martes, julio 31, 2012

Los discos de mi verano


Y con este post cierro la temporada bloggera hasta septiembre. Algo sencillo y rápido para que sepan en qué voy a “gastar”, que no perder, mi tiempo veraniego, en lo que a lo musical se refiere. Con el iPOD cargado con 8 GBs de música me limitaré a resumirles las últimas novedades que he añadido y que seguro que ocupan la mayor parte de mi tiempo. Old Gold, el nuevo EP de la maravillosa Zoe Muth y sus Lost High Rollers es uno de ellos. Siempre impecable esta mujer es ideal para los atardeceres bajo la higuera que trinco cada año cerca de la piscina. Siempre me llevo algo nuevo de Cajun y Zydeco, que anima mucho y da muy buen rollo. Wayne Toups, Steve Riley y Wilson Savoy con su reciente The Band Courtbouillon se llevan este año la palma. Acordeones, wasboards, violines y contrabajos por doquier con mucho tema en francés. Louisiana on my mind. Un recopilatorio de psicodelia y garaje de Texas en los 60 y los 70 también se añade a mis favoritos veraniegos. Roy Head, Bobby Fuller, Doug Sahm, The Chessmen, Kenny & The Kasuals y así hasta 22 bandas para momentos que necesiten más intensidad y lisergia. South Memphis String Band y Old Thimes There pondrán la banda sonora a algún atardecer de esos de porche, ramita entre los labios y ver como el sol se pone tras las montañas. Rural a tope. Y Old Crow Medicine Show con su Carry Me Back irán apareciendo en cualquier momento.

En cuanto a músca nacional, seguiré dándole vueltas al disco de Luis Auserón, insistiré con el excelente disco de Oscar Avendaño y Los Profesionales, le daré a dos producciones de los Guitar Town de Hendrik Röver como Pilgrim Rose y Sra.Robinson, y volveré a Pablo Galiano. Creo que no está mal.

Que ustedes lo disfruten tanto como yo y buenas vacaciones a todos.

Sonando: If You Really Want Me To I’ll Go de The Ron-Dells

lunes, julio 30, 2012

Mis lecturas vacacionales


Dos últimos posts antes de dejarles unos días para disfrutar de unas buenas vacaciones en el Empordà. Y no, por suerte no se ha quemado nuestra zona, porque vamos más bien al Pla de l´Estany pero todo sigue siendo una verdadera lástima difícil de asumir. Hoy les hablaré de los libros que me acompañarán a la paz de Galliners para ser devorados en esos 15 días mágicos de cada año que, esta vez, enlazarán con cuatro días en Sant Pol de Mar. Completito, vaya. Pero vamos al lío.

Bound For Glory, la autobiografía de Woody Guthrie se viene conmigo. Es el centenario del nacimiento de Woody y merece una relectura. Confieso que la primera vez que lo leí no me enganchó como esperaba. Creo, sin duda, que no era un momento. Los lectores ya saben eso de que los libros hay que pillarlos en el momento adecuado y creo que Bound For Glory se resintió de no acertar con el suyo. Seguro que esta vez no vuelve a pasar. El abuelo que se largó por la ventana y saltó de Jona Jonasson es otro de los que va a la saca. Uno de los más vendidos del último Sant Jordi. Casi dos millones de ejemplares en todo el mundo y libro del año en Suecia. Novela costumbrista con pequeños visos de humor e intriga. Completaré con dos libros menos extensos. Mujeres & Mujeres, la cuarta novela de la serie de Toni Romano escrito por Juan Madrid y Todos los muertos tienen la misma piel de Boris Vian. En total una autobiografía musical, una novela convencional y dos novelas negras. Además probaré, antes de marcharme, a hacerme con un un western que me apetece, o con uno de los dos últimos libros publicados de Bukowski, aunque no sé si lo acabaré haciendo.

Mañana, discos.

Sonando: I’ve Been Decived de Zoe Muth & The Lost High Rollers

viernes, julio 27, 2012

Fondos de catálogo


El otro día se publicaba una noticia que pasó bastante desapercibida pero que a mí me dio pie a la reflexión. En Estados Unidos, las ventas de discos de fondo de catálogo superan las de discos nuevos. 76, 6 millones de fondos de catálogo frente a los 73,9 millones de las novedades, considerando entre los primeros aquellos discos que llevan más de 18 meses a la venta. Es decir, la gente compra más disco antiguo que disco nuevo. Algunos se apresuraron a sacar sus teorías sobre la muerte del rock y de la música tal y como la entendemos pero dejémonos de monsergas y vayamos al tema real: el precio, señores, el precio. Los fondos de catálogo se sitúan en los USA entre los 5 y los 11 dólares, mientras que las novedades van entre 13 y 18. El consumidor ya no es idiota. Sabe que si espera sólo unos meses más puede comprar una novedad prácticamente a mitad de precio. Y ahora, con la subida del IVA en España, imaginen. Las novedades se nos van a ir, como mínimo a los 20 €uros en CD mientras convivirán con ofertas de todos los pelajes como el 4 x 20 €uros que estos días se da en FNACs de todo el país. Discos algunos que no llegan a los dos años de antigüedad e incluso menos. Algunos con apenas 6 meses ya están allí. Y es que cuesta dejarse 25 €uros en una novedad pero ¿vamos a culpar de eso al artista? No cometamos ese error. Si el IVA nos sube a todos, al artista le sube también en todo: productores, músicos, management, etc, etc. Veremos quién es el primero que deja caer la bomba de incrementar en un alto porcentaje los precios de sus novedades, pero seguro que no será el último. Habrá que reinventarse para sobrevivir.

Sonando: Peaches de Jas Mathus

jueves, julio 26, 2012

Jakob, tú no, hijo mío…..


Yo hay cosas que no entiendo ni entenderé nunca. No soy de los que atacan a los músicos cuando intentan evolucionar, cambiar, en definitiva, crecer. Aunque sí defiendo que de determinados artistas esperas una serie de cosas y que, en mayor o menor medida, las has de recibir. Claro que ellos no están obligados, ni mucho menos, a hacerlo. Pero yo tampoco estoy obligado a comprenderlo. Como en toda relación ha de haber feedback y como consumidor de música tengo mi derecho a que algo no me guste y no por eso no soy ni tonto, ni menos moderno, ni estrecho de miras, ni nada parecido.

