viernes, febrero 28, 2014

Las rosas negras de Jim Lauderdale



Uno de los músicos más activos de la escena americana vuelve a escena y de qué manera. Parece que para él no ha sido suficiente sacarse de la manga tres discos en el último año y medio (Carolina Moonrise (2012), Old Time Angels (2013) y Blue Moon Junction (2013)) a los que hay que añadir el disco a dúo con Buddy Miller hace apenas 12 meses. Lejos de conformarse, antes de finalizar el mismo 2013, Lauderdale firma otro trabajo, probablemente el mejor de todos ellos. Porque sólo hay que dejar pasar unos segundos de la inicial «Throw My Bucket Down» para darse cuenta de que aquí ha pasado algo. Poco queda del bluegrass y los sonidos acústicos que protagonizaban sus últimas galletas. Sólo hay que buscar en los créditos para dar con la solución y esta responde al nombre de Luther Dickinson. Y es que el NMA se ha encargado de la producción de un trabajo que se mueve entre el blues de «No Later Than Soon» y el country-soul de «Ride on», perfectos parámetros para entender por donde circula el disco, con una elegancia exquisita. “Trabajar con Jim fue emocionante porque él se convirtió en un loco de la música de raíces, fue como estar conduciendo un coche de carreras, un predicador hillbilly-blues del caos” ha asegurado Luther a diversos medios. Lauderdale, eso sí, continúa como en los últimos tiempos trabajando sobre textos de Robert Hunter. “El uso de la lengua de Robert para construir la historia oral de la música americana es magistral, sólo comparable con Dylan. Es un honor trabajar con nuestro mejor poeta”, confiesa. Y el álbum, al que ponen la guinda las intervenciones de Cody Dickinson, Spooner Oldham, Amy Lavere o Shannon McNally, absorbe todos esos sentimientos para convertirse en una obra cumbre de la carrera de su autor. Y eso es mucho decir.

Reseña publicada en Ruta 66 de Febrero de 2014.

Sonando: Ride on de Jim Lauderdale

miércoles, febrero 26, 2014

Ken Will Morton, recuperando un viejo amigo



Descubrí a Ken Will Morton en 2008, con el disco The Devil in Me. Cuando investigué sobre él, descubrí que era otro músico nacido en Athens. Uno más. Como R.E.M., B-52’s, Widesprad Panic o Drive By Truckers, por citar solo unos pocos. Sin embargo su música me recordaba a alguien de Minnesota. Hablo, claro, de Paul Westerberg. Recuerdo tardes enteras repitiendo en bucle la canción «Alcohol» y pensando que parecía el eslabón perdido de la carrera del líder de los Replacements.

Reconozco que fue algo fugaz. Tras ese disco perdí la pista a Morton y hasta hace apenas unos días no ha vuelto a aparecer su nombre en mi “mente discográfica”. Lo ha hecho por la publicación de un nuevo disco, Slow Burn. Entre medio parece que ha publicado un par más de los que no puedo hablar por desconocimiento. Pero sí puedo hacerlo de este último, que me ha hecho recuperar a aquel artista fresco a medio camino entre el rock americano y el rock universitario. Canciones simples y pegadizas, asegurando sin rubor que “no hay lugar para un hombre sensible” en un disco melodioso y sensible. Sin estridencias. Pero plagado de buenas canciones como «Like a river» o «Asshole», y que se me antoja mejor, en conjunto, que aquel ya lejano The Devil In Me. Y es que siempre es un placer reencontrarse con viejos conocidos.

Sonando: Lady Luck de Ken Will Morton

lunes, febrero 24, 2014

Robert Bradley's Blackwater Surprise, un grupo que pudo ser grande en El País

La semana pasada, La Ruta Norteamericana de El País publicaba un artículo mío sobre el extraordinario primer disco de Robert Bradley. Aquí va un fragmento y el enlace para leerlo entero.

