Dos de las noticias
musicales de las últimas semanas llevan el nombre de Johnny Halliday. La
primera es que el próximo año, en concreto el 8 de marzo, estará en mi ciudad,
Barcelona, para dar un concierto nada menos que en el Gran Teatre del Liceu. La
segunda es la aparición, hace apenas cinco días, de su último disco, por cierto
espléndido, De l’Amour.
Probablemente Johnny
Halliday sea el rocker europeo más grande la historia de la música de nuestro
tiempo. Y si el año pasado ya se desmarcaba con un excelente Rester Vivant, este año diría que lo supera
con este nuevo disco. En él añade un clásico, el tema que le da nombre, a su
repertorio más memorable. Tira de rock sureño en «Valise Ou Cercueil», de blues
pantanoso en «Des Raisons d’Esperer» y hasta de canción protesta en «Dans la
Peau de Mike Brown», dedicada al muchacho asesinado por un policía en 2004 o,
sobre todo y muy de desafortunada actualidad en estos días, «Un Dimanche
Janvier» sobre los asesinatos de Charlie Hebdo. Johnny suena, además, más
actual que nunca a sus 72 años y, afortunadamente, no ha vivido esa decadencia
que azota a muchos músicos de su edad, especialmente en nuestro país. No se
conforma con mantener el tipo sino que además se está sacando de la manga los
mejores discos de su carrera. Por algo es un grande.
Sonando: De l’Amour de Johnny Halliday
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