domingo, mayo 31, 2015

Willy DeVille y sus grandes éxitos

Para el coche. Esa es una buena opción de compra de este recopilatorio del gran Willy DeVille tanto en su etapa en solitario como al frente del proyecto Mink DeVille ¿Por qué? Pues básicamente porque me extrañaría que algún fan del pirata más encantador del rock no tuviera alguna de estas grabaciones en sus correspondientes discos y este grandes éxitos se me hace ideal para llevar en largos trayectos de carretera. Eso sí, aquellos que no conozcan al de Stamford ya pueden hacerse con él y descubrirán a un artista de esos que no se pueden olvidar. Pueden incluirse en esta última categoría aquellos que al ser consultados sobre Willy te responden “sí, el de «Demasiado Corazón»”.

Tres discos que recorren toda su trayectoria, desde los inicios en 1976 hasta su muerte en 2009. En los dos primeros compactos no falta ni un clásico: «Spanish Stroll», «Cadillac Walk», «Savoir Faire», «Hey Joe», «I Call Your Name», «Across the Borderline», «Stand By Me» y así hasta cuarenta temas. El tercero se deja para arrezas, participaciones en bandas sonoras, remixes, grabacions en directo o en estudio y la innecesaria versión de «Cuéntame Un Cuento» (sic) junto a Celtas Cortos. Un lunar en una carrera impecable.

Reseña publicada en www.ruta66.es

Sonando: Even While I Sleep de Willy DeVille

jueves, mayo 28, 2015

A 45 rpm. Nu Niles –Haircut Boogie



Hoy los Nu Niles (o lo que queda de ellos) están en boca de todos. Su presencia como acompañamiento de Loquillo ha sorprendido a propios y extraños. Al menos a aquellos que no conocían de su música. Al resto no nos ha pillado desprevenidos que, en este caso para Mario Cobo y Blas Picón, todo sean parabienes. Cosas del mainstream.

Hace unos días servidor andaba metido de lleno en un cambio de estanterías de lugar. Trabajo doméstico poco apetecible y cansado donde los haya. Cual fue mi sorpresa cuando al retirar uno de los dichosos pueblecitos de la pared me encuentro debajo y con la portada semi rota (con el subsiguiente cabreo) el primer EP editado por los Nu Niles. Cierto es que sigo enfadado conmigo mismo por mi falta de cuidado, y que la portada del hoy inencontrable single está echa trizas, pero al menos el interior está impecable y me sirvió para recuperar a aquellos primerizos rockabillys en mi plato ¿Quién le iba a decir en aquel lejano 1998 a Mario Cobo, casi difuminado en la foto de portada, que casi veinte años después el proyecto que se convertiría en suyo acabaría dando nuevo bríos a Loquillo, y que Miguel Ángel Garro, cantante de aquel EP, sería telonero de la misma gira con su proyecto actual, The Velvet Candles? Pero es que, aunque lejos de lo que ahora ofrecían en sus últimos tiempos como trío, los Nu Niles entonces ya tenían la esencia de algo que olía muy bien.

Cuatro canciones que son la semilla de una carrera electrizante y tan destacable como injustamente discreta. Cara A para el «Dark Skin» de Miguel Ángel y el «Out of Business» de Cliff Bruner & His Texas Wanderers y una B reservada para que Cobo empezara a mostrarse como el excelso compositor que es con «Rock-A-Duba», a medias con Garro, y el tema titular del lanzamiento, «Haircut Boogie», uno de los clásicos iniciales de la banda.  Una joya.

