viernes, abril 29, 2016

Esta noche, Rock and Roll Night



Hay veces que los astros parecen conjugarse para acabar dando lugar a grandes noches. Y eso es lo que parece que va a pasar hoy. Para empezar, y como estaba previsto, el concierto de Hellsingland Underground, una de las bandas más interesantes del Americana actual a pesar de ser suecos. Y luego, gracias o debido a la cancelación del concierto de Bang, los italianos Radio Days estarán en Rocksound.

Conocía a los de Milan gracias a dos colaboraciones. Espléndidas las dos, por cierto. En 2009 sacaban un espléndido EP junto a Paul Collins y en 2014 hacían lo propio versionando a The Rubinoos. Ahora llegan para presentar su nuevo disco Back in the Days, publicado por estas tierras por la siempre eficaz Rock Indiana. Así que me dirijo a su Bandcamp (el disco caerá esta noche en físico) y me encuentro, otra vez porque no lo recordaba, un espléndido grupo de power-pop con la herencia de los Beatles a flor de piel. O sea, melodías aceleradas, armonías vocales y muy buenas canciones. El concierto debía celebrarse en Ceferino durante el de Hellsingland Underground pero al cancelarse Bang han podido trasladarlo a Rocksound y empezarlo justo cuando acaben los suecos. Suerte la mía.

Sonando: Rock’n’Roll Night de Radio Days


jueves, abril 28, 2016

Instrumental de James Rhodes, una maravilla literaria



La música clásica no es lo mío. Ni el jazz tampoco. Son dos estilos con los que ni congenio ni creo que llegue a congeniar nunca. Por eso me resistí a leer Instrumental de James Rhodes, un libro que todo el mundo me aseguraba iba a gustarme mucho. Rhodes es un pianista británico clásico considerado por muchos como de los mejores del mundo algo que, evidentemente, yo no sé valorar. Esta autobiografía, además, viene precedida de problemas judiciales, ya que su ex mujer quiso impedir su publicación con una demanda que fue desestimada.

Hace unos días decidía que había llegado el momento y me lancé a leer sus página Lo cierto es que el libro es una maravilla, independientemente de lo que uno opine de la música clásica y a pesar de que es un elemento esencial de la obra. Da igual. El libro es tan aplastantemente emocional que te noquea en apenas unos cuantos párrafos. Marcado por los abusos que sufrió de niño por su profesor de boxeo (“Abuso. Qué palabra. Violación es mejor. Abuso es cuando le dices a un guardia de tráfico que se vaya al infierno”, asegura), Rhodes explica una vida complicada en el que se confiesa un enfermo mental por culpa de esa circunstancia que duró unos cuantos años y que le llevó, entre otras cosas a convertirse en adicto a autolesionarse. Su lenguaje es cercano, nada literario, pero escribe excepcionalmente bien. Introduce en temas tan complejos el humor y la ironía, pero consigue hacerlo sin quietarles la importancia que tiene. Genera angustia, compasión, alegría, miedo y tristeza en el lector y eso es un objetivo difícil de alcanzar para cualquier escritor. Se desnuda sin rubor, o con mucho pero intentando superarlo. Completamente. Sin dejar nada para sí mismo. Simplemente porque lo necesita. Porque contar su vida forma parte de su terapia probablemente. Y haciéndolo consigue facturar uno de los grandes hitos literarios de la década. El libro que servidor hubiera votado como el mejor de 2015 si lo hubiera leído antes.

Sonando: Wallpaper Angel de Stephen Kellogg

miércoles, abril 27, 2016

Pardo, el acierto del paso al castellano



Tras escuchar los dos primeros discos del coruñés Néstor Pardo tuve la sensación de que estaba desperdiciando una oportunidad. Waitin’To The Other Side y Let It Stay eran sin duda buenos trabajos pero, en mi opinión, todavía hubieran mejorado si la lengua vehicular de los mismos hubiera sido el castellano. Y es que se me antojaba que la propuesta de Pardo, con evidente raíz americana pero cargada de matices se adaptaba a la perfección al axioma que predica Hendrik Röver, eso de que “el rock americano es posible en castellano”. Por eso me congratula que su nuevo disco, Siento no haber sido lo esperado, sea íntegro en lengua cervantina, hecho que de paso lo ha confirmado también como un excelente letrista en castellano. Con reminiscencias que me recuerdan en la dicción a un injustamente desconocido Luis Moro o a Chencho Fernández. Visceral. Crudo. Dejando adentrarse en su música algo de sus inicios como rockabilly pero sin perder la esencia del songwriter abierto a géneros. Su mejor trabajo, hasta el momento.

