viernes, noviembre 30, 2012

Conciertos, conciertos y más conciertos


Intenso fin de semana el que empezó...ayer. Two Gallants demostraron de lo que son capaces en la Sala Music Hall de Barcelona. Intensidad máxima y un concierto tan bueno como era de esperar. Es curioso lo desapercibido que ha pasado su último disco, The Bloom And The Blight, quizá motivado por la explosividad de sus trabajos anteriores, a pesar de que a mí me sigue pareciendo un álbum muy destacable. Hoy seguiremos o bien con Starroy y su rock sureño psicodélico, o bien con Myriam Swanson en la presentación del libro Los Días Azules. Ficciones del Blues de Anechina y Poy, nuevo libro de “nuestra” editorial 66rpm, por cierto recomendadísimo para todos. Los Starroy tocan a las 22:00 h., la presentación del libro y el concierto de Myriam es una hora antes. No sé si llegaré por temas de trabajo pero lo intentaré. Si no, Starroy en el Rocksound. Mañana mi buen amigo y hermano “Chinaski” Joe Traveller presenta su primer disco Sings en Barcelona, y lo hace compartiendo cartel con Hoey & The Mussels, también amigos y que acaban de sacar un discazo de tomo y lomo. Acabaremos el tour de force el domingo con Girls, Guns & Glory en el Rocksound. Rockabilly-americana para acabar esta semana y empezar bien la siguiente. A ver si sobrevivimos…

Sonando: I Started To Cry de Joe Traveller

jueves, noviembre 29, 2012

Starroy, psicodelia sureña


Mañana llega de gira a Barcelona Starroy, una interesantísima banda que he tenido el placer de entrevistar para la web de Ruta 66 y que definen su propuesta como Country Fried Psychedelic Rock'n'Roll. Vienen a presentar su disco Ocho For Willow, de hecho el único que tienen y que, aunque estrenado en 2008, han reeditado este mismo año. El por qué de ese título tan curioso se desvela en la entrevista. “De hecho era el título de una canción. Un día llegamos al estudio calados hasta los huesos para hacer las mezclas del tema y nos dimos cuenta que tenía más sentido como dos canciones separadas, «Ocho» y «Willow» que como una sola. El problema es que teníamos la portada ya preparada y enviada a imprenta así que decidimos dejar ese título”. Cuando les pregunté si se les puede considerar una jamband fueron claros. “Starroy es una banda de rock and roll que puede encajar en cualquier escenario. Se nos asocia a la escena jamband hace bastante tiempo y no hay problema. Se podría decir lo mismo de cualquier banda de las que toca en los grandes festivales. Nuestro concepto es live & rock & roll”. Buen concepto ¿no? Mañana en el Rocksound (y el resto de la entrevista en www.ruta66.es)

Sonando: Dream de Starroy

miércoles, noviembre 28, 2012

Revitalizando el sonido de Nueva Orleans


Dos traducciones podemos darle a The Revivalists. O bien optamos por la más evidente, como revivalistas, o nos inclinamos por pensar que el significado de la cosa tira hacia “renacidos”. Lo bueno es que cualquiera de las dos opciones (bastante parecidas entre sí) nos sirve para esta banda de Nueva Orleans que se acaba de sacar de la manga un espléndido disco titulado City of Sound. Y la verdad es que, dentro de una cruzada para revitalizar, como no, el sonido funk’n’blues de la ciudad más europea de los States, la banda supone un auténtico reto de categorización. Porque tocan todos los palos y todos bien. A ratos suenan soul, a ratos country. A ratos funk,  y a otros jazz. A veces folk y otras hasta indie o hip-hop. Pero, eso sí, siempre cargados de personalidad. Encima, para demostrar lo que son capaces se han cascado este año más de 60.000 kilómetros tocando allá donde les dejaban. A veces delante de miles de personas y otra apenas delante de una decena. Da igual. Quieren que su música se visualice y en eso están. David Shaw es su alma máter, principal compositor y vocalista, pero la banda suena como un todo difícilmente mejorable. Sólo has de pasear por las calles de la ciudad del sonido.

