Dani Nel.lo, oda al saxo en Barcelona

Se presentaba el veterano músico barcelonés en la sala Luz de Gas para presentar los temas de su nuevo trabajo, “Sax-O-Rama”. Un disco en el que Dani Nel.lo persigue y consigue sonar como los discos que los instrumentistas que tanto admira grababan en los sesenta y los setenta. Nombres como los de King Curtos o Lee Allen. Y álbumes que giran alrededor de un instrumento convirtiendo a este en el protagonista absoluto, por encima incluso de su contenido. Más o menos lo mismo sucede con su directo. Un show en el que se hace acompañar de músicos del calibre de Mario Cobo o Dani Baraldés en las guitarras, Anton Jarl en la batería y Santi Úrsul al bajo.

Podría tener el oyente la tentación de pensar que al haber dos miembros de su banda actual, Mambo Jambo, la cosa no diferiría en exceso de lo que estos hacen en escena, pero la cosa no va por ahí. Porque si los Mambo funcionan como cuatro personalidades distintas que confluyen en un sonido único y festivo, aquí el protagonismo, una vez más, se lo lleva el instrumento. El saxo. Más allá incluso de las manos que lo tocan. Sin que por ello falten excelsos solos de guitarras o que la sección rítmica tenga sus momentos de gloria. Da igual. Todo parece confluir hacia el mismo objetivo. El brillo de un instrumento en temas de aires pantanosos, blues, jazz accesible o simple rock and roll. Lástima del escaso minutaje y la sorprendente poca presencia de público, porque conciertos como este son tesoros que guardar bajo llave.

Publicada en www.efeeme.com 

Sonando: Chili Negro de Dani Nel-lo

Steven Munar y sus pecadores de Nashville

En 1969 Bob Dylan publicaba su noveno disco en estudio y volvía a sorprender, esta vez, haciendo un disco muy cercano al country, Nashville Skyline. Su voz, sensiblemente diferente, se acercaba a los parámetros de los grandes del género e incluso se hizo acompañar por su amigo Johnny Cash en su autorevisión de «Girl from The north Country».

Cuando le pedimos a Steven Munar que participara en el ciclo Cara a Caraperro también me sorprendió al escoger este disco de Dylan para revisitarlo. Me chocó que me contara que era su favorito y que de jovenzuelo lo escuchaba sin parar. Acabó de noquearme cuando me aseguró que iba a montar una súper banda para que lo acompañaran en su interpretación completa del disco. Se trata de The Nashville Sinners y tras ese nombre se ocultan buena parte de Justo y Los Pecadores. La cosa puede ser de órdago y seguro, seguro, que no va a sonar convencional. Yo no me lo perderé y ustedes tampoco deberían. Mañana en el Rocksound y entradas a precio de risa, con CD de regalo, todavía en Atrapalo.

Sonando: To be alone with you de Bob Dylan

Lee Bains III & The Glory Fires, verdaderos triunfadores del Azkena 2015

Llevo tiempo dando la brasa con ellos. Su primer disco entró en mi lista de lo mejor del 2012, el segundo lo elegí entre mis discos favoritos del 2014, lo reseñé como disco del mes en el número de Ruta 66 de junio de 2014 y este mismo mes se publica en la misma revista mi entrevista con él. Lee Bains. Por eso, ver su concierto en el Azkena y comprobar que muchos opinan (como yo) que fue lo mejor del festival me hincha como un pavo.

El de Alabama estuvo espléndido, cargando su actuación de espíritu punk y haciendo un auténtico máster avanzado para que los presentes supieran qué es en definitiva un concierto de rock and roll. Actitud, energía, rotundidad, sin que ello estuviera peleado con tener un repertorio cargado de buenas canciones. The Glory Fires, su banda, sonaron engrasados, crudos y no dudaron en igualar la actitud escénica de su líder. Un placer para los oídos y también para la vista. Eso es solo rock and roll, pero por eso nos gusta.

The real Alabama rock and roll dicen de ellos. Algo por lo que le pregunté en la entrevista routier y a lo que me contestó “Bueno, eso es solo un subtítulo comercial en las línea de lo que hacían con el blues, ya sabes, ¡Muddy Waters, The Folk Blues Real!…Hablando en serio, creo que me gusta esa definición porque representa lo que me interesa: explorar a través de esas canciones y grabaciones de un lugar específico. Ya sabes, la identidad a través del lugar, la cultura y la autenticidad”. Autenticidad os sobra y todo el resto también Lee. Gracias por lo del viernes.

