos, «Sabor a mí». Lo siento pero Alejandro ha patinado, en mi opinión, con ese tema. Soy de los que disfruta la canción (la versión de Los lobos es sublime) pero a Escovedo no le sienta bien. Se diluye hasta hacerlo parecer un cantante de boleros del montón. Dos lunares. Sólo dos. Y los dejó en nada la felicidad y simpatía con que nos atendió el de San Antonio como se puede ver en la foto. Él estaba encantado y nosotros también ¿qué más se puede pedir? Alguno dirá que «Rhapsody».

Sonando: Big Station de Alejandro Escovedo

lunes, junio 25, 2012

Un tributo en la lengua del amor


Recuerdo la sensación. Casi a la perfección. Yo andaba haciendo un cursos de formacón ocupacional en el barrio de Les Corts. Mientras mis compañeros dedicaban la media hora de descanso a tomar unas cervezas en el bar de enfrente yo la dedicaba a visitar una pequeña franquicia de Discos Gong situada en plena Travessera de Le Corts. Una tienda que, evidentemente, ya no exista. Un cubículo caro. Con precios elevados pero con un cajón de gangas delicioso. Un día por allí pareció él. Un tributo a Bob Dylan en castellano. 300 pesetas. En CD. Su título, Bob Dylan Revisitado, Un Tributo En La Lengua del Amor. Editaba Seminola Records y la fecha de publicación era 1996. Vamos, que se acababa de editar y ya estaba a la venta como saldo. Y es que el disco, en teoría, no tuvo distribución en tiendas. Entre los grupos particpantes Ciudadano, Caballero Reynaldo, Doctor Divago, La Gran Esperanza Blanca (Kawliga’s siempre ahí, como debe ser) o Lobos Negros que se salen con una espléndida versión de «Highway 61 Revisited». Ayer volví a pincharlo y, aunque suene cursi, me embargó un poquito la nostalgia.

Sonando: De Vuelta En La Autopista 61 de Lobos Negros

viernes, junio 22, 2012

Los huevos de los ingleses


Perdonen la grosería pero creo que este post no puede titularse de otra manera. Resulta que a los amigos del diario británico The Guardian les ha dado por hacer repaso a la historia de la música pop en diversos países y, por desgracia, un día llegaron a España. En el primer artículo desgranaban las diez canciones claves para entender la música pop-rock en el país al que ellos vienen a ponerse como gambas saladas. La lista no tiene desperdicio. «Amo» de Raphael, «Corazón Contento» de Marisol, «Por qué te vas» de Jeanette, «Horror en el hipermercado» de Alaska, «Me colé en una fiesta» de Mecano, «Lobo Hombre En París» de La Unión , «Salamandra» de Miguel Bosé, «Así me gusta a mí» de Chimo Bayo, «Superguay» de La Casa Azul y «Nanay» de la Mala Rodríguez. No sé si comentarla o directamente pegarle un tiro al impulsor de la lista. Manda cojones. No sólo no aciertan ni una sino que para hablar de Bosé (sic) ponen un tema pseudodesconocido, por ejemplo. Como dicen en el cante flamenco: si no tienes soniquete, pa’ qué te metes.

Llega la segunda parte del artículo. La cosa empieza con más gracias. Llaman a Bigott “Badly Drawn Beck”. Luego aseguran que por culpa de la descarga ilegal, en nuestro país son líderes de audiencia Shakira o Alejandro Sanz. Es una lectura osada pero quizá real. Continúan asegurando que los reyes del indie nacional son Delorean y Zombie Kids (¿?), y la reina Russian Red. Que en Barcelona sólo hay mestizaje musical (ahí no les falta razón) y Manel, y que Los Planetas son los líderes de un movimiento conocido como Indie-tex porque su música la consumen compradores de Zara. Curioso también, y desconocido para mí, aunque me hace gracia. Luego aseguran que gente como Bigott, Guadalupe Plata, Ferguson, Quique González o Za! se encargaron de dejar bien alto el pabellón español en el pasado South By Southwest. No sé yo si esas eran sus intenciones. Para seguir diciendo que nuestros festivales más aclamados son el Costa de Fuego o el Sonisphere. Una ristra de información sesgada, inexacta, banal y hasta errónea, muchas veces. La cosa tiene más delito cuando se asegura que el periodista, Trevor Baker, está afincado en nuestro país ¿y en qué burbuja vive?