Lo que sí que no entiendo es que esa sea la justificación para cambiar completamente el estilo de una banda que lleva siete años separada y sin hacer un disco juntos. Y eso es lo que ha pasado con mis queridos Wallflowers. Glad All Over, su nuevo disco llegará en octubre pero ya han avanzado su single. Voy a ser suave diciendo que es infumable. Vergonzoso. «Reboot The Mission» se llama el engendro y no iría mal que lo hicieran. Que reiniciaran la misión porque vamos por mal camino. Y no son los primeros. Lo hicieron antes gente como Shooter Jennings y su intragable acercamiento a postulados pop,o los Black Crowes con el susto que nos pegaron con «I Ain’t Hiding». Precisamente a ese clavo ardiendo me agarro. Los hermanos Robinson nos tomaron el pelo utilizando la canción que menos encajaba en su luego excepcional Before The Frost…Until the Freeze. Nos la jugaron. Nos adelantaron un tema bailable para que pusiéramos el grito en el cielo y luego nos sorprendieron con un discazo. Espero que Jakob Dylan y compañía hagan lo mismo. Pero es que «Reboot The Mission» es bastante peor que «I Ain’t Hidding». Se justifica (mal vamos si sienten la necesidad de hacerlo) Jakob diciendo que “teníamos ganas de demostrar que el rock y la música de baile se pueden acercar sin traspasar la línea”. Pues ellos la han traspasado. Esas bases son difícilmente aceptables, esos coros suenan a discoteca cutre y ampararse en la producción de Mick Jones para decir que “se acerca a los sonidos de The Clash” no se lo creen ni ellos. Que no Jakob, que no. Que no vamos bien si el disco va a ir por ahí. Que yo iba a comprármelo directamente sin pensármelo y ahora ya lo estoy haciendo, y estoy seguro que le daré una escucha previa. Después de tus grandes discos en solitario, de conseguir ganarte el respeto de mucha gente que dudaba de ti por tu apellido. Vaya patinazo chico…En fin, tocará esperar. Uno de los destinados a ser de mis discos del año huele a fiasco. A ver si me equivoco, que lo hago muchas veces…

Sonando: Reboot The Mission de The Wallflowers

miércoles, julio 25, 2012

JJ Extremera, disimulando fatal


Que sí, que JJ Extremera no es sólo uno de los miembros de los Chinaski. También es mi amigo. Uno de esos, además, de los que cuentas con los dedos de una mano. Por eso no voy a ser objetivo. Aunque tampoco quiero serlo. A veces no es necesario y, si quieren, apúntenme que ahora no escribo como crítico sino como fan, simplemente.  La cosa es que JJ ha hecho un disco fantástico, lleno de excelentes canciones que verá la luz, vía Rock Indiana, después del verano. Y aunque no me crean a mí, crean a Indiana que es una garantía de buena música y buen gusto.

A algunos les sonará JJ como líder de los extintos CosmopolitANTS, banda que publicaron un excelente e incomprendido debut, que hoy puedo encontrarse en las pilas de saldos, producido por Ken Stringfellow. Este De Cabeza a Un Charco es un proyecto largo, en el que he podido participar, sobre todo como consejero, escuchador y amigo. No, yo no canto ni hago nada en el disco. Llegamos a trabajar juntos una versión e Wilco en castellano pero no cuajó. Y está mejor así. No hubiera podido mejorar lo que hacen gente como Bryan Estepa, una de sus ilustres colaboraciones. Grabado en Blind Record y producido por el mejor producer del mundo para nosotros, el gran Álex Vivero, la banda es de las que tira de espaldas: el propio Vivero con el que han contado gente como Sidonie o Shuarma en sus propios discos, Charlie Bautista, mano derecha ahora de Jero Romero y eterno Amigo Imaginario, Miquel Bassquez, bajista habitual de Shuarma y Jonathan Zuriaga, compañero de Extremera en CosmopolitANTS. A ellos se le unen las colaboraciones puntuales de Santos Berrocal para dar forma a un disco precioso y al que le va que ni pintada la definición que Quique González dio al disco de César Pop, “un disco pequeñito pero muy bonito”.

Musicalmente situado en un terreno cercano a gente como Pajaro Sunrise, los Amigos Imaginarios más pausados, y sus admirados Ron Sexsmith y el primer Josh Rouse, Extremera ha construido una serie de canciones emotivas y tremendamente funcionales. De esas que entran con facilidad. Igual que las de gente como Fabián o Manolo Tarancón. Llenas de detalles, pausadas. Huyendo de estridencias. Trabajadas. De esas que redescubres a cada nueva escucha. Y a las que completan unas letras incisivas, reflexivas y, sobre todo muy cercanas. “Sin más, ha vuelo a pasar, se apagó el calentador…”. Así de cotidiano empieza un disco que crece cada vez que lo vuelves a pinchar. Cercano. Vital. Preciosista e impresionista. “Bendito error” clama en otra de las canciones para asegurar en la que da título al disco que “¿cómo ignorar la realidad? vieja amiga que duele pero cura aún más”. Directo y certero. Enamorado. “Y mientras todos duermen en la ciudad de los que dijeron sí, yo trasnocho por si acaso, vuelves por aquí”. Se puede decir más alto pero no más claro. Para acabar confesándose. “Se me da muy bien, disimular fatal”. Y a mí más. Y este disco me encanta. Para qué disimular.

Sonando: Pregúntale al guionista de JJ Extremera

martes, julio 24, 2012

Todo lo que deja atrás Burgas Beat

Burgas Beat son uno de esos especímenes raros que, a veces, aparecen en nuestro país. Primero porque son un grupo de rock. Y no muchos por estos lares pueden decir eso con todas las de la ley y con todas sus letras. Segundo porque llevan un montón de años, concretamente 20, al pie del cañón. Primero como Cosecha Roja y ahora como Burgas Beat. Sin ayudas, sin presupuesto. De hecho ellos mismos aseguran que si su último disco no es más largo es porque precisamente se les acabó el dinero en la octava canción. Tercero por eso, por sus canciones. Porque siempre hacen grandes canciones. Cuarto porque sobreviven a pesar de sus trabajos y a pesar de vivir en diferentes ciudades de su Galicia natal. Y quinto porque creen en lo que hacen. Creen en el rock ¿qué? Son raros ¿o no? Todo lo que vamos dejando atrás es su nuevo disco.

