miércoles, marzo 31, 2010

El sueño de Chuck

Descubro en la entrevista en el Ruta del mes pasado con Chuck Prophet una de esas cosas que a veces sueles pasar por alto. Resulta que en 2008, el amigo Chuck se grabó íntegro el Dreaming My Dreams que Wayon Jennings publicó en 1975. Estaba en el estudio y le apeteció hacer el disco de cabo a rabo. Días después de leerlo me encuentro con el amigo Manel Celeiro haciendo unas cervecitas y comentamos “molaría encontrar este disco pero sólo hizo 250 copias”. Llego a casa y ante la imposibilidad de encontrar copia física, evidentemente, decido poner todos mis sentidos en encontrar una descarga de tamaña curiosidad. Minutos después estoy enviando un e-mail a unos cuantos elegidos con el enlace de descarga después de asegurarme tras una primera escucha no sólo que merece la pena sino que es una obra maestra ¡Qué tío Chuck! El original, como decía, se publica en 1975 y se reedita en 2001 con una par de bonus tracks inéditos. Hay quien asegura que, en conjunto, este es el mejor disco de toda la carrera de Jennings. Y Chuck lo borda. Se sale de los originales cuando lo necesitan y vuelve a ellos como el hijo pródigo que regresa a sus raíces. Juguetea, bromea, se pone serio, domina las canciones. Prophet da una nueva dimensión a unos temas ya de por sí excelentes y consigue algo tan difícil como hacerlos suyos. Y más si pensamos en la tremenda personalidad del artista original. Con este disco y su último Let Freedom Ring, Prophet asciende definitivamente a la primera división. Siempre había pensado que a sus discos les faltaba algo que no sabía explicar. A estos ni les falta ni les sobra nada. Vamos, dos maravillas.

Sonando: Waymore’s Blues de Chuck Prophet

martes, marzo 30, 2010

Ya a la venta

Pues eso. Permitidme todos los que leeis asiduamente este blog que me haga un poco de auto-publicidad. Ya está disponible el segundo disco de Los Hijos Bastardos de Henry Chinaski. Muy pronto estará a la venta en FNACs pero mientras, si alguien lo quiere, no tiene más que enviar un e-mail a hijosdechinaski@gmail.com y le explicaré la forma de conseguirlo a un´módico precio. Política Indiana. Vamos que es de los discos más baratos del mercado, seguro. Estoy muy contento. El disco ha quedado realmente precioso y eso me hace sentir muy satisfecho. Ya saben. Ya lo he anunciado por aquí. Colaboraciones de lujo. Maika Makovski, Víctor Puertas (Suitcase Brothers), Dani Nunes (Brioles), Toni Zuriaga (CosmopolitANTS), Ester Rodríguez (Amigos Imaginarios), Juan Carlos Luque (Maika Makovski)....Y una banda base formada por un servidor, Alex Vivero (ex Sol Lagarto), J.J. Extremera (ex CosmopolitANTS), Mario Cobo (Nu Niles) y Charlie Bautista (Christina Rosenvinge)....El primer single, «Bob Dylan»....Artwork a cargo del menda y Rakel Chinaski...Todo familia y amigos, que no dejan de ser otra forma de familia....Ahora mismo es como un regalo para mí...

Sonando: Bob Dylan de Los Hijos Bastardos de Henry Chinaski

domingo, marzo 28, 2010

Paseando con The Dreggs

Es tarde, aunque no tanto como cabía esperar. Acabo de volver de la presentación del último disco de los Midnight Travellers. Ni recuerdo cuando fue la última vez que pisé solo el Sidecar para ver un concierto. Hacía tanto tiempo. Mucha gente conocida. Muchos viejos amigos de bolos y farras. Buen rollo. Aunque de golpe me he sentido out. Apenas media hora después de acabar el bolo he tenido la necesidad de irme. Me apetecía pasear por la Rambla. He dicho adiós y he subido pesadamente las escaleras de la sala. La Plaza Real. Un hervidero de gente a la una de la madrugada. Gente que comienza la fiesta. Yo la acabo ¿He cambiado? No lo se. Lo que si se es que si lo he hecho es para bien. Me conozco mejor. Soy fiel a mi mismo. Y me siento bien. Tampoco es que tenga excesivas ganas de llegar a casa. Se que Rakel no está, llegará tarde. Y June tampoco. Eso sí que es raro. Está con su abuela. Así que cojo Rambla arriba y enciendo el iPOD ¿qué puedo poner para ese momento? No me decido por lo que apuesto por algo que aún no conozco. Algo nuevo. The Dreggs. Ni siquiera recuerdo qué hace ese disco en mi iPOD ¿De dónde lo saqué? Qué más da. Me gusta. Entra bien. Lo pienso de nuevo. Me gusta mucho. Lo vuelvo a pensar ¡qué buenos! Una vez más ¡son muy grandes! Qué bonita esa mandolina. Y cómo suenan esas acústicas. El viento frío me azota la calva. Y sonrío. Acabo de descubrir una banda nueva que me gusta mucho. Y esa es una sensación que me encanta. No se nada de ellos. Sólo que suenan muy bien ¿no es suficiente? Quizá sí. A veces debería ser suficiente con eso…

Sonando: In The Fire de The Dreggs

viernes, marzo 26, 2010

The Midnight Travellers, trabajando como hormigas

Esos cuatro supervivivientes, y lo digo por lo difícil que es apostar hoy por el rock and roll en inglés en este país, que son los Midnigh Travellers tienen nuevo disco, Ant Made. Hormigas, muchas hormigas por todas partes en una edición en vinilo absolutamente magnífica. Precioso en cuanto a presentación y de impecable contenido. Ant Made es un discazo y, lo ques es más importante, un paso adelante respecto a su anterior Uncommon Sense. No hay duda de que es un disco también más difícil. Quizá aquí no hay temas tan pegadizos de entrada como «Words of Scorpio» o «Where The Opium Grows» aunque el single, «One of a kind» también es de esos temas que se te enganchan sin remedio.

Los midnight han ampliado miras. Se han quitado corsés. Han decidido que las canciones sean las protagonistas de su sonido y no las poses o los estilos buscados concienzudamente. Han crecido. Han madurado y lo han hecho bien. Y rápido. Porque el tiempo entre un disco y otro no ha sido excesivo. La banda ahora tiene más empaque. Han aprendido a estar en el estudio, a sacar lo mejor de sí mismos. Y han arriesgado. Algo que siempre es una decisión difícil.