El pasado 28 de enero, The Gaslight Anthem ponían en circulación un recopilatorio de las caras B de sus numerosos singles. En total 11 canciones con temas propios, interpretaciones en acústico y un buen puñado de versiones entre las que destacan el «Tumbling dice» de los Rolling Stones o el «State of love and trust» que Pearl Jam aportaban para la banda sonora de la película Singles, dirigida en 1992 por Cameron Crowe. Pero, sin duda, la pieza que más puede sorprender a sus seguidores es la que cierra el disco, una versión de una canción titulada «Once upon a time» publicada originalmente como bonus track de la edición japonesa de su segundo disco, el espléndido The ’59 Sound (2009). Sólo hay que investigar un poco para encontrarse con el disco que incluía la versión original del tema y que no es otro que el debut de la banda de Detroit Robert Bradley's Blackwater Surprise titulado simplemente, Blackwater Surprise (1996).

Leer completo AQUI.

Sonando: Once upon a time de Robert Bradley's Blackwater Surprise

viernes, febrero 21, 2014

The Amigos, neoyorquinos vestidos de tejanos



Vienen de Nueva York, aunque por nombre y estilo bien podrían haber nacido en Texas. Son  The Amigos, y debutan con un álbum de 13 canciones que titulan Diner in the sky. Un disco fresco en el que dejan entrever todas sus influencias con especial querencia por el country y el cajun. Evidentemente, el acordeón es una de sus señas de identidad y, gracias a eso, este debut se me hace un disco de esos frescos que endulzan cualquier momento con suma facilidad. Los titulares del invento son Sam Reider, al acordeón, y Justin Pindexter a la guitarra. Ellos son las caras visibles y principales compositores de un proyecto en el que también convive, con un protagonismo destacado, el violinista Andy Stein (Commander Cody). Diner in the sky está formado por diez temas propios y tres versiones: las tradicionales «The wayfaring stranger» y «California Blues», y el clasicazo de Billy Roberts «Hey Joe» que aquí huye tanto de  la versión de Hendrix como de la de Willy DeVille para adoptar un nuevo camino en el que destaca una tempo acelerado que no deja de sorprender al oyente. Entre las piezas propias me quedo con el zydeco/cajun de «Cabin on the hill» y «Katie», con el soul de «don’t you wait» y con el swamp de «Young at the heart». No será el disco del año. Probablemente lo olvidaré en algún momento. Incluso puede que dentro de unos meses deje de pincharlo y no lo haga nunca más, pero los buenos ratos que me está haciendo pasar no me los quita nadie.

Sonando: Cabin on the hill de The Amigos

miércoles, febrero 19, 2014

Discos que están ahí



Hace diez días aproximadamente me plantaba en Discos Revolver después de bastante tiempo sin hacerlo. Por un lado me encanta irme pasando habitualmente pero por otro es mucho más enriquecedora (y peligrosa para el bolsillo) la sensación de no pasarse en días y descubrir un montón de discos nuevos que han poblado sus cubetas y que han dejado de ser “las caras de siempre”. A parte de eso, lo mejor (y a veces lo peor) de ser un habitual de determinadas tiendas es encontrarse con conocidos, charlar, comparar lo que se encuentra, comentar…En esa visita fue un placer encontrarme con la sapiencia de Santi Comelles, compañero y redactor también de Ruta 66. Él me dio uno de los titulares del mes, sin duda.

Acababa de leer el último libro que me faltaba para completar todo lo que ha escrito mi buen amigo Carlos Zanón. Se trataba de la biografía de Bee Gees (ya saben que paso una etapa muy Gibb) que publicó en 1998 en la colección Los Juglares de Ediciones Júcar. Esa editorial que merecería un premio por su labor en la difusión de la música que nos gusta. Es evidente que siempre que se acaba una biografía musical se tienen todos los números para pasar una fase de obsesión por el artista. Creo que a mi me ha pasado siempre, con sólo una excepción: la lectura de Una semana en el motor de un autobús de Los Planetas. El caso es que fue pasar por Discos Castelló primero y encontrar en vinilo Main Course por 2 euros, seguir por Daily Records y encontrar Trafalgar por 4 euros y acabar en el citado Revolver para hacerme por 8 euros con To Whorm It May Concern y ESP. No pude evitar comentarle a Comelles algo así como “es curioso, hoy que salgo pensando en encontrar discos de los Bee Gees y no hago más que verlos de todo tipo y en todo estado”, a lo que Santi respondió “amigo Izquierdo, los discos siempre han estado ahí, eres tu que a veces no sabes encontrarlos”. Proverbial ¿no?