Con todo lo dicho anteriormente no es difícil saber por dónde van los tiros. En una entrevista con Carlos Rego, su cantante y guitarrista, para Efe Eme realizada por Xavier Valiño asegura que “toda revolución comienza por uno mismo y eso sí que ha quedado plasmado en estas canciones. Y desde esa óptica hemos grabado este disco: sin concesiones, sin reparos, sin guardarnos nada”. Y ahí están. Efectivamente, sin dejarse nada en el tintero. Recuperando la potencia de sus guitarras eléctricas. Y eso que el disco empieza algo tembloroso, con unas letras carentes de su empaque habitual. Y eso es peligroso en un disco tan corto. Pero a partir del tercer tema todo cambia. Las letras se ajustan mejor a las melodías, las guitarras rugen y Burgas Beat se convierte en una máquina infalible de rock con ecos al NRA de los 80. Lo que siempre han sido y serán. No parará de sonar en mi equipo estos próximos meses. Ya lo dicen ellos, “puede que este invierno se retrase el temporal”.

 Sonando: Un Buen Tipo de Burgas Beat

domingo, julio 22, 2012

Zachary Richard, el Mick Jagger del Cajun


Debe estar bien que al principio de tu carrera te apoden el Mick Jagger del Cajun. No suena a la típica etiqueta lastre que te acompañará toda la vida. Y eso es lo que le sucedió al bueno de Zachary Richard, un tipo que empezó su carrera en el ya lejano 1970. Eso sí, mi disco favorito de toda su cosecha se encuentra bastante más cerca, en 1992. Algunos prefieren el Women In The Room de 1990, pero yo me quedo con Snake Bite Love. Igual habría suficente para justificarlo con decir que en el disco participan Brian Stoltz, Dr. John, The Dirty Dozen Brass Band, y Daryl Johnson, pero es que no es sólo un tema de colaboraciones. Aquí hay muchas y muy buenas canciones: la espléndida y adictiva «Come On Sheila», la paisajística «Dancing at Double D’s», la acadiana «Cangrejo» o la insuperable «Jump Zydeco». Un disco para sentirse vivo, muy vivo.

Sonando: Cangrejo de Zachary Richard

viernes, julio 20, 2012

Y Ramblin Jack Elliott sigue solo


No hay muchos músicos que puedan alardear de que Bob Dylan los haya nombrado en Crónicas como uno de las principales bases de su aprendizaje. Ramblin Jack Elliott podría, pero no lo hará por su eterna sencillez. Y eso que no todo acaba ahí. Gente como Pete Seeger e incluso Jerry Garcia o los Rolling stones lo han reconocido como una notable influencia de su música. Y es que este acompañante de Woody Guthrie es uno de los grandes de la historia del folk americano.

Y pienso firmemente que Ramblin Jack Elliott publicó uno de sus mejores discos en 2006 con I Stand Alone. 14 canciones llenas de historias de carretera, cómo no. «Leaving Cheyenne», «Moore Willy» o la hilarante «Arthritis Blues», una excelente muestra de su punzante sentido del humor del que Dylan aprendió mucho. Encima el disco está lleno de invitados destacadísimos: Nels Cline, Flea o Corin Tucker, por no hablar de Lucinda Williams que borda «Careless Darling» o el Lobo David Hidalgo con su certero acordeón que, actualmente, está al servicio del propio Bob Dylan. Por si eso fuera poco, el álbum acaba con la misteriosa «Woody Last Ride» que trata sobre la última vez que Elliott vio a su amigo Woody Guthrie. Absolutamente sobrecogedora, la canción muestra a un Jack trovador, no cantante. Un hombre que se limita a explicarnos una historia hablada encima de un colchón musical. Nada más. Aunque está llena de un magnetismo casi inhumano. Una bestia.

Sonando: Careless Darling de Ramblin Jack Elliott

jueves, julio 19, 2012

La cultura no es un lujo

Como redactor de varias de las revistas de este país y ante lo que se nos está viniendo encima a todos, me sumo al manifiesto que éstas han emitido sobra la situación que nos rodea. Léanlo con calma.


Tras el anuncio de las últimas medidas tomadas por el Gobierno de España relacionadas directamente con materias culturales, un considerable grupo de medios musicales del país hemos decidido unirnos para manifestar una común disconformidad. Esperamos que lo expuesto a continuación sea compartido anímicamente y respaldado dentro de lo posible por nuestros lectores, tan afectados como nosotros mismos.

Todas las cabeceras que firmamos este manifiesto tenemos en común la pasión por la música, que cada cual refleja a su manera, de forma peculiar e independiente. Más allá de eso otra característica nos define prácticamente a todas: salvo algunas excepciones, en nuestras páginas el comentario político había sido hasta hoy, cuando algunas ya están cerca de los treinta años de existencia, tangencial o incluso inexistente. Sin embargo, vivimos un momento histórico extraordinario que requiere de respuestas no menos extraordinarias por parte de todos. No se nos escapa que España pasa por momentos muy complicados. Tampoco que en esta situación se demanda del ciudadano de renta media-baja un esfuerzo enorme que se traduce cada día en cientos y miles de nuevos dramas humanos. A la vez, asistimos atónitos a los beneficios millonarios de los directivos de esas cajas que han quebrado el país, a las suculentas indemnizaciones de altos cargos que abandonan sus puestos de responsabilidad en medio del escándalo, a la indecencia de buena parte de nuestros políticos. En medio de este paisaje el Gobierno ha decidido dar una nueva vuelta de tuerca a una situación ya insostenible tomando una serie de medidas que condenan a la ciudadanía en general a poco menos que la indigencia y a un sector determinado, el de la música y la cultura popular, a la desaparición.