Inician el álbum con una acústica y se cascan unos coros multivocales excelentes como si los Fleet Foxes hubieran conocido en una esquina a Chris Robinson. Después se confiesan ¿qué te pensabas?¿que esto iba a ser todo así? Soy un mentiroso. «I’m a liar». Vuelven así los midnight más fieles a su sonido. El single donde se ponen los singles, en el tercer puesto. «One of a kind». Pegadiza. Golosa. Por algo es el single. Y el video clip es para no perdérselo. Según ellos mismos directamente pensado para que las mujeres disfruten y los hombres se pongan celosos. «Spiral» hace honor a su nombre para dar paso a «Dancing around» con su inicio demoledor, su pequeño descanso y su estribillo inolvidable y acelerado. «Humble Floor» tiene mucho en cuanto a sonido de Stone Temple Pilots aunque la voz de Omar sea mucho más apetecible que la de Scott Weiland. Le sigue una versión eléctrica de ese «Let The Poison Come In» que cerraba su primer disco. «Time as come» lo deja claro I have not Money, pero si hay otro estribillo resultón y una buena patada en el culo a los que dudaban de lo poderoso de su propuesta. «White flag» anuncia un descanso para volverse ruda al instante, la voz tratada le da un toque diferente al resto del álbum, aunque rápidamente te vengan a la memoria los Blind Melon más eléctricos. «Head, Heart & Balls» no baja el ritmo y su medio tiempo trotón nos acerca a unos Soundgarden modernizados. «Pretty as cruel» cierra de manera acústica el disco. Influencias del mejor rock americano tamizadas con recuerdos a los viajes lisérgicos de Frisco Town. Ahí se acabaría el disco de manera oficial pero su versión en CD incluye tres bonus track. «Gipsy on the shore» es lo más pop que nunca ha hecho la banda, pero no se asusten, tampoco es para tanto. «When you come around» vuelve al lío para cerrar con «Winter’s tale» con los Who en el punto de mira en unos buenos coros que cierran un gran disco. No hay más, o quizá sí. Acercarse a verlos. Hoy viernes Madrid. Mañana, sábado, Barcelona. Valdrá la pena. Seguro.

Sonando: One of a kind de The Midnight Travellers

jueves, marzo 25, 2010

Portadón

No podía ser de otra manera. Con el discazo que se ha sacado de la manga y que por cierto ha sido disco del mes en el ruta del mes de marzo, Maika tenía que ser portada del mes de abril. Estaba cantado. Merecidísima portada. No voy a entrar más en un disco que ya he destripado por aquí hace apenas unos posts pero no podía dejar pasar por alto que mi revista favorita y de la que formo parte apueste por la Mako en su portada. Me gusta cuando el ruta arriesga. Me gusta mucho. Es evidente que las ventas mandan y no siempre puedes hacer portadas en las que te la juegues. A veces es necesario apostar por un nombre potente que te asegure poder sobrevivir. Pero los directores de la revista no han perdido de vista el alma de la misma y van colando esos "riesgos" que la hacen tan especial. Yo me alegro un montón por Maika y también por la revista. Ahí siguen ambas, al pie del cañón y eso, hoy en día no es nada fácil.

Sonando: Lava Love de Maika Makovski


PS: De paso el número incluye mi entrevista con el señor Dexter Romweber.

miércoles, marzo 24, 2010

The Legendary Shack Shakers, el regreso

Los Legendary Shack Shakers se han vestido finalmente de Tom Waits y editan un disco en el que se han ido a una herrería a grabar sonidos de martillos, yunques, herrajes, etc para conseguir un sonido sucio y muy particular. Eso sí, no pierden ni un ápice de sus señas de identidad y de su enorme personalidad. En Agridustrial, según las palabras del mismo JD Wilkes intentan luchar contra una sociedad que” se ha vuelto loca con la codicia y la usurpación”. Un disco visceral. Orgánico. Más cercano al rock más duro y visceral en algunos temas que al rockabilly, el country o el hillbilly de otras entregas. Pareciendo querer confirmar la definición que de ellos se puede leer en Wikipedia como “grupo americano de punk blues”. Eso sí, algunos temas vuelven a esos sonidos como si hubiera la necesidad de recordarnos que estamos un ante un disco de una banda tan impredecible como ellos. Hank Williams III dice que Wilkes es el mejor frontman del mundo. Por algo será y este disco no es mala forma de comprobarlo.

Sonando: Sugar Baby de Legendary Shack Shakers

martes, marzo 23, 2010

Prepárate Eli

La de palos que se va a llevar el bueno de Eli Paperboy Reed. Y yo seguiré defendiendo su propuesta. Ya está listo su nuevo disco, Come and Get It. Y es más de lo mismo. Por tanto no me vale que a los que les gustó el primero ahora me digan que este no les gusta. Una cosa es que te sorprenda menos, ya no hay factor sorpresa, claro. Otra cosas es que como me decía de manera privada mi buen amigo Sanfreebird este álbum este producido ligeramente más mainstream. Pero tal y como le dije a él pocas producciones hay más mainstream comercialoides que el Back To Black de Amy Winehouse y es un disco que llegó a comprarse alguien tan purista como mi amigo Blas Picón de los Lazy Jumpers. El que disfrutó el primer disco real (segundo si contamos con su primer álbum de recortes) de Eli ha de hacer lo propio en mayor o menos medida con este.

Y ahora voy a hacer la defensa del de Boston que prometí hace tiempo a otro grande, Joserra Rodrigo. Ay, Joserra ahí no coincidimos. Claro que Eli no cambiará la música pero ha sido el primero, sí, sí, el primero que en el siglo XXI ha apostado claramente por la vuelta a los orígenes del soul. Porque su primer disco (el de recortes) es antes que el de Amy. No entiendo por qué defender a la Winehouse y masacrar a Eli. Hombre, Eli es a Sam Cooke, Otis Redding o Al Green lo mismo que Amy a Mary Wells, Aretha o Etta James. No Fotem (que decimos en Catalunya). Si uno es una copia la otra también. Y voy a la yugular ya. Pobre Joserra con lo majo que es y lo que me lo quiero y ahora lo voy a atacar en sus cimientos ¿No es Rufus Wainwirght un engendro entre Tim Buckley, Nick Drake y su padre Loudon Wainwright? Claro que Rufus tiene una personalidad enorme pero no se pueden evitar comparaciones. Vale, vale, no es lo mismo, lo de Eli es mucho más exagerado. Pero joder, los discos de Eddie Hinton en solitario suenan a Otis Redding más que nada en el mundo y los seguimos defendiendo como los discazos que son ¿Que el de Boston copia también los gestos en escena? Bueno ¿y qué? En el fondo es lo que la gente espera. Yo lo he visto dos veces en directo y la primera vez me hizo vibrar como pocos en un escenario tan frío como el Auditori del Forum de Barcelona. Por eso no entiendo esta moda de zurrarle a Eli ¿No tiene derecho a triunfar? ¿A hacerse famoso? Además los mismos que critican a Eli son capaces de defender hasta la muerte que Dylan, mi querido Dylan (perdón por hablar así de Dios) copie literalmente un tema de principio a fin, por no decir un disco, y encima se lo adjudique. Eso no es criticable, que Eli tenga unas influencias más que evidentes sí. Joder, como somos ¿no? Y que nadie se ofenda y me acuse de poner a Eli en el mismo saco que Dylan, Dios me libre. Nunca se me ocurriría. Eso sí, lo que está haciendo Dylan en sus últimos y grandes discos es éticamente mucho peor, pero mucho peor. Lean el fantástico artículo del gran Tsi-Na-Pah sobre Modern Times, el disco que muchos, entre los que me encuentro, situamos entre los mejores de la década pasada. Pues sí lo era, pero también es el mejor disco de plagios de la historia y corremos un tupido velo. Se dice pero no se critica. Seamos justos. Eli no es un grande del soul, claro que no joder, faltaría más, pero es un tío que ha hecho dos buenos discos, y, sobre todo, disfrutables. Discos vivos. Y eso, por lo menos para mí, es suficiente. Ah, y «You Can Run» de su último disco es un temazo de gospel inigualable en este siglo, por lo menos de momento.

