No, Quique no se ha metido a jugador de basket. De hecho
intuyo que debe jugar bastante mal al deporte de la canasta. Lo suyo es más el
fútbol, para practicarlo. Para verlo es otra cosa porque conozco pocos tipos más
fans de la NBA que él. Pero a lo que vamos. Quique tiene disco triple recién
salido del horno cosa que, por supuesto, muchos no han tardado en criticar. Yo
lo voy a defender pero no solo porque es mi amigo, que lo es, sino porque creo
que es defendible. Él mismo en su Factbook publicaba una misiva en la que pedía
que nadie le quitara la ilusión de hacerlo, que era su disco y que era lo que
le apetecía ¿quién somos nosotros para criticarlo? Para los que desconozcan el
motivo de las críticas, el disco en cuestión es una edición triple de Delantera Mítica que incluye el disco
original, las maquetas y las canciones en directo. Tres puntos de vista de las
mismas canciones.
Punto uno. My name is
Quique González. Si esto lo hace Bruce Springsteen o Bob Dylan nos ponemos
a babear. Quique no es ni Bob ni Bruce, pero tiene el mismo derecho que
cualquiera a hacer lo que quiera con sus canciones.
Punto dos. Por ti lo
que haga falta. No castiga a los fans. Normalmente las reediciones con
material extra son un suplicio para los fans porque te obligan por dos o tres
temas extras a comprar dos veces el mismo disco. Esta edición se puede comprar
en la FNAC a 17 €uros y lleva ¡tres discos! Que sí, que uno igual ya lo tienes
pero te quedan dos discos más a ocho €uros y medio cada uno. Además Quique es
consciente de que esto es un premio para sus fans y por eso hace una edición
limitadísima de 5000 copias y se ha currado un libreto con textos de su puño y
letra explicando el qué de cada canción, amén de unas fotos memorables.
Punto tres. De cocinas
y otros menesteres. El disco aporta y diré el por qué. Soy de los
privilegiados que tuve el placer de oír las canciones en su versión maqueta y
soy de los pesados que le han pedido a Quique continuamente que las editara. Aquello
ya era un disco de por sí. Recuerdo que hacía poco Lucinda Williams había
sacado las Kitchen Sessions que eran las grabaciones de las canciones de su último
disco en su cocina y como le insistí a Quique con ese tema como excusa para que
publicara las suyas grabadas con la ayuda de Fernando Macaya y César Pop. Es
que son unas maquetas muy bonitas y que tienen mucha magia.
Punto cuatro. The (r)evolution.
Poder escuchar la evolución o revolución de unas canciones desde su versión
maqueta hasta su traspaso al directo es un lujo que pocos músicos se atreven a
dejarnos escuchar. Algunos ni siquiera nos dejan escuchar el disco entero a los
periodistas para que les hagamos una entrevista de promoción.
Punto 5. El
Scattergories es mío. Claro hombre. Las canciones de Quique son de Quique y
tiene todo el derecho a hacer lo que quiera con ellas, igual que cada uno tiene
el derecho a hacerse con el disco o no. Be
free, my friend.
A todo esto, esta misma tarde Quique estará firmando discos
en Revolver (la grande) y yo andaré por allí por si algún despistado quiere que
le firme el libro. Prometo ser más escueto que en este texto.
Sonando: Delantera mítica
de Quique González