Sonando: Haircut Boogie de Nu Niles

miércoles, mayo 27, 2015

Los Deltonos, mirar atrás



La canción que cierra la versión en vinilo del disco de debut de Los Deltonos es «Mirar Atrás». Y eso es precisamente lo que hace la banda cántabra para el séptimo aniversario de la Sala Rocksound de Barcelona, ya saben, mi segunda casa. En formato trío, como en aquellos ya lejanos primeros tiempos, Hendrik Röver, Iñaki García y Pablo Z (prescindiendo esta vez del enorme Fernando Macaya) interpretarán las canciones de aquellos dos primeros discos que nos hicieron a todos “enfermar de deltonismo”. Las canciones de Tres hombres enfermos y Bien, Mejor formarán la base de un concierto histórico e irrepetible que, además, se grabará en directo y del que esperamos futuro reflejo en disco. Las entradas volarán. Estoy seguro. Eso sí, para hacerse con ellas aún están a tiempo en la misma sala. Por cierto, son bien bonitas.

Sonando: Un hombre enfermo de Los Deltonos


martes, mayo 26, 2015

Whitey Morgan, el último de los rednecks



Vuelve el fuera de la ley de Michigan y no puede uno sino reverenciarle de nuevo. Porque a Whitey Morgan hay que reconocerle mantener el género redneck y outlaw como pocos. Lo hace con discos de esos que te atrapan, que no puedes parar de escuchar y, sobre todo, de tararear. Si Honky Tonks and Cheap Motels, lanzado en 2008, era una auténtico ejercicio de estilo, su disco homónimo de 2008 no le andaba a la zaga, con homenajes incluidos a Dale Watson, Billy Don Burns o Johnny Paycheck. El año pasado nos sorprendía con un espléndido directo grabado a principios de la década y un impactante álbum acústico dedicado a su abuelo, Grandpa’s Guitar.

Sonic Ranch supone sus vueltas al country y el konky tonk instrumentado, tan crudo como nos tiene acostumbrado en sus composiciones y con una elección magistral en las versiones. Adorable ese «That’s How I Got To Memphis» de Bobby Bare y sublime la revisión de ese himno que es «Still drunk, still crazy, still blue» del gran Scott H. Biram. Tan auténtico que es capaz de diseñar las camisetas de su merchandising con un “Fuck Country Pop” que tira con bala. Y es que, aunque sus ideas políticas son cuanto menos discutibles, su música es una auténtica maravilla para los amantes del género.

Sonando: Still drunk, still crazy, still blue de Whitey Morgan & The 78’s




lunes, mayo 25, 2015

Gill Landry, los frutos de OCMS



Los que hayan descubierto tras este nombre a uno de los miembros fundadores de los exquisitos Old Crow Medicine Show ya tienen un quesito más para su Trivial rockero. Y ahí se acaba la cosa. Porque bastante poco tiene que ver este tercera incursión  discográfica (teniendo en cuenta Piety & Desire y la banda sonora de The Ballad of Lawless Soirez) con lo que hace la banda de Virginia. Landry, que además de músico es fotógrafo, pintor, mecánico e inventor, se olvida de los sonidos cercanos al bluegrass y se centra en texturas absolutamente folkies. Las melodías vivas, frescas y alegres han dejado paso a un hastío vital que se traduce en un trabajo vocal denso para acompañar a historias donde el protagonismo se lo llevan la tristeza, la desesperanza y el desamor. “Pensando en viejos amores y vestidos de boda, paso el tiempo”, canta sin rubor sumergiéndose en una oscuridad permanente en todo el disco ¿Es esto una crítica? No. De hecho difícilmente podría esperarse que Landry, haciendo lo mismo, superara las cotas de calidad de los excelsos OCMS. Así que optar por otras vías no solo era recomendable sino inteligente. Canciones excelentes como «Funeral In My Heart», «Emily» o «Lately Right Now» no hacen sino darle la razón.

Reseña del dico homónimo publicado en la revista Ruta 66.

