viernes, octubre 29, 2010

Lizz Wright, glory, glory, Hallelujah!

La culpa la tiene mi buen amigo Guzmán “Serendipity”. En su última visita a Barcelona tuvimos una larga conversación sobre música en la que apareció el nombre de Lizz Wright. Yo le confesé que sus anteriores discos no me habían acabado de convencer al 100%. Él me dijo que me parara en su nuevo álbum, Fellowship. Yo prometí hacerlo y ¡gracias a Dios! Lo hice. Una expresión que le viene que ni pintada a un disco que se mueve en los terrenos de la música gospel. Basado en el Evangelio de principio a fin tiene algún ligero desliz pero tan ligero que se hace imperceptible, sobre todo, ante un principio lleno de alma y devoción.

Situada entre el jazz, el soul y el R’nB, ahora la de Georgia da una clase magistral de gospel-music acompañada por músicos del calibre de Angelique Kidjo, Me'shell N'Degeocello o Joan Wasser (Joan as a police woman) . Homenajea sus raíces con temas tradicionales como «Amazing Grace» o un medley que incluye temas clásicos como «Glory Glory» o «Power Lord». Pero, además, incluye dos soberbias versiones de «Presence of the lord» de Eric Clapton y de «In from the storm» de Jimi Hendrix. Enormes. Igual de grande que cuando Wright se vuelve más folkie y africana como en «Oya». Los que aseguran que es una mezcla de Odetta, de Nina Simone y de la Tracy Chapman más folkie no van mal encaminados. No, no, no...

Sonando: Presence of the lord de Lizz Wright

jueves, octubre 28, 2010

Cumplimos años, somos jóvenes

Esta afirmación que titula este post y que podría parecer cargarse de cabo a rabo la lógica socrática es la mejor definición del “cumpleaños” de nuestro queridísimo Ruta 66. Los que formamos parte de él lo queremos como si fuera de cada uno de nosotros. Y también lo odiamos, como una mujer fatal que te traiciona no publicando tus artículos. Pero es tan adictiva que irremediablemente regresas a ella. Es una amante ideal. Porque tarde o temprano te deja volver a ella. Y no te echa nada en cara. Encima cada vez está más joven. Y además, sólo tiene 25 años, que son muchos para una revista musical en este país pero pocos para los que deberían quedarle si fuéramos como Dios manda por estas tierras.

Por eso y para celebrarlo, nos hemos sacado de la manga un número conmemorativo en plan Fuenteovejuna. Todos a una. Un número en el que de repasan esos veinticinco años de existencia de uno en uno completados con entrevistas exclusivas con Paul Weller, Patti Smith, Elvis Costello o la última que dio el gran Solomon Burke antes de morir, por citar alguna. Y por si eso fuera poco, rescatamos artículos legendarios y, como no somos tan viejos y carcas como algunos nos acusan, recomendamos algunos de los grupos que habrá que seguir en los próximos años. Vamos, un número de esos que no puede faltar en “la cole”. Sólo hay que ver la portada… Ya en sus quioscos...

Sonando: Happy birthday to me de Cracker

miércoles, octubre 27, 2010

Corinne West y Kelly Joe Phelps, tardes magnéticas de invierno

Corinne West y Kelly Joe Phelps no son unos desconocidos. Pero tampoco son de esos artistas que llenan estadios con sus respectivas carreras en solitario. Quizá por eso han decidido unir sus carreras, de momento, con un EP que hará las delicias de los amantes de la música de raíces y, sobre todo, de los duetos chico-chica. Corinne es más joven. Apenas seis o siete añitos en esto de la música. Phelps es el veterano. El experimentado hombre de escenarios. El nombre reconocido que asegure, por lo menos al principio, una ligera atención por parte de la prensa y el público. 16 años en el negocio no es moco de pavo. Y la cosa es como una historia de amor. Corinne acababa de editar The Promise, su tercer y mejor disco hasta la fecha. Se cruza con Phelps que le lleva echando una mano desde el principio de su carrera. Congenian y deciden grabar un disco juntos. Lo hacen en los Skywalker Sound Studios que, no podía ser de otra manera por su nombre, son propiedad de George Lucas. Y allí graban el hermoso Magnetic Skyline. Ellos aseguran que sólo son maquetas. Grabadas a dos voces y dos guitarras. Canciones de calado. Intensas. Melancólicas. Ideal para tardes de invierno con un café en las manos mirando por la ventana.

