Toca despedirse de Juan de
Pablos. Ayer cumplió 71 años y aprovechó para bajar la persiana definitivamente
a Flor de Pasión y jubilarse. Merecido
lo tiene. Debo reconocer que hace muchos años que no oía de manera regular el
programa. Me limitaba a escuchar algún podcast de tanto en cuando. Pero,
durante un tiempo, Flor de Pasión fue
el eje de mi educación musical. Y, sobre todo, Juan y su voz me enseñaron una
cosa: a no tener prejuicios en la música. Lo que me gustaba, me gustaba, y lo
que no, no. Independientemente de si eso estaba bien o mal visto. Y ese sigue
siendo uno de los grandes secretos de mi manera de entender la música ¿Guilty
pleasures? Dejémoslo en “pleasures”.
Podría recordar muchas
cosas de Juan para decirle adiós. Durante un tiempo estuvimos muy cerca. No
diría que éramos amigos, por respeto hacia él y hacia mi manera de entender la
amistad, pero sí nos apreciábamos. Seguro. Juan de Pablos fue una figura clave
para esos tiempos en los que uno recorría los escenarios con el sueño de ser
músico al frente de Tipos de Interés. Fue Jonathan “BB Quatro” Vidal el que me
puso tras la pista de aquel programa de radio. Él también fue el que envió
nuestras maquetas a Juan y él fue el que me llamó por primera vez para decirme “tío,
nos ha pinchado Juan de Pablos en Flor de
Pasión”. Aquello fue un hito que luego normalizamos, porque si de algo
podemos hacer gala es de que a Juan de Pablos le gustábamos. Nuestras canciones
sonaron, mucho, durante un tiempo en el programa y, que nos conociéramos fue cuestión
de tiempo. Lo hicimos en un viaje a Castellón en el que servidor, y perdonen la
duda biográfica, no recuerda si pretendía ver a Shock Treatment, a los Surfin’Lungs
o a ambos. Juan y yo incluso llegamos a hacer un mini viaje juntos, en tren, entre
Madrid y Valencia donde solo había que dejarlo hablar para quedar embobado ante
tanto conocimiento.
No tengo fotos con Juan. Al
menos no digitales (no eran tiempos). Y no me he puesto a buscar entre álbumes
y cajas, pero sí he encontrado una foto por Internet de, quizá la culminación
de mi relación con él: el momento en que nos invitó a participar en la fiesta
de celebración de los 20 años de flor de Pasión, en enero de 1999 – luego editado
en CD - en la Sala Siroco, y compartiendo cartel con gente como Los Fresones
Rebeldes, Los Soberanos, The Happy Losers, Aneurol 50, Vincent Von Reverb o Los
Caramelos. En la foto, de mala calidad, que acompaña este texto se nos puede
ver a nosotros con Juan al fondo viendo nuestra actuación. Por si a alguien le
intriga, el tipo de la camiseta blanca de su lado, que apenas se ve, es Julio
Bustamante con el que acabaríamos cantando su «Al sur del Corazón». Y uno no
sabe si al sur, al este, al oeste o al norte, pero que Juan de Pablos tiene un
pequeño hueco en mi corazoncito es indudable.
Sonando: Al Sur del Corazón de Julio Bustamante
1 comentario:
Juan de Pablos un mito, pero tan academico, escucharle es aprender pero con la sensacion de ir a misa
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