En 1977 Bruce Springsteen escribe una canción muy especial para él durante las sesiones de grabación de “Darkness on the edge of town”. Se trata de ‘Fire’, dedicada a la memoria de Elvis Presley, su gran ídolo, que acaba a de fallecer. La graba el 2 de junio de 1978, pero es descartada para su próximo disco porque no encaja temáticamente, y Springsteen acepta que la graben The Pointer Sisters, que la llevarían a los primeros puestos de las listas de Billboard. La versión de Bruce se puede encontrar tanto en “Live/1975-85” (1986) en una grabación realizada en San Francisco el 16 de diciembre de 1978, como en la más reciente Box-Set “The promise” (2010) que recoge material inédito de “Darkness on the edge of town”.
La historia de esta canción es solo un detalle más de la relación entre Bruce Springsteen y su adorado Elvis Presley, aunque quizá la anécdota más conocida y a la vez hilarante tuvo lugar una noche de abril de 1976 en Memphis.
Justo después de acabar su concierto en el Ellis Auditorium de Memphis, incluido en la gira de presentación de “Born to run”, Bruce Springsteen decidió que había llegado la hora de conocerle. Elvis era su ídolo, el hombre al que quería parecerse desde que tenía siete años, cuando el 6 de enero de 1957 lo vio aparecer en el show de Ed Sullivan. Era el tipo que le había cambiado la vida, y el momento de conocerlo, al menos en la cabeza de un joven e impulsivo Bruce, había llegado. Así que el de Nueva Jersey coge un taxi y le indica al conductor que le lleve “a la puerta de Graceland”.
Cuando Springsteen abandona su medio de transporte en las puertas de la lujosa mansión no hay ni uno de los numerosos mirones que se agolpan habitualmente ante sus rejas. No en vano es de madrugada, y aunque estamos en el mes de abril, la noche no es apacible y hace frío. Mucho mejor. Así es más difícil que nadie descubra lo que está a punto de hacer. Bruce aprovecha su buena forma física para subirse a la valla, saltar y empezar a correr hacia la puerta de Graceland. Una luz en el primer piso le garantiza, además, que hay alguien en casa. ¿Será Elvis? No va a poder comprobarlo. Antes de llegar a su objetivo, el equipo de seguridad del Rey lo intercepta y le “invita” a abandonar el lugar. “¡Quiero ver a Elvis!” les dice. Los guardas le contestan que “no está en casa” (algo cierto, ya que Elvis estaba en Lake Tahoe). “Pero, ¿sabéis quién soy? Soy Bruce Springsteen. He sido portada de “Time” y de “Newsweek””, lo intenta de nuevo (fue portada de ambas publicaciones en octubre de 1975, el primer rockero en lograrlo). “Y yo soy el presidente del gobierno”, le contestan mientras lo ponen de patitas en la calle. El sueño del muchacho se esfumaba. Fue la vez que más cerca estaría de conocer a su ídolo aunque, como él mismo reconocería, “no hubiera sabido qué decirle”.
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Sonando: Burning Love de Elvis
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