viernes, mayo 27, 2016

Brandon Jenkins, largas barbas rojas y sucio country



Puede que a muchos no les suene el nombre de Brandon Jenkins pero este calvorotas de larga barba rojiza es uno de los más destacados nombres de la Red Dirt Music. Que ¿qué es eso? Pues un sub-género del country que toma su nombre del color del suelo de Oklahoma y en especial de la ciudad de Stillwater, epicentro del estilo. Bob Childers fue su mayor representante aunque Jenkins no le anda a la zaga con sus ya veintitantos años de carrera.

El año pasado, Jenkins publicaba Blue Bandana, un disco magnífico, y sin que apenas pasen 12 meses repite con The Flag, diez nuevas canciones otra vez espléndidas. Vivió un tiempo en Austin y luego se trasladó a Nashville, y ha dejado que la música del estado de la estrella solitaria y el country de Tennessee influyan poderosamente en su estilo. Sobre sus cambios de residencia asegura que “mucha gente piensa continuamente en la música de Texas pero no se dan cuenta que Guy Clark (NdA: esto lo declaraba antes de su muerte) o Steve Earle viven en Nashville aunque se les sigue considerando música tejana y se olvida la influencia de su residencia actual, así que supongo que yo debo seguir siendo considerado Red Dirt Music”.

Honestidad, clase, actitud o emoción son palabras que a menudo se asocian a su música, medio que Jenkins utiliza para evadirse y exponer sus demonios interiores. Lo hace con letras trabajadas en las que se nota que es un lector insaciable (asegura leer varios libros a la semana) y con una voz perfecta para dedicarse a esto del country. En cuanto a los músicos que le rodean en este The Flag, son de esos que garantizan el éxito. Dony Wynn (Robert Palmer) a la batería, Bukka Allen (Joe Walsh Band), hermano de Terry Allen, al acordeón o Kim Deschamps (Cowboy Junkies, Barenaked Ladies) al dobro son solo alguno de ellos.

Y por si no fuera suficiente, su vida está llena de anécdotas de esas que hacen más interesantes a los personajes. Es un adicto a los tatuajes y pretende acabar cubriendo todo su cuerpo, de niño recibió clases de ballet, su apodo en el instituto era Brandy Man, no por su nombre sino por su afición al licor de marras, y se crio en una comuna. Aunque todo eso quizá sería irrelevante si Brandon Jenkins no grabara buenos discos y, afortunadamente, lleva unos cuantos años haciéndolo.

Sonando: The Flag de Brandon Jenkins


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