Sonando: What’s Good and Gone de Lee Bains III & The Glory Files

Planning para el Azkena 2015

Llega uno de esos momentos del año que uno espera con emoción: el anual desplazamiento hasta Gasteiz para disfrutar del Azkena, cosa que implica reencontrarse con buenos amigos. Como en todos los festivales, es necesario montarse un itinerario para no caer devorado en la vorágine de conciertos. Yo ya tengo el mío y creo que la cosa me sale bien apañada.

Viernes

Dubrovniks o Last Internationale: empiezo a las 18:50 y supongo que optaré por los primeros por eso de que ya he visto a los segundos. También dependerá de mi estado mental y edl estilo de música que requieran mis neuronas en ese momento, pero intuyo que los australianos se llevarán la palma.

JD McPherson: Esto es evidente. McPherson es un crack en lo suyo y creo que será la verdadera chispa de arranque del festival.

D-Generation/White Buffalo: Momento duda. El único para mi de todo el fetsival. Me apetece ver a Malin & Co. pero más a White Buffalo. Supongo que optaré por un par de temas de D Generation y el resto nos iremos con el de Oregón.

Television: Tras lo visto el año pasado con Violent Femmes no espero demasiado de Tom y sus secuaces, pero igual me sorprendo. Veremos. Si no,s erá el momento de cenar.

Lee Bains III: Seguro que va a ser uno ed los bolos del festival y va a sorprender a muchos. He apostado por él desde que conozco su música y nunca me ha fallado.

ZZ Top: Infalibles. Leyendas. Mitos. Obligado.

L7: Fin de fiesta para sentir que volvemos a los 90. No sé cómo irá el bolo pero a esas alturas supongo que me importará poco y lo disfrutaré.

Sábado

Cracker: a pesar de que a priori el cartel del viernes me gusta más, me queda un sábado bien majo empezando con Hickman y Lowery  a las 19:45 h. Pinta a bolazo porque vienen con un discazo.

Reigning Sound: Otra cita ineludible. Uno de mis discos del año pasado. Muchas ganas.

John Paul Keith: siempre que he visto al bueno de JPK no em ha defraudado. Me encantan sus discos y me encanta su propuesta retro-moderna.

Mastodon: Momento cena y visionado alejadito del escenario. Em interesan poco pero no hay nada más a esa hora.

OCS: en los noventa yo no era de Oasis ni de Blur, sino de Ocean Colour Scene. Tengo todos sus discos (incluso los malos). Si no van tan pasados como la última vez que lso vi pueden hacer algo recordado.

Wovenhand: el reverendo cerrará mi festival con un sermón de los que me gustan. Otro que nunca falla en un escenario.

Sonando: El cerrito de Cracker

Felicidades «Like a rolling stone»

Pocas canciones consiguen lo que consigue «Like a Rolling Stone». O sea, estremecerme todas y cada una de las veces que la oigo. No tengo dudas al afirmar con rotundidad que es la mejor canción de la historia del rock, con todo lo injusto y subjetivo que tienen afirmaciones como esa. Pero es que ¿hay alguna entrada mejor que esos golpes de batería y ese teclado? ¿Hay letra más cruel y poética a la vez? ¿Se puede cantar con más rabia sin desgañitarse? Podría lanzar un centenar de preguntas como esas que para muchos no tienen respuestas y para mí confluyen siempre en el mismo sitio.

Hoy, LA CANCIÓN cumple cincuenta años ¡Cincuenta! Y suena tan bien como siempre. Rolling Stone en su edición americana, en el número que la elegía la mejor canción de todos los tiempos aseguraba que “ninguna otra canción pop ha retado y transformado tan completamente las reglas comerciales y las convenciones artísticas de su época”. Una de las decenas de sentencias que se pueden encontrar sobre ella. Tantas como anécdotas. Que fue compuesta como un vals a ritmo 4/4. Que el teclado de Al Kooper fue fruto de la casualidad. Que su letra nació de un texto en prosa del mismo Dylan. Que Bob empezó grabando el piano y acabó con la guitarra eléctrica. Por algo Greil Marcus le dedicó un libro entero que se me antoja el mejor escrito nunca alrededor de una sola canción: el fabuloso Like a Rolling Stone, Bob Dylan en la encrucijada.

Así que no queda más que felicitarla. Ha llegado al medio siglo de vida sin que, como muchas de sus “hermanas”, haya caído en el olvido. Servidor, cuando oiga esos dos golpes, el primero más seco y fuerte que el segundo, de batería y escuche entrar el hammond de Kooper seguirá estremeciéndose. Una y otra vez.

Sonando: Like a Rolling Stone de Bob Dylan

(*) «Like a rolling stone» fue grabada el 16 de junio de 1965, aunque las primeras tomas se hicieron un día antes por la noche.