Sonando: Yo Can Run de Eli Paperboy Reed

lunes, marzo 22, 2010

Aventuras de un vividor

El viernes, primer día del padre con June regalándome un libro llamado «Mi papá es genial» y Rakel haciendo lo propio con «Aventuras de un vividor». Para el que no lo sepa este último es la autobiografía de Errol Flynn, personaje interesante donde los haya. Llevo apenas la mitad del libro y me está encantando. Detrás de esa imagen de niño bueno y de conquistador, Errol era un perla de muchísimo cuidado que llegó a ser prácticamente un mendigo durante unos meses malviviendo en Roma. Narrado, como no, en primera persona se rompen algunos mitos exagerados sobre el personaje pero se confirman muchos otros que, evidentemente, no revelaré para el que quiera disfrutar de este interesante volumen. Flynn fue un ganador pero también un perdedor. Fue caballero y putero. Guapo y feo. Simpático y borde. Toda su vida se movió en ese doble rasero que convierte sus peripecias, muchas veces, en una novela casi de ficción. Por algo los Dogs d’Amour le dedicaron un temazo ¿no?

Sonando: Errol Flynn de Dogs d’Amour

viernes, marzo 19, 2010

Rock en castellano, puestos del 7 al 1

Y llega el momento de conocer el final de mi lista. Ahí van los primeros puestos.

1. « Salitre» Quique González

¡Qué canción! Claro, por algo es la número 1. Sentimientos a flor de piel. Instrumentación sencilla, austera. Todo muy cotidiano y eso la hace más cercana aún al oyente. “Y ahora tendré que salir a buscarme, alguien que me arranque de cuajo la pena, de alguna manera tendré que olvidarte, tengo que olvidarte de alguna manera”. Insuperable. La única canción que no dudé en cuanto a su puesto.

2. «Todo lo demás» Andrés Calamaro

¿Y esta qué? Hace relativamente poco acabo de descubrir la mejor versión que nunca he oído de este tema a cargo de Fabián, el cantautor leonés. Todo es perfecto en este tema, letra, melodía…"puedo presumir de poco porque todo lo que toco se rompe”.

3. «De qué sirve» Santi Campos

Esta adaptación de un poema de Jaime Gil de Biedma con una melodía que recuerda al «Between The Bars» de Elliott Smith es una de las obras cumbres de Santi Campos. Otro de esos temas perfectos a los que ni le sobra ni le falta nada. Simplemente apabullante.

4. «Miéntelas» Burning

Los Stones de la Elipa ¡Hay tantas canciones que podía haber escogido de ellos! Los culpables de que en España aún se volviera a hacer rock and roll de verdad. Canallas, chulescos ¡unos perlas! Encantadores, eso sí. Miéntelas.

5. «El tren de la costa» Los Sírex

Me encanta este tema. Rock and roll de verdad. No en vano es una adaptación del «Train Keep a Rollin» de Johnny Burnette que en la época en que se hizo el tema debían conocer cuatro por aquí. “Corre niña ves al tren o marchará”. No tendrá el mérito de la composición pero sí de la adaptación y de apostar por una canción así.

6. «Noroeste» Deltonos

Podía haber escogido canciones de discos anteriores pero para mí GT es el álbum definitivo de los Deltonos. Su álbum de madurez. Un grupazo gigantesco con la sombra del gran Hendrik Roever dominándolo todo. Y esta canción, otra para la lista de perfectas.

7. «Cuando el angel decida volver» Jose Ignacio Lapido

Siempre afirmo que el triunvirato de mejores compositores de este país lo forman Quique González, Santi Campos y este señor. Por su evolución me quedo con el tema que abre su último disco, hasta ahora, Cartografía (2008).

Sonando: Salitre de Quique González

jueves, marzo 18, 2010

Rock en castellano, puestos del 14 al 8

8. «Pero a tu lado» Los Secretos

Ya he dicho varias veces que soy secretistas y a mucha honra. Me he resistido a coger una ranchera y aunque esta quizá no sea su mejor canción sí que es de las mejores y muestran lo que son: letras sencillas, bonitas melodía y palabras directas al corazón. Muy pocos pueden superar una frase como “ya no persigo sueños rotos, los he cosido con el hilo de tus ojos”. Además la canción acabó dando nombre el disco homenaje póstumo al gran Enrique Urquijo.

9. «Chica de ayer» Nacha Pop

La gente suele colocarla en el 1. Yo en el 9 ¿Qué se le va a hacer? Es una grandísima canción, sin duda. Definió una época y, sobre todo, una manera de hacer canciones. Otro de esos temas que demuestran que en lo sencillo está, a veces, lo mejor.

10. «Cuando cae la noche» Jaime Anglada

Jaime es amigo mío y algunos otros de la lista también pero eso no le quita que haga grandes canciones. Aunque he dudado si quedarme con «Nunca tendremos Graceland» al final he optado por una canción con frases como 2cuando cae la noche, quiero ser Tom Waits” ¡Qué tío más grande!

11. «Mi primera combustión» Love of Lesbian

Santi Balmes en estado puro. Maniobras de Escapismo es un discazo en toda regla. Para mí, el mejor de LOL. Y este tema es una canción de esas que te da qué pensar en una situación que más de uno habrá vivido. Una letra enorme.

12. «Lobos e Insectos» Amigos Imaginarios

"Y es que hueles tan bien, que me vuelvo persona otra vez". Insuperable. Soberbia. Ya saben lo que opino de Santi Campos como autor de canciones y ésta demuestra que los Imaginarios son la horma que faltaba a su zapato.

13. «Que hoy se pare el mundo» Los Brujos

Preciosa letra y preciosa melodía. Yo versionaba este tema cuando estaba en Tipos de Interés. Miguel Ángel Villanueva es uno de esos talentos que permanece a la sombra pero canciones como esta demuestran que debería ser mucho más conocido.

14. «Shangri-la» Marañones

Me encantan los murcianos. Son uno de mis grupos fetiche y Miguel Bañón uno de esos cantantes que todo el mundo olvida en las listas de mejores cantantes del rock cuando merece uno de los puestos de arriba. Esta canción los acerca un pelín al pop pero es de esas que tarareas, tarareas y tarareas sin parar.

Sonando: Que hoy se pare el mundo de Los Brujos

miércoles, marzo 17, 2010

Rock en castellano, puestos del 21 al 15

Sabía yo que el tema Elefantes iba a traer algo de cola, je,je. Yo defiendo que todos tenemos canciones que nos gustan y nos gustaría que no fuera así. Hay que reconocerlo, hombre. Todos tenemos cosas que ocultar ¡juas! Igual servidor ha pecado de exhibicionista ¡qué se le va a hacer! Alguna sorpresa queda más en la lista pero no creo que ninguna supere a esa, vamos, seguro que no. De hecho, insisto, esta es una lista hecha con el corazón y sin analizar demasiado sus consecuencias. Cuando he elegido la canción de la banda X no lo he hecho pensando en escoger su mejor canción sino en escoger la que a mí me dijera alguna cosa especial, fuera por el motivo que fuera. Venga va, basta de justificaciones. Puestos del 21 al 15 y acercándonos a los puestos de honor.

15. «El crujir de tus rodillas» The Nu Niles

Esta canción la compuso Mario Cobo hace un montón de años pero no la grabó oficialmente hasta el Destination Now de 2005 convirtiéndose en la única canción en castellano de aquel disco. Vale, es amigo mío pero esta canción que al principio puede parecer simple se te clava y no te deja.

