martes, octubre 10, 2017

Howlin'Dogs - II



Empeñados en rebuscar en el cancionero de las llamadas work songs, aspecto este que los de Girona han convertido en su marca de fábrica, Howlin’Dogs publican su segundo disco. Vuelven a realizar un auténtico trabajo de arqueología en la música de raíces norteamericanas para, guiados por el blues, hacernos llegar un puñado de canciones que corrían el riesgo de perderse en el olvido. Diez temas carcelarios, pero también sobre ferrocarriles o incluso infantiles pueblan un disco que merece ser destacado por originalidad en su planteamiento, pero también por la ejecución de la idea.

El grupo no se limita simplemente a reproducir melodías o letras del pasado, sino que juega con ellas como si se tratara de un bloque de plastilina. Cambian frases o incluso estrofas enteras, deconstruyen y construyen, modifican melodías y, sobre todo, introducen su potente arsenal sónico en tonadas que en muchas ocasiones no conocían compañía instrumental. Básicamente es un disco de blues-rock. No al uso, ojo. Pero sí en estructuras, planteamiento y la forma de encarar los temas. Pero, sobre todo, es un álbum que demuestra que cuando las cosas se hacen bien, el resultado debe ser necesariamente satisfactorio. Que su envoltorio sea una caja de madera de pino con diez excelentes fotos que ilustran la obra no es sino una prueba más del mimo con el que se ha hecho todo. Buen trabajo, sí señor.

Sonando: I’m Going Home de Howlin’Dogs

No hay comentarios: