El choque al enfrentarse a
un nuevo lanzamiento de Lincoln Durham no puede compararse, como en casi todo,
a la primera vez. Es evidente la
desaparición del elemento sorpresa, aspecto que probablemente tuvo mucho que
ver con el embrujo que desprendían sus primeros álbumes aunque eso no ha
restado interés a este nuevo Revelations
of a Mind Unraveling. La fórmula es la misma. Durham, violinista de
formación, apuesta por la guitarra distorsionada y su rugosa voz como elementos
característicos, y a veces incluso únicos, de su música. Sigue bebiendo de sus
primeras influencias, no en vano se inició en grupos que versionaban a su
paisano Stevie Ray Vaughan y a Jimi Hendrix aunque, como él mismo confiesa, fue
conocer a Son House y cambiarle la vida. A partir de ahí todo se oscureció y
sus canciones redujeron la instrumentación a la mínima expresión. Buscando lo
crudo. La raíz. El cordón umbilical. Durham va directo a todo ello y en estas
nuevas diez canciones lo acentúa aún más. Eso dificulta su escucha para el
buscador de algo amable, dulce. Porque su propuesta es todo lo contrario y
quizá por eso, los que pedimos algo más a un disco celebramos enormemente el
volver a tener noticias suyas.
Publicado en Ruta 66 nº336.
Sonando: Creeper de Lincoln Durham
1 comentario:
Pues no conocía a éste señor. Muy interesante, me ha encantado!!
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