De sobras conocéis mi
manía con los discos en los que intervienen orquestas. Ya sean de grupos que me
gustan tanto como Calexico o Neil Young, o de amigos a los que me quiero tanto como
Jaime Anglada. No puedo con ellos. Las orquestas sinfónicas me dan dentera
¿Podía un lanzamiento de Elvis ser la excepción? No. Porque además se junta con
otra afortunada decisión como grabar la orquesta sobre la voz del rey. Da igual
que sea Elvis. Ni a él se lo perdono. Joder ¿era necesario? Ya sé que la pasta
es la pasta pero a mí no me la cuelan. Y sí, tengo el disco en casa, por
completismo, pero no lo escucharé más de una vez.
Dice Priscilla que esa es
la forma en que Elvis quería sonar. No me lo creo. Habla de que Presley sonaba
así en Las Vegas y que siempre le gustó la grandilocuencia. Lo segundo vale
pero Elvis en Las Vegas llevaba una Big Band, algo que es evidentemente
bastante diferente a una orquesta sinfónica y, por tanto, no sonaba así. Que disfrutaba de algunos pasajes orquestales
demostrados en su discografía puede ser, pero que su objetivo fuera acabar
cantando delante de una orquesta con un traje puesto no lo tengo tan claro. No
lo veo haciendo movimientos de karate delante de un montón de violines, tubas y
demás mandangas. Dice la promoción del lanzamiento que se ha optado por
canciones poco conocidas. Puede
en un par de excepciones pero meter en ese cajón a "It's Now Or
Never", "Bridge Over Troubled Water", "Can't Help Falling
In Love", "In The Ghetto", "How Great Thou Art" y
"An American Trilogy" me parece, cuanto menos, curioso. Que se
incluya un dueto virtual con Michael Bublé ya ni lo comento porque igual se me
va la lengua.
Así que recomiendo que
cualquiera que no sea un fan de esos irredentos del rey se abstenga de este lanzamiento
porque no les va a aportar mucho. El resto, claro, pasen por caja.
Sonando: In the Ghetto de Elvis Presley (versión 1969)
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