En 2013, Lonesome Wyatt
lanzaba el EP Halloween is
Here. Desde entonces ni rastro de su proyecto en solitario. Discos a medias
con Rachel Broke, algún lanzamiento de Those Poor Bastards, su proyecto grupal,
pero nada de su carrera individual. Y cuando parecía que quizá ésta la había
abandonado para dedicarse a otros menesteres llega este cuarto trabajo junto a
Holy Sprooks, Grim Weepers. Doce
canciones que él mismo no duda en calificar de “odas desagradables a la soledad y la enfermedad”. Fantasmal, denso
y adictivo, como siempre, Wyatt ofrece algo único y diferencial. Construido
alrededor de un imaginario donde lo visual y lo literario tiene prácticamente
la misma importancia que la propia música. Acompañado casi siempre de voces
femeninas que complementen la suya propia, en esta ocasión es Eva de Eva and
The Vagabond Tales quien se encarga de es funciones para que temas como
«Waiting for the End» o «Hospital» ganen en densidad y, sobre todo, oscuridad.
Baladas de asesinatos, robos, corazones maltratados, miseria y destrucción. Esa
es la receta, habitual por otra parte, de un disco que, evidentemente no es la
alegría de la huerta. Y es que estamos ante el rey del dark country de la
desesperación. Trabajos como este se encargan de recordárnoslo.
Sonando: Hospital de Lonesome Wyatt and the Holy Spooks
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