Está claro que el nuevo disco de Colter Wall no sorprende a
nadie. Publicado en el último trimestre del año pasado, recupera al músico allí
donde le dejamos en su homónimo debut. Por tanto aquí vamos a encontrarnos con
temas desnudos, que le deben mucho a las American Recordings de Johnny Cash
(por algo Rick Rubin está detrás de todo), y que tienen en esa austeridad y la
profunda voz del canadiense su eje vertebrador. Eso sí, la clave de todo está
en las canciones. Porque el tipo podría ponerse en las manos de Rubin o de
quien fuera, podría cantar muy bien, podría evocarnos al hombre de negro, pero
si aquí no hubiera canciones el castillo de naipes que es cualquier carrera
musical se vendría abajo. Y de calidad en la composición va sobrado. «Manitoba Man»
o «Plain To See Plainsman» son temas enormes, al alcance de muy pocos autores,
y eso es, al final, lo que hace de Colter Wall alguien especial. Diferente. Sigue
consiguiendo embrujarnos con su forma de cantar y con esas melodías aunque, eso
sí, no puedes evitar que una duda enturbie la escucha del disco ¿Por cuánto
tiempo? ¿Es suficiente lo que ahora nos da Colter Wall para una carrera de largo
recorrido? Incluso Rubin se dio cuenta con Cash de que no podía basar todas las
American Recordings en temas sin apenas instrumentación y acercándose
continuamente a la balada. Además, y que quede claro, Wall no es Cash. Eso hace
que uno piense que el próximo disco es momento para cambiar. No sé cómo. De
hecho no es cosa mía. Pero que esta fórmula tiene fecha de caducidad me parece
de Perogrullo. Aunque quizá estoy siendo injusto, y me estoy avanzando
demasiado a algo que ya llegará, en lugar de dedicar mi tiempo a escuchar este
montón de buenas canciones.
Sonando: Calgary Round Up de Colter Wall
1 comentario:
Lo mejor la portada...te dice, te enseña, te transporta, te hace oler
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