Mientras espero con ansias
que caigan en mis manos los nuevos discos de Lucero (creo que lo hará mañana)
y, sobre todo, Los Lobos he descubierto un artista que así, de primeras, me ha
volado la cabeza. Responde al nombre de Anderson East aunque el suyo real es
Michael Anderson. Él es de Athens (¿cuántos grandes nombres nos ha dado la
ciudad de Alabama?) aunque reside en Nashville. Él mismo ha asegurado que
empezó a tocar el piano para intentar imitar a Ben Folds y así llegó a telonear
a Holly Williams, nietísima de Hank Williams.
En 2009 debutó con un
disco publicado con su propio nombre y tres años después, ya rebautizado como
East, lo intentaba con un autoeditado Flowers
of The Broken Hearted que pasó bastante desapercibido. Este año, tras su fichaje
por Elektra, que vio en él la posibilidad de unirse a ese mercado en el que
predomina la fusión entre country y soul acaba de sacar Delilah.
Producido por Dave Cobb
(Jason Isbell, Chris Stapleton, Sturgill Simpson…), el músico demuestra en sus
10 canciones su pasión por el soul, en especial de Wilson Picket. Ocho de los
temas son co-firmados con alguien, uno de ellos con el gran Stapleton, un tema
lo firma en solitario y el otro es una espléndida versión del «Find 'Em, Fool
'Em and Forget 'Em» de George Jackson grabado en los FAME Studios de su Alabama
natal. Además homenajea desde el título a otro de sus ídolos: el gran Tom
Jones.
¿Y de la música? Pues
Anderson anda seguramente en la misma liga que el ahora de moda Nathaniel Ratelieff.
Mezcla los sonidos negroides con estructuras de country clásico. En ocasiones
juega en el terreno de Sam Cooke y en otras parece la versión inicial de Ray
Lamontagne. Y sí. Vuelve a ser un músico blanco acercándose a la música negra,
pero es que lo hace muy bien.
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