Sonando: Whiskey Poet de Corinne West y Kelly Joe Phelps

martes, octubre 26, 2010

Perritos de la luna

¿Les gusta Neil Young?¿Les gusta The Band?¿Les gusta Buffalo Springfield? ¿Les gustan los Avett Brothers? ¿Y los Byrds? Apunten: Moondoggies. Una banda que cuando apareció fue comparada con los Spin Doctors, quizá porque sus primeros pasos estaban más inclinados hacia el pop y el rock más enérgico, sobre todo en directo. Aunque su debut también le hacía guiños bastante claros al folk-rock. Pero su último y segundo trabajo, Tidelands, es otra cosa. Su mejor disco. Su confirmación. Sus influencias, esas que expresaba al principio, aflorando con la inocencia de una banda novel. Que en Seattle se hable cada vez menos de grunge y suene a algo tan lejano es culpa de grupos como este. Eso sí, lo bien que suenan estos nombres en inglés y lo cursis que quedan en castellano.Perritos de la luna. Suerte que con canciones como «It's a shame It's a Pity» cosas como esa se olvidan.

Sonando: It's a shame It's a pity de The Moondoggies

lunes, octubre 25, 2010

De deditos y Cocos

Lo suyo ha costado que maese Alfred "Coco" Crespo apareciera por las redes y decidiera hacerse un hueco en el mundo "bloggil". Pero por fin lo hemos logrado. Y digo por fin porque Alfred, el amigo Coco, es de esos plumillas que merece que uno no se pierda ni una coma. La semana pasada hablaba Manel de su blog y esta vez me toca a mi recomendarlo. Dedos pegajosos. Gran título. Como su autor. Es más, confesaré que Coco es mi escritor routier favorito. Tengo muchos (la cabra tira al monte). Ranedo, J.F., Estrada...pero mi favorito es Alfred. Él escribe como a mi me gustaría escribir. Así lo digo. Claro. Preciso. Intenso. Pasional. Certero. Sin actitudes "cervantiles". Coco quiere decir algo y lo dice con maestría pero sin la necesidad de convertir sus artículos en tesis doctorales. Porque Coco tiene muy claro donde escribe. En una revista de rock. Para quién escribe. Para un público rock. Y por qué escribe. Porque el rock es su pasión. Quizá su gran mérito es que es el que tiene más claro de todos nosotros la respuesta a esas tres cuestiones. Por eso lo admiro y por eso espero, ahora cada mañana, cada uno de sus artículos y reflexiones en su blog. Y no entraré en reflexiones personales porque Coco es un tío al que quiero demasiado. Es como un hermano mayor. Siempre está ahí. Y lo bueno que tiene es que esa sensación no es sólo mía. Muchos la tenemos. A June pienso explicarle que este Coco es bueno y que si viene se deje coger. Me lo agradecerá...

Sonando: It's only rock and roll de The Rolling Stones

viernes, octubre 22, 2010

Lennon y el 9

El otro día, preparando el programa que dedicamos esta semana a la figura de John Lennon en Sentido Común recuperé su obsesión por el número 9. Algo enfermizo pero que tiene su lógica si analizas todo lo que pasó en su vida relacionado con ese número. Ahí va lo que descubrimos....

- Lennon nació el 9 de octubre de 1940.
- Su hijo Sean Lennon también nació el 9 de octubre pero en este caso de 1975.
- Brian Epstein vería por primera vez a Lennon y The Beatles en The Cavern el 9 de noviembre de 1961 y firmarían un contrato con EMI el 9 de mayo de 1962
- Lennon conoció a Yoko Ono el 9 de noviembre de 1966
- La portada de Walls and Bridges muestra un dibujo de Lennon, realizado a la edad de once años, con un jugador de fútbol que lleva el número 9 en el dorso de su camiseta.
- Lennon compuso «#9 Dream» con la que llegó al número 9 de las listas. También escribiría los temas «Revolution» y «One After 909».
- Dos personas muy importantes en la vida de Lennon, Paul McCartney y Yoko Ono, nacieron el 18 de junio y el 18 de febrero, fechas que dan 9 al sumar sus cifras y que son el doble de 9, claro.
- Lennon fue asesinado a las 10:50 de la noche el 8 de diciembre de 1980, 9 de diciembre en su ciudad natal por la diferencia horaria.

