Hubo un tiempo en que, en
nuestro país, la literatura musical destacaba por su ausencia. Era difícil
encontrar volúmenes sobre música en las librerías. Pero eso cambió. Ahora los
libros sobre músicos se agolpan en las estanterías y eso hace que nos volvamos
más exigentes hacia lo que nos llega. Ya no nos vale cualquier cosa. Puede
parecer una evidencia extrapolable a cualquier tipo de literatura, pero
necesitamos no solamente que nos aporten información, sino que además sean
amenos, y, si de paso aportan buenas dosis de anécdotas truculentas, mejor. Y
eso lo cumple de sobras este Lonely Boy.
El guitarrista de Sex
Pistols (y puntualmente de The Professionals y Neurotic Outsiders) no solo se
cuelga el cartel de insustituible para la existencia de la banda, algo
probablemente cierto, sino que además cuenta de manera más que divertida su
rapidez de manos. No, no en lo que imaginan, sino a la hora de coger las cosas
de los demás. Es decir, que confiesa sus adicciones, pone fino a John Lydon
(esperado) y nos pasea entre Pamela Des Barres, miembros de Mott The Hoople,
Johnny Thunders o Chrissie Hynde, por citar a algunos. Suficiente, ¿no? Para mí
de sobra. Nos queda, eso sí, la duda de saber por qué asegura que su bolo con
Sex Pistols en el Azkena Rock Festival le cambió la vida para mal. Seguiremos
investigando.
Publicado en Mondosonoro
Sonando: Dark Horse de Hogjaw
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