Sonando: Pretty Photograph de The Revivalists

martes, noviembre 27, 2012

Conversaciones con Will Oldham


Bonnie Prince Billy por Will Oldham es el libro que ahora ocupa mis ratos libres. El libro lo publica editorial Contra y es realmente adictivo, al menos para mí. Y eso que no soy un súper fan de Oldham. De hecho es de esos músicos a los que, tal y como me sucedió con Jack White, llegué primero al personaje para a través de eso acceder a su música. De White me hice fan irredento. De Oldham, casi. Que Johnny Cash decidiera hacer una cover de su «I See A Darkness» acabó por ser definitivo.

En un lujoso e impecable tomo nos llega una entrevista larguísima que le realiza su amigo y también músico Alan Licht. Hablan de todo, claro. En 300 páginas hay muchas cosas de las que hablar, pero Oldham, estés de acuerdo o no con lo que dice, se muestra reflexivo, coherente y sobre todo interesante, muy interesante. Me encanta la definición que en la introducción hace Licht de Oldham: “músico inclasificable —su música se nutre de géneros como el rock, el pop, el folk, el country, el bluegrass y la música étnica, aunque es refractaria a todos ellos— y también actor”. Qué bien usada esa palabra. Refractaria. Y qué buenos ratos me está haciendo pasar este libro. Yo no dudaría en hacerme con él. Vale mucho la pena.

Sonando: I See A Darkness de Bonnie Prince Billy

lunes, noviembre 26, 2012

A 45 rpm. Va de novedades



Hace tiempo que no le doy chance a esta sección, y dado que hoy no voy a hablar de un solo EP o single, sino de varios, no he querido titular esta entrada con el nombre de ninguno de ellos. La cosa va de dar un pequeño repaso a las últimas entradas que he tenido de esos “disquitos” (por pequeños) y que, tampoco nos engañemos, tienen un componente más emocional que práctico. Aunque yo los adoro.

Jugoso paquete el que me llega de El Toro Records en el que destacan dos joyas de surf instrumental. Por un lado está Wet Side Stories, cachondo título, para dos canciones de la banda siciliana, sí, sí, como El Padrino, dirigida por la personalidad de un enmascarado Massimo Pafumi. High energy y brillantes melodías. Ya saben. Birth Of The Surf Era, por su parte, recupera en una cara dos temas de The Belairs y en la otra dos más de Dick Dale & The Deltones. Edición limitada de 300 ejemplares para dos de los padres fundadores del género. Por no dejar el surf instrumental y El Toro a parte, se suma a mi colección Welcome to Martini Land, cachondo EP de The Martini Surfers, que supone su debut y a los que pronto verán entrevistados en Mondosono por un servidor. Ojo al himno que es «Olvidé Mi Tabla de Surf en Afganistán».

Dejamos el surf instrumental y nos vamos a otros géneros. Un simpatiquísimo Scott H. Biram me dejó en su última visita a estas tierras una fantástica copia firmada de su EP Hang You Heard & Cry, con dos canciones inéditas del que es probablemente el mejor onemanband del mundo. Su mezcla de country, blues, punk y folk es insuperable y una clase magistral de cómo conseguir un estilo propio en la música de raíces. No menos impresionante es el resultado de unir a una bandaza como My Morning Jacket con el torbellino y la voz de Britney Howard de Alabama Shakes. Se hace tan…corto. It Makes No Difference se llama y deseo que tenga continuación muy pronto. Finalmente, nueva oporunidad para Jonathan Wilson que, en contra de la opinión generalizada, a mí em dejó muy frío en su primer LP. Pity Trials & Tomorrow’s Child es su apuesta en forma 45 rpm para este año. Tres canciones que escucho por primera vez mientras escribo estas líneas, que siguen la línea anterior pero que, de momento, parecen haberme entrado mejor que su larga duración. Ya les seguiré contando que he de ir a girar el vinilo.

