Descubrí a Algunos Hombres, banda de Pozoblanco, en 2013. Entonces cayó en mis manos un disco en formato vinilo titulado Temario (La Mina Records). De él decía en esta misma revista que era «un fantástico ejemplo de cómo la música pop, en el más amplio sentido de la palabra, puede llegar al fondo de tus entrañas». Además añadía que «combinan a la perfección las influencias de Astrud Gilberto, Big Star, los Wilco de Summerteeth, Eels y Caetano Veloso, por citar algunos». Eso sí, con los meses el disco me hizo reflexionar y llegar a la conclusión de que aquella propuesta tenía fecha de caducidad. Al menos en este país. Difícilmente el grupo podía seguir adelante con aquel sonido que probablemente, y por mucho que me gustara y siga haciéndolo, quedaba en medio de ninguna parte. Se percibía ya en sus canciones cierto aroma a los grupos de pop-rock que se mantendrían en escena encabezados por Egon Soda o The New Raemon, pero era necesario que sus canciones adquirieran una dosis extra de personalidad. Probablemente eso es lo que ha llevado al grupo a estar seis años en el dique seco, aunque su retorno con este Experimentación y Ensayo es algo a destacar, y mucho.
Curiosamente, en 2018, BB Sin Sed volvían al primer plano discográfico editando el magnífico La dirección que no tomo. Al escuchar sus canciones, y no sé por qué, recordé a Algunos Hombres y pensé que ese debería ser su camino. Y me da la impresión de que, de manera probablemente intuitiva e inconsciente por ahí van los tiros de este disco. Un trabajo del que nos avanzaron “Ese encanto” y “Ángeles caídos, o santos” para demostrarnos ya que la cosa había cambiado, y mucho. Su pop se había hecho más denso, más oscuro. Sus letras aparecían más trabajadas y se nos antojaban más confesionales, a la par que poéticas. Y su sonido era más atmosférico. Algo que se confirma con la escucha de las otras siete canciones que integran Experimentación y Ensayo. Siguen siendo pop, pero se alejan de lo que el 90% de la población piensa cuando escucha esa palabra. Ellos no son de impacto inminente, sino más bien de asentarse en tu mollera a base de detalles, metáforas y melodías imprevisibles que, dicho sea de paso, engrandecen un género. Lo dicho. Pop. Pero pop con mayúsculas.
Publicado en Efe Eme
Sonando: Jenny Lee de Million Dollar Tones
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