Empecé a seguir la pista de estos cuatro cafres de San Antonio en 2012, con su primer disco, si no tenemos en cuenta la edición de sus sesiones en la emisora KRU un año antes. La reseña de aquel Plethora todavía puede leerse en nuestra web rutera. Luego les perdí la pista hasta que hace escasos dos años reaparecieron en mi “vida musical” con el EP El Valiente. Y ahora regresan con un disco con el que aspiran a conquistar Europa. Y, vaya por delante, lo tiene todo para hacerlo. Porque estos tipos son los reyes del punk fronterizo, si es que eso existe. Gente como Reverend Horton Heat ya se han dado cuenta de ello y no han dudado en llevárselos de gira. Y es que su mezcla de tex-mex con guitarras distorsionadas y sonidos acelerados es difícil que no conviertan cualquiera de sus conciertos en una fiesta. Además, saben combinar a la perfección el clasicismo con la irreverencia. No hay más que oír su versión del «Volver, Volver» en su EP previo. Aquí repiten con una versión clásica, en este caso del «Tragos Amargos» de Ramón Ayala y lo vuelven a clavar. Dejen que el acordeón y los tololoches entren en sus vidas, cántenle al desamor si es necesario, pero no se olviden de bailar. Serán un poquito más felices.
Publicado en Ruta 66
Sonando: Tragos Amargos de Piñata Protest
PS: 8 de junio en Rocksound
jueves, mayo 31, 2018
martes, mayo 29, 2018
Los Hermanos Cubero - Quique Dibuja la Tristeza
¿Puede ser la
tristeza algo bello? Probablemente la mayoría estaríamos de acuerdo en una
respuesta afirmativa a esta pregunta, pero ¿y si esa tristeza es algo tan
desgarrador como una muerte de alguien joven? Seguramente también. Es probable
que incluso ya estemos dándole a la cabeza y logrando que aparezcan en nuestra
mente discos tristes. Either/Or de Elliott Smith, For Emma, Forever Ago de Bon
Iver, Unknown Pleasures de Joy Division, I See a Darkness de Bonnie Prince
Billy, Blue de Joni Mitchell…La lista es seguramente inacabable. Y a ella hay
que añadir ahora el nuevo trabajo de Los Hermanos Cubero.
Nace este disco de
una desgracia, la muerte de la mujer de Enrique Cubero, Olga, a causa de un
cáncer. Y parte de un dibujo, convertido ahora en portada, que su hija hizo
cuando en el colegio le pidieron que dibujara la tristeza. “Fue un trabajo del
colegio” nos dice Quique. “Le pidieron dibujar la tristeza y cuando mi hermano
Roberto lo vio, pensó que tenía que ser la portada. Yo, como en todo este
proyecto, no estaba muy seguro de ello”. Porque Quique no escribió las
canciones de este disco para integrarse en el repertorio de los Cubero.
Simplemente necesitó escribirlas. Necesitó una vía de escape para aquella
angustia. “Al principio no podía ni cantarlas, claro. Ahora, a veces voy por la
calle tarareando una y si no me doy cuenta no pasa nada, pero si lo pienso, se
me puede hacer un nudo en la garganta”. Una situación nada fácil en la que la
música sirve, una vez más, de terapia reconstituyente. “También me sirvió mucho
hacerlo. Me sirvió para no quedarme ahí todo el día dándole vueltas. Era una
forma de sacarlo todo fuera. Alguno puede pensar que es algo exhibicionista y
realmente nunca me ha convencido eso de abrirte al 100% pero en esta ocasión lo
hice por necesidad”.
Añaden para dibujar
mejor esa tristeza el contrabajo de Oriol Aguilar y el violín de Jaime del
Blanco, “la formación que siempre hemos pensado que sería ideal si algún día
aumentábamos el proyecto, aunque será algo puntual para este disco, probablemente”.
Grabado al borde del desgarro, en absoluto directo, estamos ante un disco que
probablemente podríamos definir de conceptual y en el que Los Hermanos Cubero
se alejan ligeramente y de manera consciente de lo castellano para acercarse a
sonoridades más americanas y hasta británicas, aunque siempre dentro el
folk. Hay que estar preparados para no
sufrir con canciones como “Un suspiro y un beso”, “El tiempo pasó” o “Quisiera
poder rezar”. Crudas, directas a las entrañas, duelen en cada nota, pero, igual
que a su autor, también ayudan al oyente. “Todos tenemos algún caso al que
podemos asimilar esos sentimientos”. Y aunque no es un álbum accesible en
cualquier momento sí que se hace necesario en cualquier discografía de música
nacional que se precie.