Sonando: Trials of Jonathan de Jonathan Wilson

viernes, noviembre 23, 2012

Últimos añadidos, descubriendo a los Mallett Brothers


Hace tiempo decidí crear una lista de reproducción en mi iPOD llamada “últimos añadidos”. En ella situaba aquellos discos que, como su propio nombre indica, introducía en el reproductor como novedad. En muchas ocasiones tras seleccionar la opción e reproducción aleatoria, me dedico a dejar pasar esas canciones hasta que alguna me llama la atención. Es una manera curiosa de escuchar algo porque pierdes la concepción del disco como obra completa. Así que en otras ocasiones inicio la lista desde el principio hasta el final. Los discos, normalmente 10 o 11, permanecen ahí hasta que una nueva tongada los sustituye. Entonces les pueden pasar dos cosas. Que sean borrados, bien porque los tengo en formato físico, bien porque no me hayan gustado. O que pasen a otra carpeta, ya calificados según su estilo.

Hace un par de días me enfrenté a uno de esos horribles trabajos tremendamente mecánicos que requieren una concentración casi nula. Así que coloqué los cascos en mis orejas y me chupé toda la carpetita de un tirón. 127 canciones. La cosa se inicia con el Feeling Mortal del infalible Kris Kristofferson. Una vez más magistral. Una vez más soberbio. Una vez más impecable. Sigue Allen Thompson con Salvation In The Ground. La banda me recuerda a The Band. Son buenos, muy buenos y sé que van aquedarse meses en mi reproductor. Me gustan las canciones ye se aroma a vaca que desprende todo el disco. El tercero en aparecer en escena es Bob Mould y Silver Age. A ratos me recuerda a los R.E.M. menos inspirados. Quizá es que nunca he sido fan de Mould pero, a pesar de ser un buen disco, me falta algo para que me llene. Habrá que darle alguna oportunidad más. Cece Gianotti y Escape siguen la lista. Jazz y americana mezclados. Me gustan canciones, otras no tanto. Es un disco difícil para lo que habitualmente hace el ex Traditional Tourist pero me sigue encantando su voz. Lo tengo en formato físico y la portada, además es magnífica, de las mejores del año. Y «Harry’s Caravan» es un tema precioso en la onda Daniel Lanois. The Fame Recordings es el recopilatorio/boxset que se acaba de sacar sobre Dan Penn. No es difícil saber lo que contiene. Gemmas soul de uno de los más grandes. Un disco de imprescindible compra. En Live With The Colorado Symphony, Devotchka, igual que han hecho Calexico, interpretan sus temas con una orquesta sinfónica. El disco tiene sus momentos pero otros no me llegan. Es mi eterno problema con la música clásica, aunque disfruto cuando se ponen más mariachis. Help Me Devil han grabado un discazo que se llama Lokanta Hell y es el siguiente que suena. Pueden leer la nota de prensa que les ha hecho el maestro Eduardo Ranedo en la web de Ruta 66. Uno de los discos nacionales del año que ayer mismo llegaba a mi casa en su versión vinilo. Kelly Hogan y I Like To Keep Myself In Pain, con su aterradora portada, es uno de los últimos descubrimientos que me hace el profesor Castarnado. Americana femenino de bella factura con tintes pop tremendamente efectivos. Dulce pero intenso. Muy bueno.

The Mallett Brothers Band son la gran sorpresa del lote. Me desmontan porque no tenía expectativas y me vuelan la cabeza. El disco, Low Down, es de 2011 pero a mí me acaba de llegar. Investigo. Son de Portland pero suenan a Austin, Nashville y Nueva York. Un asesinato para los puristas y una delicia para el resto. Esto es Americana y contra este sonido nadie osaría luchar. Riffs rockeros se combinan con música de raíces y voces rabiosas dando forma a un sonido poderoso.  No puedo evitar pensar en gente como los Dexateens más inspirados, los Replacements o Truth & Salvage Co. Amo este disco, ya os lo digo. Finalmente llega el turno de Buddy Miller y Jim Lauderdale y su Buddy & Jim. Aunque eso no tiene mérito. Es diana segura. Hay clase, mucha clase. Fin de la jornada laboral.

Sonando: Paper Cut  The Mallett Brothers

jueves, noviembre 22, 2012

¿Dónde está la voz de Jim Jones?


