lunes, mayo 14, 2018

Willie Nile: Lo que deberían conocer los fans de Springsteen



Le teníamos ganas a Willie Nile con banda en Barcelona. Las últimas visitas del pequeño trovador de Buffalo (Nueva York) habían sido en acústico, y en la mayoría de las ocasiones en pueblos de alrededor de la capital. Echaba de menos esa cantidad ingente de himnos que convierte a Nile en una de esas grandes injusticias del mundo del rock. Porque este hombre debería estar tocando en estadios y nadando en la abundancia. Calidad le sobra, y brío, visto lo visto, ya no digamos.

Acompañaba a Willie una banda formada para la ocasión por Danny Montgomery a la batería, Jorge Otero a las guitarras y los coros y Juanjo Zamorano al bajo y los coros. Durante toda la noche parecieron un grupo perfectamente compenetrado, huyendo de esa sensación de mercenariado que a menudo respiran estos experimentos. Arrancó con ganas de comérselo todo con ese ‘Runnin’ down a dream’ de Tom Petty que a algunos sigue arrancándonos la lagrimilla. Tras eso, colección de hits y sorprendente poca presencia de los temas de Bob Dylan, protagonistas de su último disco, “Positively Bob”. De estas solo cayeron un par de muestras. Una solvente y bien arreglada ‘Rainy day women 12#35’ y una innecesaria ‘Blowin in the wind’ que no acabó de funcionar, algo que también pasa en el disco, virada hacia el cowpunk. Lo grande estuvo en el resto. Algo más justo de voz que como se le recordaba, pero sobrado de actitud, encandiló al público desde que aseguró que “yo no hablo bien castellano, así que voy a hablar rock and roll”. Y es lo que hizo. Porque canciones como ‘One guitar’, ‘Forever wild’, ‘House of a thousand guitars’ o ese ‘Streets of New York’ que interpretó a piano son eso, auténtico y genuino rock and roll de corte norteamericano que debería sonrojar a todos los fans de Springsteen que ni siquiera conocen la existencia de este hombre. Porque Nile es amigo de Bruce, que le invita a aparecer en algunos de sus shows, de Bob Dylan, de John Mellencamp o de Neil Young, pero no alcanza ni de lejos el poder de convocatoria de estos, de manera por otro lado inexplicable.

No parece importarle. Quizá en algún momento lo hizo, pero ya no. Él se sube a un escenario cada noche para dignificar una profesión falta de músicos como él. De los que dicen la verdad desde el primero hasta el último acorde. El final con una desenfrenada ‘You gotta be a Bhudda (in a place like this)’ es una buena muestra de lo que digo.

Publicado en Efe Eme

Sonando: Forever Wild de Willie Nile

1 comentario:

joselu dijo...

Le he visto montonazo veces, pero ya hecho de menos viniese Garland Jeffreys