Sonando: New York Times de Simone Felice

jueves, junio 21, 2012

Sacarle partido a las cosas


Hay cosas que no cuestan nada o, mejor dicho, cuestan bien poco. Sé que algunos no lo creerán pero me atrevería a decir que el 90% de los críticos musicales (y me quedo corto) no vivimos de esto. Más bien lo contrario. Corren malos tiempos. Las discográficas, ya lo he dicho otras veces, han dejado de enviar discos para enviar streamings, enlaces a bandcamp o similares. En muchas ocasiones ese era nuestro pago por sumergirte en un disco horas y horas. Y sé que alguno tendrá la tentación de pensar que qué suerte de trabajo. Y lo sería, si no lo combinara con otro en una oficina, y si a veces no te tocara escuchar quince veces seguidas un disco que, ya no es que pueda no gustarte, sino que en ese momento no te apetece porque te gustaría oír otro. De esta manera tiene más pinta de trabajo de voluntariado. Los medios se esfuerzan por llegar hasta dónde pueden, que hoy en día y salvo contadas excepciones que todos imaginarán, no es mucho. Por eso se agradecen los detalles. Gestos que, como decía al principio no cuestan mucho y que te hacen sentirte recompensado en este mundillo. El último de ellos me ha llegado de la banda catalana Partido.

Este mes aparece en Mondosonoro mi reseña sobre su más que notable disco Leaving All Behind. Cuando me tocó hacer el texto todavía nos e había editado y desde la redacción sólo pudieron darme un Verbatim de avance. Con la reseña publicada recibo un mensaje del grupo agradeciendo la crítica y pidiéndome mi dirección para hacerme llegar la copia definitiva del disco. Esas cosas reconfortan. Te hacen sentir bien. En definitiva, recompensan. Un disco, por cierto, magnífico. Y eso que no es mi estilo al cien por cien. Ellos caminan por un pop-folk influido por gente como Devendra Banhart, Pedro The Lion, Iron & Wine y, sólo a ratos, My Morning Jacket o Simone Felice. Pero las canciones son lo suficientemente bonitas y trabajadas para que te llame la atención. No son el último hype de una revista de moda. Son horas y horas de ensayo, de estudio, de arreglos. Con vergüenza se ponen rockeros sólo a ratos, y también lo hacen bien. Con decirles que en el próximo disco de los renacidos Wallflowers de Jakob Dylan dudo que haya un tema tan bueno como «Jesus» está todo dicho. Ah, perdón, y gracias chicos.

Sonando: Jesus de Partido

miércoles, junio 20, 2012

Alejandro Escovedo, ecos de la gran estación


Muchas veces hemos hablado por aquí de Alejandro Escovedo y no nos cansaremos de hacerlo. Además, esta vez, la ocasión está más que justificada. Escovedo está en nuestro país ¡con banda! Y mañana llega a Barcelona, cita que evidentemente no me pienso perder. Lo hace para presentar su nuevo disco Big Station. Y son 11 ya los discazos que nos ha dado Escovedo, éste de nuevo producido por Tony Visconti y con la ayuda del gran Chuck Prophet en la composición. Un álbum tremendamente fresco, casi punk a ratos, cargados de un rock vital y hasta me atrevería a decir que juvenil. No se por qué, pero los Clash se me vienen a la cabeza en varias ocasiones como en la soberbia «Man of The World». En cambio «Bottom of The World» es puro Dylan y «San Antonio Rain» made in Springsteen. Además, por primera vez, el tejano se atreve con un tema en castellano, el clásico «Sabor a Mí» que bordaron Los Lobos y que en su voz y con esos arreglos, es cierto que no acaba de convencer del todo por lo arriesgado de la propuesta. Pero Escovedo es un súper crack. Ha vuelto a hacer un disco con diez temas excelentes y una versión notable ¿cuántos son capaces de hacerlo? Lo dicho, está en nuestro país y no hay que dejarlo escapar.

Sonando: Too Many Tears de Alejandro Escovedo

martes, junio 19, 2012

Bob Dylan is dead


Que nadie sufra. Su dylanísima sigue vivito y coleando. Simplemente he titulado este post con el nombre de una de las canciones que integran el último disco de Marvin Etzioni. Un disco al que un crítico tan implacable como Martin Chilton del The Telegraph otorga cuatro estrellas sobre cinco.  Entre los Stones y el folk, dice All Music. Trouser Press asegura que Etzioni es un "humanista folk con una voz familiar, cercana a Tom Waits, y la gravedad poética de Leonard Cohen para crear canciones cercanas al amor, la fe y la familia". Y ojo que es un disco doble al que no le sobra nada de nada.