Curioso pasarse buena parte de un concierto preguntándose dónde está la voz del cantante. The Jim Jones Revue se presentaron el martes en Barcelona como uno de los candidatos a concierto del año. Por diversos motivos quedaron descartados. El primero de ellos fue el sonido. Jones era absolutamente inaudible y no, no era un tema de que sea su sonido, es que directamente no se oía su voz. Parece que los motivos fueron varios, desde problemas con el cable del micrófono hasta un backline demasiado alto que se comía el sonido de la sala, pasando por una posición del técnico que no le permitía, probablemente oír lo mismo que al resto de los asistentes. La segunda cuestión está en el repertorio. Creo firmemente que Jim Jones y los suyos brillan cuando atacan sus temas acelerados. Ese es su sonido. Ese es su valor, pero los temas de su último disco, el notable The Savage Heart palidecen bastante en directo y quitan inmediatez al show. La sensación de vorágine y vértigo se diluye y el ritmo queda demasiado entrecortado.

Todo esto dio lugar a una situación curiosa que no hace sino demostrar que hay tantas realidades como personas. Estuvieron los que salieron pensando que el concierto había sido una broma, que no había tenido nada especial y que hasta calificaron a Jim Jones de tener menos consistencia que un chicle de fresa. Otros aseguraron que sólo habían visto a un buen pianista mientras muchos se quejaban de no oír el piano. También hubo los que aseguraban que eso era lo que iban a ver y que Jones había dado un bolazo. Los comprensivos aseguraban que es normal que Jones hubiera bajado el pistón respecto a sus primeros discos porque era inaguantable tal alud de energía pero que el concierto estuvo bien. Y finalmente estábamos los neutros. Los que ni una cosa ni otra. Ni The Jim Jones Revue hizo el concierto del año ni, problemas técnicos a parte, fue un concierto para olvidar. Quizá la cuestión estaba en las expectativas creadas.

Sonando: Chain Gang de The Jim Jones Revue

miércoles, noviembre 21, 2012

Political World VI: The Last Resort - Eagles


Muchos se sorprenderán de ver a los Eagles en esta sección de canciones políticas pero como intentaré demostrar ellos también tenían su conciencia, además de haber grabado, aunque muchos no quieran reconocerlo, grandes discos de country rock en sus inicios. La banda acabó finalmente siendo pasto de las radio fórmulas y muchos renegaron de su filiación original pero hubo un tiempo en que las águilas volaban alto. Tiempos de «The Last Resort», canción que hoy visita nuestro Political World.

El 3 de mayo de 1977, «The Last Resort» , con sus 7 minutos y 25 segundos se convertía en el la cara B del tercer single del disco Hotel California de The Eagles. La cara A era para «Life In The Fast Lane».. El disco había supuesto la quinta entrega de los de L.A. y la primera con Joe Walsh sustituyendo a Bernie Leadon a la guitarra. Un superventas que se cerraba con la canción que nos ocupa, escrita por el batería Don Henley. En ella el músico aprovecha la situación del midwest de los States para hacer una reflexión sobre el fin de la humanidad y la pérdida de valores que supone la tecnología, algo curiosamente de rabiosa actualidad. El mismo Henley asegura que había escrito aquella letra, probablemente la mejor de su carrera, después de escuchar las quejas de la gente del Oeste de los Estados Unidos ante el colonialismo en busca de riqueza de sus vecinos del Este. En 1987, en una entrevista para Rolling Stone, Henley confirmaba que “la esencia de la canción está en encontrar una solución a todo lo que destruimos. Porque el hombre es el único animal en la tierra que destruye su medio ambiente, y de esa idea es que me gusta la política de hacer proyectos que vayan en contra de la destrucción de los recursos naturales, ya que son necesarios en el futuro, donde todo está marcado por la ganancia y la codicia”.

Sonando: The Last Resort de The Eagles

martes, noviembre 20, 2012

The Wallflowers, el chasco de la temporada


No consigo hacerme a la idea de lo que le pasaba a Jakob Dylan por la cabeza a la hora de reunirse con sus antiguos compañeros de The Wallflowers y hacer el disco que ha hecho. Después de una carrera en solitario encauzada ¿en qué estaba pensando? Una lástima que me ha llevado a escribir esta reseña en el número de Noviembre de Ruta 66.