Publicado en Efe Eme
Sonando: El Tiempo Pasó de Los Hermanos Cubero
domingo, mayo 27, 2018
Elliott Murphy solidario
Vayan guardándose la
fecha. El 6 de junio, Elliott Murphy volverá a actuar en Barcelona en una
ocasión muy especial. Porque este no es un concierto cualquiera, sino que se
hace en beneficio de l’Associació Univers Agatha Autisme, una entidad
solidaria, sin ánimo de lucro, que busca la sensibilización sobre lo que
representa un trastorno como el autismo. Le acompañará, como es habitual,
Olivier Durand. Y eso también es especial. Porque el eterno escudero del
trovador americano se ha encargado de componer «Univers Agatha», la canción que
identifica a la asociación. Una cita ineludible por lo que es Murphy, porque
tenemos que ganas de comprobar como suenan las canciones de su último disco
Prodigal Son en directo y, sobre todo, porque el objetivo vale la pena.
Disfrutar ayudando a los demás es una maravilla. Pruébenlo pasándose por Luz de
Gas ese día y verán.
Sonando: Alone
In My Hair de Elliott Murphy
jueves, mayo 24, 2018
Hay un nuevo forastero en la ciudad: Joshua Hedley
Parece que los barbudos con pinta de Amish metido a cantante de
country están destinados a darnos buenas alegrías. El año pasado fue la
sorprendente irrupción de Paul Cauthen y ese álbum maravilloso llamado My Gospel,
y este año, ha sido la llegada de Joshua Hedley. Un tipo que hasta hace
relativamente poco simplemente era el violinista, a menudo borracho, de
Justin Townes Earle o Jonny Fritz. Eso explica que hasta los 28 años no
escribiera su primera canción. Porque algo hizo click en la vida de
este muchachote de Nashville que aparece en la portada de su primer
disco, Mr. Jukebox, con unas galas que recuerdan a los grandes
del country. Esa pinta y el título de este álbum no son casuales. Y
tampoco que se haya editado a través de Third Man Records, la compañía
del siempre atento Jack White. White deja la bebida por iniciativa
propia y se pone a componer como un descosido las canciones que darán
forma a este discos de debut, descubriéndose como un espléndido escritor
y un magnífico intérprete.
Parece el primer trabajo de Joshua una auténtica jukebox de sonidos clásicos: Ray Price, Kris Kristofferson, George Jones, Glen Campbell y el Elvis más country. De ahí la coherencia citada de su envoltorio. Algunos mirándolo recordarán su cara. Sí, es él. Es el músico que se apodera de buena parte del protagonismo de Heartworn Highways Revisited, segunda parte de aquel legendario documental protagonizado por Townes Van Zandt o un jovencísimo Steve Earle. “No hay mejor artista actualmente en Nashville”, decía de él Rolling Stone en noviembre de 2016 y su primer disco parece confirmar que, si no es así, poco le falta. “No vengo de tradición familiar”, dice. “Nadie sabía cuándo lo hice por qué me pedí un violín, porque mis padres eran más de escuchar pop y rock de los 60. Creo que yo los convertía ellos al country. Esas canciones son las que me vienen de manera natural, y no voy a hacer música que yo no escucharía ¿no? Aunque eso no significa que solo escuche a Ray Price. Puede disfrutar perfectamente de un disco de Miles Davis”.
Publicado en www.ruta66.es
Sonando: Mr. Jukebox de Joshua Hedley
Parece el primer trabajo de Joshua una auténtica jukebox de sonidos clásicos: Ray Price, Kris Kristofferson, George Jones, Glen Campbell y el Elvis más country. De ahí la coherencia citada de su envoltorio. Algunos mirándolo recordarán su cara. Sí, es él. Es el músico que se apodera de buena parte del protagonismo de Heartworn Highways Revisited, segunda parte de aquel legendario documental protagonizado por Townes Van Zandt o un jovencísimo Steve Earle. “No hay mejor artista actualmente en Nashville”, decía de él Rolling Stone en noviembre de 2016 y su primer disco parece confirmar que, si no es así, poco le falta. “No vengo de tradición familiar”, dice. “Nadie sabía cuándo lo hice por qué me pedí un violín, porque mis padres eran más de escuchar pop y rock de los 60. Creo que yo los convertía ellos al country. Esas canciones son las que me vienen de manera natural, y no voy a hacer música que yo no escucharía ¿no? Aunque eso no significa que solo escuche a Ray Price. Puede disfrutar perfectamente de un disco de Miles Davis”.