Sonando: You win again de Bee Gees

lunes, febrero 17, 2014

John The Conqueror, sensaciones encontradas de un buen directo



Sensación extraña al salir del concierto de John The Conqueror. Por un lado estaba el convencimiento de que estamos ante una banda grande, destinada a darnos muy buenos momentos que sumar a los que ya nos han dado sus dos discos. Un grupo que lo tiene todo: pegada, calidad, un cantantes espléndido, una base rítmica poderosa, canciones…Y a pesar de todo eso la sensación de que algo se quedó a medias sigue ahí. Puede que se contagiaran del eterno y habitual ambiente frío de los conciertos de rock en Barcelona donde solo unos cuantos de la ya de por sí triste media entrada (y más si lo comparamos con el sold-out de Madrid) estaba por el bolo. Puede que fuera que la banda no está acostumbrada al éxito que ha tenido por nuestras tierras (hasta llegar a la ciudad condal) y le haya venido un poco grande la cosa. Quizá una primera visita en un club más pequeño hubiera conseguido un ambiente más caldeado. Puede que la duración del concierto, aunque sea injusto valorar los bolos en función de eso y media hora más tampoco hubieran cambiado en exceso mi opinión, colaborara también a esas sensaciones. O puede que en definitiva fuera solo un tema de expectativas: iba a por el concierto del año y salí de la 2 de Apolo con la impresión de haber visto “solo” (y entrecomillo) un buen concierto. Eso sí, que no le pierdo la pista a esta banda lo puedo firmar sobre sangre.

Sonando: Life alter death de John the Conqueror

jueves, febrero 13, 2014

Charlie Daniels se viste de Dylan



El primer día de abril es la fecha elegida por el bueno de Charlie Daniels para publicar su nuevo disco, Off the Grid – Doin’it Dylan. Está claro, no hace falta ser muy avispado para descubrir que tras ese título se esconde el enésimo homenaje a Bob Dylan. Como recogía Efe Eme hace unos días, Daniels ha declarado que “fue hace unos 50 años cuando tuve noticia de Bob Dylan; y no, yo no era tan ingenuo como para pensar que podía nadar en la misma corriente, tratar de emular lo que había hecho, o copiar sus melodías. Nadie podría hacerlo. Mis ambiciones eran provocar algún pensamiento, para dar color a las imágenes de mis canciones, pensar fuera de la caja de la conformidad, en otras palabras, de ser yo mismo. Al margen de lo que Bob Dylan dijera con sus letras, atrajo la atención del mundo y cambió el mundo de la música para siempre”. Así que la admiración le viene al viejo countryman de 77 años de bien lejos. Los más fanáticos recordarán que Daniels fue uno de los músicos de sesión que en 1969 grababan junto a Dylan el country Nashville Skyline(también hizo lo propio en dos discos más, New Morning y Self Portrait), encargándose para la ocasión del bajo. De aquel disco recupera en esta ocasión una sorprendente «Country Pie», tema humorístico que injustamente muchos llegaron a considerar el «Ob-La-Di, Ob-La-Da» del bardo. Junto a ella, el de Carolina del Norte versiona «Tangled up in blue», «The Times They Are a Changin», « I’ll Be Your Baby Tonight», «Gotta serve somebody», «I Shall Be Released», «A Hard Rain’s a-Gonna Fall», «Mr. Tambourine man», «Just like a woman» y «Quinn the Eskimo (The Mighty Quinn)». Algunas previsibles y otras menos, aunque ni una cosa ni otra merman mis ganas de echarle el guante al disco.



