Cuando uno se enfrenta a
la reseña del disco póstumo de alguien tan grande e importante en su vida como
es para mí Gregg Allman, lo ha de hacer con cuidado. Caer en el enaltecimiento,
el elogio rápido, es relativamente sencillo. Y es que un montón de sentimientos
se le conjugan a un servidor a la hora de hablar de Allman. Por ello, y aunque
ser objetivo es imposible en ninguna crítica (y de hecho creo que todas deben
tener su dosis de subjetividad bien presente), hay que intentar lograrlo en
esta ocasión. Dicho esto, este Southern Blood es un disco magnífico. Siento si
piensan que la muerte de Allman tiene que ver para esa sentencia, pero es que
es así.
Inicia el disco la
maravillosa “My only true friend”, escrita a medias con el guitarrista Scott
Sharrard, cargada de referentes autobiográficos. Pero es en el segundo tema
cuando Allman te roba definitivamente el corazón, y es que se marca una
espléndida versión del “Once I was” que Tim Buckley publicaba en 1967 en su
Goodbye and Hello. Difícil se hace tras escucharla no caer rendido a sus pies
¿qué no has tenido suficiente? Pues el bueno de Allman se fue hasta Planet
Waves (1974) de Bob Dylan para sacarse de la manga una fantástica “Going Going
Gone”. Y si ese inicio de disco no es ya como para llevarlo a los altares, lo
mejor es que aún hay más. En In the dark de Grateful Dead encontrábamos “Black
Muddy River”, un temacon el que, versionándolo, Allman, demuestra muy a las
claras que sabe estar diciéndonos adiós. “Caminaré solo por el río negro y
fangoso” canta en una canción que Robert Hunter, su propio letrista, definió
como “un tema sobre la perspectiva de la edad y tomar una decisión sobre la
necesidad de vivir a pesar de un tiempo difícil, y los estragos de cualquier
otra cosa que va a venir a ti”. Espeluznante. “I love the life I Live” es un
blues estratosférico de Muddy Waters que Don Was, productor del álbum en los
estudios de Muscle Shoals, aconsejó recuperar a Allman, y “Willin’” es una de
esas canciones eternas que el repertorio de los Little Feat de Lowell George
aportaron al cancionero mundial. Una delicia que Gregg se empeñó en incluir en
el disco y que en su voz vuelve a sonar tan mágica como la primera vez que la
oímos. Una de las grandes sorpresas del trabajo viene con la inclusión de
“Blind bats and swamp rats” extraída de Ton-Ton Macoute, disco de Jonny Jenkins
que se gestó como álbum de Duane Allman, idea que no cuajó cuando este decidió
formar parte de los Allman Brothers. Atmosférico y mágico, el tema sienta de
maravilla a Gregg y su banda. Nos faltaba un tema lento, de esos que
sobrecogen, y para solucionarlo llega “Out of left field” extraída del
cancionero de Percy Sledge. Pero ¿cómo acabar un disco así? Está claro. Primero
con una buena dosis de blues rocoso y “Love like kerosene” de Scott Sharrard,
de nuevo, lo es. Ya solo queda dejarnos el corazón compungido, y para eso nada
mejor que “Song for Adam” de Jackson Browne, buen amigo de Gregg. La canción
fue grabada al final de las sesiones del álbum y Gregg se ahogó cantándola así
que decidieron retomar el tema otro día. Ya no pudieron hacerlo por el
fallecimiento del músico. Por eso su voz aparece y desaparece a medio tema,
aunque su amigo Browne, que pone unas deliciosas voces, se empeñó en acabarla.
Un bonito final para una leyenda.
Publicado en
www.efeeme.com
2 comentarios:
me encanta este disco . va a ser el disco que inicie mi camino hacia el trabajo. ya le llevo escuchando un par de semanas , fantastico
Es una maravilla. Un artefacto exquisíto.
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