Sonando: Take this body de Gill Landry

 

jueves, mayo 21, 2015

Lydia Loveless, confirmando lo apuntado



Espléndido concierto el ofrecido por Lydia Loveless el pasado martes en Barcelona. Había ganas de ver a la menuda songwriter de Ohio en la ciudad después de la anulación de su anterior gira. Y no defraudó. Venía a presentar las canciones de su reciente Somewhere Else, aunque no le hizo ascos a sus discos anteriores con paradas efectivas, sobre todo, en Indestructible Machine. Lástima que de éste se saltara un himno como «Steve Earle», mi canción favorita de su repertorio. Aunque lo compensaron excelentes versiones de otras de sus canciones como ese «Wine Lips» convertida en mi favorita del lote. Lástima que la banda se quedó simplemente en aceptable. No desentonaron, pero tampoco destacaron y se quedaron muy por detrás del carisma de su jefa. Una Lydia espléndida a la voz, cargada de magnetismo y con la seguridad que da un repertorio aplastante. Que solo tenga veinticinco añitos no deja de ser una garantía para seguirle los pasos. Como llevamos haciendo un tiempo, vamos.

Sonando: Wine Lips de Lydia Loveless

PS: Photo by Rachel Chinaski

lunes, mayo 18, 2015

Rescatando a Ringo


Cuando llega a mis manos la copia promocional del nuevo disco de Ringo Starr, “Postcards from paradise”, sé que voy a volverlo a hacer. Una vez más lo compararé con aquel álbum que me cautivó en 1973 del Beatle simpático. El narizón de la batería de los cuatro fantásticos. Pero, ¿cómo no caer de nuevo en el mismo error? Aquel era un disco grandioso, así que me hago una promesa. Primero uno y luego, a la estantería a por el otro. Resultado, uno a cinco. Ains.

El 3 de enero de 1970 se graba ‘I me mine’, última canción nueva de los Beatles en estudio. El 10 de abril, Paul McCartney anunciaba oficialmente lo que era un secreto a voces: el grupo se había separado y daba por finiquitada su carrera. Poco antes, en marzo, Ringo Starr había publicado su debut en solitario, “Sentimental journey”, una recopilación de clásicos del jazz de principios de siglo reversionados. Apenas seis meses después, hace lo propio con “Beaucoups of blues” y esta vez clásicos del country. De tibia respuesta tanto comercial como de crítica, la cosa parecía confirmar algo que siempre había sobrevolado a los Fab Four: que él era el Beatle con menos calidad. Por lo menos hasta que “Ringo” (1973) puso las cosas en su sitio. Número 2 en la lista de “Billboard” americana, 7 en la lista de singles de Reino Unido, 1 en Canadá y disco de platino con más de un millón de copias vendidas, este elepé de título homónimo certifica que Starr era más que una mera comparsa de sus tres célebres amigos.

Canciones de sus excolegas John Lennon, Paul McCartney o George Harrison, temas propios o colaboraciones compositivas, especialmente con este último, y revisiones del “Have you seen my baby” de Randy Newman y de “You’re sixteen”, tema popularizado por Johnny Burnette, conforman el grueso del trabajo. Aunque probablemente la clave del excelente resultado esté en la banda. Una auténtica pléyade de estrellas encabezadas por los otros tres Beatles a los que se añaden gente como Marc Bolan, Garth Hudson, Jim Keltner, Robbie Robertson, Billy Preston, Bobby Keys, Steve Crooper, Rick Danko, David Bromberg, Levon Helm, Harry Nilsson….Una inacabable lista que inevitablemente provocan que el álbum alcance la categoría de mítico. Oírlo es confirmar las sensaciones que transmiten los créditos. Imaginen.

Publicado en www.efeeme.com

Sonando: You're Sixteen de Ringo



jueves, mayo 14, 2015

Los Lobos, poder es querer



Habitualmente se sostiene y se puede leer que Los Lobos empezaron su carrera con el disco Just Another Band From East L.A. publicado en 1978, pero la cosa no es del todo cierta. Dos años antes, con la banda todavía en ciernes, el productor Art Bramblia andaba metido de lleno en la realización de un disco dedicado al sindicalista César Chávez (no confundir con el ex presidente de Venezuela). Para acompañara a algunos artistas que tenía en mente acabó convenciendo a un grupo que le daba al folklore mexicano y que, claro está, se trataba de nuestros lobunos amigos, que acabaron convirtiéndose en el centro de un disco que ahora se reedita y cuyas ventas en su día se destinaron a la Unión de Campesinos de Estados Unidos. Hidalgo, Rosas y compañía dan soporte a las voces de Carmen Moreno, Geree González o Raúl Bamblia en canciones tradicionales de protesta tan conocidas como «Mujeres Valientes», «De Colores» o la imprescindible «Yo Estoy Con Chávez», escrita sobre la melodía del clásico «This Land Is Your Land» de Woody Guthrie. Una oportunidad de oro para conocer los cimientos de una banda que iba a ser muy grande.