Por partes ¿quién es Marvin Etzioni? Los seguidores más acérrimos del Nuevo Rock Americano de los 80 lo recordarán como el bajista de Lone Justice. Otros lo conocerán como productor de discos. Él movió los hilos de álbums como Poor Man’s Paradise de Ted Russell Kamp, el tributo a June Carter Cash, Anchored In Love,  el Recovering The Satellites de Counting Crows, o el Sings Like Hell de Peter Case. También ha sido músico de sesión de Grey De Lisle, Dixie Chicks o Jim Wilson, entre muchos otros.

Y hechas las presentaciones, vamos al disco en sí. Marvin Country!. Título fácil y recordable. Colaboraciones acojonantes. Lucinda Williams, Steve Earle, John Doe, Richard Thompson, Buddy Miller y Maria Mckee ¿cómo lo ven? Y canciones maravillosas. No en vano este tipo ha compuesto para gente tan dispar como Cheap Trick o Victoria Williams.  22 temazos como ese himno al fin del amor que es «Lay It On The Table» con una Lucinda Williams, como siempre, insuperable. No se quedan atrás Buddy Miller con «Living Like A Hobo» o el gran Steve Earle con «Ain’t No Work In Mississippi», un tema social, como no podía ser de otra manera. Por si eso no fuera suficiente en el disco colabora Gram Parsons. Sí, sí, he dicho Gram Parsons. Y no me he vuelto loco. Su voz aparece sampleada en la fantástica «Gram Revisited». Y la cosa no es el típico pastiche de este tipo de experimentos. El tema funciona y se convierte en una de las grandes estrellas del lote. Y, por supuesto, mención especial a ese «Bob Dylan is dead» enorme. Buenísimo todo.

Sonando: Gram Revisited de Marvin Etzioni

lunes, junio 18, 2012

Legends of Folk

Crítica sobre el DVD Legends of Folk aparecida en el Ruta de este mes:


No se me ocurre mejor persona para encargarse de un documental sobre lo que ocurría en el mítico Greewich Village en los 60 que Jim Brown, director entre otras de las excelentes Peter Paul & Mary: Carry It On o A Vision Shared: A Tribute to Woody Guthrie and Leadbelly. Un auténtico estudioso de la música americana que refleja esa pasión en su obra audiovisual. Aquí además, puede emocionarnos con el amor que transmite también por su ciudad, Nueva York, y hacerlo a través de actuaciones inéditas de gente como Peter, Paul & Mary, Joan Baez, Judy Collins, The Mamas & The Papas, Richie Havens o Neil Diamond. Mención especial tiene el ver a un joven Bob Dylan cantando una primigenia versión de su «Blowin In The Wind». “La poesía de los nuevos cantautores como Dylan, Paxton, Ochs, y Hardin me dejó impresionado al igual que la confluencia de la cultura juvenil, la acción política y social, y la música popular. Eso es lo que reflejé en la película, junto a la suerte de haber podido ver  a todos esos grandes artistas en directo y en aquel momento”.  Palabras de Brown a las que poco o nada se puede añadir. Ah, sí. Que lo disfruten.

Sonando: Blowin In The Wind de Bob Dylan

viernes, junio 15, 2012

Wilco saca el Revolver y se va de tiendas


Reseña de la sorpresa que nos dio Wilco el pasado 1 de junio con su concierto sorpresa en la pequeña tienda de Revolver en la calle Tallers de Barcelona a cargo de Hank C.Jr en la web del Ruta. Totalmente de acuerdo con sus palabras. «War on War», «I Might», «Country Disappeared», «California Stars», «Whole Love», «Born Alone», «Heavy Metal Drummer» y «Dawned On Me» para unos cuantos afortunados. Lean la reseña y arrepiéntanse de no haber estado allí. Lo más curioso de todo es que la tienda ha hecho pública la lista de discos que compraron los miembros de la banda en las dos o tres horas que pasaron allí, y eso es curioso de analizar. Vamos con ellos.

Terry Manning. Home Sweet Home. En vinilo. Manning era básicamente un productor pero en 1970 se saca esta joya para la Stax Records.

Rufus Wainwright. Out of Game. En CD. Lo Nuevo de Rufus. Parece que la banda no había tenido tiempo de hacerse con él. De hecho ni sabían que existía.

Soft Machine. Third. En CD. Ya saben. Progresivo y psicodélico. En la línea de algunas apuestas de la banda de Chicago.