Entre las medidas adoptadas el pasado viernes 13 de julio se encuentra el incremento del 8% al 21% del impuesto del valor añadido (IVA) sobre el precio de las entradas a salas de cine, teatros, festivales musicales y conciertos. Es el definitivo golpe de gracia para un sector que depende del gasto en ocio para su supervivencia y que ha ido viéndose acorralado progresivamente por las decisiones de nuestros gobernantes. Porque en el mundo de la música popular, a diferencia de otros sectores industriales e incluso culturales, la subvención siempre ha sido escasa cuando no directamente nula y, sin embargo, la lista de zancadillas a la iniciativa privada por parte de las Administraciones es interminable: desde la promesa incumplida por parte del anterior Gobierno de considerar los discos y directos como producto cultural y rebajar su IVA al 4%, hasta la prohibición a acceder a una sala de conciertos a los menores de edad, pasando por las periódicas trabas a promotores y hosteleros para impedir que programen música en directo. Especial hincapié merece la nula respuesta que han dado nuestros gobernantes durante la última década al problema de las descargas ilegales, que se ha llevado por delante infinidad de puestos de trabajo en discográficas y distribuidoras.

Discográficas, distribuidoras, promotores, salas, empresas de promoción y comunicación, técnicos y por encima de todo músicos son los damnificados del desprecio y hasta rencor que muestran nuestros gobernantes para con un sector que supone buena parte de ese 3% del PIB generado por la cultura y que se encuentra en proceso de descomposición. También uno de los mejores escaparates posibles para esa marca “España” que a nuestros políticos tanto les gusta pasear: ¿alguien duda lo mucho que hacen por la imagen y la economía de este país nuestros músicos o festivales?

Por supuesto entre los damnificados también nos encontramos nosotros, la prensa especializada, que vemos cómo la publicidad (una importante fuente de ingresos. Y otra vez insistimos: que no el dinero público) se bate en retirada. Primero se fueron las discográficas como consecuencia de las nulas ventas, luego las grandes marcas a causa de la caída en el consumo y ahora lo harán los promotores, salas y festivales, condenados por la subida del IVA del ministro de Hacienda, el señor Montoro. Esto, unido a la inevitable caída de las ventas de quiosco, definitivamente nos deja en una situación difícil de sortear.

Por eso, la razón de ser de este manifiesto es doble.

Por un lado, mostrar nuestra absoluta solidaridad con el resto de compañeros del mundo de la música, brindar nuestro apoyo y demandar el suyo a la vez: si de todo esto algo se salva será únicamente por la fuerza que mostremos unidos.

Y por otro, dirigirnos a todos los que nos leéis, que nos consta que sois muchos y fieles. Lo cierto es que el tiempo se ha acabado y nos encontramos ante un ahora o nunca: o reclamamos aquello que consideramos justo o nos veremos privados de ello para siempre. Y esta advertencia se refiere tanto a la posibilidad de ver a tu grupo favorito tocando en tu ciudad como al acceso a la educación y la sanidad. No nos corresponde a nosotros señalar a unas siglas concretas, pero sí pedirte con todas nuestras fuerzas coherencia y que actúes conforme a tu conciencia desde hoy mismo respecto a todo lo que está ocurriendo a tu alrededor, vivas en Barcelona, Madrid, Burgos o un pueblecito de Galicia. No te calles. No te acomodes y reclama lo que consideras que es justo. Y si a pesar de nuestro esfuerzo nos lo siguen negando, no te olvides de cuanto ha ocurrido estos últimos años cuando llegue la hora de votar.


Firmado:

Old Crow Medicine Show, de vuelta en sonidos tradicionales


Tenemos en común con los Byrds o los Stones una veneración por las canciones populares de América, para los artistas de la generación anterior a ellos. El parentesco real entre nosotros está en nuestras colecciones de discos. Nada más.

Así de claro se muestra Ketch Secor en la revista Uncut sobre los ecos de bandas como las de Roger McGuinn y Richards & Co. en la música de sus Old Crow Medicine Show. Los de Nasville tienen nuevo disco. Ellos forman junto a los Wood Brothers y los Steel Wheels mi triunvirato de bandas top del neo bluegrass. Carry Me Back es su ya su cuarto larga duración y vuelve a ser fantástico. A pesar del abandono del grupo por parte del gran Willie Watson, éste pudo contribuir a las armonías vocales de un disco que los devuelve a las raíces ante el mayor acercamiento al rock que supuso Tennessee Pusher. Eso sí, mantienen esa actitud punk que tanto me gusta en las bandas de roots. Y ahora encima dejan que sus influencias afloren sin ningún tipo de rubor. Hank Williams lo hace en «Country Gal», Bob Dylan en «Levi» y « Sewanee Mountain Catfight» y Kris Kristofferson en «Ways of Man»

Hacemos la música de América del Sur, no ritmos de baile con instrumentos electrónicos. Nuetsro sonido tiene que ver con la composición. Hemos escrito estas nuevas canciones con un enfoque contemporáneo y cercano, pero utilizando los instrumentos de nuestros abuelos.

Sonando: Levi de Old Crow Medicine Show

miércoles, julio 18, 2012

Sobre el nuevo disco de Bob Dylan


Bueno, ya vamos sabiendo más cosas del disco nuevo de Bob Dylan. David Hidalgo, miembro de Los Lobos, y habitual colaborador de las últimas grabaciones del bardo ya avanzaba hace unas semanas que el disco iba a sonar muy mexicano. Mis sueños más húmedos hacen que piense que los tiros pueden ir hacia el «The Love That Faded» que Bobby incluyó en el The Lost Notebooks of Hank Williams. Veremos. Ahora sabemos que el disco estará formado por diez canciones, «Duquesne Whistle», «Soon After Midnight», «Narrow Way», «Long And Wasted Years», «Pay In Blood», «Scarlet Town», «Early Roman Kings», «Tin Angel», «Tempest» y «Roll On John». De la producción se ha encargado, una vez más, el propio Dylan, cosa que digamos no me vuelve loco ante la posibilidad de que cada vez quedan menos oportunidades de que se ponga en las manos de alguien como, por ejemplo, Jack White. Al menos los Stones parece que sí lo harán. La cosa estará en las tiendas el 11 de septiembre aunque ya se pueden hacer compras previas en Amazon e iTunes. Y para acabar con lo poco que sabemos confirmamos que lo de Dylan no son las portadas. En fin, a esperar…