16. «¿Dónde está la revolución?» M-Clan

Porque Tarque es el mejor cantante de este país en cuanto a texturas en la voz. Porque hubo una vez en que M-Clan fueron “la gran esperanza blanca”. Porque con su último disco parece que se han recuperado sonando más maduros y eso me ha llevado de nuevo a pensar en los primeros y, sobre todo en lo que disfruté con Coliseum. Y esta siempre me ha parecido una gran canción, qué narices.

17. «Sylvia» Sidonie

Incluida en Costa Azul me parece una canción preciosa y el primer paso hacia el gran disco de pop-rock que es El incendio. Una letra bien encajada para una perfecta canción pop. Además está dedicada al personaje de Anita Ekberg en la Dolce Vita de Fellini. Una razón más para que me guste.

18. «Infinito» Bunbury

Supongo que esta y la anterior serán las “polémicas” de hoy. Respeto a Bunbury. Al personaje. Vale que hace lo que hacen otros de fuera pero aquí es diferente. No hay nadie como él en este país. He dudado entre «Sácame de aquí» y este «Infinito» y me he quedado con esta última por su aire ranchero y por estar en Pequeño, mi disco preferido del zaragozano.

19. «Septiembre» Enemigos

Incluida en La Vida Mata, tercer trabajo de Josele & Co. esta canción es una de las cumbres del rock en castellano de los últimos 20 años. “Mientras los bailes, sean sin mi igual, yo besaré a la madre, que hoy me velará”. Espeluznante.

20. «Lo más dulce» Sol Lagarto

La banda que mejor supo continuar, en su momento, con el espíritu de los primeros M-Clan. Discos de buen rock and roll potentes y bien paridos. Sobre todo Mira Adelante, en el que estaba esta canción de estribillo inolvidable.

21. «Mi enfermedad» Los Rodríguez

La concesión sudamericana de una banda parida y creada para el mercado español. No por trillada esta canción es menos buena. Tiene ritmo, buena letra y se conserva perfectamente con el paso del tiempo.

Sonando: Septiembre de Enemigos

martes, marzo 16, 2010

Rock en castellano, puestos del 28 al 22

Ahí van los puestos del 28 al 22.

22. «Comprensión» Lone Star

Otro grupo de la Barcelona de los 60. Formados por Pedro Gené (voz), Willy Nab (guitarra), Rafael de la Vega (bajo), Enric Fusté, (piano) y Enrique López (batería). Podría haberme quedado con muchas pero elijo esta versión del «Don't let me be understood» de los Animals.

23. «Como el viento» Depedro

Y ahora una canción más reciente que a mí me parece, simplemente, perfecta. Desde la instrumentación a cargo de Calexico hasta la voz de Jairo Zabala pasando por la melodía hipnótica de la propia canción ¿por qué una canción de hace apenas dos años no puede estar en una lista así?

24. «El sitio de mi recreo» Antonio Vega

Rozando la regla de no poner cantautores, a Antonio lo pongo por su espíritu para el pop y el rock. Esta siempre fue mi canción favorita de entre todas su grandes canciones que, por suerte, para nosotros son muchas. Sensibilidad a flor de piel.

25. «Santa Lucía» Miguel Ríos

Lo siento pero no puede entenderse el rock hecho en castellano sin la figura del gran Miguel Ríos. Una institución. Joder, que grabó sus primeras canciones en 1962. Paquito en pleno apogeo y un chaval de Granada apostando por el rock and roll. Ole sus cojones. Esta canción, compuesta por el argentino Roque Narvaja aparece por primera vez en Rocanrol Bumerang en 1980 para quedase para siempre en un rinconcito de nuestros corazones. A menudo me recuerdas a mí…

26. «Nadie te quiere ya» Los Brincos

Por coge runa porque los brincos eran una acumulación enorme de grandes canciones. Un grupo capital para entender el rock de este país. Esta canción es de 1968 y recoge los frutos que un año antes había dado «Lola». Hay quien dice que si no hubieran sido ellos hubieran sido otros. Probablemente. Pero fueron ellos.

27. «Fuera de mi corazón» Salvajes

Me iba a quedar con el himno que es «Soy así» pero al final me he inclinado por esta pedazo de canción de una banda más de Barcelona. Y es que en los 60, el cotarro se movía en la ciudad Condal. Más potentes que los brincos pero igual de importantes. Los Stones españoles, hasta que llegaron los Burning.

28. «La Goulue» Tulsa

Otro disco relativamente actual. Miren Iza escribe como nadie en este país. Su primer disco Sólo me has rozado es delicioso y esta canción es un ejemplo perfecto. Letras que se clavan como puñales, mala leche y onanismo emocional lleno de sentimientos encontrados. Deliciosa.

Sonando: Fuera de mi corazón de Salvajes

lunes, marzo 15, 2010

Rock en castellano, puestos del 35 al 29

Pues ala, a empezar la lista. Puestos del 35 al 29.

29. «Mi prima y sus pinceles» Josele Santiago

Extraída de su primer disco en solitario tras desmontar Los Enemigos, Las Golondrinas, etc., y producido por Nacho Mastretta, esta es una demostración latente del por qué Josele está considerado uno de los mejores compositores de la historia de este país. Puede hablar de todo, o de casi todo y siempre lo hace de forma soberbia.

30. «Que yo no lo sabía» Elefantes

Seguro que esta es una de las sorpresas de la lista para muchos. La banda de Shuarma podía horrorizarme y extasiarme por igual. Según el momento y según la canción. Pero cuando la clavaban el acierto era de los de relumbrón. En El Arte de Mover Sus manos, editado en 2004, aparecía esta canción que es de esas que piensas que podías haber escrito tú, por sencilla, pero luego ponerse es otra cosa. Clara y directa. Una preciosa canción de amor. Quieres que no te guste y no lo consigues.

31. «Corazoncito» Cosecha Roja

Acaban de ser reeditados con un Grandes Éxitos vía Hanky Panky. Y es que la banda de Carlos Rego & Co. era muy grande. Quizá su tema más emblemático, par mí, es este «Corazoncito» que es de esas canciones que no puedes parar de taraear. Incluida en Conducir Despacio, su disco de 1997 acalla a los que aseguran que en los 90 no parecieron buenas bandas de rock en el país.

32. «Maneras de vivir» Leño

No soy muy de Leño, vaya por delante, pero que esta canción se compusiera a finales de los 70 tiene su qué ¿o no? Toda una declaración de intenciones y frases para la historia: “Te busco y estás ausente, te quiero y no es para ti, a lo mejor no es decente, maneras de vivir”.

33. «No pierdas el tiempo» Cheyenes

Publicada en single en 1966, esta canción demuestra que el garage también llegó por estos lares cuando tocaba aunque lo escondieran. Y es que aún hoy podemos estar hablando de la mejor banda de garage que ha dado nunca este país, y eso no es moco de pavo. De Barcelona, para más señas. Adicción.

34. «Be Bop Ska» Brioles

Los hermanos Nunes, sano y seña del rockabilly patrio. Eso sí, sin olvidar gotitas del punk de los 70. Formados en 1986, esta es una de sus grandes canciones y mi favorita. Acaba de ser regrabada por los Nu Niles para incluirla en su Sin Rendición. Mientras, los Brioles, ahí siguen y tienen nuevo disco.

35. «Anoche» Christina Rosenvinge

Rosenvinge necesitaba quitarse de encima definitivamente el apelativo de ñoña, por un lado, y el de súper underground por otro. Lo consiguió en 2008 con Tu Labio Superior. Esta canción, compuesta a medias con el Chinaski, Charlie Bautista, demuestra que lo ha conseguido. Por fin vemos todo su potencial y me encanta.