Gandalf. Gandalf. En CD. No confundir con la banda finlandesa de death metal. Esto es pop-rock psicodélico de 1968 y contienen una deliciosa versión del «Hang To a Dream» de Tim Hardin.

Jade. Fly On A Strange Wings. En vinilo. De 1970. Folk-rock de altísima calidad. La voz de Marianne Seagal, su cantante, es tremenda.

Howlin Wolf. Live In Bremen. En CD. El lobo aullando. Imprescindible directo del grandullón de la Chess.

Faces. Oh La La. En CD. ¡Qué se puede decir de un discod e los Faces que nos e haya dicho ya? Que queremos saber quién era el miembrode  los Wilco que aún no lo tenía.

Donny Hathaway. Classic Albums. En CD. Recopilatorio de 5 discos de este gran desconocido de la música soul.

Derek Trucks. Alreday Free. En vinilo. El disco de Trucks de 2009. Canela fina y su mujer Susan Tedeschi bordándolo.

Talk Talk. The Colour Of Spring. En vinilo. Art rock y pop barroco de 1986. Disco de 8 temas largos, largos a cargo e este trio londinense.

Spacemen 3. Sound of Confusion. En vinilo. Del mismo año, curiosamente, 1986. Primer disco de la banda de space rock liderada por Sonic Boom.

Sonando: Hey Man de Spacemen 3

PS: Foto del amigo Santi Comelles

jueves, junio 14, 2012

La historia de Josh Clayton Felt ¿de quién son las canciones?


Te tiras horas y horas haciendo una canción. Días. Semanas. Meses. A veces, hasta años. Tienes dolores de cabeza. Sudas. Hay ansiedad. Melodías que no encajan. Letras simplonas que no te gustan. Sonidos que no puedes cantar. Ecos que no sabes reproducir. Pero al final lo consigues, y entonces, sólo entonces, te sientes el centro del universo. Son un tesoro para ti. Una joya. Hasta que descubres que la forma en que “nos hemos montado el tenderete” hace que acabes perdiéndolas, probablemente. De repente, alguien totalmente ajeno a tu persona puede decidir sobre ellas. Utilizarlas. Y hasta rentabilizarlas para beneficio propio. El suyo, no el tuyo. El día a día de miles de músicos.

Josh Clayton Felt era el cantante de School of Fish, un grupo mediocre que logró un par de canciones destacadas en las listas de éxitos. En 1996 presenta a A&M su segundo disco en solitario, el que debía llevarle al estrellato. Tenía un contrato firmado con la compañía y ellos iban a editarlo. Todo estaba preparado. Eso sí, le aconsejaron esperar durante 8 meses para editar el álbum en el momento comercialmente idóneo. Felt acepta pacientemente. Con lo que no contaba el de Boston es que, durante ese tiempo, A&M iba a ser absorbida por Universal y ésta iba a decidir no publicar el disco. Felt era puesto de patitas en la calle junto a cerca de 300 músicos más.  Y no sólo eso, sino que Universal se niega a entregarle los masters del álbum. Ajeno al desánimo, el músico instalado en L.A. decide regrabar el disco, de nuevo, con otros músicos. Se mete con el batería Steve Scully en un pequeño estudio y pasa dos años regrabando sus propias canciones, recuperando sus arreglos, nota a nota. Hasta que los abogados de Universal se presentan en su casa para indicarle que relea la letra pequeña de su contrato, que pueden prohibirle editar esas canciones (sus canciones) y que de hecho eso es lo que van a hacer. Felt no lo puede creer, aunque lo peor está por llegar. Mientras inicia un proceso judicial para recuperar sus canciones, se le diagnostica un coriocarciograma, un raro tipo de cáncer de testículos especialmente agresivo. Cuando Universal renuncia ante la demanda de Felt y cede para que éste pueda regrabar y editar sus canciones, el músico ya está en coma y en apenas tres semanas muere a la edad de 32 años. El disco, Center of Six, será publicado finalmente en Talking Cloud Records, después de que la familia de Felt consiguiera impedir a la propia Universal, entonces sí interesada, que lo publicara. Increíble pero cierto.

