Ni el título ni la portada
de este disco engañan a nadie. Así que no se aceptan reclamaciones a todo el
que se acerque a él. Con el mismo diseño del celebérrimo The Byrds Plays Dylan,
el austríaco Sir Oliver Mally se marca ocho versiones de su dylanísima majestad
de resultado ciertamente irregular. La cosa parece que surgió de la insistencia
del publicista Wolfang Pollanz, dueño de Pumpkin Records que insistió para que
su amigo Mally grabara esas versiones que le tocaba en petit comité.
El inicio del disco
funciona. «One Too Many Mornings» suena espléndida y «Blind Willie McTell»
mantiene bastante bien el tipo. «Love Minus Zero / No Limit» y «I Want you» son
las dos canciones en que el austríaco más pone de su propia cosecha, y la cosa
también fluye. Igual que en «Girl From The North Country» con ese fantástico
acordeón, junto a «One Too Many Mornings» lo major del lote. Pero luego la cosa
patina con bastante estrépito. «All I Really Want To Do» carece de enjundia,
igual que de sentido carece el incluir «Blood In My Eyes», un tema que no es de
Dylan. «Simple Twist Of Fate» recupera algo de magia, pero justamente la misma
que le falta a «Blowin’In The Wind». Para coleccionistas y fans dylanianos
funciona, para el resto ya no tanto.
Publicado en Ruta 66
Sonando: One Too Many Mornings de Sir Oliver Mally
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