Sonando: No pierdas el tiempo de Cheyenes

domingo, marzo 14, 2010

Las 35 mejores canciones del rock en castellano

Dado que este año servidor cumple la bonita cifra de 35 años y que últimamente se me pide por aquí más miradas hacia el rock de aquí, cosa que no deja de extrañarme porque ya saben los habituales que soy un firme defensor como dije hace algunos posts de la lengua hispana en el rock, he deicido hacer una lista. Ya conocen también mi pasión por las listas. Esta vez voy a lo grande. He decidido hacer una lista con las 35 mejores canciones del rock en lengua castellana. eso sí, para que nadie se queje he puesto una serie de parámetros:

1. Son las mías. Con eso quiero decir que si alguna creen que no debería estar pues vale, lo acepto, pero son las que yo pienso por algún motivo. Y este puede ser personal, musical, temporal. Da igual. Son las 35 que a mí me gustan y ya está. Simplemente.

2. He optado por intentar no repetir dos canciones de un mismo autor excepto si ese autor estaba, por ejemplo, en un grupo. Así la lista se hacía más variada.

3. He obviado el rock sudamericano, excepto a la figura de Andrés Calamaro pro simple desconocimiento. Nada más. Además a Andrés siempre suelen incluirlo en als listas de rock nacional o sea que me uno al rollo.

4. He dejado fuera a cantautores como Sabina, Carlos Chaouen o Jorge Drexler y sólo he escogido a aquellos que pueden estar en la línea entre el cantautor, el rock y el pop. No acabo de entender esas listas que escogen como mejor disco rock de la historia nacional el Mediterráneo de Serrat. que sí, que es un discazo pero hombre, rock....

5. Se que algunas sorprenderán pero intentaré dar los motivos del por qué están ahí.

Mañana empieza la lista. Siete canciones cada día, y el viernes el ganador. Ya me dirán.

Sonando: Guest List de Eels

sábado, marzo 13, 2010

Quique González, el regreso de un viejo amigo

Lo de la noche del viernes con Quique González en Sant Boi fue una especie de reencuentro con viejos amigos. Porque las últimas veces que he hablado con el madrileño no parecía muy convencido de cómo estaba sonando como banda. Y esta vez sí debería estarlo. Y es que Quique se marcó un concierto enorme. De lujo. Regresando a terrenos ya transitados y, quizá entendiendo, que no hay porqué intentar reproducir su último y excepcional Daiquiri Blues nota por nota. Un directo es otra cosa. Y Quique lo sabe. Por eso ha apostado por darle mayor contundencia a su banda con el regreso de Javi Pedreira y doy fe que lo ha conseguido.

González es un tipo valiente. Único en el panorama nacional. No duda en atreverse a iniciar un concierto él sólo a la guitarra con dos piezas antiguas, «Los conserjes de noche» y «Reloj de plata», esta última inédita en sus últimos repertorios. Después Jacob y Javi se le unen para encarar como trío una espeluznante «Cajita de Música». El siguiente paso es la incorporación de Toni Jurado y Julián Maeso, vital este último para entender el sonido del Quique actual. La banda aprieta con «Restos de Stock» y el concierto arranca definitivamente. Empaque. Fuerza. Seguridad. «Cuando estés en vena» y «Avería y redención» dan paso a un «Pájaros Mojados» que pierde el country que se le había dado en muchas ocasiones para hacerse más fiel a la original. El concierto sigue y todos los discos tienen su parte de protagonismo. Nueve canciones de Daiquiri Blues, «Suave es la noche», «Te lo dije» con Quique haciendo de Elvis y «Kamikazes Enamorados» del disco del mismo título, «Torres de Manhattan», «Miss Camiseta Mojada», «Reloj de Plata», la preciosa y precisa «Pequeño Rock And Roll» y «Pájaros Mojados» del susodicho, la inicial «Conserjes de Noche» haciendo honores a Personal, «Cajita de música», «Hay partida» y «Avería y Redención» de Avería y Redención, «Vidas cruzadas», «El campeón» y «Se equivocaban contigo» de La Noche Americana, y «Crece la hierba» con imitación incluida de Van Morrison, «Ayer quemé mi casa» y la excepcional «Salitre» de Salitre 48 ¿Alguien da más? 28 temas. Bueno, temazos. Quique en muy buena forma. Vocalmente excepcional. A gusto con la banda. Y vaya banda. Fantásticos. Soberbios. Poderosos. Y yo más feliz que un ocho de que así sea. Bienvenido una vez más, viejo amigo.

Sonando: Ayer quemé mi casa de Quique González

viernes, marzo 12, 2010

Soy una fotocopia

Sorpresa. Asombro. Alucine. Así me quedo cuando me llega la biografía promocional de un músico que próximamente estará de gira por nuestro país. Ni siquiera voy a perder el tiempo en decir quien es ni, sobre todo, quien es la promotora porque no es mi intención iniciar un ataque frontal a nadie. No es mi estilo ¿Y por qué me quedo así? Pues porque desde sus segundo párrafo me encuentro con que han copiado una entrada de este blog de cabo a rabo. Estilo fotocopia. Sin cambiar ni una coma. Primero me enfado. Que morro. Pero luego pienso gracias a un e-mail de alguien a quien se lo cuento que lo que hay es una falta de estilo. Qué poca clase copiar algo y no poner la fuente. Y más para la biografía de un músico. No cuela el despiste, lo siento pero no. Ni siquiera me cuelan las excusas que otras veces se han utilizado para definir las fusiladas que gente como Led Zeppelin o Dylan han hecho de clásicos. Eso de que se hace para no pagar derechos. Pues en este caso no hay derechos. O el colmo que es lo que una prestigiosa (¿?) revista argumentó para justificar un acto de este tipo “es que estaba tan bien escrito…”. Perfecto, pero insisto, cita la fuente y todo arreglado. Esas cosas están muy feas. Primero porque se infravalora tu esfuerzo. Y segundo porque intuyes que alguien está haciendo suyo algo que es tuyo. En este caso han tenido la mala suerte que servidor, por su curro en el Ruta, está apuntado a mil y una listas de correo y claro, los he enganchado. Si no, nunca me hubiera dado cuenta ¿Cuántas veces debe pasar esto? A cientos. Seguro. En este caso es una tontería. Total, tampoco es que vayan a lucrarse mucho con una biografía promocional que es lo que más cabrea, cuando se aprovechan de tu curro. Pero por otro lado pienso que si han necesitado venir a este blog y copiar una entrada es que mucha idea del músico al que traen tampoco tienen ¿no? Ay pena, penita, pena.

Sonando: Reform School Girl de Nick Curran

jueves, marzo 11, 2010

Vendaval, una defensa de la música en castellano

Añadan a mi condición de dylanita y quiquegonzalista que ya he manifestado por aquí otras veces la de secretista (otros día les explicaré que también soy deltonista) . Sí señores, servidor, férreo defensor de la música en castellano es fan irredento de Los Secretos desde que tengo uso de razón, prácticamente.