Sonando: The Love That Faded de Bob Dylan

martes, julio 17, 2012

Augie Burr, blues a l'estudi


La música parece condenada a aparecer en televisión con cuentagotas y a horas intempestivas. A pesar de eso no nos quejaremos no sea que nos quiten lo poco que tenemos. La última de esas iniciativas corre a cargo de la televisión autonómica de Catalunya. Blues a l’estudi se llama la cosa y aparece en pantalla a eso de las 3 de la mañana. Una interesante propuesta en la que los principales músicos de blues de Catalunya pasan por un estudio para tocar en directo, sin trampas. Las benditas nuevas teconologías permiten ver esos conciertos en estudio desde la propia web de TV3. Por lo pronto les recomiendo el de mi buen amigo Augie Burr (alter ego de Agustí Burriel) que además de ser uno de los mejores imitadores de Elvis que conozco, lo canta todo y todo bien (quien no lo haya oído con los Velvet Candles no sbae lo que se pierde). Pueden ver el concierto AQUI. Acompañado por unos musicazos de la hostia entre los que no puedo dejar de destacar a Blas Picón, con el que también me ha unido algún proyecto, y al inefable e infalible Mario Cobo a la guitarra. Mi mano derecha en muchas cosas y, a veces, hasta la izquierda. Suenan, y mucho. Háganme caso.

Sonando: I’ll Do It With You de Augie Burr

domingo, julio 15, 2012

Dylan en Cap-Roig


Si Dylan hubiera sabido cuando empezó en esto de la música que acabaría tocando para un público como la mayoría del de Cap-Roig, probablemente, hubiera dejado la música. Pero él mismo se encargó de avisarnos. Los tiempos cambian, y cada venida de su dylanísima debe ser interpretada como la enésima oportunidad de ver a un mito. Como decía Jorge Ortega, director de Ruta 66, al principio del concierto, “dejémonos de historias y disfrutemos los que sabemos disfrutar de esto”. Poco importa que antes del concierto me entrevistaran para televisión y cuando di mi opinión sobre el ambiente previo me avisaran que eso lo cortarían porque no podían emitirlo. O que entre el público estuvieran gente tan dylanita como el director ejecutivo de La Caixa (propietaria del festival), Jaume Giró, el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, el secretari del Govern, Germà Gordó, el jefe de la oposición, Joaquim Nadal, y la alcaldesa de Palamós, Teresa Farré. Ni que la señora de mi lado se pasara medio bolo preguntando cuándo iba a producirse el descanso. Ni que el 30 % del aforo no estuviera sentado y preparado cuando empezaron los primeros acordes de « Leopard-Skin Pill-Box Hat» porque andaban acabando los últimos tientos de sus copas de cava. Un sitio espléndido y un ambiente horrible, por ser diplomático.

Eso sí, lo de Dylan es otra cosa. Su estado de forma es inhumano. Este señor vive su enésima vida y no es pasión de fan. Cualquiera que estuviera en el concierto puede confirmarlo. Y encima nos regaló, probablemente, el mejor ser-list de su gira española. A la cada vez más reconocible «Leopard…» siguió una implacable «To Ramona», con los mismos arreglos que lleva utilizando tres o cuatro años. Difícil de reconocer para los no iniciados o los que nunca hubieran visto esa versión de la canción. «Things Have Changed» suena en todo su esplendor demostrando toda su grandeza. «Tangled Up In Blue» no sorprende porque conocemos el arreglo, pero Dylan coge la armónica y se marca el mejor solo que le he visto hacer en los últimos 15 años. Se le nota cómodo, a pesar de su habitual y horrible sombrero estilo Juanito Valderrama y un pantalón blanco que no le acaba de sentar bien. Pero de moda que opinen otros. «The Levee’s Gonna Break» me noquea. No la reconozco ¡hasta llegar al hotel y mirar el set-list por Internet! Dylan 1, criticucho del tres al cuarto 0.«Every Grain Of Sand» es la primera gran sorpresa de la noche. Bellísima con un trabajo espléndido de Don Herron. «Ballad Of Hollis Brown» palidece a su lado, aunque suena intensa y encaja bien los golpes. El concierto sólo ha arrancado en el escenario. La gente es tan fría como el viento del Empordà y la señora de mi lado empieza a preguntarse cuándo llegará el descanso. Sólo las dos primeras filas parecen enloquecer ante el inicio de cada tema. Pero a la banda le da igual. Suenan como un cañón y siguen adelante. «The Lonesome Death of Hattie Carroll» es la otra gran sorpresa de la noche. Aquí Dylan casi me marca otro gol, pero lo paro por los pelos. A los tres minutos de canción engancho la frase “Take the rag away from your face. Now ain't the time for your tears”. Es ella, le grito a Raquel. ¡Hattie Carroll del The Times They Are A-Changin! Mi mujer me mira con cara de ya está el tarado flipando y la señora de delante se gira con cara de malas pulgas. Probablemente le he estropeado su tercer sueño de la noche y siento unas ganas irresistibles de mearme en su permanente. Cosas de andar leyendo Manteca Colorá de Montero Glez. «Rollin & Tumblin» suena diferente. Han cambiado por completo su cadencia y se aleja de las versiones clásicas de blues para hacerse más rockera. «Visions of Johanna» es insuperable. A su espíritu folk le sienta fantástico el arreglo jazzie a lo Nueva Orleans. Dylan descansa y decide dejar de sorprendernos para repetir un clásico de sus últimos conciertos, «Highway 61 Revisited» con Charlie Sexton, el único junto a Herron que no va calado en un sombrero, haciendo las delicias de los amantes de las guitarras y de las señoras del respetable con su rubia melena al viento. En «Simple Twist of Fate» Dylan coge la guitarra y se encarga él del riff. Sus dedos no son rápidos. Y el tema parece no caminar, pero tiene enjundia, algo lo envuelve de magia y acaba sonando fantástica. «Thunder of The Mountain» no ofrece ninguna sorpresa. Calcada a sus últimas visitas. «Ballad of a Thin Man» es otra cosa, se ha convertido por derecho en una de las protagonistas de los shows del de Duluth. Esa voz doblada y tenebrosa, que me noqueó en Roma vuelve a hacerlo, aunque aquí no alcanza la intensidad que le vi en la ciudad italiana. Y encaramos el final sin sorpresas. «Like A Rolling Stone». Descafeinada. Lo peor del lote, en mi opinión, aunque consigue eso sí que el público de las primeras filas se deje de tonterías y se vaya a pie de escenario entre las protestas de los muchos que quieren seguir sentados,  y «All Along The Watchtower», simplemente aceptable. Dylan ya no está por la labor. Ha llegado el momento, simplemente de cumplir el expediente. A pesar de eso mi “amiga”, la del descanso, insiste “¿y no nos va a tocar ningún clásico?” cuando los músicos se van. Mr. Bob vuelve al escenario. «Blowin In The Wind» y, de nuevo, simplemente cumple. Han abandonado el arreglo Stevie Wonder que tan bien le sentaba. Pero la señora sigue sin estar contenta porque no se ha coscado del percal. Raquel y yo vemos el tema de pie, en medio de la primera grada, a escasos 15 metros de Dylan y a su altura. Entonces recuerdo. De Guthrie ni rastro. Y eso que se cumplían ese mismo día los 100 años de su nacimiento. Oportunidad perdida. Probablemente nadie lo hubiera entendido. Y el propio Woody no sabría qué hacía allí. Qué rabia. Si no hubiera sido por el ambiente el concierto estaría en mi top 3 de Dylan, pero…

