miércoles, marzo 03, 2010

Volviendo a The Beat

Hay dos tipos de discos a los que vuelves irremediablemente cada cierto tiempo. Por un lado están los imprescindibles. Esos discos que cada cierto tiempo necesitas escuchar sin ningún motivo en especial. A mí se me ocurren Revolver de los Beatles o Highway 61 Revisited de Dylan, que no por obvios dejan de ser menos imprescindibles. Y el segundo tipo de discos, y no por ello menos importantes para el melómano, son los discos a los que vuelves pero siempre por algún motivo. Algo te los recuerda o ellos te recuerdan a algo. Y zás. Ahí están, de vuelta. Entre estos está, en mi caso, el disco The Beat a cargo de The Beat, claro está. Llamados muchas veces Paul Collins Beat para evitar confundirlos con la banda de ska británica. La penúltima vez fue al leer el libro del propio Collins Mi madre, mi mentor y yo. Y la última a raíz de una discusión aparecida en la lista de correo rutera sobre el mejor disco de power pop de la historia. Yo no se si será este pero,d esde luego, a mí me encanta.

Formados en San Francisco tras la separación de los Nerves en los que Collins compartía protagonismo con Peter Case, el debut de The Beat se produce en 1979. Hay quien dice que si ese mismo año no se hubiera publicado Get the Knack de The Knack, aún se recordaría más el disco de Collins y su secuaces. La cuestión es que es un disco de 10. Grandísimo. Lleno de himnos refrescantes y de canciones enérgicas y juveniles que suenan a gloria. Yo diría que es casi una clase magistral de cómo facturar un disco de gran pop de guitarras. Collins acababa de abandonar definitivamente el punk y abrazaba a las melodías con una fuerza aplastante. Editado por Columbia Records, el disco, como no, pasó inadvertido. Eso sí, hoy en día está considerado una joya. Cosas del paso del tiempo.


Sonando: Rock And Roll Girl de The Beat

2 comentarios:

manel dijo...

Un pequeño clásico de nuestro tiempo que debería merecer, como tantos otros, más atención y reconocimiento. Pero... ¿que más dá? Nosotros lo disfrutamos. Todavía recuerdo el buen, buen concierto que dió Paul hace poco en el Rock Sound..Un saludo.

Joserra dijo...

Un chute de energía que me recuerda a cosas como el primero de los Clash. Ese tipo de frescura eterna.
Un básico de armario Edu, of course.