Acojonante ¿no? Pues que sepan que yo nací un 9 de mayo de 1975 (sumen sus cifras 0+9+0+5+1+9+7+5, pásenlas a un número y da 9), que mi hija nació en el año 09 (2009), en concreto el 20 (2+0+0+5+2+0+0+9 =18, 1+8=9) y que si cogemos la posición de las letras del nombre de la mujer de mi vida en el abecedario y las sumamos no pasa nada ¡excepto! si cogemos mi manera de llamarla: Rachel. Entonces dan 45, dos cifras que por separado suman 9 ¡Juas!¿Seré John Lennon?

Sonando: «#9 Dream» de John Lennon

jueves, octubre 21, 2010

Raúl Malo, santo y pecador

Sinners & Saints se llama el nuevo y último trabajo del aún cantante de los Mavericks Raúl Malo. Sólo acercarse amantes de los sonidos fronterizos y quienes no quieran perderse un muy buen disco. Los demás pueden dedicarse a otros menesteres.

Grabado en Nashville, en él le acompañan gente como el legendario Augie Meyers a las teclas o Shawn Sahm a la guitarra (hijo de nuestro querido Doug). También están ahí Jay Weaver, Chris Tuttle o The Trishas para dar forma a un álbum que, como no, gira alrededor de la fantástica voz de Malo. Buenos temas y muy buenas versiones entre las que destacan el «Saint Behind the Glass» que Los Lobos incluían en su Kiko y el «'Til I Gain Control Again» del siempre reivindicable Rodney Crowell. Los que somos amantes del tex mex nos lo pasaremos en grande con «San Antonio Baby» o «Better in Texas» y los que también gozamos con esas baladas fronterizas en castellano tan típicas de Los Lobos en las que recuperan a clásicos de la música sudamericana nos prendaremos de «Sombras», original de José María Contursí y Francisco Lomuto. Todo envuelto en un sonido que bebe directamente de figuras como Roy Orbison (siempre presente al hablar de Malo) o el Sir Douglas Quintet, del rockabilly, la música surf, las rancheras o la influencia hispana no sólo de la frontera californiana sino también de lo que sonaba en la costa de Florida allá por los 70 (con todo lo bueno y lo malo). Venga va, me evitaré juegos de palabras fáciles con su apellido y sólo diré que este es un muy, muy buen disco.

Sonando: Better in Texas de Raúl Malo

miércoles, octubre 20, 2010

De tal palo...

...tal astilla. Así reza el refrán y Justin Townes Earle parece empeñado en confirmarlo. El hijo del gran Steve anda con problemas con la justicia. No sólo fue detenido el pasado 16 de septiembre por agredir, al parecer, a una mujer sino que ha tenido que suspender parte de la gira de su último disco, por cierto mucho mejor que el anterior, para ingresar en una clínica de desintoxicación de varias de sus adicciones, entre ellas la heroína. Tras los pasos de papá.

De sobras es conocida la relación de Steve con la cárcel y batallitas como que "cuando estaba en la cárcel me escribieron tres personas, además de mi madre: Johnny Cash, Waylong Jennings y Emmylou Harris". Cierto o no, la verdad es que a Steve debe preocuparle que los huesos de su hijo puedan acabar en el mismo lugar que los suyos. Un Justin que lleva el segundo nombre en honor al gran Townes Van Zandt, buen amigo de su viejo, y que acaba de editar probablemente su disco más interesante, Harlem River Blues.


The Good Life, su primer disco, fue una buena carta de presentación pero su continuación, Midnight at the movie fue una pequeña decepción. No era malo pero le faltaba algo. En Harlem River Blues sigue los pasos de papá Steve que un buen día decidió refugiarse en la ciudad de Nueva York y ahora es Justin quien lo hace. «Move over mama» es un buen rock and roll igual que «Slippin and sliddin» redescubren su talento para el blues. «Workin for the MTA» es puro folk de escuela dylaniana, «Harlem River Blues Reprise» es gospel hecho con clase y «Christchurch Woman» no desentonaría en un disco de su padre. Eso, por citar sólo algunos de los tema de un muy buen disco en el que la guitarra de Jason Isbell (ex Drive By Truckers) tiene mucho que decir. Que arregle sus problemas y poder verlo por estas tierras serían dos grandes noticias.


Sonando: Harlem River Blues de Justin Townes Earle

martes, octubre 19, 2010

Normalidad o el tipo equivocado

En el primer disco de los Chinaski escribí una de las canciones más autobiográficas que he hecho nunca y que creo que haré. «Discos de Santa Fé» se llamaba el tema. Allí escribí la frase "esperando la normalidad, conformándome tan sólo con encontrar mi lugar". Y eso es lo que hice la semana pasada. Volver a la normalidad. Encontrar mi lugar. A la vorágine del día a día que echaba de menos por culpa de ese dedo torcido. Volví a trabajar. Lo necesitaba aunque no sea el mayor fan de mi trabajo del mundo. Cotidianidad. Las cosas en su sitio (excepto el dedo). Es curioso que cuando no tenemos esa normalidad la buscamos y cuando la tenemos nos empeñamos en encontrar cosas que se salgan de ella para convertir un día en especial. Malditos culos inquietos que somos...¿o seré yo que estoy equivocado?

