Nuevo repaso a los conciertos que servidor considera destacables la próxima semana...
Lunes 1 de febrero. Interesante velada la que se presenta en el Marula con la presencia de Jacco Gardner para presentar Hypnophobia, su último trabajo. Una oportunidad de oro para disfrutar en als distancias cortas de pop psicodélico de alto standing.
Sábado 6 de febrero. Toca dividirse. El primero de los conciertos imprescindibles del próximo sábado es el que Burning ofrecerán en la Sala Apolo. Los de la Elipa nunca fallan y esta vez no será una excepción.
Sábado 6 de febrero. Rabia da tener que elegir porque en la Sala Rocksound estarán dos de las bandas nacionales más interesantes de los tiempos que corren: The Bite y The Governament. Mod, punk-rock, power-pop...Mezcla de estilos y muchísima calidad.
Sonando: Pirate Dial de M.Ward
domingo, enero 31, 2016
viernes, enero 29, 2016
Music Spy Club
Hoy estaré en el Music Spy Club de la Biblioteca Vapor Vell de Barcelona. Un auténtico placer participar en mi barrio en una iniciativa como esta. La cosa va, según los carteles, de que un espía artístico (o sea yo) escoja diez canciones publicadas en los doce meses anteriores, se escuchen y se comenten a los asistentes. No han de ser las mejores, o sí. Ni las peores, o también. En todo caso, es evidente que mi lista de lo mejor del año pasado tendrá mucho peso. Eso sí, he optado por trabajar sobre diez temas que se reparten de manera equitativa entre nacionales e internacionales. Poralgo uno defiende ampliamente la música que se hace aquí. No desvelaré más. Les espero a las 19:00 h. en "la biblio".
Sonando: One More Name de Dwight Yoakam
Sonando: One More Name de Dwight Yoakam
jueves, enero 28, 2016
Y el gran Wilko Johnson pasó por la ciudad
Pues Wilko Johnson llegó,
tocó y se marchó. Con una expectación que, a pesar de no reflejarse del todo en
la venta de entradas, flotaba en el ambiente del Teatro Apolo. Obligados a ver
el concierto sentados por temas comerciales no se presentaba el enclave como el
mejor para disfrutar del gran Wilko. Y nada más empezar el concierto se
demostró que el sonido, sin ser horrible, tampoco era el ideal. El eterno
guitarrista de Dr. Feelgood cumplió sobradamente en casi hora y media de concierto.
No fue a lo fácil y, aunque cayeron los clásicos, también optó por repertorio
más desconocido. Mantuvo su estilo único
a la hora de moverse por el escenario, tocó de forma impecable y solo estuvo
algo más justo, habitual por otro lado, a la hora de cantar. La banda, en líneas
generales, estuvo bien, pero en mi opinión al bajista le sobraban unas cuantas
notas, y algo más de sencillez no hubiera ido mal. Pero detallitos a parte,
Wilko hizo un muy buen concierto demostrando estar en buena forma.
Apenas horas antes un
compañero periodista me decía que no iba al concierto temiendo algo verbenero y
un acto de caridad por parte del público, ante la milagrosa sanación del
protagonista. Ni uno ni lo otro, pero sí es cierto que sorprende el fervor que
demostraban algunos por Wilko llegando casi a la locura y que, los que hemos
vivido otros conciertos suyos, no habíamos percibido siempre a esos niveles.
Cierto es que había mucho one-fan-band.
Me explico: tipos con camisetas de los Feelgood, discos para que se los
firmaran, chapas, banderas y unas ganas enormes de hacerse la foto en el
photo-call (sí, había uno). Pero también la pinta de no haber asistido a un concierto
desde las anteriores visitas de Wilko a Luz de Gas o al añorado Garatge ¿Es eso
malo? Hombre, no. Cada uno que haga lo que quiera pero a mí me parece algo
triste limitarse así con toda la buena música que corre por los escenarios,
mucha de ella influida por Wilko, Brilleaux y compañía. En todo caso, esa no es
mi guerra. Disfrutar del rock hecho por
debajo del ombligo es más gratificante. Y de ese anoche hubo bastante.
Sonando: If
You Want Me, You've Got Me de Wilko Johnson
miércoles, enero 27, 2016
La alargada sombra de Shuyler Jansen
Me fascina la música que desde hace
bastantes años llega de Canadá. La tierra de Neil Young o The Band siempre ha
sido una cantera de buenas bandas y no debería ser novedad pero lo cierto es
que, últimamente, me gusta casi cualquier cosa que viene de allí. Incluso
cuando son músicos que aparentemente no tienen nada que ver con los cánones que
marcan el gusto de un servidor. Un ejemplo claro es Shuyler Jansen, nacido en
Edmonton pero trasladado a Vancouver. De él dicen las críticas que comina el
kraut rock con la música de Brian Wilson, Dinoaur Jr. y el country de Nashville
¿Raro? Pues sí, para que engañarnos. Ni siquiera estoy seguro de lo acertado de
esas referencias. Porque en su música también hay blues, sintetizadores
ochenteros, vals y hasta folk. Todo eso, lejos de convertirlo en un engendro
extraño, que también, hace de su propuesta algo tremendamente interesante. The
Long Shadow es su nuevo disco y está integrado por canciones que hablan del
rencor, de vicios insuperables, de amores perdidos y de viejos amigos. Hijo
bastardo del Americana, Jansen se atreve a dotar su música de cualquier
elemento, por extraño que parezca para convertirla en algo hipnótico no apto
para todos los públicos. De momento, a mí, me ha cazado.