Publicado en www.ruta66.es
Sonando: Mr. Jukebox de Joshua Hedley
martes, mayo 22, 2018
Squirrel Nut Zippers - Beasts of Burgundy
Dieciocho años han tenido
que pasar para que tuviéramos novedades discográficas de Squirrel Nut Zippers.
Uno de esos grupos que aprovecharon el tirón del neo swing en la década de los
noventa , a pesar de que en su música se dan cita un gran número de estilos e
influencias. Y no es que Jimbo Mathus, uno de sus líderes haya estado parado.
Ya hemos ido dando cuenta por aquí de sus aventuras pero parecía que los
Zippers nunca eran una prioridad. Quizá por el recelo de su otra líder, Katharine
Whalen, a meterse en estudio. La historia se ha solucionado pasando de su ex
mujer y con Jimbo metido en faena junto a Chris Phillips, también miembro
original, y un buen número de colegas para dar forma a este Beasts of Burgundy. Y lo siento por Kat,
pero no se la echa de menos, porque el resultado es espléndido. «Conglomeration
of Curios» es puro Tom Waits de los pantanos, «Karnival Joe (From Kokomo)»
swing cabaretero bailable, «Pay Me Now (or pay me later!)» jazz made in Cotton
Club, «Beasts of Burgundy» una balada
perdida de su amigo J.D. Wilkes, «Hey Shango!» música cubana libertaria y «Use
What Mama Gave You» blues de los años veinte. No serán los mismos, peor suenan
iguald e bien, o mejor. Bravo por Jimbo.
Publicado en Ruta 66 nº359
Sonando: Pay Me Now (or pay me later!) de Squirrel Nut Zippers
lunes, mayo 21, 2018
Blacklist Royals – Semper Liberi
Magnífico artefacto de
punk rock genuino de 2010 que hará las delicias tanto a aquellos que cada
cierto tiempo recurran a un disco de los Ramones para aderezar la existencia,
como a los que sigan saltando cada vez que por casualidad suena en la radio el
«Time Bomb» de Rancid. Temper Liberi es un dechado de himnos coreables que,
como curiosidad, incluyen un teclado, algo no muy habitual en el género.
«Tennessee Blues», por ejemplo, es una muestra inmejorable de como combinar un
piano honky tonk con la sonoridad punk. En activo desde 2006, los de Nashville
han ido consiguiendo, disco a disco crearse un sonido absolutamente personal en
el que el punk recibe inputs, a veces casi inapreciables, del country y el
garage. “Tal vez podamos encontrar una manera de ser libres” asegura su
cantante Nat Rufus en el temazo de apertura que es «No Looking Back». Desde
luego, discos como este, lo hacen todo más fácil. Mucho más fácil.
Sonando: No Looking Back de Blacklist Royals
domingo, mayo 20, 2018
Conciertos 21/05-27/05: Reto Burrell, Powersolo, Barrence Whitfield, Tears In Rain, Tulsa, Sasha Boole…
Aunque pasaré media semana
fuera de Barcelona, eso no quita que repasemos los conciertos interesantes de
los próximos siete días. Por alguno podremos pasarnos.
Miércoles 23 de mayo. Si Reto
Burrell no tocara en Rocksound,
probablemente me iría a Fabra i Coats
a ver a Tulsa, pero es que el suizo
es una debilidad personal desde hace años. Además, viene con discazo bajo el
brazo, Shampoo or Gasoline. Si la
gente responde puede ser una gran noche de rock americano. De hecho, no tengo
duda.
Jueves 24 de mayo. Mientras Powersolo
están en el Marula, Barrence Whitfield & The Savages
rugirán en Upload. Difícil elección,
aunque quizá el hecho de haber visto a Whitfield con los Mambo Jambo hace poco
inclinaría la balanza hacia los primeros. Para los más acústicos, Sasha Boole en Rocksound.
Viernes 25 de mayo. Nightbeats
tocan en Upload, aunque el
acontecimiento de la noche es el homenaje a Chris Cornell que dedicarán en Plataforma Last Tree Standing, Fuzz
Forward y, sobre todo, Tears In Rain.
Sonando: Somewhere
Down In Texas de Jason Boland & The Stragglers
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