Pues Wilko Johnson llegó,
tocó y se marchó. Con una expectación que, a pesar de no reflejarse del todo en
la venta de entradas, flotaba en el ambiente del Teatro Apolo. Obligados a ver
el concierto sentados por temas comerciales no se presentaba el enclave como el
mejor para disfrutar del gran Wilko. Y nada más empezar el concierto se
demostró que el sonido, sin ser horrible, tampoco era el ideal. El eterno
guitarrista de Dr. Feelgood cumplió sobradamente en casi hora y media de concierto.
No fue a lo fácil y, aunque cayeron los clásicos, también optó por repertorio
más desconocido. Mantuvo su estilo único
a la hora de moverse por el escenario, tocó de forma impecable y solo estuvo
algo más justo, habitual por otro lado, a la hora de cantar. La banda, en líneas
generales, estuvo bien, pero en mi opinión al bajista le sobraban unas cuantas
notas, y algo más de sencillez no hubiera ido mal. Pero detallitos a parte,
Wilko hizo un muy buen concierto demostrando estar en buena forma.
Apenas horas antes un
compañero periodista me decía que no iba al concierto temiendo algo verbenero y
un acto de caridad por parte del público, ante la milagrosa sanación del
protagonista. Ni uno ni lo otro, pero sí es cierto que sorprende el fervor que
demostraban algunos por Wilko llegando casi a la locura y que, los que hemos
vivido otros conciertos suyos, no habíamos percibido siempre a esos niveles.
Cierto es que había mucho one-fan-band.
Me explico: tipos con camisetas de los Feelgood, discos para que se los
firmaran, chapas, banderas y unas ganas enormes de hacerse la foto en el
photo-call (sí, había uno). Pero también la pinta de no haber asistido a un concierto
desde las anteriores visitas de Wilko a Luz de Gas o al añorado Garatge ¿Es eso
malo? Hombre, no. Cada uno que haga lo que quiera pero a mí me parece algo
triste limitarse así con toda la buena música que corre por los escenarios,
mucha de ella influida por Wilko, Brilleaux y compañía. En todo caso, esa no es
mi guerra. Disfrutar del rock hecho por
debajo del ombligo es más gratificante. Y de ese anoche hubo bastante.
Sonando: If
You Want Me, You've Got Me de Wilko Johnson
No hay comentarios:
Publicar un comentario