Sonando: El tipo equivocado de Fabián

lunes, octubre 18, 2010

Cuentas pendientes

El señor Mike Farris y yo teníamos una cuenta pendiente. Le había visto con los Screamin'Cheetah Wheelies y también en solitario hace ya unos cuantos años pero su gira del año pasado, con la que pasó por Barcelona, y su concierto con la Roseland Rhythm Revue en el Azkena coincidieron con el nacimiento de June. Desde entonces Rakel y yo esperamos su regreso y el sábado saldamos deudas.

La ocasión se englobaba dentro del Festival de Blues de Cerdanyola, Justo y Los Pecadores abrieron con su maestría habitual la velada ante un aforo todavía escaso ante la coincidencia con el partido del Barça. Luego la actuación de Lady Dottie & The Diamonds debía caldear el ambiente para Farris. Rakel la definió mejor que nadie y con una sola palabra. "Lineal". Mucho más aburida que en disco y eso es algo que no suele pasar. Y luego vino Dios, bajó a la tierra y se puso a cantar. El que vea a Farris encima de un escenario y no vea como sus bragas descienden por sus piernas tiene un pequeño o gran problema. Me dan igual las pequeñas polémicas sobre que no venía con vientos. El principio fue acojonante, media hora cargada de electricidad y aunque luego se tomó un respiro nunca bajó el listón de un bolazo ¡Es que lo tiene todo! Voz, actitud, presencia, canciones y, sobre todo, carisma. Recuerdo como Manel se me acercó casi al final del bolo y me comentó "quién pudiera, sólo por un momento, subirse a un escenario y cantar una canción de esa manera". Quién pudiera, brothers & sisters, quien pudiera....

Sonando: Streets of Galilee de Mike Farris

viernes, octubre 15, 2010

Corazón triste

Hoy el corazón de rock and roll está triste. No importa nada más. Son momentos malos que se han de pasar. Y Manel y Antonio lo harán porque son de los grandes. No quiero explicar nada porque son temas personales. Sólo homejearles en tiempos difíciles. Saldrán adelante. Un abrazo hermanos. El rock and roll no sería lo mismo sin vosotros. Todo mi cariño...Se os quiere por lo que sois....


Sonando: Días Mejores de Sol Lagarto

jueves, octubre 14, 2010

Kurt y Cortney, con la música en las entrañas

Mientras escucho el nuevo trabajo de Kurt Wagner (Lambchop) y Cortney Tidwell pienso lo mucho que lo van a disfrutar en las tierras de Joserra Rodrigo. Es un disco de esos pequeñitos. Lleno de matices que lo hacen grande, grande, grande. Un disco para oír en días como hoy. Lluvioso. Canciones preciosas que me recuerdan, en cuanto a arreglos, al Daiquiri Blues de Quique González (sí, sí, ¿qué pasa? ¿que discos de artistas de fuera no pueden recordar a los de aquí?¿O a caso esa steel no podría ser la de Al Perkins?). Porque es un disco de detalles y de canciones hermosas. Un disco de dos voces, chico/chica bonito hasta en su origen. Cortney quiere homenajear a Chart Records, una pequeña compañía de country que en los 70 dirigió su abuelo. Dejen que la lluvia caiga y escuchen, escuchen...

Sonando: A special day de Kurt Wagner & Cortney Tidwell

miércoles, octubre 13, 2010

Truth And Salvage Co. - Welcome to L.A.