Sonando: The Lonesome Death of Hattie Carroll de Bob Dylan

viernes, julio 13, 2012

Woody y Bobby


El 14 de julio de 1912 nacía en Oklahoma Woody Guthrie, probablemente el cantautor protesta más importante de la historia. Y antes de que algunos invoquen el nombre de Dylan argumentaré mi arriesgada afirmación. Para empezar Woody fue el ídolo de su dylanísima, aspecto éste que lo sitúa, al menos, como una referencia. Y en segundo lugar Woody fue cantautor protesta desde que nació hasta que murió. Bobby no. Este verano releeré Bound For Glory en su honor. Le tengo reservado un lugar en mi maleta vacacional. Y lo haré porque si se fijan en las fechas, mañana mismo, el bueno de Woody hubiera cumplido la friolera de 100 años. Sí, sí. Se ha dicho por activa y por pasiva que nos encontramos ante el año de su centenario. Se han publicado discos homenaje, recopilatorios, etc. Pero mañana es el día ¿Y saben qué pasa también mañana? Pues que su dylanísima estará tocando en Cap-Roig y yo estaré allí.

Pierdo la cuenta ya de las veces que he visto a Dylan ¿Hará por una vez el bardo lo que se espera de él y rendirá homenaje a Woody? Yo creo que no. Dylan es Dylan, y nadie lo va a cambiar. Como mucho intuyo un «Song To Woody», pero incluso eso me extrañaría. Puestos a soñar, en un momento del concierto Dylan hará que su banda desaparezca, se quedará sólo en el escenario y se colgará una guitarra acústica al hombro. Entonces empezará a entonar «The Grand Coulee Damm» como hizo en el Carneggie Hall en 1968, luego arrancará con «I Ain’t Got No Home» como en 1972, seguirá con «Pastures of Plenty» igual que en las Minnessota Tapes, la enlazará con «Pretty Boy Floyd» como en A Vision Shared y acabará, entonces sí, con «Song To Woody». Eso sí, aunque insistan no voy a jugarme mi dinero a que lo hace…pero ¿a que sería bonito?

Sonando: Pretty Boy Floyd de Bob Dylan

jueves, julio 12, 2012

Décima Jukebox, especial verano

Ya lo tenemos aquí...Décima edición de Prefiero Una Jukebox, el programa de radio dirigido por un servidor con un especial verano.  


Mucho surf (Beach Boys, Surfin Lungs, Dick Dale, Barracudas, Ronnie & The Daytonas, Lively Ones...)  pero también buen rock americano, ya saben, la cabra tira al monte: Marvin Etzioni, Alejandro Escovedo, Waco Brothers, Rhett Miller, Giant Sand, Mavericks, Alejandro Escovedo, Dylan & Cash....Apartado con un especial Burning, aprovechando el libraco que Alfred Crespo se ha sacado de la manga, y rock nacional con los de la Elipa en un directo inédito del 79, pura historia, Dogo y Los Mercenarios, Pájaro, La Trapera, Guarriors, Javier Sun, Los Enemigos o Sabino Méndez.....Y para acabar repaso a novedades de Rhett Miller, Rod Picott, Donavon Frankenreiter, Langhorne Slim......¿alguien da más?


En descarga AQUI


Sonando: What Did I Do To Dereve You? de Joey Ramone

miércoles, julio 11, 2012

Eugene Edwards, guárdenme el secreto


En 2004, Eugene Edwards, músico de Yuma aunque con residencia en L.A. sacaba al mercado uno de esos discos destinados a ser un bombazo. Pero no pasó nada. Nada de nada. Y eso que es una auténtica obra maestra. Un álbum que transita a medio camino entre el mejor Elvis Costello y el mejor Tom Petty. Tocando todos los instrumentos excepto la batería, de la que se encarga el “drummer” de los Bellrays Mike Sessa, Edwards se marca un disco de 10 con unas melodías aplastantes y unas guitarras que recuerdan muy mucho a los discos de, por ejemplo, Nick Lowe. No exagero si digo que algunas de estas canciones podrían haber estado en el My Aim is True de Costello. Eso sí «Shatered Flower» o «Not That Kind Of Girl» miran de frente a Tom Petty, por no hablar de la propia «My Favorite Revolution» que da nombre al trabajo. Uno no puede evitar preguntarse ¿qué puede pasar en este mundo para que discos como este no “partan la pana”? No hay respuestas. Quizá, el único consuelo, es que los que lo conocemos disfrutamos de él periódicamente. Yo llevo una semana reenganchado a él.