El otro día mi buen amigo J.J. (perdón por desvelar una conversación privada sin permiso) me decía "joder macho, después de oir cantar a Josh Rouse en castellano he pensado, ellos nos oyen así cuando cantamos en inglés. No pienso volver a cantar en inglés”. Y eso me lo dice un tipo que grabó un discazo con CosmopolitANTS producido por Ken Stringfellow en un inglés más que aceptable. Notable, diría yo. También recuerdo a menudo las preguntas de NSyn, lectora habitual de este blog. Ella es de los States y no entiende ese empeño que tienen muchas bandas nacionales en cantar por encima de todo en inglés. Creo que no se lo he hecho entender porque, la verdad, no tengo muchas explicaciones para ello.

A pesar de eso soy fan de muchas bandas nacionales que se dedican a esto del rock and roll y lo hacen en inglés. Sin ir más lejos los desaparecidos Freewheelin Tornados, los Sunday Drivers, Maggot Brain, Soulbreaker Company, los Midnight Travellers…A Maika Makovski y Hoey & The Mussels no los meto en el saco porque la primera es bilingüe y en los segundos su cantante es irlandés. De todas maneras no puedo evitar mi querencia (me encanta esta palabra) por la música de aquí hecha en castellano. Por eso declaro aquí mi condición de secretista. Lógica, por otro lado si a esa defensa de la lengua hispana en el rock se le une la defensa de los Urquijo & Co. de la ranchera. No lo puedo evitar. Las rancheras me pierden. Hay quien acusa a los Secretos de babosos. Pues apúntenme en la lista de babosos. Pero me gustan. Es más, me encantan.

¿Y a qué viene esto? Pues a que me acaba de llegar un disco precioso de evidente corte Secretos. Se trata del segundo trabajo de los Madison tras su Días de Vértigo. Ese primer disco se puede descargar aún desde su página web. El segundo se llama Vendaval y los parámetros generales son los mismos. Buen pop-rock, buenas voces, buenas canciones y palabras bien claritas. Hay quien los acusará de parecerse demasiado a Los Secretos pero eso para mí no es una rémora. Aquí hay mucho de ellos, claro, pero también, por ejemplo, de Nacha Pop, de Mamá o del primer Quique González. Incluso de una banda ya desaparecida que a mí me encantaba y se hacían llamar La Tercera República. Si las canciones fueran en inglés diríamos que suenan un poco a Jayhawks o al Ryan Adams más americana. Pero como cantan en castellano nos saltamos esa comparación. Craso error. A mí me parece un disco precioso pero ya saben yo soy quiquegonzalista y secretista y hay quien dirá que me falta criterio. Allá él.

Sonando: Si pierdo la cuenta de Los Madison

miércoles, marzo 10, 2010

¿Tu también, Shooter, hijo mío?

Algo parecido a lo que le soltó Julio Cesar a Bruto en la famosa pieza teatral de Shakespeare antes de ser asesinado es lo que debe estar pensando el bueno de Waylon Jennings, donde quiera que esté, que podría a soltarle a su vástago si se lo cruzara en un bar de carretera. Eso o directamente un buen par de guantazos. Aunque igual Shooter tampoco frecuenta ahora esos bares. La madre que lo parió (para más señas Jessie Colter). Que pena, joder. Que manera de cargarse una carrera que hasta ahora era impecable y que podía haberle llevado, con el tiempo, a superar la de su padre. Sí, sí, a superarla. Porque sus discos anteriores eran canela fina y además iba creciendo con cada nueva entrega. Valiente bodrio de disco se ha marcado. Según él mismo “influenciado por Radiohead y grupos similares”. Bien Shooter, bien, por ahí vas fantástico. Black Ribbons. Apunten para no acercarse a él. O háganlo y así podrán juzgar ustedes mismos. A ver quien es el valiente que aguanta los 6 minutos de la pieza inicial para oír como acaba nombrando a Woody Guthrie. Tendría que estar prohibido que en un tema así se nombrara al viejo Wood. Encima, para mí que siempre me quejo de los discos cortos, va Shooter y este que podría haberlo dejado en 2 canciones va y se saca ¡veinte!¿Qué le ha pasado a Shooter?¿Qué bebe?¿Qué toma? Es que me parece increíble que le haya pasado algo así. Yo me he pinchado el disco esperando que fuera algo parecido a lo que pasó con el tema de adelanto del Before The Frost de los Black Crowes. Si allí las voces apuntaban a que los Robinson se habían vuelto bailongos y technos para ser un espejismo dentro de un discazo de tomo y lomo, aquí los rumores han acertado de lleno. Shooter ha oído demasiados Radioheads, Coldplays, Keanes y peñazos similares. Y sólo encuentras rastros de lo que fue en algún guitarrazo que, encima, no pega para nada con el resto del disco por estar fuera de lugar. Se ha de evolucionar, sí. Pero evolución no siempre significa ponerse a meter maquinitas en tus discos y volverte un modernillo del tres al cuarto ¿Hank Willimas III, no evoluciona? Sí, pero dentro de un orden. Vaya cabreo llevo con Shooter. Era uno de mis candidatos a ser un grande y no creo que pueda superar un traspié como este. Que sí, que sí. Que él es libre de hacer los discos que quiera. Yo también soy libre de comprar los que me de la gana e incluso de tirarlos a la basura.

Sonando: The Wolf de (eran otros tiempos) Shooter Jennings

martes, marzo 09, 2010

Hiatt nunca falla

John Hiatt es de ese tipo de músicos que nunca fallan. Sus discos casi podrías comprarlos por suscripción. No hace falta tener referencias. Ni saber por donde irán los tiros. Da igual si es más acústico o si por el contrario apuesta por lo eléctrico. No importa si se acerca al blues o prefiere guiñarle el ojo al country. Hacerse con cualquiera de sus 19 discos es un tiro seguro. Siempre hay algo. Y digo 19 porque ya está en mis manos el álbum que lo hace llegar a ese número, The Open Road. A diferencia de su anterior y excelente Same Old Man, aquí hay más músculo. Más ganas de apretar el acelerador incluso emocionalmente. 11 canciones que, según el propio Hiatt, se han inspirado en la carretera. Para hacerlo convirtió el garaje de su casa en un estudio y dirigió a la banda que últimamente podríamos llamar habitual a su lado, encargándose él mismo de la producción. Kenny Blevins a la batería, Patrick O'Hearn al bajo y Doug Lancio tocando cualquier cosa que lleve cuerdas y se parezca a una guitarra. Puro rock americano. Me encanta.

Sonando: Haulin de John Hiatt

lunes, marzo 08, 2010

Corazón rebelde

Hace unas semanas hablaba de Crazy Heart, traducida aquí como Corazón Rebelde, por su banda sonora. Ahora toca hacerlo como película. Espectacular. Sobre todo, claro está, por el papelón de Jeff Bridges. Una especie de Mickey Rourke en The Wrestler pero traspasado al mundo de la música country. Bridges está soberbio y borda todas y cada una de las escenas en las que interpreta a ese Bad Blake decadente y alcohólico. Un tipo acabado y fracasado que no sabe muy bien como hacer que su vida regrese al buen camino. Y ojito que las escenas musicales son de órdago. Con cameo del gran Ryan Bingham como miembro principal de la primera banda que aparece acompañando a Bridges. A mí me ha recordado, en muchas ocasiones, a la desapercibida y olvidada Honkytonk Man, traducida aquí como El aventurero de Medianoche. Una película dirigida por Clint Eastwood hacia 1982 y que se diferencia de esta, básicamente, en su ubicación temporal. Mientras el film del gran Clint se desarrollaba en los años de la Gran Depresión, Crazy Heart se sitúa temporalmente en nuestra época. Por lo demás, sus protagonistas tienen mucho en común.