Sonando: Doubt de Josh Clayton Felt

miércoles, junio 13, 2012

Todos te quieren cuando estás muerto


Bajo ese curioso y atractivo título se esconde un fantástico tocho a cargo de Neil Strauss, responsable entre otros de Los Trapos Sucios de Mötley Crüe. Y digo tocho porque estamos hablando de un volumen de casi 600 páginas. Eso sí, se lee rápido y ameno como pocos. Porque lo que aquí hay son un montón de entrevistas interrelacionadas entre ellas por la pericia del autor y entrevistador ¿Quién me iba a decir a mí que iba a acabar disfrutando de leer declaraciones de Kenny G, Lady Gaga o Paris Hilton? Pues lo he hecho, y mucho. Porque en el libro cabe de todo. Desde Dolly Parton David Bowie, Bo Didley o Bruce Springsteen hasta los nombrados pasando por Chuck Berry, Jack White o ¡Jackie Chan!

Strauss resuelve de manera magistral la dificultad de enlazar todas esas declaraciones. Lo hace  poco a poco, seccionando las entrevistas, introduciéndolas cuando unas se relacionan con otras consiguiendo así capítulos totalmente coherentes. De esta manera transitamos por hilarantes momentos como la aceptación e incluso disfrute de Judd Apatow, director de cine de grabar una escena de su mujer y su mejor amigo practicando el cunnilingus o como la mujer de Brian Wilson responde las preguntas en lugar de su marido. Ahora que viene el verano se me antoja una lectura ideal para la playa.

Sonando: Xino Xano de Very Pomelo

martes, junio 12, 2012

Bob Dylan’s Greenwich Village: Sounds from the Scene in 1961

No creo que sea necesario presentar el Greenwich Village. Ese lugar en el que aparentemente pasaba todo en la Nueva York de principios de los 60. Un hervidero cultural con especial preponderancia de la música que queda recogido en este volumen de dos discos con lo más granado de los artistas que recorrían los cafés y las salas del barrio neoyorquino.

Bajo el paraguas del nombre de Bob Dylan, sin duda la figura más importante que emergió de aquellas calles, se presentan a los artistas que compartían escenarios con el de Duluth: maestros, amigos, ídolos y hasta enemigos se su dylanísima se dan cita en unas canciones que nos dejan escuchar a Woody Guthrie, Cisco Houston, John Lee Hooker, Pete Seeger, Odetta, Phil Ochs, José Feliciano, Art Garfunkel, Joan Báez, Kingston Trio y muchos más, hasta llegar a la nada desdeñable cifra de 50. Aunque más allá del terreno musical, donde nos encontramos con piezas tan conocidas como «Pretty Boy Floyd» o «If I Had A Hammer», la grandeza de este documento está en el jugoso libreto confeccionado por el historiador musical Derek Baker que repasa y anota todas y cada una de las canciones. Pura historia.
Escrito para la web de Ruta 66.
Sonando: Planet On The Floor de Brownie McGhee

lunes, junio 11, 2012

El tigre vuelve a rugir


Perdonen pero lo de Tom Jones es de órdago. Su anterior disco, Praise & Blame ya era excelente. Y quien no quiso verlo es precisamente por eso, porque no quiso. No hace falta ser un visionario para darse cuenta que el galés se encuentra en el mejor momento de su carrera. Se ha dejado de bailecitos y compañías extrañas, y ha puesto su grandísima voz (recordemos que era uno de los cantantes favoritos de Elvis) al servicio de la música. Spirit In The Room es su reciente y nuevo disco. Y lo ha conseguido de nuevo. Ha vuelto a ponerme la carne de gallina versionando a Odetta con «Hit Or Miss», a Blind Willie Johnson con «Soul of a Man», a Leonard Cohen con «Tower Of Song» o a Tom Waits con la muy actual «Bad As Me». Todas superlativas. Espléndidas. Porque Jones está escribiendo sus particulares American Recordings a base de blues y soul, y va por buen camino. Compañías como la del productor Ethan Jones le están sentando la mar de bien. Y recuerden. A este tipo le ha sacado un single en su sello Jack White, y eso no le pasa a cualquiera.

Sonando: Love And Blessings de Paul Simon

viernes, junio 08, 2012

Giant Giant Sand, una obra de arte polvorienta


Es disco del mes del Ruta. Mientras algunas revistas le dan palos, otras lo ensalzan como una de las obras maestras del año. Yo estoy con las segundas. Porque este no es el clásico disco conceptual peñazo que no hay por donde cogerlo. El ínclito Howe Gelb, cabeza visible del proyecto, ha desgranado todas sus influencias en una ópera rock de marcado carácter fronterizo que se encuentra ya entre sus mejores trabajos. Añadiendo un Giant al nombre de su banda, Gelb pretende desmarcarse un poco de la discografía de ésta. Mostrar que este disco es especial. Porque lo es. 

