No por contada la
historia de Cody Jinks deja de ser menos sorprendente. Para su quinto disco, I’m The Devil, el tipo decide abandonar
el mundo discográfico y lanzarse a la más absoluta independencia,
autoeditándose los discos ¿Los resultados? 70.000 copias vendidas y número
cuatro de las listas de Billboard. Era 2016, y ese número de ventas hizo que
Rounder Records lanzara sus redes sobre él para editarle este Lifers. Un álbum que el artista confiesa
que está inspirado en su fallecido amigo Dimebag Barrell, el desaparecido
guitarrista de Pantera, y especialmente por el respeto que Cody asegura
demostraba a todo el mundo. Jinks es un neo tradicionalista que tiene en el
outlaw country su gran pasión. Eso lo demuestra en piezas como «Somewhere
Between And I Love You And I’m Leaving», escrita a medias con Whitey
Morgan. Una canción que “estuve
intentando escribir diez años. Mi esposa la escuchó y le gustó. Porque estoy
hablando de irme, de dejarla en casa y salir a tocar”, explicaba el artista a
Rolling Stone. No es la única gran canción del lote. La titular «Lifers»
escrita por Tennesse Jet que es un homenaje a los que disfrutan de su trabajo o
«Must Be Whiskey» compuesta a medias con Josh Morningstar y mi adorado Paul Cauthen
son temas casi perfectos ¿Y qué decir de «Colorado» donde se nos aparece el
espíritu de los Flyin’Burrito Brothers de Gram Parsons? Lo cierto es que el
disco carece de altibajos, y sus once temas mantienen un muy buen nivel. Porque
hay muchos discos de country rock pero pocos tan buenos como este.
Sonando: Must Be Whiskey de Cody Jinks
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