martes, mayo 30, 2017

The Band of Heathens, simplemente insuperables




Han pasado dos días. Me negaba a escribir en caliente algo largo para esta bitácora sobre el concierto de The Band of Heathens en Rocksound el pasado domingo. Es normal salir de algunos conciertos con un subidón, pero 48 horas después sigo impresionado con lo que viví. Más convencido aún de que viví el mejor concierto de los muchos, cintos diría, que he visto en la pequeña sala de Poble Nou. Teniendo la sensación de que en cualquier momento Gregg Allman iba a bajar (o a subir como dice Silvia Beltrán) de donde esté para darle un abrazo y un aplauso a lo de Austin.

No suelo tener ese problema, pero me cuesta describirlo con palabras. Recuerdo acercarme a Antonio, capo cannoniere de Rocksound durante la prueba y enseñarle como tenía la carne de gallina al ver como arreglaban «Midnight Rider» para rendir un merecido tributo a Allman. Lo hicieron hablando en música. Joan Marc, técnico de la sala, y yo alucinábamos por la capacidad que mostraban y el acierto en cada uno de los comentarios. Luego, durante el bolo, la tocaron y dieron la impresión de llevar quince años haciéndolo. No dudo de que este concierto pasará a la historia, no solo de Rocksound sino del rockerío de la ciudad. Las opiniones son unánimes y se han repetido en toda la gira. Sonando a ratos a The Band, a ratos a Neil Young con Crazy Horse (sí, así de rotundos y eléctricos), a ratos a Little Feat, a otros a Dylan y también a los mejores Jayhawks, de los que se marcaron un «Blue» que quita el hipo. Una enciclopedia de rock americano sobre el escenario impartiendo lecciones canción a canción ¡Cuánto le agradezco a Antonio aquella frase cuando nos ofrecieron poder hacer la banda! “Valga lo que valga hay que hacerlo” dijo, “y si no lo hago yo solo”. Él tenía más ganas de traerlos que yo y mira que yo tenía muchas. Y ha valido la pena. El esfuerzo de esta aventura que internamente llamamos Acararocksound siempre podrá colgarse esa medallita imaginaria por haber conseguido esto. Perfectos en ejecución, cuando digo que es el mejor concierto que he visto en la sala (y no estoy menospreciando al resto, que allí ha habido mucho y muy bueno) lo resumo en unos cuantos ítems: fueron los mejores instrumentistas, los mejores cantantes (con unas harmonías perfectas toda la noche), los más dinámicos (teniendo en cuenta su estilo y repertorio) y además todo eso cargado de simpatía y profesionalidad. Pude charlar un rato con Ed Jurdi y Gordy Quist, pero la palma se la llevó Trevor Nealon, que se acercó a mí nada más llegar y al ver mi camiseta de Allman Brothers me dijo “¿estás triste tío? No te preocupes siempre tendremos su música para ser felices”. Genios y figuras.

Sonando: Deep is Love de The Band of Heathens


Foto: José Antonio Serrato Sabaté

2 comentarios:

joselu dijo...

Como hecho de menos ir al concierto con la camiseta del fan club aunque sea al reves que mola mas, el despiste siempre funciona

joselu dijo...

Joder con la H