martes, septiembre 10, 2019

Juntos pasamos las horas, recordando, mi guitarra y yo


Los discos acústicos, grabados simplemente con guitarra y voz, tienen fama de peñazo ¿Para qué engañarnos? Es difícil que un álbum perpetrado de manera tan desnuda funcione. Para ello requiere una serie de habilidades especiales que básicamente se traducen en una buena capacidad vocal y unas buenas canciones. Y pensarán…cómo en todos los casos. Sí, pero aquí aún más. Por eso hay que destacar los que consiguen calar, y en las últimas semanas han caído en mis manos cinco de ellos. Texas Songwriter (Hayden Homestead) es lo nuevo de R.L. Hayden y decir que se trata de un disco de cantautor tejano puede parecer repetitivo, pero es lo que es. Decimoprimer trabajo de este tipo del que el San Antonio Current dijo que combinaba “la agilidad del country con la narrativa de Bob Dylan”. Lo hace con canciones escritas a medias con Robert Earl Keen o Aaron Watson y un par de versiones de Gary P. Nunn y Billy Joe Shaver que enganchan con cada escucha. Más que notable. Otro tipo de trabajo es Tell The Truth & Shame The Devil (Welding Rod Records) compuesto por canciones fruto del problema cardíaco que sacudió a Rod Picott el pasado invierno y que acabaron incluso con una delicada cirugía de espalda. Todavía con dolores, el músico se rodeó de un sencillo equipo de grabación para convertir la crudeza sonora en un elemento más que complementara sus letras. Íntimo y honesto, Picott no quiso que nadie estuviera con él en la habitación en la que grabó unos temas que ya considera los más personales de su carrera, y que estremecen nota a nota. Al frente de The Steepwater Band conocimos a Jeff Massey que ahora publica From the Highway to the Show (Diamond Day Records), un disco en el que con el simple acompañamiento de su guitarra saca a relucir su faceta más bluesy y sureña. Doce temas con revisiones de las canciones favoritas de su banda, alguna versión y un par de temas nuevos, «Oklahoma Sunrise» y «Abandon Ship». Una más que buena manera de esperar un nuevo trabajo de uno de nuestros grupos favoritos. Dos discos en directo cierran este particular bloque. El primero es Horses and Stars (BlueLimeStone Publishing) de Sam Baker. Doce temas grabados en el Imagine Event Center de Buffalo (NY) en julio del año pasado que celebran los 15 años de la edición del primer disco de su autor, Mercy, considerado por el Texas Music Magazine uno de los 50 discos esenciales de la historia de la música tejana. “Fue algo individual, solo yo y la guitarra, y un pequeño trozo de madera en el que taconeaba con mi bota” dice. Y eso es lo que transmite. Intenso como la biografía de Baker, cargada de tortuosas historias. Real como la vida misma. No es The Oak Tree and the Weed (Texas Like That Records) el primer disco en directo de Zane Williams, favorito de un servidor, que ya en 2003 publicaba Live. También nos hacemos un poco de trampas, y encajamos aquí un álbum grabado en formato trío, aunque de esencia eminentemente acústica. Un trabajo magnífico y largo, algo poco frecuente para los discos en directo editados en este formato. Quince canciones que muestran el por qué amamos a este tipo, uno de esos injustos olvidados que merecerían comer en la misma mesa que muchos considerados grandes. Lleva tres lustros haciéndonos feliz con su música y ahí sigue, con la ilusión de un recién llegado. Inconmensurable.

Publicado en Ruta 66

Sonando: Don't Think Twice It's Alright de Jeff Massey

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