Sonando: Permanent One de Eugene Edwards

martes, julio 10, 2012

Calexico, apuesta segura


Me encanta empezar las reseñas con un “lo han vuelto a hacer”. Eso significa que el grupo no te ha fallado. Que uno de esos discos que llevas tiempo esperando ha cumplido con tus expectativas. Y eso, tratándose de bandas de las que esperas mucho no es moco de pavo. Espero hacerlo con lo próximo de los Gaslight Anthem pero ahora, de momento, puedo hacerlo con el último trabajo de Calexico, que si no me equivoco se publica en septiembre, pero que servidor ya puede disfrutar en un adelanto para la prensa. Y lo siento por ustedes, porque creo que este es un disco perfecto para pasar las tardes de verano al lado del mar. Porque Joey Burns y John Convertino han hecho su disco más cercano, más accesible en palabras más técnicas y más usadas por los críticos. Grabado en Nueva Orleans, la banda no ha perdido ni un ápice de su esencia fronteriza pero han conseguido endulzar y europeizar su propuesta. Si era eso lo que querían al irse a la ciudad de Tremé, han conseguido el objetivo. Pero esperen, que perdido en lugares de grabación y opiniones de localización geo-musical no les he dicho aún que el disco es una maravilla ¿o sí? «Sinner In The Sea» es una de sus mejores canciones y «Better And Better» no se le queda atrás. Son como el rey midas. Cosa que tocan, cosa que convierten en oro sonoro. Sea un disco de Amos Lee, de Tom Russell o de Depedro. Ahora les ha tocado a su propia carrera. Algiers es un nuevo paso que engranda su leyenda. Y que nos duren, porque cuando no estén les vamos a echar mucho de menos.

Sonando: Better And Better de Calexico

lunes, julio 09, 2012

El Mondo de verano


Número de julio y agosto de la revista Mondosonoro. Poca cosa mía en la edición nacional. La reseña del disco de Pájaro. Buena. Evidentemente. Ya lo sabéis los habituales. En la edición autonómica sí que hay un par de entrevistas de un servidor. Una con Ninette & The Goldfish. Ya hablamos de ellos por aquí. Su EP es absolutamente imprescindible. Una delicia de principio a fin que se hace corto con sus 5 canciones. La otra charla es con Caustic Roll Dave, misterioso personaje que dedica su tiempo a convertir el blues en algo actual. Un atípico one-man-band que será carne de los ataques de los tradicionalistas y los talibanes del blues, pero que ha editado un disco con muy buenos de interesantes momentos. Tampoco dejen pasar lo que más me ha sorprendio de la revista. Nuestro “amigo” El Profesor Castarnado reseñando el último disco de Marilyn Manson. Casi nada. Y vale, lo confieso. No conozco de nada a los tipos de la portada.

Sonando: Long Drive de Caustic Roll Dave

viernes, julio 06, 2012

El decálogo integral

El mes pasado se publicaba en el Ruta mi reseña sobre este impresionante cómic. Obra maestra.


Impresionante obra coral, no sólo en cuanto a su tamaño, sino también en lo que respecta a su contenido. Publicado originalmente en 11 volúmenes, esta recopilación incluye además interesante material extra que complementa a la perfección una obra con espíritu de Best-Seller. Todo gira alrededor de un manuscrito, el Nahik, que puede cambiar la manera en que se concibe el Islam en nuestros tiempos si llega a hacerse público y que, como no, pasando de mano en mano será motivo de intrigas, confabulaciones y, sobre todo, muertes. Articulado a partir de historias independientes en las que el manuscrito sirve como hilo conductor, el voluminoso tomo transcurre con rapidez y ansiedad ante los ojos del lector que acaba atrapado en la vorágine de misterio de un guión que camina un paso por delante de los dibujos. Que no les asuste su espectacular número de páginas. Lleno de ritmo y dinamismo, los tomos se devoran con facilidad consiguiendo una sensación de “enganche” muchas veces reservada para la lectura novelesca. Prueben y verán.

Sonando: Lucky Man de Jimmy LaFave

jueves, julio 05, 2012

Cory Chisel and The Wandering Sons , viejos creyentes


Si el primer disco que llego a mis manos de Cory Chisel me dejó frío, frío, con este Old Believers me ha pasado todo lo contrario. Desde luego que rápidamente fuera encumbrado como el nuevo Ryan Adams no le ayudó demasiado. Y es que esa etiqueta, habitual de unos años a esta parte, pesa tanto como en los 70 pesaba la de nuevo Dylan. La de músicos que quedaron en el arcén por culpa de esa pesada losa. Y curiosamente este disco llega grabado por alguno de los Cardinals que acompañaron a Adams.

Esto es otra cosa. Brendan Besnosn se ha encargado de producir estas once canciones en los estudios Welcome to 1979 de Nasville y el resultado es más que destacable. Desde su tema inicial, «This Is How It Goes», cantado curiosamente no por Chisel sino por una excelente voz femenina, hasta la grandeza del segundo tema, «I’ve Been Accused», probablemente el mejor de la corta carrera de Chisel y que me recuerda muy mucho a las canciones de mi adorado Will Hoge. En Old Believers se dan la mano no sólo diferentes estilos sino también diferente épocas. Y ahí es donde, para mi gusto, patina ligeramente, en los dos o tres temas demasiado modernos y que no encajan del todo en el espíritu roots del disco. Pero a pesar de esa anécdota sigue siende de notable alto. Lleno de carácter y personalidad, dejando que Benson aporte su saber para las buenas melodías. Me encanta el guiño a Dylan que es «Times Won’t Change». Parece decir, lo siento Bob pero nada va a cambiar. O «Over Jordan», deliciosamente góspel-blues. No es un disco de 10. Pero es que quizá le otorgamos esa puntuación con demasiada facilidad a muchos trabajos que no lo merecen. Dejémoslo en un 9.