Sonando: Old Machine de Shuyler Jansen
martes, enero 26, 2016
Sturgill Simpson, cuando la canción toma la delantera
Es curioso que a pesar de que la mini gira que acaba de traer a
Sturgill Simpson a nuestro país se presentara como “Solo Tour” muchos
esperaran la presencia de una banda de apoyo junto al de Jackson. Evidentemente
eso no sucedió, pero tampoco impidió que todo el mundo saliera de la
Sala Rocksound con una sonrisa de oreja a oreja ante el buen show
presenciado. Cierto es que con su repertorio, basado evidentemente en
los dos excelentes discos que son High top mountain y Metamodern sounds
in country music, la cosa debe ser más sencilla. Pero también lo es que
los conciertos acústicos no son fáciles y una buena lista de canciones
no es garantía de éxito. Hace falta también una buena capacidad vocal e
instrumental, actitud y tablas. Muchas tablas. Cualquiera no puede
enfrentarse a una audiencia parapetado detrás de una guitarra y salir
airoso. Pero Simpson lo hizo. Porque va sobrado de todo eso.
Cerca de hora y media estuvo el norteamericano sobre las tablas de una sala que parece mejorar en cuanto a sonido con cada concierto que pasa. Tiempo en el que desgranó sus discos casi al completo y nos compungió con una soberana versión del «Crying» de Roy Orbison que se llevó a su terreno con aparente facilidad y una maestría al alcance de muy pocos. Vibró e hizo vibrar y en lo único que falló, y que también piden estos conciertos, es en la comunicación con un público respetuoso como en pocas ocasiones se puede ver. No hubiera estado de más algún que otro comentario más entre canción y canción, pero la cosa no podía ser perfecta. Aunque poco le faltó.
Reseña publicada en la wbe de Ruta 66.
Sonando: Railroad of Sin de Sturgill Simpson
Cerca de hora y media estuvo el norteamericano sobre las tablas de una sala que parece mejorar en cuanto a sonido con cada concierto que pasa. Tiempo en el que desgranó sus discos casi al completo y nos compungió con una soberana versión del «Crying» de Roy Orbison que se llevó a su terreno con aparente facilidad y una maestría al alcance de muy pocos. Vibró e hizo vibrar y en lo único que falló, y que también piden estos conciertos, es en la comunicación con un público respetuoso como en pocas ocasiones se puede ver. No hubiera estado de más algún que otro comentario más entre canción y canción, pero la cosa no podía ser perfecta. Aunque poco le faltó.
Reseña publicada en la wbe de Ruta 66.
Sonando: Railroad of Sin de Sturgill Simpson
lunes, enero 25, 2016
Las instantáneas de Zane Williams
La primera vez que me crucé con el nombre de Zane Williams
lo hice con el disco Ride with me en
2011. Era el tercer larga duración de una carrera que había iniciado en 2006
pero su nombre no me sonó de absolutamente nada a pesar de que, investigando
después, vi que su canción «Hurry song» que de paso daba título a su primer
disco había sido un gran éxito. La escucha de Ride with me no me caló. Hay que reconocerlo. Me pareció un disco
de country agradable y poco más. Quizá por eso cuando llegó a mis manos Texas like that, publicado en 2015 (en
2013 había sacado Overnight success)
me acerqué a él simplemente para comprobar que la cosa seguía igual, y por
tanto con pocas expectativas. Y el disco me dejó embobado. De hecho es uno de los
grandes olvidados de mi lista de lo mejor de 2015. Un álbum de country
contemporáneo espléndido que lo coloca a la altura de las nuevas huestes del género
con gente como Daniel Romano o Jason James a la cabeza. Por eso me lancé a
entrevistarlo, cosa que no fue fácil. Soy de los que cuando descubren algo
buscan la entrevista y luego ya veré si alguien quiere publicarla. Y Ruta 66 lo
hizo en su número de octubre del año pasado. “Mi primer disco tuvo una clara influencia del bluegrass más
tradicional, así que no había guitarras eléctricas o baterías, y los
instrumentos principales eran el violín o la mandolina. Mi música actual es más
diferente, más amplia, diría que más completa”. Unas palabras las suyas tan
evidentes como ciertas.