Ya hablé de la banda sonora por lo que no me extenderé en ese terreno. Pero insisto, es soberbia y las interpretaciones de Bridges del, en teoría, tema más conocido de la carrera de Blake, «Fallin & Flying» son de las que se te quedan grabadas. Con ellas solas puedes entender casi la película. Primero no es capaz de cantarla para salir disparado del escenario a vomitar su borrachera. La siguiente vez que la canta parece más feliz que nunca e incluso invita a una mujer del público a bailar con él. Y la tercera lo hace acompañado de Colin Farell a quien lanza miradas de desconcierto, desaprobación y desconfianza. No digo más. No voy a chafarles la película hombre. Bueno sí, una cosa más. Peliculón.

Sonando: Fallin & Flying de Jeff Bridges

viernes, marzo 05, 2010

En defensa del Ruta

Leía en una revista española de música muy conocida hace un par de meses una reseña sobre el concierto que Quique González acababa de dar en Barcelona y se hablaba de lo bueno que era su single «La lluvia debajo del brazo». La luna se había convertido de golpe en lluvia perdiendo parte de su sentido poético. Poco me sirve de excusa el error al picar, que las palabras no se parecen tanto. Ni siquiera que el firmante fuera un conocido y respetado redactor de la susodicha revista. Este mes, leo en otra revista que el disco de Maika Makovksi “es el típico primer disco en el que intenta recoger todas sus influencias”. Vale, pues no es el primero, es el tercero. En esa misma revista se desataba hace meses una polémica por plagio de un blog. Mes tras mes leo estos errores en las revistas del panorama nacional rockero. Errores nada habituales en las revistas con las que solemos compararnos. Léase Mojo o Uncut. Bueno, los veo en todas las revistas menos en una. Llámenme ombliguista. Pero en el Ruta esas cosas, tan comunes, no suelen pasar. O pasan mucho menos ¿qué quieren que les diga? Yo todos los redactores que conozco se lo curran como el que más. Algunos me gustan más como escriben y otros menos. Eso es inevitable. Pero todos y cada uno de los redactores que conozco, y son muchos, se informan, se documentan, leen, releen, escuchan y reescuchan los discos antes de hacer una reseña, una entrevista o un reportaje. Nuestros errores son más simples, a veces provocado por el empecinamiento y por dejar que la opinión se coma a la razón. Pero de los otros no ¡Vamos hombre! No es tan difícil encontrar que Maika publica su tercer disco. Es suficiente con leer su nota de promo o con poner su nombre en el Google. Menos aún es saber cómo narices se llama el single del último disco de Quique González. Y de lo de plagiar parte de un blog casi no merece la pena ni hablar. Servidor lleva años encargándose de las noticias del Ruta. Y por supuesto que salen de algún sitio. No me las voy a inventar. Tengo mis fuentes habituales: blogs, webs, revistas…Pero en mi vida he copiado una noticia. A veces es imposible que no se parezcan cosas en la redacción pero no pasan de más allá que la pura casualidad y la dificultad de decir en un par de líneas que el disco X se ha publicado. No hay muchas maneras de decirlo. Plagiar es otra cosa. Luego nos quejamos de que la gente prefiere a la prensa musical extranjera.

De ahí mi arriesgado alegato defensor de una revista que, gustará más o menos, ahí no me meto pero que está hecha con mucho trabajo y, sobre todo, muchas ganas. Yo también le veo cosas malas pero intentamos que cada vez sean menos. Todos los que participamos de su construcción la amamos y la consideramos un poquito nuestra. De ahí su grandeza. Nos enfadamos cuando sale un grupo que no nos gusta. Nos quejamos. Intentamos colar nuestro último descubrimiento. Ese que siempre creemos que merece ser disco del mes. Todo desde la ilusión y, sobre todo, desde la pasión. Y eso es algo que la hace grande. Yo seguiré haciéndome con las otras a las que no he querido poner nombre porque no pretendo atacar a nadie directamente sino solo reflexionar. Me gusta leer sobre rock. Soy un ávido devorador de revistas tanto hispanas como guiris. Siempre encuentro algo en todas ellas que me atrae. Pero no está de más que nos miremos un poquito en esos espejos que tanto nos gustan para no cometer esos errores tan imperdonables.

Sonando: Paperback Writer de The Beatles

jueves, marzo 04, 2010

Gruñones californianos

Descubro a The Growlers casi por casualidad. Luego me llega el ruta de este mes y me encuentro una reseña del amigo Luis Boullosa con la que no puedo estar máss de acuerdo. Porque sí, la banda suena a unos Doors actualizados con tintes de garage pero sin la evidente capacidad vocal y de liderazgo de Jim Morrison. Esto, lejos de ser malo, los hace algo especiales y evita que las reseñas acaben calificándolos de una simple copia de la banda angelina. Aunque claro, ellos también son de L.A., concretamente de Long Beach. Vamos, que tienen todos los números para llevarse la comparación. Llevan varios años tocando por aquí y por allá. En el 2006 empezaron a hacer sus primeros conciertos pero no fue hasta el 2009 que editaron su, hasta el momento, único disco, Are You In Or Out?. Un álbum con 18 temas en apenas 42 minutos. Vamos, de esos que van al grano vaya. Los gruñones, que sería la traducción más acertada de su nombre, están liderados por Brooks Nelson y aunque ellos aseguran que su sonido se basa en el skiffle y el rock and roll anterior a 1960, es evidente que la psicodelia y el rock californiano, como no, tampoco les queda excesivamente lejos. Todas las canciones las componen Brooks y Matt Taylor, convirtiéndose así en una especie de Lennon y McCartney del rock ácido. Además, Nelson se nos antoja un excelente letrista que combina aspectos sociales con historias encriptadas en sueños bañados de LSD ¿les suena? Sí, los Doors de nuevo. Vale. Pero si no se quedan ahí los disfrutarán enormemente. Palabra.

Sonando: Wet Dreams de The Growlers

miércoles, marzo 03, 2010

Volviendo a The Beat

Hay dos tipos de discos a los que vuelves irremediablemente cada cierto tiempo. Por un lado están los imprescindibles. Esos discos que cada cierto tiempo necesitas escuchar sin ningún motivo en especial. A mí se me ocurren Revolver de los Beatles o Highway 61 Revisited de Dylan, que no por obvios dejan de ser menos imprescindibles. Y el segundo tipo de discos, y no por ello menos importantes para el melómano, son los discos a los que vuelves pero siempre por algún motivo. Algo te los recuerda o ellos te recuerdan a algo. Y zás. Ahí están, de vuelta. Entre estos está, en mi caso, el disco The Beat a cargo de The Beat, claro está. Llamados muchas veces Paul Collins Beat para evitar confundirlos con la banda de ska británica. La penúltima vez fue al leer el libro del propio Collins Mi madre, mi mentor y yo. Y la última a raíz de una discusión aparecida en la lista de correo rutera sobre el mejor disco de power pop de la historia. Yo no se si será este pero,d esde luego, a mí me encanta.

Formados en San Francisco tras la separación de los Nerves en los que Collins compartía protagonismo con Peter Case, el debut de The Beat se produce en 1979. Hay quien dice que si ese mismo año no se hubiera publicado Get the Knack de The Knack, aún se recordaría más el disco de Collins y su secuaces. La cuestión es que es un disco de 10. Grandísimo. Lleno de himnos refrescantes y de canciones enérgicas y juveniles que suenan a gloria. Yo diría que es casi una clase magistral de cómo facturar un disco de gran pop de guitarras. Collins acababa de abandonar definitivamente el punk y abrazaba a las melodías con una fuerza aplastante. Editado por Columbia Records, el disco, como no, pasó inadvertido. Eso sí, hoy en día está considerado una joya. Cosas del paso del tiempo.


