En el número de febrero, en la edición Catalunya,
Mondosonoro publica mi entrevista con JM Baule, un músico dedicado en cuerpo y
alma a versionar a Bob Dylan en la lengua de Cervantes. Dado que la entrevista
aparece sólo en una edición autonómica añado a esta habitual sección también
las respuestas incluidas en ella.
Llevas 10 años
versionando a Dylan ¿ha cambiado algo de tu ilusión desde que empezaste?
En el momento en que me pongo la ilusión es la misma o más
fuerte. Cuando comencé en el 2002 creía sinceramente que era un escape para mí,
en un momento muy difícil, que solo era un trabajo tan solo personal y para
cuatro amigos. Fue entonces, a través de mandarle una copia del primer volumen a
Diego Manrique y de ponerlo él en “El Ambigú” de Radio 3, cuando recibí
muchísimos e-mails de personas interesadas en las grabaciones.
Son más de 80
versiones en total ¿qué canción se te ha resistido más?
Puedo decir que «Idiot Wind» fue difícil, la tuve que
reinventar, lo mismo que «Sugar baby» porque mi interés en la obra es que la métrica de los versos sea la misma, sin por
ello perder el sentido literario, ni tampoco el contexto que expresa Dylan. Ha
habido muchas difíciles, pero te podría decir sinceramente que es como entrar
en un trance y dejar que todo fluya…A raíz de reescribir toda esta obra, caí en
la cuenta de que, Bob, el muy tuno. Utiliza escritura automática para sus
canciones. Me explico. Deja fluir las palabras tal y como le vienen y luego pule
las imperfecciones o idas de olla. Es tal y como lo he hecho yo en cada una. Si
todo fuera meditado, y pensado, todavía iría por la primera adaptación (risas)
¿Cuál es tu
adaptación favorita de todas las que has hecho?
Va un poco ligada a la música que pueda contener porque en
directo son muchas las que se sostienen, vayas solo o con banda. Una de las más
importantes para mí es sin duda «Desolation Row» porque me la saqué de la manga
enterita. La traducción del inglés y su sentido literario no me encajaban para
hilvanar los versos en absoluto. Pero en general me siento satisfecho con
muchas.
¿Con que canción
todavía no te has atrevido de Dylan, si es que la hay?
¡No es atreverse! A estas alturas me atrevo con cualquier canción
de Bob, ¡después de lo que he pasado con algunas! Tengo pendiente «Foot of
Pride» pero no sé cuando me pondré en ello, hago mi propia música y tengo
muchos proyectos paralelos.
Enfocas los discos
tocando prácticamente todos los instrumentos, un trabajo totalmente artesanal
¿no te has planteado contar con una banda tradicional?
¡Sabes perfectamente en qué país
estamos! ¿La música es terreno difícil! Y yo comencé este periplo Dylaniano a
los 50 años de edad. Han pasado ya once desde el comienzo y es complicado
empezar a llamar puertas, locales, arrastrar a músicos, para luego cobrar
cuatro perras en muchos lugares. La gente se cansa de ir de un lado a otro por
poco dinero. Esto se puede hacer cuando tienes veinte años, entonces tienes
casi la obligación de hacerlo. Y me siento bien tocando yo todo. He aprendido
mucho de ello y realmente forma una obra
compacta igual que un cuadro ¿acaso hay más de un pintor, pintando un mismo
cuadro? Lo mío con Bob se podría anunciar como “pinturas sónicas sobre Dylan”. Algunas
veces me ha acompañado mi hijo Eric, líder de Moonloop y mis amigos de Pamplona
en los tres conciertos que he dado allí, peor poco más.
¿Dónde está tu
límite? ¿Algún día se acabarán las Dylan Experience?
¡Cada disco digo que es el último! ¡De verdad! ¡Acabo agotado!
Lo que me calma es que al estar solo trabajo sin expectativas. Las expectativas
son malas porque siempre anda escondido un pequeño fracaso posible detrás de
ellas. Es por ello que si lo haces con banda la responsabilidad es
infinitamente mayor y las caídas también. No sé cuándo acabará……no me planteo
nada, solo ¡fluir con la vida! Ya es mucho, y el que llegue a ciertas personas
interesadas en mi trabajo, de momento es suficiente. Como dice Johnny Hallyday
en una canción “Un día u otro, pararé”. Espero seguir haciendo canciones y Dylan’s muchos
años. Gracias a Mondosonoro y a ti por el interés en mi trabajo.
Sonando: Desolation Row de JM Baule