Tomando el título del
lugar en el que se grabó y que dicen sirvió de inspiración para el álbum, el
Palacete del Marqués de Rioflorido (Valencia), construido a finales del siglo
XVIII, Santero y los muchachos construyen el trabajo que les debe dar el salto
definitivo a la primera división del pop-rock nacional. En algún lugar entre
mis añorados Les Phillipes y Stealers Wheels, su sonido acústico es
innegablemente personal, y su manera de entender las cadencias rítmicas los hacen
diferente a todo y a todos. «Estamos bien» es su propio «Stuck in the middle
with you», pero no es el único ejemplo de competencia compositiva y excelencia
interpretativa. La muy americana «Volver a casa», la fronteriza y sureña «Guantanamera»
o la porteña «Mañana asesina», con El Twanguero repartiendo clase, son solo
algunos ejemplos. Elegantes y finos, se agradece también que de vez en cuando
haya un grupo que no tire solo del canalleo
como base de su música. Ellos conservan ese espíritu, pero saben mantener las
distancias y huir de lo macarra para que el oyente se sitúe en un lugar
sorprendentemente apacible. Lo han conseguido. Han hecho lo más difícil, aunque
ahora toque mantenerse.
Publicada en Ruta 66
Sonando: Estamos Bien de Santero y Los Muchachos
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