Sonando: Rock And Roll Girl de The Beat

martes, marzo 02, 2010

Nick Curran está de vuelta

Hace unos días saltaba la noticia. Nick Curran tiene cáncer de lengua ¡Joder! ¡Vaya putada! Siento las palabras pero es que las cosas son como son. Ya hay incluso una cuenta abierta para ayudarle económicamente. Ya sabéis que en los States todavía se pagan las operaciones y demás asistencias sanitarias aunque Obama esté intentando cambiar eso. La operación es complicada y parece ser que necesitará un transplante si quiere poder seguir hablando o incluso sobrevivir. Y el tipo es más joven que yo. Buff.

Y a los poco días aparece en todo el mundo su nuevo disco. Firmado junto a The Lowlifes se titula Reform School Girl y, como era de esperar, es un soberbio petardazo de buen rock and roll mezclado con dosis de soul’n’roll. Porque Curran es un crack. Uno de esos músicos que provocan que espere cada uno de sus discos con impaciencia y ansiedad. Además en este disco le han acompañado musicazos del calibre del armonicista Jason Ricci, para muchos el mejor del mundo, o Phil Alvin de los Blasters. Como para sonar mal…14 temazos de tomo y lomo ¡por fin! Alguien ha hecho un disco de más de media hora. Tampoco es que se pase, 40 minutos pero intensos como pocos. Candidato a disco del año también, por supuesto.

Recuerdo como conocí a fondo Nick Curran y, lo confieso, no hace mucho. Ya lo he contado por aquí pero para los que no estaban, ahí va. Apenas un par de años. Estaba con Mario Cobo de Nu Niles y, “le obligué” a comprar el recientemente editado Roll With You de Eli “Paperboy” Reed que es un gran disco (esto Joserra lo discutimos otro día, je,je). Cuando días después le llamé para ver qué le había parecido me dijo que le había gustado pero que si quería un blanco sonando como un negro (Elvis ¿recuerdan?) mi hombre era Nick Curran. Mario, como no, tenía razón. Desde ese momento me convertí en un fan de Curran y casi de manera compulsiva me he hecho con toda su discografía. Cosas de ser un obsesivo. Eso sí, no me arrepiento lo más mínimo.

Sonando: Reel Rock Party de Nick Curran

lunes, marzo 01, 2010

Tom Waits y otros gruñones del rock

Vaya por delante mi admiración, ya conocida por estas tierras, por la figura del de Pomona. Waits es uno de mis 10 músicos favoritos de todos los tiempos. Incluso me permití el lujo de responsabilizarme de su ficha en el Comic Book que el Ruta emitió hace algunos años. Por eso ahora ando metido, de lleno, en Tom Waits, la coz cantante (biografía en dos actos). Un interesantísimo volumen de Barney Hoskyns publicado, como no, por Global Rhythm. El libro es soberbio. Emocionante por el desconocimiento que hay de la figura de Waits. Y ahí voy. Hoskyns, en un sincero prólogo se pregunta si tiene él derecho en contar la historia de alguien que no quiere que su vida sea conocida. Alguien que ha llegado a prohibir a sus amigos hablar con el autor cuando se enteró de los propósitos de éste. Un autor que, por primera vez porque lo común es lo contrario, no echa toda la culpa a Katheleen Brennan, mujer de Waits. Menos mal. Ya empezaba a estar cansado de que todo el mundo dijera que Waits es un tío rancio por culpa de Kate. Pero es que, tampoco es un tío rancio. Waits no se niega a dar entrevistas, por ejemplo. Eso sí, que durante una entrevista te cuente una verdad ya es más difícil. Hoskyns se pregunta si hay algún problema en eso y yo también. Difícil respuesta. Compara a Waits con otros gruñones como Neil Young o Bob Dylan. También recelosos a contar más allá de lo necesario. Pero alude a la necesidad del oyente a identificarse con sus canciones en discos como Tonight’s the night o Blood on the tracks. Cierta e inevitable necesidad, la verdad.

Y todo esto viene a colación de una entrevista que el otro día tuve con Dexter Romweber para el Ruta del mes de abril. Dexter es un tío que admiro profundamente y desde hace una semana candidato a mi lista de los personajes más agrios y rancios del mundo del rock and roll. Una pena. Lo bueno es que, pro experiencia, aprendí hace unos años a separar. Pro eso cuando acabamos la entrevista pude pinchar un disco de los Flat Duo Jets y disfrutarlo como nunca. Pero es que al tío le tuve que sacar las respuestas con desatascador y además me llevé más de un “no comment” ¿Es eso justo? Pues no lo se. En este caso yo creo que no porque evité las preguntas personales conocedor de la fama de gruñón de Dexter. Es más, diría que soy una de las personas que más ha hecho en este país por promocionar a los Flat Duo Jets y su importancia. Así lo digo. Pero eso no evitó que Dexter me contestara enfadado, con monosílabos. Y con el riesgo de destruir un mito para mí.

Hace unos años entrevisté a John Vanderslice para Mondosonoro y el tipo se pegó una charla de dos horas conmigo. Siempre me viene a la mente algo que me dijo y que nunca olvidaré. “Perdona que hable tanto tío pero es que no me gustan nada esa gente tan reacia a hablar con los periodistas. Forma parte del negocio. Yo he sido periodista musical y no hay nada peor que acabar una entrevista sin material para hacerlo. Todos los trabajos tienen algo que no te gusta y no puede ser perfecto. Ya tenemos demasiada suerte con trabajar de lo que nos gusta como para quejarnos por una ínfima parte de lo que eso implica. Yo hablo mucho y luego tu extrae lo que quieras”. Sin palabras. Impresionante.

En el otro extremo, gente como Waits, Dylan o Young ¿Están en su derecho? Sí, sin duda. Otro tema es que sea éticamente correcto ser un gruñón cuando eres un músico y que, a veces, te niegues hasta a hablar de tus discos exclusivamente. Habrá quien dirá que ellos tienen derecho por ser quien son y otros no. Y por ahí sí que no pasó. Igual de borde puede ser Bob Dylan que Ryan Adams y a mí me va asentar igual de mal. Me da igual que uno sea el mejor compositor del siglo y otro no. Y si uno tiene derecho otro también. Basta de dobles raseros, por favor.

Y para acabar esta confusa reflexión, dos anécdotas que Hoskyns explica en libro de Waits. La primera sobre Alex Chilton líder de Big Star que le soltó al autor un “no hay absolutamente nadie en el mundo a quien yo considere capaz de entenderme como persona. Aunque no tengo nada personal en contra de usted si empieza a escribir sobre mí empezaría a tenerlo”. Toma ya. Y la última y que ya es el recolmo la protagoniza Lewis Taylor, el multiinstrumentista londinense. Hoskyns cita como en un artículo citó su disco de 2005, The Lost Album como uno de los mejores discos de la historia. Taylor le envió una serie de correos electrónicos solicitándole que retirara públicamente lo dicho. Juas. El colmo. El bueno de Hoskyns le respondió citando a Jeff Tweedy “¿Es así como agradeces mi amor?”

Sonando: Blue Valentines de Tom Waits