Me había propuesto reseñar
el último disco de The Hold Steady sin citar a Bruce Springsteen, pero es que
con cada nueva entrega Craig Finn y compañía le pasan el guante por la cara al
boss jugando en su propio terreno. Y eso que en este nuevo trabajo se detectan
cierta falta de ideas y una atmósfera monótona que deben arreglar en el futuro,
pero están a tan buen nivel que hasta eso se les puede perdonar, siempre que la
cosa no se enquiste. También colabora en esa sensación el hecho de que la mitad
del disco, aproximadamente, esté integrado por canciones ya conocidas, alguna
de ellas directamente publicadas en single o recopilatorios con anterioridad.
Eso no evita el hecho de
que la banda parezca haber levantado ligeramente el pie del acelerador, cosa
que por otro lado ha dotado de algunas texturas a sus canciones que hasta ahora
eran desconocidas en ellos. Entre esos detalles se encuentra la presencia del
teclado, del que se encarga, por primera vez desde “Stay Positive” (Rough
Trade, 08), Franz Nicolay. Quizá por eso se antoja más cercano a los discos en
solitario de su líder que a su discografía grupal, aunque la marca de la casa
es omnipresente. Porque solo ellos son capaces de construir frases como “el
piloto se parecía un poco a Kirk Hammett” o “la razón por la que estas personas
todavía escuchan a Zeppelin es que suena realmente genial cuando estás drogado”
y no morir en el intento.
Publicado en Mondosonoro
Sonando: You Did Good Kid de The Hold Steady
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