Uno de los músicos más activos de la escena americana vuelve
a escena y de qué manera. Parece que para él no ha sido suficiente sacarse de
la manga tres discos en el último año y medio (Carolina Moonrise (2012), Old
Time Angels (2013) y Blue Moon Junction
(2013)) a los que hay que añadir el disco a dúo con Buddy Miller hace apenas 12
meses. Lejos de conformarse, antes de finalizar el mismo 2013, Lauderdale firma
otro trabajo, probablemente el mejor de todos ellos. Porque sólo hay que dejar
pasar unos segundos de la inicial «Throw My Bucket Down» para darse cuenta de
que aquí ha pasado algo. Poco queda del bluegrass y los sonidos acústicos que
protagonizaban sus últimas galletas. Sólo hay que buscar en los créditos para
dar con la solución y esta responde al nombre de Luther Dickinson. Y es que el
NMA se ha encargado de la producción de un trabajo que se mueve entre el blues
de «No Later Than Soon» y el country-soul de «Ride on», perfectos parámetros
para entender por donde circula el disco, con una elegancia exquisita. “Trabajar con Jim fue emocionante porque él
se convirtió en un loco de la música de raíces, fue como estar conduciendo un
coche de carreras, un predicador hillbilly-blues del caos” ha asegurado
Luther a diversos medios. Lauderdale, eso sí, continúa como en los últimos
tiempos trabajando sobre textos de Robert Hunter. “El uso de la lengua de Robert para construir la historia oral de la
música americana es magistral, sólo comparable con Dylan. Es un honor trabajar
con nuestro mejor poeta”, confiesa. Y el álbum, al que ponen la guinda las
intervenciones de Cody Dickinson, Spooner Oldham, Amy Lavere o Shannon McNally,
absorbe todos esos sentimientos para convertirse en una obra cumbre de la
carrera de su autor. Y eso es mucho decir.
Reseña publicada en Ruta 66 de Febrero de 2014.
Sonando: Ride on de Jim Lauderdale