Desde luego hay cosas que yo no entiendo. No hay duda de que el amigo Jakob Dylan ha tardado lo suyo en ganarse un respeto, más allá de su apellido, aspecto que parecía haber conseguido definitivamente con sus dos últimos y más que notables trabajos en solitario. Y de golpe decide, en un giro incomprensible a su carrera, regresar con sus antiguos compañeros de los Wallflowers para grabar un disco que, siendo generoso, calificaré de mediocre. Decepción, esa es la palabra que más vueltas me da a la cabeza mientras afronto esta reseña. Y no es sólo lo mal que le ha sentado al vástago de su dylanísima la compañía del ex The Clash Mick Jones (algo bastante habitual en otros proyectos) y sus intentos de acercarse a la música bailable (sic), sino que sus canciones suenan planas, poco inspiradas y hasta su voz parece que ha perdido la chispa que lo había convertido en uno de los mejores cantantes de rock americano del momento. Quedan rastros de lo que fueron los Wallflowers, pero son sólo eso, poco más. Una melodía aquí, una frase inspirada allá. Demasiado poco para justificar un regreso como este que sólo puede explicarse rebuscando en los bolsillos de los protagonistas. Eso sí, Jakob ya ha hecho suficiente para que le perdonemos el patinazo y para ganarse, como mínimo, otra oportunidad. Que la aproveche, que no andamos sobrados de gente con su talento.

Sonando: One Headlight de The Wallflowers

lunes, noviembre 19, 2012

Ben Kweller ¿concierto del año?



Enorme, enorme, enorme el concierto de Ben Kweller el pasado jueves en Barcelona. El tejano derrochó simpatía y una energía positiva en el escenario que se agradece en los tiempos que corren. Gran parte del show transcurrió con Kweller solo con su acústica o al piano manteniendo una sorprendente actitud punk mientras los temas iban cayendo, con especial predilección por los de sus discos On My Way y Sha Sha. Evidentemente no faltaron las pegadizas canciones de su último trabajo, Go Fly A Kite, donde destacó una espléndida «Mean To Me». Y es que a pesar de su todavía corta discografía, con apenas cinco LPs a sus espaldas, al de Greenville no le hizo falta ni siquiera tirar del clásico recurso de las versiones. Bromeó con el público, al que incluso le pidió que le ayudara a recordar la letra de algún tema, cosa que la gente hizo encantada mientras él iba a buscando inesperados ayudantes. Se subió a cuatro o cinco asistentes para que con sus llaves le hicieran la percusión, y explicó como gracias a su mujer, argentina de origen, se vio convertido en “Benjamín Kueyyer” (léase con acento argentino). Agradecido tras hora y tres cuartos de actuación, acabó casi saliendo en bolandas mientras no paraba de firmar discos y hacerse fotos con un público totalmente entregado. Hay quien vio un concierto de powerpop. Otros vieron country-rock acelerado. Otros punk-pop. Algunos incluso Indie. Y muchos rock and roll. Aunque lo que está más claro es que todos salimos encantados y con el corazón rendido a este simpático músico al que solo le pedimos que no se haga tanto de rogar por estos lares ¡y eso que no tocó «Fight»!

