Primeras impresiones. 2 de septiembre de 2019

Cantidades ingentes de buena música la que me he chupado este agosto, y muchas novedades destacables. Sigo pensando que vivimos un momento de auténtico auge musical y agosto me lo ha demostrado. Por eso tengo que hacer algo de selección para esta primera semana y repartir todo lo que me gustaría reseñar aquí entre hoy y el próximo lunes. Vamos con la primera tanda.

Tyler Childers – Country Squire. En 2017 destaqué su Purgatory como disco del año para esta bitácora. Hoy no tengo dudas de que este nuevo álbum, otra vez con la presencia de Sturgill Simpson a la producción va a repetir como disco del año 2019. Una maravilla de principio a fin. Simplemente perfecto. Y «All Your’n», canción del año. Imposible que a alguien no le guste este disco. (ASÍ SUENA)

Rich Hopkins & The Luminarios – Back to the Garden. No es un grupo fácil. Es de esos que o te entran o no. No hay término medio. A mí su rollo a lo Neil Young del siglo XXI me gusta. Este disco corre por los mismos derroteros, y vuelve a funcionar la mar de bien. (ASÍ SUENA)

Dylan Earl – Squirrel in the Garden. Esto es country puro. Ni más ni menos. Bonitas canciones, voz nasal y ese ritmo trotón que todos conocemos. Pero está muy bien hecho. Es de esos trabajos que te acompañan sentado tranquilamente mirando una montaña o, directamente, mirando al horizonte. (ASÍ SUENA)

Chris Gantry – Nashlantis. Un veterano, leyenda desconocida del movimiento oulaw con un disco de muchos quilates. La sabiduría que da la edad y el canalleo de sus colegas de generación en el punto de equilibrio perfecto. (ASÍ SUENA)

The Rubinoos – From Home. Otro disco grande, grande. Chuck Prophet a la producción intentando no tocar nada, porque The Rubinoos ya funcionan tal como son, aunque dejando su impronta lo justo y necesario en el trabajo de guitarras. El mejor disco del grupo en muchísimo tiempo. (ASÍ SUENA)

Rod Picott – Tell the Truth & Shame the Devil. Una delicia acústica en la línea del Nebraska de Springsteen, grabado con los mismos medios, y hasta con el mismo modelo de guitarra. Pero, si cabe, es aún más confesional que aquel. Desgarrador. (ASÍ SUENA)

Rod Melancon – Pinkville. Descubierto gracias a José Navas, vaya cañonazo de disco. De esos que es difícil definir. Rock americano y ya está. Entre John Mellencamp y Drive By Truckers, o algo así. (ASÍ SUENA)

Sonando: On the Street de Titus Andronicus