En 2006 Álvaro Alonso inicia un complicado periplo tras el rastro de uno de los más grandes – y también más desconocidos – tótems de la música norteamericana que ahora adopta forma de libro biográfico con “Gene Clark. Vuela hacia el sol” (Lenoir Ediciones). El autor murciano se ha puesto en contacto con John Einarson, auténtica eminencia sobre Clark, The Flyin´ Burrito Brothers y el country-rock, en general, y ha conseguido entablar amistad con Kai, uno de los hijos del músico. Además, se ha recorrido miles de kilómetros por carreteras norteamericanas para conseguir unas palabras de gente como la cantante y compañera musical del protagonista Carla Olson, el que fuera manager de Gene Saul Davis, el capo de Sierra Records John Delgatto o el también escritor Domenic Priore. Ajeno al desaliento lo intenta y fracasa con Roger McGuinn o Michelle Phillips, y obtiene un e-mail de compromiso de Greil Marcus, pero sigue adelante. Y el libro va creciendo para acabar convertido en una auténtica guía pormenorizada de la carrera y la vida de alguien del que se ha hablado muy poco.
Cierto es que los alérgicos a los datos pueden huir de su lectura. Porque si algo tiene el volumen de Alonso es que, además de estar perfectamente trenzado, muestra el trabajo de un auténtico arqueólogo, llegando a un nivel de documentación que pueden presentar pocas obras del estilo. Pero oigan, en contra de lo que puede parecer, la cosa no se hace pesada. Y eso también es mérito de Alonso. El escritor sabe combinar a la perfección la cascada de fechas o títulos de canciones perdidas con su propia opinión y una valoración exigible, según el que escribe, a todo el que se enfrenta a una obra así. Me gustan los periodistas que se mojan. Y Alonso lo hace. Intentando no caer en el fanatismo, algo difícil para quien ha sucumbido al universo Clark, colocando cada canción, cada disco, en su contexto. Ayudando así a entender su valoración y completando la misma con opiniones ajenas que, a veces, incluso se contraponen a la suya. Un libro magnífico que merece ser valorado, más si cabe, en tiempos en que las biografías musicales caen como churros y, en muchas ocasiones, hacen honor a esa definición. Esto es engrandecer la profesión de crítico musical. Así de claro.
Publicado en Mondosonoro
Sonando: Trop de Questions de Tommy Lorente
No hay comentarios:
Publicar un comentario