Sonando: Mean To Me de Ben Kweller

viernes, noviembre 16, 2012

Paul Zinnard, impecable rock americano made in Mallorca


Tras el pseudónimo de Paul Zinnard se esconde el mallorquín Carlos Oliver, y tras Orbit One un disco excelente que podría venir perfectamente del otro lado del Atlántico. El ex componente de The Bolivians y The Pauls se ha rodeado de músicos tan solventes como José Bruno, Mauro Mietta y Jaime Perpiñá para conseguir un sonido crudo repleto de vitalidad. A ellos se les une el cuarteto de cuerda Ansawi para reforzar los temas más acústicos del álbum. Un disco que suena americano, con una voz de timbre similar en ocasiones al de Jakob Dylan, y un exquisito tratamiento instrumental. No es difícil por ello que las figuras de Randy Newman, Johnny Cash o hasta Hank Williams se nos vengan a la memoria, este último sobre todo en lo que respecta a unas letras originales que son capaces de combinar las peripecias de un anarquista en «Man for you» con las historias de su abuela en «Away from home». Junto a ellas destacan por derecho propio temas como la nana «Again», el dylaniano «Happiness» o ese «AWhen Good Things Go Wrong» que parece salido de la pluma de Jeff Tweedy. Para quedarse mucho tiempo en tu reproductor.

Sonando: Happiness de Paul Zinnard

jueves, noviembre 15, 2012

Very Santiago y Josele Pomelo


El viernes pasado los Very Pomelo tocaban junto a Josele Santiago en la Sala Apolo. Yo no fui al concierto, cosas de tener que cribar ante el aluvión de propuestas que hay estos días. Y parece ser que me equivoqué, aspecto del que por otro lado era perfectamente consciente. Estaba avisado de antemano, los ensayos salían de lujo y la calidad de la unión se veía venir. Pero el cansancio y el tener que trabajar al día siguiente pudieron conmigo. Al día después llamadas asegurando que fue la locura y reseñas unánimes: uno de los conciertos del año. Y aunque no fui, me alegro mucho. Por los Pomelo y por Josele. Sólo espero que la unión acabe tomando forma de disco y que no se quede en una sola actuación. Así que aprovecho la coyuntura para recuperar la reseña que sobre Radio Clotxa, el último disco de Very Pomelo se publicaba el mes pasado en Mondosonoro firmada por mi pluma.

Injustamente colocados en el cajón de la rumba y la fusión (o quizá no porque sus primeros pasos coqueteaban con esos estilos), los Very Pomelo confirman con este Radio Clotxa el por qué son uno de los grupos más interesantes de la música catalana actual. Frescos, originales, arriesgados. La banda liderada por Xarim Aresté conjuga a la perfección lo que debe ser un grupo sin prejuicios. Todo cabe en un disco de Very Pomelo y éste tercer larga duración viene para confirmarlo. «Escalopenndra» mira de reojo al blues árido y pantanoso, «Any Nou» es deliciosamente simple y juguetona, «La Verema» proviene de algún sitio entre Nashville y el las murallas de Tarragona, «Xino Xano» es casi cow-punk y «Nepal» podría convertirlos en la nueva apuesta de Jack White, vía Tom Waits. Son sólo unos ejemplos. Porque hay más. Mucho más. Y cada nota de este disco demuestra lo malo que puede llegar a ser dejarse llevar por las apariencias. Que no se les quede la cara del burro de la portada. Aún están a tiempo.

Sonando: La Verema de Very Pomelo

martes, noviembre 13, 2012

Las preocupaciones de Andrew Combs


Andrew Combs es un recién llegado. El de Texas debuta con este Worried Man y no puede hacerlo con mejor pie. A medio camino entre el sonido de Bob Dylan en su lejanísimo New Morning, con esas guitarras alienadas y en primer plano y los instrumentos tremendamente definidos, y la forma de cantar de un Jackson Browne menos dulce, Combs ha parido una pequeña joya que servidor no deja de pinchar una y otra vez.  Y además el tío es un cachondo. No es el típico songwriter que sólo habla de sus penas y lo injusto que es el mundo, sino que es capaz de iniciar el disco con un tema como «Devil Got My Woman» en el que aborda que su mujer ha perdido el interés por el sexo por culpa del diablo. Sigue con «Please, Please, Please» en el que ruega, no ya otra oportunidad, sino otra casualidad del destino para que su pareja no le abandone, y hasta se atreve a ponerse enromemente profundo en «Too Stoned To Cry» en la que por cierto colabora a la voz Caitlin Roe. Andrew es capaz de cantar un boogie como «Why Or Why», convertirse en un rockero en «Big Bad Love» y acabar disfrazado de soulman en «Come Tomorrow» con una solvencia y naturalidad al alcance de muy pocos. Además consigue dotar a todo el conjunto de una heterogeneidad que compacta el disco y que lo convierte, para mí, en la gran sorpresa del año.

