Nacidos el 9 de mayo

Hoy es mi cumpleaños. Sí. 43 primaveras, porque técnicamente, veranos, llevo 42, por ejemplo. Dejando las coñas, se me ha ocurrido repasar cosas que pasaron un 9 de mayo en el mundo de la música, sobre todo en lo que respecta a los nacimientos. No es que sea un día en el que nacieron grandes súper estrellas del mundo del rock, aunque sí que lo hizo algún nombre reconocido por todos. El legendario cantante de country Hank Snow lo hizo en 1914, Sonny Curtis, miembro de los Crickets de Buddy Holly en 1937, como Dave Prater de Sam & Dave, Richie Furay, guitarrista de Buffalo Springfield y Poco en 1944, el bluesman Bob Margolin y Billy Joel en 1949, John “Rhino” Edwards, bajista de Status Quo en 1953, y Paul Heaton, cantante de The Housemartins y David Gahan de Depeche Mode en 1962. Aunque quizá el 9 de mayo siempre acabará siendo el día en que murió Pepe Risi, una leyenda del rock patrio al frente de Burning.

Más allá de muertes y nacimientos, un 9 de mayo también se produjeron algunos hechos destacados de la historia del rock. En 1963, unos tales Rolling Stones firmaban su primer contrato con su manager, Andrew Loog Oldham y un año después, un señor llamado Chuck Berry debutaba en Reino Unido actuando en el London’s Astoria. Ese mismo año, The Beatles eran desplazados del número uno en Estados Unidos por el «Hello Dolly» de Louis Armstrong. Unos fab four que el 9 de mayo de 1965, presenciaban como Bob Dylan daba el primero de sus dos shows en el Royal Albert Hall. En 1966, The Doors actuaban ese mismo día en el Whisky A Go-Go de Los Ángeles en una audición que los convertiría en la banda residente del local. La cosa, como en el resto de días inacabables podría quedar ahí, aunque me apetece para acabar,  recuperar el final de un post que escribí en 2010.

Y nací un 9 de mayo de 1975 (sumen sus cifras 0+9+0+5+1+9+7+5, pásenlas a un número y da 36, que desmembrado da 9), que mi primer descendiente, mi hija nació en el año 09 (2009), en concreto el 20 de mayo (2+0+0+5+2+0+0+9 =18, 1+8=9) y que si cogemos la posición de las letras del nombre de la mujer de mi vida en el abecedario y las sumamos no pasa nada ¡excepto! si cogemos mi manera de llamarla: Rachel. Entonces dan 45, dos cifras que por separado suman 9 ¡Juas!

Sonando: Lo Pactado de Northagirres