Reseña del disco Sí Se Puede publicada en Ruta 66 325

Sonando: Yo Estoy Con Chávez de Los Lobos


martes, mayo 12, 2015

El poder sanador de Jimbo Mathus



Inconmensurable. No falla. Y además este disco me ha pillado por sorpresa. Reconozco que no sabía que lo estaba grabando. Pensaba que liándose en cosas como las Picnic Sessions junto a Ian Siegal tenía suficiente. Pero Jimbo es un currante incansable, y además de los buenos. Sus discos se cuentan por maravillas y no parece dar puntada sin hilo. Blue Healer es otra obra espléndida. La stoniana «Shoot Out The Lights», ese lisérgico country cósmico de «Coyote o esa delicia gospel llamada «Sometimes  Worry». Todo es perfecto. Con Jerry Lee Lewis, Mick Taylor, Jim Dickinson o Delanney & Bonnie continuamente en la mente mientras esas doce canciones van haciendo mella, sin parar, en tu alma. Las tarareas, dejas que te estremezcan, las silbas o directamente las gritas al viento. El poder sanador de la música en una docena de cortes. Pura magia. Como esa especie de chamán en el que se aparece Jimbo convertido en portada. No hay más.

Sonando: Ready to Run de Jimbo Mathus


lunes, mayo 11, 2015

Manolo Breis y su adiós a Barcelona

Manolo Breis se vino a mi ciudad, Barcelona, en busca de una oportunidad para su música. Creía que dejando Murcia, su ciudad natal, y aposentándose en uno de los dos colosos urbanísticos del país la cosa le iría mejor, parapetado detrás de sus excelentes canciones. No ha sido así. Breis se vuelve a su tierra y se despide de la Ciudad Condal con este 14 Pla de Plau. “Vas a coger el autobús, esperas al 14, ves la ciudad y te bajas en Pla de Palau”, les decía en una entrevista a los amigos de Moure Soroll.

Un disco este en el que Breis apuesta por un lugar real, en contraposición a aquella Verna imaginaria que se convertía en eje central de su anterior trabajo. El músico apuesta por la Barcelona que le ha acogido (“le debía una referencia a esta ciudad que tan bien me acogió y me cuidó”), la de los rincones por descubrir, la de los bares bohemios y la de los paseos a la luz de la luna cerca del mar. Con textos cargados de costumbrismo, pero también de reflexión; aumentando el riesgo en las melodías y la construcción de canciones, dando así un paso más en su remarcable carrera. Breis se vuelve a su tierra, pero no se va de vacío: se lleva experiencias y un crecimiento incuestionable que agradece desde las nueve canciones de este álbum. Ya saben eso de que es de bien nacidos….

Reseña publicada en www.rockonmagazine.es 

Sonando: El Camino de Manolo Breis

jueves, mayo 07, 2015

Sábado de velas, Lobos y GTs

Se acerca la fecha. El próximo sábado servidor cumplirá cuarenta añitos y ha decidido hacerlo sobre un escenario. Lo hago con mi banda. Con mi proyecto de siempre. Y con la sensación de que es la mejor que he tenido nunca, a pesar de que por ahí hayan pasado gente como Joe Traveller, Willy Tornado o Santi Campos. Sin ellos, lo del sábado tampoco sería posible.