Sonando: Big Bad Love de Andrew Combs

lunes, noviembre 12, 2012

The Boo Devils, hay que decir fuck off!! y seguir tu camino


El título de este post es una de las respuestas que me dieron The Boo Devils en la entrevista que les realicé para Ruta 66 y que se puede leer en la web de la revista (www.ruta66.es). Al, su vocalista, atendió amablemente mis preguntas y pudimos hablar de ese Act One que acaban de editar. Un 10” fantástico, además de bonito. En él plasman todas sus influencias, desde el surf al rockabilly, pasando por el psychobilly, el swing o el rhythm & blues. “Nos han puesto la etiqueta rocker, psycho, rockabilly, punk, rythm n’ blues, surf, country, incluso… ¿indie? Y supongo que todas son válidas a su manera. Creo que nos definió bastante bien Bill Smoker, DJ de Rockabilly Radio afincado en Londres. Dijo algo así como “The Boo Devils son algo diferente, con un sonido bastante moderno y aún así también muy rockabilly””. Así me explica Al sus sensaciones a la hora de intentar definir su estilo. Una entrevista interesante en la que además repasamos todas y cada una de las canciones de ese Act On. Ya saben, rock on.

Sonando: Wire Mouth Girl de The Boo Devils

viernes, noviembre 09, 2012

Political World V: President - Dan Bern


Dan Bern es uno de esos músicos ocultos que cada cierto tiempo asoman la cabeza para ofrecer trabajos absolutamente imprescindibles. Su más reciente entrega se llama Doubleheader, aunque hoy no está en esta bitácora por eso, sino porque en 2004 editaba con Messenger Records el disco My Country II que contenía a nuestra protagonista de hoy de esta serie llamada Political World.

Ocho canciones forman este disco que apunta directamente a la línea de flotación del entonces presidente de los Estados Unidos, George Bush, con títulos tan aplastantes como «Bush Must Be Defeated» o «Music To Beat Bush By». En «President» Bern da un paso más y no se limita a atacar a Bush sino que va un poco más allá para hablar de temas como la inmigración (“no más patrullas fronterizas ni contrabando de personas”), la pena de muerte (“no matarás, aplícatelo a ti mismo”), la asistencia sanitaria (“que los médicos cubran a todo el mundo”), la legalización de la marihuana (“legaliza y nada de esa mierda de despenalización, el cáñamo ayudará a los agricultores”), la educación pública (“no voy a pagar nada extra por enviar a mi hijo a una escuela”), el matrimonio gay (”cásate con quien quieras (…), con un hombre, con una mujer”) o el derecho al aborto (“nadie le dice a una chica cómo ha de tratar a su cuerpo, y menos un hombre”). Casi nada.

Sonando: President de Dan Bern

jueves, noviembre 08, 2012

A 45 rpm. Scott Miller & Rayna Gellert – Codependents


El regreso de uno de mis artistas fetiche tiene que estar aquí. Scott Miller es de esos músicos que guardo con el cariño del que conserva a su primer osito de peluche. Tiene algo que hace que uno lo sienta como propio y el hecho de que poca gente lo conozca influye mucho en eso. Aunque esta vez se ha portado mal, porque en su nuevo EP, editado en vinilo y CD saca un tema menos en la edición a 45 rpm que en la galleta, pero vaya, habrá que perdonárselo.

Miller se ha unido a la violinista Rayna Gellert para conseguir un disco perfecto. Tremendamente íntimo y fabuloso de principio a fin. Sin error en ninguna de sus cinco canciones (recuerden, 4 en vinilo). Hay quien dice ya que esta es su mejor obra, por encima de sus LPs. Se inicia con «Lo Siento Spanishburg West Virginia», un tema que repite esa reclamación de perdón en castellano para montar a su alrededor la fábula de una ciudad en la que la gente adinerada se deshace de los nativos que han de abandonar sus orígenes.  Le sigue la excelente cover del «Unforgiven» de Bap Kennedy, realmente espléndida en su sencillez. «Someday Sometime» es la tristeza hecha canción, mientras que «We’re Leaving This Town» es de un nivel difícilmente alcanzable por muchos compositores. ¿Y qué decir de «Lost Not Broken»? Quiero llegar a alguna parte asegura, como si se tratara de una declaración de intenciones. Eso sí, si lo compran a 45 rpm se la pierden. Duda vital.