Sonando: Over Jordan de Cory Chisel

miércoles, julio 04, 2012

Ruta de verano


Ya anda por los quioscos, como no puede ser de otra manera, el Ruta de los meses de julio y agosto. Encabezado por una portada veraniega como pocas. Claro, los Beach Boys. Su vuelta con Brian Wilson y el concierto en Barcelona son de las grandes noticias musicales de la temporada. Jaime Gonzalo los despacha en cinco suculentas páginas. Ojo al espectacular reportaje que el maestro Beteta le dedica a la gira yanqui de los Sex Pistols. Original e impagable. Los Sadies y su alianza con André Williams se llevan el honorífico título de disco del mes. Vale la pena. Ya saben lo que opino de los canadienses. Una de las grandes bandas de la actualidad. Carlos Zanón y su espléndida pluma nos deja la segunda parte de su macro reportaje dedicado a los Bee Gees, Fernando Navarro entrevista con maestría a Willie Nelson y Alfred “Coco” Crespo repasa a fondo la boxset que acaban de editar Los Enemigos tras su sonado retorno. Yo sumo a mis habituales noticias, libros, discos y películas una entrevista con Lincoln Durham, autor de un espléndido disco ya tratado por aquí, otra con Julián Maeso, al que se le pueden aplicar las mismas palabras, y finalmente una con Manolo Breis que al fin parece haber dejado atrás las etiquetas quiquegonzalianas ¿No se ven en la playa con una buena copa al lado y devorando sus páginas? Yo sí.

Sonando: Desde el Jergón de Los Enemigos

martes, julio 03, 2012

Burning. Madrid, páginas que arden


Mañana es otro día importante para 66rpm Edicions. Quizá el que más. Su ideólogo, su mecenas, su cabeza visible presenta su primer libro en solitario. Una obra que muchos llevábamos demasiado tiempo esperando. Él el que más. Necesitaba acabarla y lo ha hecho. Su gran debut. Él dice que ahí se queda pero yo ni me lo creo ni le voy a dejar. Porque Alfred “Coco” Crespo escribe tan bien y tiene tanto que contar que debemos exigirle que repita una y mil veces esta experiencia. Burning. Madrid. Así de sencillo. Así de contundente. Ese es el nombre de la obra y, como he tenido el placer de leerla antes de que se publicara, les aseguro que es una maravilla. Desde ya entre las mejores biografías que nunca se han dedicado a algún artista nacional. Porque Coco huye de fechas, de detalles obsesivos, y de listas de canciones para centrarse en los sentimientos. En la construcción de la historia de una banda esencial (quizá la que más) para entender el rock en este país a través de actitudes, de anécdotas, de momentos vitales. Sin posicionarse. Sin decir quién tenía o no tenía razón en los momentos más conflictivos, que los hubo, de un grupo que pudo y debió ser muy grande. Dejando que hablen las palabras. Esas palabras tan bien escritas. Tan sencillas. Llámenme pelota. No en vano es el director de la editorial en la que se publicaron mis libros y además, es mi amigo (esto es lo que más me enorgullece). Pero para mí Coco es el mejor. El que mejor escribe de música en este país. Porque cuando lo hace no piensa en ganar un Pullitzer o un Cervantes, no quiere parecer el más listo, no busca expresiones rocambolescas. Utiliza un lenguaje cercano. Es un tío normal y así escribe. Y no se equivoquen. En esa normalidad está su grandeza. Mañana es su gran momento, la presentación, y yo estaré allí, sin dudarlo. Para estar a su lado. Porque lo merece y porque, repito que me gusta como suena, es mi amigo. Encima podré disfrutar de Justo y Los Pecadores y de Julián Dinamita y Los Chicos del Drugstore haciendo versiones de Burning. Yo no me lo perdería. De hecho no me lo perderé.  A las 20:00 h. En El Musica Hall de Barcelona. Ya saben.

Sonando: Las chicas del Drugstore de Burning

lunes, julio 02, 2012

Jerry Jeff Walker revisitado


Ronald Clyde Crosby es el nombre verdadero que el pasaporte Jerry Jeff Walker. Nacido en 1942 cerca de Nueva York, pasará a la historia de la música de raíces por «Mr.Bojangles» aunque el tipo tiene una carrera detrás de esas que asusta. Empezó a publicar discos en 1967 y desde entonces no ha parado. Un tipo que empezó como miembro de la guardia nacional, de la que acabó desertando para dedicarse a la música. Eso le llevó a pasar por sitios tan conocidos como el Greenwich Village a principios de los 60, No fue hasta 1966 que decidió cambiar su nombre por el de Jerry Jeff Walker. Y en 1968 grabará el disco que supondrá un antes y un después en su carrera, Mr. Bojangles, ayudado por David Bromberg. 36 discos ha editado hasta su último Moon Child de 2009. Casi nada. Su nombre se ha asociado, de una forma u otra,  a gente como Bob Dylan, Guy Clark, Waylon Jennings o Townes Van Zandt. Y sus canciones han sido versionadas por gente como Nina Simone, Neil Diamond, Sammy Davis Jr. o hasta ¡Robbie Williams!(sic)

Todo esto no hace sino justificar que alguien tan interesante como Todd Snider haya decidido dedicarle su último disco. Un verdadero acierto rendir homenaje a alguien mientras está vivo. Y es que el amigo Todd asegura que uno de los motivos para dedicarse al mundo de la música fue ver en directo a Jerry en 1970. “Lo que cantó aquella noche me hizo sentir como un espíritu libre”, asegura Snider.  “Sentí que yo también podía ser un escritor de canciones, y como la vida que había llevado hasta entonces no tenía valor”, continúa. Así que, de alguna manera, se lo debía. Time As We Know It es el resultado. Un disco de 14 canciones producido por Don Was que es realmente fantástico. Acompañado de una banda formada para la ocasión bajo el nombre de Great American Taxi, llegaron a grabar 30 versiones de Walker para acabar quedándose con 14. “Me encanta cuando la gente me dice, Todd, has escrito las mejores 14 canciones de tu carrera. Ese es el verdadero homenaje a Jerry”.

Sonando: Jaded Lover de Todd Snider