En ocasiones las canciones se te meten en la cabeza. Ocupan tu mollera y no quieren salir de ahí, por mucho que lo intentes. Si es que lo haces. Supongo que eso sólo pasa cuando la determinada tonada no está a la altura de lo que debería sonarte en la cabeza. De golpe piensas "¿qué coño hago tarareando el puto «Waka, Waka» de Shakira? Venga va...A todos nos ha pasado alguna vez. No me creo a los que aseguran que a ellos sólo se les pegan canciones de Nick Drake o las melodías de Rachmaninov. Todos hemos pasado por ese suplicio alguna vez. Claro, no tiene porque ser la citada canción pero la publicidad, la tele, los medios.... nos machacan con cosas que no nos gusta encontrarnos tarareando. Aunque sea la canción de los dibujos animados que ve tu hija o alguna de las canciones del Cantajuegos.....(yo he pasado horas tarareando la canción de Mickey Mouse). Y ya me se la justificación de "es que yo no veo televisión, no escucho la radio y no se quien es esa tal Charrika o Shalira". Es el mismo que cree que Leo Messi es un señor indio que toca el tambor. Vale. Pues señor extraterrestre con problemas de sordera reciba su bienvenida a este mundo. Si se queda unos instantes con nosotros sabrá quien son todas esas personas y conocerá a otros personajuchos que inundan nuestra sociedad.

También están las canciones de esas bandas a las que les tienes manía pero meten una canción en tu mollera. Se me ocurre, por ejemplo, a mi buen amigo JJ con »Message in a bottle» de Police ahí dentro....Pobre...Otras no nos importa pero evitamos reconocerlo. Por ejemplo cuando se producen esos típicos revivals y de golpe te inundan con el recopilatorio de navidad de Bon Jovi o de Queen, por citar alguno. De pronto te ves tarareando internamente «Livin'on a prayer» o «Radio Ga Ga» pero no se lo vas a contar a nadie. No sea que tu pose de rockero integrista se vaya al garete. Eso lo hacías en los 80. Ahora no.


A mi estas cosas me pasan mucho con el flamenco. Supongo que por mis raíces andaluzas. De golpe me veo tarareando un fandango de El Cabrero y pienso "¿qúé coño haces Edu? Castigado a oir 100 veces más el Highway 61 Revisited" aunque tampoco evitará que la vez próxima vuelva a pasarme. Mi problema es que además de engancharme me aprendo las letras sin querer. Tengo facilidad para hacerlo con cualquier canción en apenas una escucha excepto con las mías. Fíjense que tío más raro soy. Esas se me olvidan ¡tócate la pera!


Y, por fin, están las que molan que se te metan en la cabeza. Esas sí. Esas no sólo no salen de tu mollera sino que te gusta y las tarareas hasta en voz alta. Que lo sepa el mundo. Estoy enganchado a esta canción y tengo un gusto de la hostia. Esas son las que te hinchan como un pavo. Yo, hoy, puedo decir públicamente que ando enganchado como un post-it (ya le explicaremos al extraterrestre de arriba lo que es) al Welcome to L.A. del último y primer disco de Truth And Salvage Co. ¿A que soy molón? No me la saco de la cabeza. Y no quiero. Porque la canción es buena de cojones y pegadizas como pocas. Que, por cierto, ya lo he dicho por aquí pero ese es un discazo del copón. Señor extraterrestre, antes de volverse a su lejano planeta, no olvide ponerse ese disco ¿eh?


Sonando: a ver si lo adivinan.....

lunes, octubre 11, 2010

Rocksound, los Madison, Jaime y demás tribulaciones

Un placer siempre pasar por el Rocksound. Más si cabe para ver el concierto de mi amigo Jaime Anglada y de los Madison. Después de ver su mini bolo en la FNAC de la Illa nos cruzamos Barcelona para que Jaime probara sonido, justo antes de cenar en el Sonora con toda la cuadrilla. Como Dios manda cuando se trata de tocar en el Rocksound. Manel y Antonio aparecieron un poco más tarde cuando ya andábamos por la sala y el concierto de Jaime daba sus primeros pasos. Jaime, como siempe, en su línea. Dándolo todo. Un lujo verlo haciendo las canciones de su Stereo. Gran versión con Txetxu Altube de Los Madison de «Palabras que nunca te he dicho». Servidor, además, tuvo el placer de cantar «Cuando cae la noche» con Jaime. Y tras un torbellino, otro. Los Madison. Grandes. Muy grandes. Y una sorpresa porque en directo no sólo confirman lo que apuntan en sus discos, que son una gran banda, sino que además lo elevan. Suenan más compactos aún. Rocosos. Yo diría que se des-secretizan. Con un sonido de guitarras espectacular y la preciosa voz de Txetxu que se rompe con cuentagotas para dar sus dosis justas de intensidad a un concierto que domina como nadie. Juega con el público. Interpreta. Manda. Y canta y toca como Dios. Aviso. Estos tíos son muy buenos. Y además son de lo más majos. Si pasan cerca de su casa pruébenlo. Verán, verán....