Sonando: Unforgiven de Scott Miller & Rayna Gellert

miércoles, noviembre 07, 2012

El museo de reproducciones de Amigos Imaginarios


El nuevo disco de Amigos Imaginarios no estará en la lista de los mejor del 2012. En primer lugar porque en este país seguimos empeñados en no enterarnos de nada y que grupazos como ellos sigan en un injusto segundo plano. Y en segundo lugar porque aparecerá cuando las dichosas listitas estén cerradas, en el mes de diciembre, y de él sólo habrán podido disfrutar unos cuantos mecenas. Sí, hablo de mecenas porque la grabación del disco se ha financiado mediante crowfunding, mecanismo que en el caso de los Imaginarios me parece, esta vez sí, perfectamente justificado. Porque ellos son de esas bandas que desde el principio han creído en Internet y que, además, han dado continuamente material a sus fans a través de la red. Los Imaginarios son diferentes, porque no tienen problemas en colgar maquetas, videos caseros o lo que haga falta para que su seguidor se sienta partícipe de ellos y visto el resultado no hay duda de que lo consiguen.

Dice Santi Campos que en el nuevo álbum de la banda ha tenido mucho que ver el sonido de Dr. Dog pues miren, lanzo un órdago como un templo y digo que los Imaginarios me parecen mejor banda que Dr. Dog, y sé que Campos será el primero que no estará de acuerdo, pero a mí me da igual. Hace mucho tiempo que aprendí eso de las opiniones y los culos, ya saben. Museo de Reproducciones (otro de los magníficos títulos a que nos tienen acostumbrados) es un disco majestuoso y, sobre todo, un paso adelante en la carrera de la banda. Porque hay varias novedades desde entregas anteriores. En primer lugar, al hastío vital habitual de las letras de Campos se han unido dos vertientes, una optimista dibujada en «Manual de Autoayuda» y una agresiva y directa que encontramos en la monstruosamente poética «Hombre Cometa» (“vete con otro, folla con otro, piensa en mí”). Siguen ahí las melodías perfectas en temas como «Casi» con su estribillo adictivo(“hola, aquí estoy de nuevo, acabo de aterrizar, casi no te eché de menos, ay qué ver qué guapa estás”), los temas poderosos en los que las teclas de Charlie Bautista adquieren un discreto pero esencial protagonismo («Combustión Espontánea» y su crápula letra) o el habitual himno que esconden todos y cada uno de sus discos, y que aquí responde al nombre de «Dos Hermanos», exquisita canción que ya conocíamos de los directos en solitario de Campos. Un autor que se muestra romántico y misógino a la vez, aunque esto pueda parecer contradictorio. Campos “quiere que te vayas” pero te necesita. Y así de claro lo expresa. «Dulce Cabeza Triangular» parece apuntarnos la existencia de una mujer-cometa como contrapunto a ese «Hombre Cometa» del que hablábamos. Y Bautista vuelve a estar espléndido mientras el grupo suena espectacular. Y a pesar de no oír el disco en su orden definitivo, percibo un cierto aire a conceptual en toda su propuesta que tendré que confirmar en una charla con Campos. «Ilumíname» aparece por duplicado pero servidor se queda con la segunda versión (que al final será la primera), grabada en vivo, con acento gospel y con una Ester Rodríguez que, como en todo el disco se muestra espectacular (¿para cuándo un disco suyo con canciones de Santi?). Igual que lo han hecho ya la base rítmica que forman Jesús Montes y Sebastián Giudice que parecen entender como nadie lo que necesitan las canciones de Campos. Si es que esto de tener amigos imaginarios no está tan mal como dicen.

Sonando: Ilumíname de Amigos Imaginarios