Sobre las tablas, esta vez, estará David Martínez, el único que comparte conmigo el haber estado siempre ahí. Por eso se merece ser el primero. Por eso y porque no hay mejor baterista que él. Lo afirmo rotundo. La suerte de esta banda es haber tenido siempre al mejor que podía tener a las baquetas. Encima, puedo pasar seis meses sin verlo ni hablar con él pero se que ahí tengo un amigo. siempre me lo ha demostrado. El orden del resto da igual, porque los quiero a todos. Álex "Baby Lagarto" a la guitarra y al soporte de mis ideas. Él me escucha y cuando acabo me dice "Eduarrrrr, va a ser que no". Eso el 90% de las veces. El otro 10%, que no es poco, me ayuda a ponerlas en marcha. Un puto crack que os va a dejar boquiabiertos cuando lo veáis tocar «Walkin Song». J.J. "Petit Cabroin" Extremera es otro de los veteranos. Yo quiero un J.J. siempre en mi vida, os lo aseguro. Tener un amigo cerca es lo mejor y aunque él no lo sabe, es un músico cojonudo. Suerte que los demás lo sabemos hace tiempo. A Juan Carlos Luque, el hombre detrás del personaje, tuve que engañarlo. No podía deshacer la sociedad que forma con David. Ellos eran la base rítmica de los Makovskis. Un sueño. Y ahora son la de mi banda. Él es el sentido del humor en los ensayos. Y además es más bueno que el pan. Finalmente estará Ferran Resines, que después de tocar mañana con Carlos Cros, abriendo para Leiva, se dejará caer para aportar su acordeón. Otro monstruo. Para que os hagáis a la idea, estuvo medio ensayo tocando un disco diferente al que tocábamos los demás y no nos dimos cuenta. Cosas de equivocarse en el disco a ensayar. Porque esa es otra. Nos subimos a las tablas del Rocksound para hacer el And A Time To Dance de Los Lobos íntegro. Un reto emocionante. Versionar a una de mis bandas favoritas para celebrar mi cumpleaños.

Cuando acabemos, Hendrik Rover y sus Míticos GTs nos tocarán su disco y algunos temas de NRBQ. Casi nada ¿Qué aún no tienes entrada? Fácil, Atrapalo o Discos Revólver. Os espero.

Sonando: Anselma de Los Lobos

miércoles, mayo 06, 2015

Chris Stapleton, country & soul de alta graduación



El 24 de septiembre de 2010 hablaba por primera vez en estas páginas de The Steeldrivers. Lo hacía rendido a la voz de su cantante, Chris Stapleton que acababa de dejar la banda para ceder su puesto de vocalista a Gary Nichols, decisión que califiqué de imprudente o temeraria. Desde entonces, Stapleton se ha dedicado básicamente a componer para otros y ha obtenido cinco números uno en las listas (como compositor) convirtiéndose en un songwriter más que solicitado. Kenney Chesney, Darius Rucker, Dierks Bentley y hasta Adele se han beneficiado de su habilidad. Mientras, su ansia de escenarios la saciaba liderando a The Jompson Brothers, con los que llegó a telonear a Zac Brown Band.

Pero lo que muchos queríamos era un disco en solitario suyo y ese se publicaba ayer, 5 de mayo. Traveller se titula y es una maravilla. De lo mejor que ha caído en mis manos este año. Rolling Stone dice de él que “Stapleton es un compositor magistral , su voz country/blues recuerda a un Gregg Allman encerrado en las minas de carbón de Kentucky. Tu cabello volará al viento y sentirás cada palabra de lo que canta”. Y es que, sin duda, estamos ante un álbum cinco estrellas. Probablemente el que muchos desearíamos que hiciera Mike Farris si se alejara algo del soul. Poco importa que su debut, hace ya tiempo con el single What Are You Listening To?, fuera un fracaso comercial. Esto no debería volver a suceder. El de Kentucky está espléndido tanto en los temas propios como en dos versiones que borda, especialmente en el «Tennessee Whiskey» que encumbró George Jones. Country and soul de muchos, muchos, muchos quilates.

