Dice Joe Ely que su nuevo disco nace del
aroma de las llanuras de Panhandle, pueblecito tejano ubicado en el condado de Carson
que apenas llega a los 3000 habitantes. De ahí su título, Panhandle Rambler. El
veterano músico de Amarillo vuelve así a primer plano discográfico y lo hace
con un trabajo maduro y sereno que muchos olvidarán a la hora de construir las
listas con lo mejor del año.
Cuatro años han pasado ya desde Satisfied At Last y tocaba disco de uno de mis tejanos favoritos. Un songwriter siempre
olvidado a la hora de enumerar a los grandes escritores de la música
norteamericana a pesar de que poco tiene que envidiar a algunos de los
habituales. Y es que 68 años viviendo al borde de la Ruta 66 dan para mucho.
Historias y personajes que, según el propio Ely “vienen a mí. Yo no voy a
buscarlos. Ellos están ahí y de golpe se encuentran entro de una canción. Hasta
la historia más simple y aparentemente sin interés puede acabar convertida en
una gran canción”. Y de esas hay unas cuantas, otra vez, en Panhandle Rambler. Temas
que han perdido algo de la energía de sus primeros discos pero que han ganado
en empaque, en poso. Joe Ely ya no tiene nada que demostrar. Su pasado está
escrito y solo le queda mirar al futuro con optimismo. “No puedo pretender
hacer la misma canción que cuando tenía 18 años. Ahora tengo cerca de setenta y
veo las cosas diferentes. No tendría sentido. Permanecer en el mundo de la
música y tener la sensación de estar haciendo lo correcto es lo que necesito.
Es lo que yo considero éxito”. Clase magistral de saber estar ¿no?
Sonando: Cold
Black Hammer de Joe Ely
No hay comentarios:
Publicar un comentario