Sonando: Si pierdo la cuenta de Los Madison
PS: Como siempre acabé pasando una velada genial con la gente del Rocksound. Esos pobladores de las salas de rock de esta ciudad que brillan por su ausencia. Gente que que nos juntamos allí sólo para oír rock ¡y lo que cuesta en Barcelona! (de paso les "zurramos" a unos cuantos artistas, revistas, personajes...que se lo merecen je,je,je...Si es verdad que te zumban los oídos cuando alguien habla de tí no quiero ni pensar la mala noche que pasó ayer Manu Chao ¡juas!)

domingo, octubre 10, 2010

Descanse en paz el rey Solomon

Por sorpresa nos ha pillado la noticia de la muerte de Solomon Burke, el apodado rey del soul'n'roll. No suelo escribir en el blog los domingos pero la desaprición de alguien así lo merece a modo de homenaje. Precisamente esta semana pensaba hablar de su nuevo disco junto a los holandeses De Dijk titulado Hold on Tight. Un disco que me parece superior a su anterior entrega pero que, por desgracia, se ha convertido en el último de su gran legado discográfico. Solomon falleció, precisamente, a su llegada al aeropuerto de Amsterdam donde iba a realizar un concierto el martes para presentar ese disco junto al grupo holandés. Un disco en el que Solomon coge las canciones de De Dijk, originales en lengua holandesa, las traduce y las hace totalmente suyas de manera magistral. Como siempre ha hecho. Hoy es un domingo lluvioso. Como si el cielo llorara la marcha de alguien tan grande. Yo lo pasaré oyendo Hold On Tight. Le echaremos de menos.

Sonando: Hold on Tight de Solomon Burke

viernes, octubre 08, 2010

Jaime y los Madison en el Rocksound

Mañana hay una buena dosis de rock nacional en el Rocksound. Imagino que Manel estará pinchando, como la última vez, buena música made in Spain. Para adecuarse a la velada. Luego, doble cartel. Los Madison y Jaime Anglada. A los primeros no los conozco personalmente (mañana lo haré) pero me encanta su música. Ya saben. Secretista que es uno. Por si no me creen ahí van declaraciones de dos que saben de esto.

Los Madison son una banda que está más cerca de los clásicos que de las nuevas tendencias. Se mueven entre la épica de Bruce y el romanticismo de Secretos. Me encantó “Dias de Vértigo”, pero en “Vendaval” dan un paso adelante en cuanto a sonido y canciones. ¡Se nota la buena mano de José Nortes! Y Txetxu demuestra que es un gran cantante de rock perteneciente a la clase trabajadora. ¡Vayan a verlos en directo!”. Quique González

Vendaval” está construido sobre el inmenso solar del mejor pop-rock americano, con materiales nobles y tradicionales: una voz notable, grandes melodías, afiladas guitarras e historias que nos relacionan con el tiempo presente y su crónica agridulce. “Vendaval” es un gran disco. Miguel Ríos

Poco o nada se puede añadir. Y sobre Jaime ¿qué digo? Que es mi amigo. Que es un encanto de tío. Que es de los que creen que el rock ni ha muerto ni morirá. Que, como me decía Quique González, es de los que se ponen videos de John Hiatt o Neil Young antes de salir a tocar para captar esa actitud. Que da todo lo que puede dar. Cantante de ficción. El que escoge el mejor sombrero para que sepas quien es. Un pintor de melodías (y que no se enfade el pintor). Alguien que nunca tendrá Graceland ni falta que le hace. Tiene amigos. El que quiere ser Tom Waits cuando cae la noche. El que se deja la radio puesta que suena en estéreo. Enanito burlón.

Sonando: Cuando cae la noche de Jaime Anglada

jueves, octubre 07, 2010

Las transformaciones del animal

Una de mis cuentas pendientes era leer una biografía sobre Lou Reed. No es que sea mi personaje del rock favorito. Reconozco, incluso, que he llegado a tenerle algo de manía. Injustificada, pero existía. De hecho, durante mucho tiempo, en mi casa sólo se podía encontrar alguna cosa de la Velvet Underground y el Berlin que provenía de una colección de fascículos del quiosco. En una vieja caja de plástico, en casa de mis padres, quedaban las cintas de casette de Transformer y New York, originales, y la grabación de Coney Island Baby. Después, poco a poco, me fui haciendo con buena parte de su discografía en vinilo pero sin prisa. Iban cayendo casi por inercia. Veía uno en Discos Revolver y si "sobraba" algo de lo que pensaba gastarme caía en la saca. Y al final decidí leer una bio suya.

