Residen en Austin y, en
contra de lo que muchos piensan, su reciente Workingman’s Bellfuries no es su disco de debut. Reconozco que si
el nombre de Jimmy Sutton (Pokey LaFarge, JD McPherson…) no apareciera como
productor en la contraportada del disco probablemente no les hubiera hecho ni
caso. Craso error.
“Somos una banda de rock
and roll” dice Joey Simeone, su líder y vocalista. Y sigue: “La gente está
obsesionada con los subgéneros. Cuando en un hotel nos preguntan qué música
hacemos y contestamos que rock and roll nos preguntan qué queremos decir exactamente”.
Pues eso. Exactamente puro y genuino rock and roll. Del de toda la vida. Del de
Buddy Holly o el Elvis de los 50. Canciones con miles de influencias, todas
conocidas, pero que irremisiblemente me llevan por encima de todo a una versión
contemporánea de los Everly Brothers. No me extiendo más. El mes que viene
aparecerá mi reseña sobre el disco en Ruta 66. Mientras seguiré obsesionado con
«Bad Seed Down», una de mis canciones del año.
Sonando: Bad
Seed Down de The Bellfuries
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