La cosa va de la historia de un hombre de pelo cano (¿les suena?) de Tucson que decide, lleno de ingenuidad, vivir la vida de otra manera para lo que se lanza a la carretera, dejando hogar y novia plantados. Los personajes que va cruzándose, la cárcel de la frontera de México o un amor de estación de tren se convierten así en los protagonistas de una serie impresionante de canciones. Por lírica y por sonoridad. «Forever And Day», por ejemplo, es puro Calexico y «The Sun Belongs To You» es la mezcla perfecta entre Willy DeVille y Tom Waits. Son sólo dos ejemplos de lo que contiene un disco que ahora mismo calificaría de memorable. Los que como yo se encuentran entre sus defensores hablan de “obra de arte polvorienta”. Vaya definición. Hay veces que las palabras se ajustan tanto a la realidad que dan casi miedo. Chapeau.

Sonando: We Don’t Play Tonight de Giant Giant Sand

jueves, junio 07, 2012

A 45 rpm. The Trypes – The Explorer’s Hold


Decir The Feelies es decir calidad. Es reverencia. Es hablar de uno de los nombres claves del rock underground americano de los 80. Su primer disco, ya saben, fue aquel fantástico Crazy Rhythms en 1980.  Cuatro años más tarde, en 1984, Glenn Mercer y Bill Million, cabezas visibles del proyecto se unen a John Baumgartner, Brenda Sauter y Stam Demeski (estos dos últimos acabarán en los Feelies) para publicar un 45 rpm con el sello Coyote.  Como no podía ser de otra manera, las cuatro canciones que incluye son auténticas joyas.  Un grupo que ya existía y que engrandece la presencia de Mercer y Million. Ellos aportan la dosis justa de psicodelia y folk-rock a un proyecto que, por desgracia, duró muy poco.  Sólo un año después los dos tipos decidían revivir los Feelies y eso fue definitivo para el destino de The Trypes. Ahora me llega la noticia, vía Eduardo Ranedo, de que se reeditan todas sus grabaciones en una buena edición. A correr.

Sonando: Love You To de The Trypes

miércoles, junio 06, 2012

Lisa Marie Presley, entre la armonía y la tormenta


El nuevo disco de la hijísima del rey me gusta. Me gusta mucho. Quizá la producción de T-Bone Burnett tenga algo que ver en eso. O mucho. Porque desde luego, el disco suena a él. De principio a fin. Y he de reconocer que, al principio, llegué a preocuparme. La heredera del rey se había hecho más famosa por sus matrimonios con Nicholas Cage o Michael Jackson, rey del pop (la cosa va de reyes), que por sus pinitos en la música. Sus anteriores intentos no pasaban de ser aceptables muestras pop. Eso sí, las fotos de promoción siempre realzaban su asombroso parecido con papá. Parecía que estábamos viendo a Elvis con peluca y, a veces, nos preguntábamos si en lugar de morir, el rey había decidido transvestirse e iniciar una nueva carrera musical como mujer. Storm And Grace es su nuevo trabajo y me tranquiliza ver que no soy el único.

La revista digital Spinner dice que “Presley ha hecho su mejor disco con esta obra maestra del mal humor y la exploración de demonios y ángeles interiores”. Rolling Stone asegura que “el disco hace honor al nombre y las raíces sureñas de su familia” y AllMusic asegura que “Lisa Marie ha desarrollado finalmente la personalidad musical que más le conviene”.

En el disco hay pop, claro, no podía ser de otra manera. Pero también hay música de raíces y Burnett consigue de esa mezcla un resultado interesante. Siete años se ha tirado Lisa Marie desde su anterior disco y los ha aprovechado. Ha mejorado como cantante y, sobre todo, como intérprete. Además, su evolución como compositora también es notable. Y encima, en esas tareas le han ayudado gente como Richard Hawley, Ed Harcourt, Sacha Skarbek y Fran Healy. Precisamente Hawley co-escribe tres temas con Presley que son de lo mejor del disco. Aunque mi favorita es esa «Over Me» que lo abre con esa atmósfera puramente Burnett. Lo dicho. Yo lo estoy disfrutando mucho.

Sonando: Over Me de Lisa Marie Presley

martes, junio 05, 2012

Mamá ¡que vuelven los Mavericks!