Fernando Navarro había escrito en su Ruta Norteamericana que la mejor era la de Víctor Brockis. Eso, unido a otras referencias como las del gurú Ignacio Julià me hicieron inclinarme por ella. Recuerdo la cara de estupor de Alfred Crespo cuando se lo dije y también su frase. "Bien, si le tenías manía a Lou Reed este es el mejor libro que puedes encontrar para que lo odies profundamente". Hoy lo he acabado. Y no odio a Lou Reed. Je,je,je. Llevo un par de años en los que he perdido esa fobia tonta a acercarme a su obra. Y entiendo lo que quería decir "Coco" Crespo. Porque el libro atiza a Reed a base de bien. Si es verdad el 25 % de lo que cuenta el tío es un "hijoputa" de mucho cuidado. Y probablemente lo sea. Pero ya saben los habituales que servidor intenta separar eso de la música en sí. Así soy más feliz y disfruto más los discos ¡Vaya personaje el amigo Lewis! Manipulador, cínico, psicótico, envidioso, rastrero....Eso es lo más suave que se me ocurre decir sobre su personalidad de psicópata enmascarado. Pero, curiosamente, lejos de odiarle, me atrae más su obra. Cual buen voyeur que se precie. Me encanta una de las anécdotas que cuenta Brockis sobre Dylan cuando explica que Lou siempre había odiado al de Duluth hasta que éste le dice a alguien cercano que le gustaría haber escrito una de las canciones de Reed. Entonces va el tipo ¡y se compra todos sus discos! El colmo es cuando años después se ven de frente. Por un lado Dylan y por el otro Reed y su guardaespaldas. Dylan abre los brazos en forma de abrazo y cuando Reed abre los suyos, su dylanísima se funde en un cordial nudo con ¡el guardaespaldas! Juas, vaya par....

Sonando: Dorita de Lou Reed

miércoles, octubre 06, 2010

Resultados de la fira (de nuevo)

Como siempre que aparezco por una Fira del Disc procedo a detallar los resultados de la misma, aunque, esta vez mi visita fue más fugaz que otras veces por mis problemas con el pie (poco tiempo y muleta fastidiosa). Ahí va lo que se vino para caso conmigo por 29 €uros de nada….Todo en vinilo, claro…

Harvest - Neil Young (edición original Americana)
500 Miles Away From Home - Bobby Bare
In Concert - Elvis Presley (impecable con las dos fotazas de dentro. Otra edición americana original)
Ol Waylon - Waylon Jennings (otro original del 77)
New York - Lou Reed (una más, edición americana original)
Golden Hour Of Donovan - Donovan
Stuck in the Middle With You: The Best of Stealers Wheel - Stealers Wheel (lo único que me faltaba de Rafferty & Co.)
Mirriam - Jessi Colter (con Waylon Jennings a la guitarra, edición especial con portada troquelada)
Rock and Roll Music from the Planet Earth - Country Joe McDonald
According To My Heart - Jim Reeves
Mad Dogs & Englishmen - Joe Cocker (pedazo de edición original con el desplegable interior en perfecto estado y el poster también)

Para ser una visita express bien ¿no?

Sonando: Lucille de Waylon Jennings

martes, octubre 05, 2010

Nic Dawson Kelly, la última de Toni Castarnado

Cuando cojo el Ruta de cada mes una de las primeras cosas que hago es abrir el discomático y echarle un primer vistazo. Busco el nombre de Roger Estrada en las firmas para buscar alguna novedad interesante que se me haya escapado. Busco el de de Jordi Pujol-Nadal para ver si hay algo americano en lo que no me había percatado. Busco el de Manel Celeiro por afinidad musical, al igual que el de Alfred Crespo. Y por último busco el de Toni Castarnado porque eso me asegura no conocer el 90% de los nombres de los que habla. “Castar” es un descubridor. Algo así como un Indiana Jones sonoro pero sin látigo, porque además es un buenazo. Un investigador. Para mi hija sería una especie de Dora, la exploradora. El que va a la oficina rutera y se lleva discos para investigar sin saber de qué van. Eso provoca una cosa en sus reseñas. El 25 % suelen parecerme un peñazo. Lo siento Toni. Otro 25 % simplemente me hacen gracia. Pero ¿y el otro 50%? Ahí está su valor. La otra mitad son discazos como la copa de un pino que se me habían pasado. Discos de matrícula. Como lo último que me ha descubierto: Nic Dawson Kelly.