Sonando: Long haired country boy de Charlie Daniels

miércoles, febrero 12, 2014

Joe la Reina, sorprendente primer disco



No se por qué estaba convencido de que eran de Pamplona, aunque son de Donosti realmente, pero lo cierto es que podían haber sido perfectamente de Sevilla y haber vivido de cerca los mejores momentos del rock andaluz. Se hacen llamar Joe La Reina y Mondosonoro apostó por ellos como portada del número de este mes de febrero. Así llegué hasta su música. Una tarde en la redacción de la revista me dice Joan Luna, su jefe de redacción, que escuche lo que suena de fondo y descubro unos ecos a Triana que me sorprenden. Suficiente para que inicie mi habitual lista de improperios hacia Joan tildándolo de modernillo inacabado mientras él insistía en que le diera una oportunidad al disco titulado, por cierto, Bailamos por miedo. No estaba dispuesto a bajarme del burro. Al menos no en aquel momento. Días después, el profesor Castarnado me insistía en lo mismo asegurándome que si bien “ no era mi rollo”, el disco estaba más que bien. Finalmente aproveché una visita a la redacción de Ruta 66 para hacerme con él al verlo abandonado en una pila. Y sorpresa. Me gustó. Me gusta, vaya. No me sorprende que la banda asegure que entre sus influencias están desde Radiohead a The Clash, Blur o Camarón. Porque su música es un extraño compendio de todo eso y más. Desde folk a música de vanguardia, rock y hasta flamenco, claro. Mi favorita es ese «Rusia» en la que parecen poseídos del espíritu de Jesús de la Rosa. Los expertos dicen que es Indie, aunque yo ya me pierdo con esa etiqueta más que con la de Americana. La cuestión es que disfruto lo que oigo y de eso se trata esto ¿no? Pues eso.

Sonando: Rusia de Joe la Reina

lunes, febrero 10, 2014

Bee Gees - I've Gotta Get a Message to You



Llevo unos días muy Bee Gees. Entre que estoy leyendo un libro sobre el grupo y que he recuperado sus viejos discos, estaba cantado que algo iba a escribir sobre ellos por aquí. Una de las bandas de pop por excelencia a la que se le han de perdonar muchas cosas pero que se ganaron un sitio en la historia de la música contemporánea por muchas otras. « I've Gotta Get a Message to You» es una de mis canciones favoritas de su Carrera. Un tema que, por cierto, compusieron con el objetivo de que lo cantara Percy Sledge pero que ellos acabaron convirtiendo en éxito antes de que el soulman hiciera su versión tiempo después.

El 7 de septiembre de 1968 la canción era publicada como single y en pocos días se convirtió en el segundo número uno de la banda en las exigentes  listas británicas. El primero había sido un año antes la espléndida «Massachussets». Lo curioso es que mientras en Estados Unidos el tema formó parte del tercer disco de la banda, Idea, en reino Unido fue reemplazada por una bastante más insulsa «Such a same». Con un estribillo imparable la grandeza de su melodía se demuestra en el hecho de que la versión que en 2009 hicieron The Soldiers, la banda indie formada por militares, se coló entre los diez primeros puestos de las listas de indie-rock. I've just got to get a message to you, hold on, hold on. One more hour and my life will be through, hold on, hold on...



Sonando: I've Gotta Get a Message to You de Bee Gees

viernes, febrero 07, 2014

Las revistas de febrero de 2014



El repaso mensual a los medios en que colaboro se inicia este mes con la revista Mondosonoro que aparece en portada con Joe La Reina (ojo a su disco que sin ser la música habitual que escuchamos en esta casa está muy bien con sus dejes trianeros). El número incluye mi entrevista a Felix Van Groeningen, director de Alabama Monroe, la reseña del libro Diez de diciembre de George Saunders y las entrevistas con Toni Castarnado, Rotten Nuttes y JM Baule. Ruta 66 con Ramones en su portada incluye mi entrevista a Luis Moro, reseñas de los DVDs R-evolution de The Doors y Live in London de The Gaslight Anthem, de los libros Country Music de Jordi Guasch y Adiós al fútbol de Valerio Magrelli y de los discos de Jim Lauderdale, The Len Price 3 y Doug Sahm. En su web entrevistas a Susan Cattaneo y The Len Price 3, artículo sobre los diez motivos musicales para ver Inside Llewyn Davis y reseñas de los discos de Pómez, The Gories, Tributo a Jack White, Toni Jiménez y Jeff German. Finalmente para Efe Eme, en el último mes rescaté a Willy DeVille y reseñé a Steven Munar y The Sadies. El mes que viene más.

Sonando: Bamboo Road de Willy DeVille