Zane Williams vuelve a ser noticia gracias a ala publicación
de Snapshots disco que, ya les aviso,
no se vende como grandes éxitos pero lo es absolutamente. Y si no lean la
definición que el propio Zane hace del disco: “16 canciones con las 15 favoritas de mi carrera y un tema inédito”.
Pues para no ser un The Best…Eso sí,
es una excelente oportunidad de descubrir a Williams para quien no lo haya
hecho ya y de paso saltarse los temas menos destacados de sus discos previos a Texas like that que por cierto, y como
no podía ser de otra manera, se lleva la palma en cuanto a presencia de
canciones con cinco elegidas. Los que, como yo, apenas conocíamos la carrera
previa del de Abilene tenemos una oportunidad de seguir indagando en su
carrera. “Es que me encanta ese estilo de
música fiel a las raíces y creo que cada
vez hay menos gente tocando ese género. Me gustaría ser uno de los que llevaran
la antorcha de lo tradicional”. Blanco y en botella.
Sonando: Little Too Late de Zane Williams
domingo, enero 24, 2016
Conciertos 25/01-31-01: Wilko Johnson, Alan Bike, Them Vibes…
Será difícil igualar lo que vimos la semana pasada. Tres
conciertos de una calidad increíble. Pero esta semana que entra viene
encabezada por la leyenda al que tengo muchas ganas de volver a ver en un
escenario…
Miércoles 27 de enero.
El grandísimo Wilko Johnson actuará
en el Teatro Apolo (no confundir con la sala). Será curioso verlo sentado. Diría
que imposible, incluso. Pero da igual la forma. Había que ver a Wilko otra vez
y allí estaremos.
Viernes 29 de enero.
Primero servidor se estrenará en el music Spy Club de la Biblioteca del Vapor
Vell recomendando y comentando diez canciones publicadas en los últimos doce
meses. Luego corriendo al Centre Cultural de Collblanc para ver a Alan Bike, Daniel Nunes y MA Lonesome rindiendo homenaje al gran
Holin’Wolf dentro del Pocket Concerts de Bad Music.
Sábado 30 de enero. La semana “conciertil” acaba con los Them Vibes que como dice la hoja de
promoción combina “el estilo de bandas
como The Faces, T.Rex con otras de puro rock and roll como los Stones o los
Black Crowes”. Casi nada.
Sonando: Down by the Jetty de Dr. Feelgood
viernes, enero 22, 2016
Indigos playing Ben Harper
Debo reconocer que cuando
cayó en mis manos el disco de Indigos no le hice mucho caso. O Más bien
ninguno. Me lo dieron en una redacción con un “creo que esto te gustará, es
bastante de tu rollo”, pero una pila de discos por escuchar en aquel momento lo
hizo, por desconocimiento, pasar al último lugar. Craso error. Decidí quitarle
el celofán y ponerlo en mi equipo antes de optar por regalarlo a alguien y me
encontré con que Shine on me era un
álbum muy bien hecho. Con buenas canciones, incluso muy buenas algunas, buen
trabajo vocal y un serio trabajo instrumental. Las posteriores escuchas fueron
incrementando mis sentimientos positivos de un disco que acabó convertido en
uno de mis favoritos en lo nacional del año pasado.
Por eso no tuve duda de
que Indigos debían formar parte de nuestro Cara a Caraperro. Cuando me puse en
contacto con Joss fue fácil llegar a un entendimiento. Y mañana es el día. No
dudaron en escoger Live from Mars de Ben Harper, una de las muchas influencias
palpables en su música. Viendo extractos de algunos ensayos, la cosa promete
ser muy grande. Ya saben, mañana en Rocksound.
Sonando: Shine on me de Indigos
martes, enero 19, 2016
The Eagles - Tequila Sunrise
Si me permiten, hoy
mezclaré tequila, cassis, lima y un poquito de agua carbonatada para brindar
por Glenn Frey. Uno de los capos de los Eagles es la última pérdida (y hay que
estar preparados porque por edad irán cayendo) del olimpo del rock. Por ello, y
como homenaje, una de sus muchas canciones indispensables.
Desperado fue el segundo disco
en estudio de los Eagles, publicado en 1973 y cuyo cuarto tema era una preciosa
tonada llamada «Tequila sunrise» firmada a medias por Glenn Frey y Don Henley. Fue
el primer single extraído del álbum y aunque solo llegó al puesto 64 de las
listas de Billboard se convirtió en un clásico instantáneo de la banda. Don
Henley decía de ella que “creo que era un título de Glenn. Al principio dudábamos
porque parecía demasiado obvia a causa de coincidir con el nombre de una bebida
popular, pero luego pensé que no. ¡Has estado bebiendo tequila toda la noche y
sale el sol! Resultó ser una buena canción. Glenn era más espontáneo y
desinhibido componiendo y yo era más introvertido”. Justamente fue Frey el que se encargó de la deliciosa
interpretación vocal. A su salud.
Sonando: Tequila Sunrise de The Eagles
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