Últimos paseos por la Fira
del Disc de Cotxeres. Como una especie de intento de que nos e acabe. Que siga
allí para que siempre que uno quiera pueda perderse en sus cubetas. Ni siquiera
hay intención de volver a mancharse las manos de polvo pasando vinilos. Lo que
se tenía que hacer ya está hecho. Y entonces, como por arte de magia, ves algo
que se asoma entre una pila de discos y que te llama poderosamente la atención.
Un disco del que, llámenme desinformado, desconocía su existencia. Del Shannon sings Hank Williams. Lo
volteo. Miro los créditos y compruebo que no es el típico recopilatorio de
época. No, es un disco grabado intencionadamente como tal por Shannon en 1965.
Habían pasado cinco años
desde el éxito fulgurante de «Runaway» y tras publicar One Thousand Six Hundred Sixty-One Seconds With Del Shannon ese
mismo verano, el de Michigan se atreve con un disco íntegro de versiones de uno
de sus ídolos. Un álbum que no he parado de escuchar desde que cayó en mis
manos. Soberbias interpretaciones de soberbias canciones. «You’re cheating heart», «You win again», «I
can’t help it», «Ramblin’man», «Cold, cold, heart». Impecable. Perfecto,
me atrevería a decir. Con un sonido espléndido que sin duda marca el camino del
country-rock que los Byrds o Gram Parsons acabarían desarrollando poco después.
Una delicia.
Sonando: Ramblin’Man de Del Shannon
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