Reconozco que soy de los que se sorprendían cuando alguien
me decía que le gustaban más las canciones de Dylan cantadas por otro que por
él mismo. Yo soy de los creyentes del “Nobody Sings Dylan Like Dylan”. Y es que
siempre defenderé que por muy bonita que sea «Mr. Tambourine Man» cantada por
The Byrds, por citar un ejemplo, una canción que habla de un tío que toca la
pandereta en la calle, un “hobo”, es mejor interpretarla con la voz nasal de
Bob y una mínima instrumentación que te pone en situación que con voces
cristalinas y guitarras de doce cuerdas. Pero de un tiempo a esta parte los
entiendo. No por Dylan, si me permiten, sino por los Velvet Underground (parece
ser que decir LA Velvet es tan insultante como decir “los Rolling” en
lugar de “los Stones”). Todas, absolutamente todas las canciones de Reed, Cale,
Morrison y Tucker me gustan más en voces de otros que en las suyas propias. O
sea, que a mi me pasa lo mismo pero con otra banda.
Yo me quedo con el «Pale Blue Eyes» de Joe Henry, con el
«Chelsea Girls» de Elliott Smith, con el «There She Goes Again» de The Beat
Farmers, con el «Femme Fatale» de R.E.M., con el «Sweet Jane» de Cowboy
Junkies, con el «Venus in Furs» de Devotchka o con el «What Goes On» de
Dictators. Cosas de la vida.
Sonando: Femme Fatale de R.E.M.
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