El 5 de diciembre del pasado año, Johnny Halliday nos abandonaba para siempre. La gran estrella del rock and roll francés dejaba de brillar y, de paso, dejaba huérfana a una escena que siempre lideró con elegancia y savoir faire. Tenía Halliday ese aroma que solamente tienen los grandes. Porque él lo era. Y de demostrarlo se encarga este poderoso tomo escrito por Felipe Cabrerizo, al que algunos conocen por Psycho Beat!, programa radiofónico de culto, y otros por el excelente trabajo que es “La desesperación de los simios… y otras bagatelas” (2017), biografía también publicada en la misma editorial, sobre Françoise Hardy, la otra gran estrella de la música francesa.
Gracias a estas trescientas cincuenta páginas, el lector descubrirá que Johnny supo darse cuenta antes que la mayoría de la habilidad guitarrística de un tal Jimi Hendrix, que una noche de parranda lo podía hacer tirar a la basura un cuadro del mismísimo Francis Bacon o que en su país era más conocido que The Beatles o The Rolling Stones. Pero, sobre todo, leerá la biografía de un rocker. Un tipo de esos que entiende el rock and roll de una sola manera: Con pasión desenfrenada. Una historia de excesos, peleas, mujeres y cualquier tópico que quieran asociarle a una auténtica rockstar pero que, en el caso de Johnny, se elevaban al cubo. Decir que es imprescindible para entender que hay rock and roll más allá de Norteamérica puede parecer excesivo, pero es que lo es.
Publicado en Mondosonoro
Sonando: Quelque Chose de Tennessee de Johnny Halliday
No hay comentarios:
Publicar un comentario