A ver. Este señor es de Sheffield y es buenísimo. Toni habla de él como un émulo de Ryan Adams. Yo creo que en este disco llamado Old Valentine está al nivel del Adams más inspirado. Toni habla de influencias de Bob Dylan, Antony o Jeff Buckley. Clavado. Diez canciones espectaculares. 39 minutos de música de muchísimos quilates. El tipo declara que “lo que hice fue aprender de la discografía de mi padre y los discos que oía cuando viajaba en la parte trasera del coche. Mis primeras cintas eran de Buddy Holly, The Everly Brothers y y el Street Legal de Dylan. Luego me metí en Tom Waits y también en Mississippi Fred McDowell, Son House, Blind Willie McTell, Little Richard y Dr. John”. Este es su primer disco definido en algún sitio como folky-pop-americana-experimental-camera-acoustic ¡¡¡bufff!!! ¡¡¡Qué difícil!!! ¿No puede ser simplemente buena música? Ah, se me olvidaba, gracias Toni. Una vez más, lo hiciste. Como Dora la exploradora.

Sonando: Adam and Eve de Nic Dawson Kelly

lunes, octubre 04, 2010

La encargada de la música

Juro que no he tenido nada que ver con esto. El lunes, Rakel y yo tuvimos una reunión en la guardería de June. La primera del año y, por cierto, un tostón de la que sólo podías extraer tres o cuatro cosas decentes. Como padres primerizos nosotros sufríamos más por el tiempo de más que June estaba pasando sin nosotros que por lo que nos estaban diciendo. La verdad es que nos importaba bastante poco que, por ejemplo, el chándal no se pudiera secar en la secadora. Una por el hecho en sí y dos porque no tenemos secadora. Pero lo mejor fue el momento en que nos fijamos en el mural en el que cada niño de la clase tiene marcadas sus tareas. Buscamos el símbolo de June. Ella, en la guardería, está representada por un caramelo. Y tatachán...La señorita era ¡la encargada de la música! Ole, si es que mi niña tenía que tener cualidades. Si es que todo el día rodeada de Dylans, Elvises y Pettys tenía que servir de algo ¡¡¡Juas!!! No vean la ilusión que me hizo. Seré tontorrón...Pero es que no puedo evitarlo. Quizá eso es lo que hace que ella tenga predilección por juguetes que hacen ruido. Como sus pianos. Y digo pianos porque tiene 4. Uno de ellos una pianola auténtica. Lo mejor es que cada día que pasa se vuelve más marchosa. A ella le pones los Stones y te pones a saltar, con el «Start me up» a todo trapo y ella en tus brazos, y suelta unas carcajadas increíbles. Ya no le gusta tanto el Johnny Cash de los 90 o los temas cantados de Chet Baker. Aunque el American Beauty de los Grateful Dead siga teniendo un efecto sedante en ella. Prefiere a los Allman Brothers, a los Black Crowes o los Georgia Satellites, y ver como papá mueve la cabeza haciendo volar su melena al viento (ejem).

Sonando: Start me up de los Rolling Stones

viernes, octubre 01, 2010

Jim Avett

¿Suena el apellido no? Pues en contra de lo que muchos suelen pensar al oírlo, Jim Avett no es uno de los Avett Brothers sino el padre de las criaturas. En concreto de Scott y Seth que son los únicos de los 4 miembros de la banda de Carolina del Norte que son hermanos.

El viejo Jim debutó en 2008 con Avett & Family, un disco que reunía las influencias que llevaba acumulando más de 50 años. Este hijo de predicador se sacó de la manga un compendio de canciones tradicionales y viejos temas gospel que le había enseñado su padre. Yo lo situé entre mis discos internacionales favoritos del año y ahora está de vuelta. Su segundo disco se llama Tribes y hay quien lo considera su verdadero disco de debut porque aquí se estrena en su faceta de compositor. Seis de los siete temas que forman el disco son suyos y, la verdad, te planteas por qué narices ha tardado casi setenta años en enseñarnos estas canciones. Además sus retoños han puesto de su parte, claro.

Escuchen «Preaches and thieves» compuesta a medias con Molly McGuinn y díganme si no es una maravilla de canción. Un dueto de esos de voz masculina-femenina que pone la carne de gallina. O ese final con «Naomi» que narra el asesinato de una mujer a manos de su marido, de oficio pastor. Un final con una frase como “Love is a cold-blooded thing” es casi insuperable. Muy, muy, muy buen disco. Algo corto (¡¡¡Jim te hemos esperado 63 años!!!) pero a tener muy en cuenta.

Sonando: Naomi de Jim Avett