Uno de esos grandes en la
sombra ha publicado disco nuevo este año. Y no podemos pasarlo por alto. Ray
Wylie Hubbard ha puesto en circulación un disco de título tan enorme como su
música, Tell the Devil I'm Getting There
as Fast as I Can, algo así como “dile al diablo que estoy llegando tan
rápido como puedo”. Un trabajo en el que
reincide en ese sonido hermano de las American Recordings de Johnny Cash que ha
impregnado sus últimos pasos.
Lucinda Williams y Eric
Church apoyan con sus coros al de Oklahoma en el tema titular del disco, una
maravillosa pieza en la que oímos a Hubbard cantar “mi última banda versionaba
a The Clash, The Kinks y los Replacements”. Impresionante. Mostrando en una
frase la actitud que recorre toda su música. Él mismo dice que la canción es “una
fábula de rock and roll sobre como ahorcarte con una guitarra, aferrándote a un
sueño sin importar el cómo o lo tarde que sea, apostando tu alma en un juego deshonesto
y enamorándote de una mujer tatuada. Aunque quizá no sea una fábula”. Es la
pieza central de un disco que habla sobre Dios, sobre los alcohólicos
recuperados, los fantasmas internos y las mujeres profanas. Un álbum magnífico
que alude a la ausencia de fe, la provocación y la honestidad como símbolos de
vida. “Me siento afortunado por haber
pasado tiempo con Townes Van Zandt y Guy Clark o por haber visto a Lightning
Hopkins o Ernest Tubb. Fue una buena base” dice. Y eso le ha servido para
hacer canciones como «God Looked Around» en la que da su particular visión del
antiguo testamento, o «Spider, Snake and Little Sun» dedicada al trío de folk de
Minnesota Koerner, Ray, and Glover de los que asegura “desgarrarían al Kingston
Trío en pedazos”. Bromea con la leyenda de Robert Johnson en «Lucifer and the
Fallen Angels» donde acepta consejos del diablo para convertirse en una
estrella del country y que le recuerda que “es mejor reinar en el infierno que
servir en el cielo”. Casi nada. Aunque también es capaz de
ponerse serio y escribir temas tan oscuros y hermosos como la reflexiva «In
Times of Cold», con Patty Griffin apoyando a la voz. Es un maestro, y lo
demuestra en cada frase. En cada acorde. En cada silencio. Que no se de tanta
prisa en encontrarse con el diablo.
Sonando: Lucifer
and the Fallen Angels de Ray Wylie Hubbard
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