Sonando: Traveller de Chris Stapleton


martes, mayo 05, 2015

Bob Wayne, versiones a destiempo



No soy sospechoso. Llevo siguiendo al bueno de Bob Wayne desde sus inicios, prácticamente. Lo he visto en directo todas las veces que ha visitado nuestro país y tengo todo lo que discográficamente se puede tener de él. A pesar de eso, afronto la escucha de su nuevo Hits de Hits, disco de versiones, con algo de pereza. Por varias razones. En primer lugar, la lista de temas escogidos y filtrada previamente por Internet no me convence. Demasiado evidente. Preferiría ver al bueno de Bob haciendo en clave outlaw temas de ese metal más oscuro que tanto le gusta que no «I Shot The Sheriff» de su tocayo Marley. En segundo lugar, se me antoja demasiado pronto como para que Wayne afronte un disco entero de versiones, aunque eso es decisión suya y poco o nada puedo ni debo reprocharle. Finalmente, Hayseed Dixie llevan en activo desde 2001 ¿A qué viene eso? Pues a que los de John Wheeler llevan más de diez discos llevándose al terreno hillbilly y bluegrass temas de ACDC, Kiss, los Stones, Led Zeppelin o Alice Cooper. Así que la posible “novedad” que puede esconderse en la idea se disipa por completo.

La cosa empieza con el «Rock and Roll» de Led Zeppelin. Claro, temazo, buen intérprete y buenos músicos ¿Alguna queja? No, carne de pinchada fija. Tras ello «Skyfall» de ¡Adele! Oigan, pues funciona mejor que el «Sweet Child O’Mine» que le sigue, descafeinada a todas luces. Igual que el «Sympathy for The Devil» de lso Stones o el ya citado «I Shot the Sheriff». Con «Crazy» de Gnars Barkley la cosa vuelve a funcionar por la sorpresa de un tema conocido en otros terrenos e inimaginable en este. «Under the bridge» de Red Hot Chili Peppers aporta poco incluso a la original mientras que «Radiactive» de Imagine Dragons es una canción con demasiado poco empaque como para sacarle algo. Luego «Come Together» de los Beatles excesivamente forzada, una buena «Disturbia» de Rihanna (glups) y una notable «The Kids Aren’t Alright» de The Offspring. «All About The Bass» de Meghan Trainor supone el momento vergüenza ajena del lote. No diré más. Por suerte está el «Crazy Train» de Ozzy Osbourne para cerrar dignamente el disco. Por los pelos.

Sonando: Crazy Train de Bob Wayne


lunes, mayo 04, 2015

Lee Harvey Osmond, hermosas cicatrices



El grupo de folk-rock psicodélico canadiense encabezado por Tom Wilson, que también deja su sello en Blackie & The Rodeo Kings, llega a su tercera referencia con este Beautiful Scars. Producido por el Cowboy Junkie Michael Timmins, colaborador habitual del grupo, el álbum los confirma como una de las más firmes realidades del rock norteamericano.

Ellos mismos dicen que entre sus influencias básicas se encuentra el primer Mike Scott, Howlin’Wolf y Roy Loney, y aunque algunas son más evidentes que otras, la cosa no va desencaminada. De estas “bellas cicatrices” lo primero que llama la atención es el tratamiento vocal que se convierte en un eje fundamental para entender la sonoridad de la banda. Gracias a ella piezas como «Come And Go» inquieta hasta casi aterrorizar o «How Does It Feel» adquiere una belleza inesperada. En segundo lugar, no se puede reseñar este disco sin hablar de la excelente pedal Steel guitar de Aaron Goldstein, habitual de Elliott Brood. Un instrumentista insuperable que pone la nota de calidad cada vez que su instrumento hace acto de presencia. Quizá por eso «Hey, Hey,Hey» en la que su protagonismo es evidente s eme antoja de lo mejor del lote.

He tocado rock and roll toda mi vida, pero siempre me he considerado a mí mismo un cantante de folk”, confesaba Wilson hace un par de años al Huffington Post. Lee Harvey Osmond no es más que el intento de plasmar esas palabras en forma de canciones.

Publicado en www.ruta66.es

Sonando: Come And Go de Lee Harvey Osmond