Son una de mis bandas favoritas. De esas que, en lenguaje de Coco, me ponen bruto. Uno de esos grupos que cuando comentas que te gustan, la gente suele mirarte raro. Como pasa con Los Lobos. Ingenuos ellos. No saben lo que se pierden. Los Lobos son mucho más que «La Bamba» y los Mavericks que «Guantanamera». El regreso de los segundos es una de las noticias del año. Por algo el bolo de Raúl Malo, su líder, fue mi concierto favorito del año pasado. Suited Up And Ready EP es su nuevo trabajo. Cinco temas deliciosos. Insuperables. Los Mavericks en estado puro. La inicial «Back In Your Arms Again» tiene un lugar al lado de sus clásicos como «All You Ever Do Is Bring Me Down» o «Dance The Night Away». Y el resto de temas no le andan a la zaga. «Born To Be Blue», «Come Unto Me», «Amsterdam Moon» y «That’s Not My Name» conforman un poker de acompañamiento perfecto a ese primer temazo. Y ojo, es solo un avance al LP que saldrá en otoño. Se me cae la lagrimilla oigan.

Sonando: Back In Your Arms Again de The Mavericks 

lunes, junio 04, 2012

El Gran Manel (Roig) en Mondosonoro


Como les decía hace unos días vuelvo a tener el placer de escribir en Mondosonoro. En el número de este mes de junio, cuya portada viene ocupada por los histriónicos Hot Chip, me he encargado de las reseñas de un par de buenos discos: The Booty Hunters y su Brothers In Farms y el Leaving All Behind de Partido. Además, entrevista con Shuarma y con el bueno de El Gran Manel, o lo que es lo mismo, Manel Roig (que no Grau como digo erróneamente en la entrevista. sic, cruce de cables). El grandote se ha cascado un disco de blues estilo one-man-band de esos que dejan huella. Y ojo, con Carles Ruf, ex jugador de basket de la Penya a la armónica, curiosamente. Fue una entrevista interesante, a pesar de hacerla por medios electrónicos. Problemas de espacio han dejado algunas respuestas que creo deben ver la luz así que, qué mejor que aprovechar esta bitácora para darles salida…

Tu música puede parecer caótica, en ocasiones, pero todo acaba encajando a la perfección ¿cómo se consigue?

Esa sí que es una muy buena pregunta, de hecho respondería la última. No tengo ni idea...juro que no es una boutade, pero tengo la música en la cabeza antes de grabarla. Sé exactamente cómo quiero que suene. Salvando las distancias, como Hitchcock cuando decía que no necesitaba filmar, porque tenía toda la película en su cabeza. Juro y perjuro que burradas como «Tu vida es un fraude» y «Tengo una mujer tan buena» se grabaron en una sola toma. No preparé nada de lo que tenía que tocar. Salió, sin más. Qué fuerteeeeee...

He leído por ahí que tu disco anda entre Bob Dylan y Mercury Rev ¿cómo ves esa definición?

Acertadísma. «Apocalypsis Blues» es puro Dylan circa Bringing it all back home, como si tuviera de grupo de acompañamiento a los Mercury Rev del Yerself is steam, los buenos, claro. «Tu vida es un fraude» es el mejor homenaje al sonido de esos primeros Mercury Rev hecho por nadie. No tengo abuela. Lo digo en serio no he visto a nadie en este país hacer lo que he hecho yo, así que no es que me sienta un bicho raro, si no que me siento feliz de poder haber hecho lo que realmente quería. No hay riesgo, no hay frescura, sólo veo actitud impostada. Por eso me siento feliz con mi música. Esa es la única verdad.

Te atreves a adaptar de manera totalmente personal a Robert Johnson ¿temes que se tiren sobre ti los talibanes del blues?

Los talibanes son, según la propia definición, cerrados de mente porque sí. Como yo soy un mindundi, no pasará nada y no se creará debate. Claro, si ya le pasó lo mismo al maestro Morente. También puedo ser más papista que el papa y decir que toda esa mierda de bluesmen que suenan tan limpios y tan bien y tan Eric Clapton...pues donde esté Son House, Skip James, R.Johnson o Charlie Patton, esos bluesmen son una pura bazofia. Y por cierto, «Tengo una mujer tan buen»a es puro Jimi Hendrix, vamos, que salta a la vista. (Anécdota divertida off the record: Cuando le pasé el tema a José Luis Martin, de Bad Music, para el disco Pactando con el diablo, se quedaron todos desencajados con cara de “qué mierda es esto?” pero me contó más tarde que se fueron a la cafetería y que las cuatro personas que estaban allí se pusieron a la vez a tararear el tema. Triunfo personal).

Y hasta con un villancico ¿y eso?

