lunes, junio 06, 2016

Canciones que nunca escribí



Y corre por la red la portada de mi nuevo libro, publicado por Ediciones Lupercalia que ya lo ha puesto en pre-venta en http://www.edicioneslupercalia.com/. Me encanta el lema de la editorial que reza que “nació para publicar aquello que nadie o casi nadie publicaría”. Qué gran verdad, el menos en mi caso.

Bajo el título Canciones que nunca escribí me atrevo con mi primer libro de relatos y mi segunda incursión en la ficción. Historias estas que se han gestado a lo largo de mucho, mucho tiempo. La primera, por ejemplo, se publicaba bajo el título de El Gitano en Simpatía por el relato (Ediciones Drakul) en 2010. Es el único editado previamente. El resto han ido surgiendo en estos seis años, a veces a trompicones, a veces de golpe. Unas más largas, otras apenas unas líneas. Se trata de un proyecto que tenía hace tiempo pero que paré al aparecer volúmenes similares a mi idea (nada original): escribir relatos sobre canciones que me gustaban. Eso sí, lo he hecho encarándolas de manera muy diferente cada una de ellas. En ocasiones me baso en sus letras, claro. En otras busco su espíritu y olvido prácticamente su texto. En otras también las utilizo como medio que da forma al relato. Juego, o lo intento, incluso con las biografías de sus autores, incluyéndolas dentro de los textos. Y en algunas incluso me atrevo a fantasear sobre lo que debe decir la letra sin hacer una lectura de la misma, intentando imaginar de qué deben hablar. Hay temas clásicos de Kristofferson circa Janis Joplin (ya saben, «Me and Bobby McGee»), Beatles, Stones o Dylan, pero también alguna cosa menos habitual como Steve Earle, Ryan Adams, Eels o Slaid Cleaves. No esperen por tanto cuentos que simplemente desarrollen las letras que sus autores tan bien escribieron en su momento. Ese no era el objetivo. Y de hecho si algo no se puede mejorar, no vale la pena intentarlo. Se trata simplemente de 19 relatos hechos con todo mi cariño, a lo largo de mucho tiempo, desde el respeto al compositor de canciones y al escritor de relatos. Esas canciones que nunca escribí. Si les hacen pasar un buen rato me daré por satisfecho.

Es ya más que evidente, por tanto, que el rock —como el cine, la televisión o el comic—  ha sido para algunos escritores una influencia cultural con tanto o más peso que la propia tradición literaria, aunque esta evidencia haya tenido que llegar cuando internet, las redes sociales y la sociedad de la imagen amenazan con enterrar vivos al rock y a la literatura, y sin que hayan sido tantos los escritores que han dejado constancia, que han homenajeado sin complejos a las canciones rock o que han mostrado y agradecido esa herencia recibida. Por todo ello y por mucho más (por su destreza literaria, sin ir más lejos, o porque arrancan con Me and Bobby McGee de Janis Joplin) estos cuentos-canciones, estas glosas-rock de Eduardo Izquierdo, creo que merecen la pena ser leídas, de modo que , one, two, three, four!!!,  les dejo ya con ellas”. (Patxi Irurzun)

Sonando: When I Write a Book de Rockpile

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