Sonando: Que no te quede más de Pardo

martes, abril 26, 2016

A 45 rpm. Stephen Stills - We Are Not Helpless



En una de las últimas visitas de Quique González a Barcelona aprovechamos un descanso que tenía en la promoción programada para visitar la tienda verde de Revolver. Solemos hacerlo cuando nos juntamos. No se por qué y casi sin hablarlo siempre acabamos pasando juntos por allí. Esta última vez Quique estaba obsesionado con encontrar una canción de Stephen Stills pero no sabía el título. José Ignacio Lapido se la había puesto la última vez que se habían visto y andaba obsesionado con la que me aseguraba era “la mejor canción que había escuchado nunca”. Encontramos una de esas ediciones que incluyen un par de discos con los dos primeros trabajos de Stills aunque él empezaba a estar casi seguro de que la canción era «We Are Not Helpless», al que cierra su disco de debut publicado en 1970. Al día siguiente recibo un WhatsApp con un mensaje muy simple: “era esa Edu. Es una de las canciones más bonitas escritas nunca. La encontré. Qué maravilla”. El pasado 17 de abril, Quique hacía un chat en El Faro de Vigo y un seguidor le preguntaba cuál era su canción favorita de otro artista en este momento. Su respuesta ya la saben, «We Are Not Helpless» de Stills.

En un principio, la canción fue interpretada como la respuesta de Stephen Stills al «Helpless» que Neil Young había escrito para el Déjà Vu (1970) de Crosby, Stills, Nash & Young pero su autor siempre lo ha negado y no ha dado ningún tipo de crédito a esas especulaciones. Curiosamente, la canción es considerada por muchos como el periodista Bruce Eder el defecto del disco. Raro cuando muchos la consideramos de lo mejor de las diez canciones del lote. Un tema que parece una simple cancioncilla folk y acaba convirtiéndose en una especie de himno coral, con un pasaje central que cede el protagonismo a los arreglos de cuerda para ir creciendo hasta llegar a un auténtico final inesperado con coros góspel, la voz de Stills rompiéndose y el Hammond tomando el mando. Cuatro minutos y veinte seguros de libertad creativa producto de una abrumadora capacidad compositiva. Una ópera folk-rock que no llega a los cinco minutos y que se convierte en una impecable forma de finalizar un disco soberbio.

Una joya que servidor está seguro de tener entre sus discos en forma de single. Dudo ante las informaciones que encuentro por Internet que aseguran que nunca se editó en ese formato. Debo haberme equivocado. Así que lo dejo correr y en aquel momento pincho en la versión CD que tengo del disco de Stills hasta que ayer, buscando otro 45 rpm la encuentro. Yo tenía razón, pero Internet también. La canción nunca se editó como cara A de un single pero sí lo hizo como cara B de «Sit Yourself Down» en una edición holandesa aparecida en 1971 y que es la que se puso a girar en mi equipo, una y otra vez, a 45 revoluciones por minuto.

Sonando: We Are Not Helpless de Stephen Stills



lunes, abril 25, 2016

Lukas Nelson, en nombre propio

De sobra es conocida la discusión sobre si ser hijo de alguien que ya ha triunfado en la profesión que has elegido es beneficioso o no. Cuestión esta que inmediatamente va ligada a la siguiente: ¿se hereda el talento? Por suerte no es ese el objetivo de este artículo, sino el de reafirmar la calidad que atesora y el interés que debe despertar un artista que se ha hecho con un nombre propio en esto de la música, Lukas Nelson.

Hijo de la leyenda del country Willie Nelson (Estados Unidos, 1988), Lukas Nelson empezó a hacerse un nombre en esto de la música la década pasada. Su madre siempre ha asegurado que al bueno de Lukas le encantaba la música desde bien pequeño, normal viendo sus antecedentes. Cuando papá Willie se marchaba de gira, Lukas rompía a llorar y solo se calmaba cuando mamá le decía que “si lloras, papá dejará de hacer música, porque no quiere que te pongas triste”. Eso calmaba al crío y demuestra de paso su admiración por su padre y todo lo que hacía. “No hay nada más gratificante que tocar con mi padre, es algo mágico”, aseguraba en una entrevista para la edición americana de Rolling Stone.

Curiosamente, y a pesar de la devoción por su padre, cuando Lukas empezó a tocar no se inclinó por el country, sino que apostó por sonidos más cercanos al rock, al blues e incluso a la psicodelia, algo que le llevado a ser la banda de apoyo tanto de la actual gira de Neil Young como de su disco “The Monsanto years” (2015), cosa que lo termina de confirmar como un artista que seguir. Lukas amaba a papá (“empecé a tocar para estar más tiempo con mi padre” aseguraba a Esquire), pero no quería ser como él, sino como Stevie Ray Vaughan o Jimi Hendrix. Curiosamente, Neiler fue importante también en el inicio de su carrera, ya que él conoció a Anthony Logerfo en un concierto del canadiense. Ambos, junto a Tato Melgar y Merlyn Kelly, cuyo puesto ocuparía después Corey McCormick, formarán Promise of the Real, su grupo.