Hombre, eso es un chiste personal, en el que juego con el villancico, la nieve, la melancolía y, bueno, temática de carácter narcótico. «La blanca navidad» es un título, pero para mi es un homenaje al Neil Young de “The needle and the damaged done”, lo era musicalmente y acabó siéndolo en letra, ya que no hace falta decir qué significa eso de que “no quiero que vuelva a caer una fuerte nevada dentro de casa”. Estuvo 10 años sin letra, aunque ya era un tema sobre eso...y acabó siendo un tema anti-droja en el colacao, claro.

¿Podríamos decir que «Mierda de ciudad» es tu acercamiento a la temática protesta del folk?

Touche. Pero con sorna e ironía. No me gusta hacerme pasar por lo que no soy. Llevo muchos años indignado con esta sociedad, como lo puedes estar tú. Están acabando con la gente, y claro, no es que me dijera “neng, haz un tema protesta”...es que está escrito hace 3 años y es autobiográfico: tuve que dejar la casa en la que estuve 12 años y volver a empezar de cero, y fue al volver a mi antiguo barrio cuando me salió la melodía y el tema enterito, de una tacada. «Mierda de ciudad» está escrito en 5 minutos. Porque habla sobre la verdad, no sobre cazar dragones ni mariconadas por el estilo. Y «Tu vida es un fraude» es igual de protesta, porque estoy acusando con un dedo a los farsantes, que ya saben ellos quienes son.

¿Dónde crees que puede encajar tu propuesta? ¿Qué esperas del proyecto?

En ninguna parte. Es purito andergraun, y como tal no me veo en ninguna parte. Sólo cerca de gente como Guadalupe Plarta, Le Petit Ramon, Caustic Roll Dave o The Booty Hunters, eso sería lo único que respeto. Lo curioso es que me han invitado a tocar a Madrid, a Sevilla o a Valencia, y he dicho que no. Esto no es un hobby, es una necesidad mía de expresión personal. Necesitaba grabar estas canciones, algunas tienen más de 10 años, imagínate. Ha sido ahora el momento perfecto para grabarlas. Antes me hubiera sido imposible grabar este disco. Ha sido un acto de exorcismo de muchos demonios internos, y ahora me siento en el momento más dulce de mi vida, lo cual influye bastante para hablar de según qué cosas con la suficiente perspectiva e ironía.

Has sido periodista antes que músico ¿qué pregunta te harías a ti mismo?

¿Cómo diablos puedes hacer música tan caótica y que, a la vez, encaje como un guante de seda forjado en hierro, Gran Manel? Bueno, esa ya la hiciste tú.

Lo dicho. Un crack. El resto en la revista Mondosonoro.

Sonando: Mierda de Ciudad de El Gran Manel

viernes, junio 01, 2012

Perros de miel en el ruta de junio



Ya está en las tiendas. Yo sigo haciendo bandera por aquí porque cada mes que consigue sobrevivir es una victoria en la batalla que debe llevarnos a ganar la guerra. Puede sonar trágico, pero ya saben, corren malos tiempos para la lírica. Interesante número con desnudo en portada y letritas de colores. Veraniego, como corresponde a un número dedicado a los Fetsivales. Uno de sus directores me decía ayer que si el Ruta no pusiera esas letras de colores en la portada que quedan tan antiguas y hasta horteras no sería el Ruta. Me lo demostró enseñándome el duotono que domina el resto de revistas musicales y me convenció. No me convenció tanto que me dijera que se había planteado entrevistar a Julio Iglesias para el Ruta. Con humor pero ¿Julio Iglesias? Bueno, eso son otros temas. La cuestión es que, como siempre, en el Ruta de junio hay para todos los gustos: Alabama Shakes, Lee Fields, M.Ward…Y las colaboraciones de un servidor. Libros, películas y discos, con el de Ragged Jubilee destacado y mi opinión sobre el último Bootleg de Johnny Cash por ahí. Pero, sobre todo, una entrevista a doble página con mis adorados Honeydogs. Una banda como la copa de un pino, desconocida por muchos pero que abrió el camino a lo que luego hicieron, por ejemplo, Wilco. Y un tipo fantástico Adam Levy, su líder. Capaz de hablar sin pudor del suicidio hace unos meses de su hijo afectado por una enfermedad mental y hacerlo con devoción, sin reproches. Los mismos reproches que no expresa hacia el éxito de bandas como Wilco o los Jayhawks. Todo lo contrario, se alegra de ello. Sabe cuál es su lugar y es un ejemplo de vida. Encontrarse con personas así es de lo mejor de este oficio.

Sonando: Everything In Its Place de The Honeydogs