Promise of the Real debutaron con el EP “Live beginnings” en 2008, jugada que repiten un año más tarde con otro EP, “Brando’s paradise sessions”. En 2012 publican su primer larga duración, “Promise of the real”, con la presencia de Willie Nelson en la composición de un tema y sendas versiones de Jimi Hendrix y, de nuevo, Neil Young. Su segundo larga duración “Wanted”, llega en 2012, y las críticas mejoran a su debut. Se habla de un músico, Lukas, compositor de todos los temas en permanente búsqueda de un sonido propio, pero se asegura que está muy cerca de encontrarlo. “Vamos a pasar mucho tiempo en el estudio para nuestro próximo disco, el que haga falta, y vamos a tratar de ser creativos al máximo”, aseguraba en 2013 para el “Digital Journal”. Y es lo que han hecho.

Parémonos primero en Neil Young. Así lo contó Lukas a “Rolling Stone”: “Mi manager me llamó y me dijo: “Neil Young acaba de enviar un e-mail diciendo si podéis grabar un disco con él”. Yo le respondí: “Claro, déjame que mire mi agenda”. Era una broma, claro, estaba loco con la idea”. Y así fue. “The Montsanto years” acabó de poner a Promise of the Real y a Lukas Nelson en el mapa y su siguiente disco se ha esperado con interés.

Si exceptuamos “The Montsanto years”, han tenido que pasar cuatro años para que llegara otro disco de Promise of the Real. “Something real” es ese álbum. El propio Nelson lo definía así para Glide Magazine: “La música es como el color, hay gamas. En este disco hay desde country hasta rock psicodélico y mucho blues”. Nueve canciones en las que los estilos se fusionan en lo que algunos han llegado a definir como cowboy-hippie-surf-rock. Un Nelson en estado de gracia que demuestra que es un notable compositor pero sobre todo un excelente guitarrista. Un disco que los traerá a Europa, no solo para compartir escenario con Neil Young sino para realizar también una gira propia. Veremos si sobre las tablas confirman todo lo bueno apuntado.

Publicado en www.efeeme.com

Sonando: Ugly Color de Lukas Nelson &  Promise of the Real

domingo, abril 24, 2016

Conciertos 25/04-01/05: Birth of Joy, Critters, Hellsingland Underground, Ilegales, Pájaro, Slim Jim Phantom, DeWolff…



Desde luego ecléctica se presenta la próxima semana en cuanto a conciertos. A ver los que podemos ver…

Martes 26 de abril. La verdad es que no controlo mucho a Birth of Joy aunque me han hablado maravillas de ellos. El trío holandés que se debate entre la psicodelia y el blues vienen a presentar su nuevo disco, Get Well. Habrá que comprobar en Rocksound si, como dicen, el futuro pasa por ellos.

Jueves 28 de abril. El soul-punk vía rock and roll seminal de Critters amenaza con incendiar el Marula el jueves. Su primer disco, Fuegote, anda ya en la calle. A ver como se lo montan en directo esta suerte de Dirtbombs patrios.

Viernes 29 de abril. El concierto que está subrayado en rojo en mi agenda es el de Hellsingland Underground en Razz 3. Los suecos pasan por ser una de las más originales y mejores bandas del Americana actual y su nuevo disco lo corrobora. Me los perdí en su anterior visita, así que esta vez no quiero dejar pasar la oportunidad de ver como suenan las canciones de ese Understanding Gravity, su cuarto trabajo, en Razz 3. De no existir este concierto probablemente me hubiera ido a ver a Ilegales.

Sábado 30 de abril. Los habituales de esta bitácora ya conocen mi devoción por el sevillano Pájaro. Tenía muchas ganas de este concierto que se celebra en el Marula, pero me ha desencantado un poco enterarme que viene en acústico. A pesar de eso, Pájaro es Pájaro y hay que verlo.

Domingo 1 de mayo. ¿Slim Jim Phantom en Bóveda o Dewolff en Rocksound? Difícil decisión. Rockabilly frente a blues psicodélico. Pero, sobre todo ¿una leyenda que puede ser capaz de lo mejor o lo peor o unos jóvenes que están haciéndose un hueco en la escena? Tardaré unos días en decidirlo.

Sonando: As Dreams Go By de Hellsingland Underground